Partida Rol por web

¿Qué pasa cuando se reúne un pequeño grupo de personajes jugadores?.

Pues mirad dentro, y lo averiguaréis.

Long Shot, de paisano, sale a la noche tibia de un miércoles estival en la Gran Manzana. Paseando, visita la costa, y desde un parque observa con tranquilidad la estampa iluminada de la estatua de la libertad, recortada contra la oscuridad del mar.

Fumando unos pitillos, descansa sobre la barandilla de lisa piedra blanca, viendo a algunos corredores nocturnos que hacen ejercicio alrededor de la verja del parque. Detrás de él, una calle ruidosa y muy transitada se encuentra llena de vehículos, sobre todo taxis amarillos, que van y vienen a toda velocidad atravesando la noche.

Entonces, sus entrenados sentidos captan algo que a otro le hubiera pasado desapercibido. Una niña rubia, con una coleta, cubierta con un abrigo largo, entra por un callejón seguida de dos muchachos sudamericanos con aspecto de pandilleros. Entrecerrando los ojos en la oscuridad del callejón, las figuras de los tres se desdibujan en las tinieblas. Gracias a que tiene la atención centrada en ese punto, puede escuchar apenas el grito de la chica a través del tránsito de los automóviles. Pero cuando se dispone a intervenir, sucede algo todavía más increíble.

Los dos latin kings salen del callejón... volando. Y no volando como Starman, sino volando de forma descontrolada, pegando gritos y girando en el aire como si algo les hubiera impulsado con una fuerza increíble: ambos pandilleros pasan a unos diez metros sobre Long Shot, y aterrizan en el agua, al otro lado del parque.... "aaaaaaaaaaAAAAAAAAAaaaaaaaaaa... chof".

En el callejón aparece, flotando, la niña. El callejón se ilumina ténuemente cuando una figura al otro lado refleja en su cuerpo bruñido la luz de las farolas: es Quicksilver, que debía estar por la zona y acaba de llegar a toda prisa. La responsable del vuelo de los dos pandilleros, que ahora bracean en el agua, es la niña, que se ha deshecho del abrigo y ahora flota sobre un montón de bolsas de basura.

¿Qué es lo que haréis?. ¿Sabe Quicksilver que el hombre rubio al otro lado de la calle es Long Shot?, ¿podrán los pandilleros nadar hasta tierra firme?, ¿detendréis a la super-niña?, ¿qué demonios es todo esto?.

¡Vuestro turno¡

"Ha... Ha.... Ha....", se ríe la niña con los puños apollados en las caderas, mientras flota en el aire. "Otra vitoria deee.... ¡Youngstaaaar¡".

Me asomo al callejón en el momento en el que los dos tipos salen despedidos sobre mi cabeza para caer metrós mas allá, en la bahía.

-Pero que de...- cuando vuelvo a mirar veo que la presuntamente indefensa niña flota en el aire y ríe.

La miro con cara de sorprendido.

-¡Eh niña! ¡Tranquila que yo soy de los buenos!- le digo, ya que no tengo ganas de bañarme.- ¿Se puede saber que diablos haces en la calle a estas horas?

Me quedo en la entrada del callejón con los brazos en jarras, es actitud reprochadora.

Podrá volar, pero sigue siendo una niña...

Desde la lejanía y con una sonrisa en la boca, observo divertido la escena, está claro que el personaje que ahora esta hablando con la super niña es Quicksilver, su color plateado no deja lugar a dudas. Con calma, tiro el cigarrillo al suelo y me apoyo de espaldas a la barandilla metiendo las manos en los bolsillos de la cazadora, dispuesto a ver cómo acaba esta divertida situación, luego saludaré a Quick y le preguntaré que hace por aquí, esto no me lo pierdo...

La niña abre mucho los ojos cuando ve a Quicksilver; Long Shot parece sólo otro de los curiosos que ahora están mirando hacia el callejón. No son muchos, porque la hora es avanzada, pero miran entre suspicaces y curiosos lo que sucede.

La niña da palmadas cuando ve a Quickstar; "¡Uaa¡, ¡te encontré¡, ¡he cumplido mi misión¡", exclama con alegría. Luego baja hasta ponerse frente al héroe metálico. "Me llamo Youngstar, y tú eres Quicksilver, eres el que estuvo atacando a los malos, lo leí en el periódico. Bueno, leí solo lo de arriba, así en grande, porque la letra pequeñaja me aburre. Yo también soy súper, soy súper como tú, y puedo hacer que las cosas se muevan en el aire si pienso en ellos ¿ves?"

Quicksilver empieza a levantarse poco a poco del suelo, junto a la joven.

"Puedo volar, por eso, porque me levanto yo misma del suelo, eso se me ocurrió a mí sola, soy muy lista, ¿a qué sí?, ¿a que soy la compañera que querías?, ¡los héroes tienen compañeros¡, ¡eso también lo leí en un tebeo que tengo¡, ¡el hombre rana y renacuajo¡, ¿puedo ser tu compañera?, así me enseñas, yo soy muy súper pero necesito que me enseñen a ser más súper... ¿puedes enseñarme?, ¿sí?, ¡a que sí¡, ¡obedeceré todo lo que digas, y también haré la comida si quieres y hasta limpio la mesa de tu rana-cueva¡, ¿a que sí?".

La pequeña hiperactiva da vueltas a su alrededor, flotando por el aire...

Vuestro turno¡

Sigo mirando la escena divertido -Vaya... parece que la niña quiere unirse a nosotros- hasta que veo cómo Quicksilver empieza a perder el contacto con el suelo, mi sentido de alerta se activa de repente, por lo que se de los supers algunos de ellos tienen poderes increibles que sin control pueden resultar muy peligrosos, y lo que está claro es que la niña no tiene consciencia de lo que puede hacer con él. Preparado para intervenir si fuera necesario observo el dialogo entre los dos supers...

Por un segundo pienso que voy a caerme al dejar de sentir el suelo bajo mis pies, pero no es así. Una extraña fuerza me sujeta, e impide que me mueva demasiado, manteniéndome en el aire.

Desde luego parece muy poderosa para ser tan pequeña.

-Eeeeh...- una vez me he estabilizado en el aire puedo mirar a la niña a los ojos directamente.

-¿Qué?- esta niña está loca.- ¿No tiene el gobierno algún programa para niños... niños como tú?- pregunto.- Yo no puedo hacerme cargo de ti, es demasiado peligroso y... ¡Oye! ¿Donde están tus padres? Deben estar muy preocupados...

La  niña mira mal a Quicksilver, y defraudada lo suelta; cae al suelo desde un metro y medio, sin más consecuencias. "Bah¡ eres igual que todos¡", le señala con el dedo, "Yo puedo ser una herorina.. heroni... puedo ser la mejor, y se lo voy a demostrar a todos... ya verás, luego vendrás a pedirme que te deje ser mi maestro... ¡todos estarán muy orgullosos de mi¡", grita mientras vuela como un cometa, perdiéndose en el cielo nocturno...

Doy un traspiés al caer al suelo sin previo aviso, pero logro estabilizarse justo para ver como la niña se aleja por el cielo.

-¡Eh! ¡Vuelve aquí!- es inútil, ya está demasiado lejos para oirme.

-Maldita sea- murmuro.- Esta juventúd...

Prometiéndome preguntar a la fiscal sobre Yougstar vuelvo a ponerme en camino hacia mi apartamento.