Partida Rol por web

El abogado asintió con la cabeza y se acomodó en su silla antes de hablar, mirando a todos con sus ojos fríos e inteligentes. Su boca se abrió, dando paso a las siguientes palabras:

- Mis conocimientos particulares no distan mucho de los de la misma policía, lo que creo que no le molesta a usted, señor Archer, si prefiere que le llame así – dijo, mirando al policía, para luego continuar, cautivando a su auditorio con esa promesa que deja el comienzo de un chisme. – Estoy seguro, y puedo poner mi título de abogado en juego por ello, de que el señorito Peter Von Hausen se encuentra en el viejo circo, que no está muy lejos de aquí. No sé quién lo secuestro, pero estoy casi seguro, en un noventa y nueve por cierto, que fueron dos personas que perpetraron el secuestro. Me parece que alguien atrajo la atención de Peter hacia el bosque y que un segundo personaje lo metió en el viejo teatro. No debería ser difícil de encontrarle, ya que el edificio se hizo para que fuera fácil recorrerlo, sin que la gente se perdiera. Aquí tengo un plano del lugar.

Sneider rebuscó en su maletín hasta sacar una hoja, que extendió sobre la mesa ante la vista de todos. El edificio era realmente simple. Tenía dos pisos, varias atracciones, todas ellas con fácil acceso, y con amplios pasillos que invitaban a comunicarse con el exterior, donde, según el mapa, descansaba una gran carpa de circo así como una plaza donde recrearse la vista.

Mientras espera a que observen el mapa, Sneider aguarda para continuar, cosa que hace unos minutos después, inclinándose sobre la hoja donde el viejo teatro-circo parecía una formación irreal y hasta cómica.

- Si tienen alguna pregunta, por favor háganla ahora. Quisiera ayudarles en todo lo que pueda. A mí también me interesa que Peter Von Hausen sea liberado.

-Le agradezco el detalle- dijo Leonard al abogado cuando este se refirió a el por su apellido -Barajaba una hipótesis similar a la suya y de hecho me gustaría agregar que por ciertas averiguaciones que pude hacer sospecho que quienes secuestraron a Pete eran gente cercana, de un modo u otro, a la familia. Esperaba que para hoy ya estuvieran listos los resultados de los peritos pero por desgracia todavía no me los han enviado. Tío, has vivido en esta zona un tiempo considerable. ¿Sabes si existen por aquí grutas, túneles o algo por el estilo?-

_Es extraño, hace unos pocos días soñé con un circo, y un edificio en llamas...

Susan no se lo decía a nadie en particular, su comentario fue casi hablando sola. Su siguiente comentario sí tuvo un destinatario, el policía, pues a él lo miró.

_Si esa era su hipótesis, alguien de la policía ya habrá al menos vigilado la zona. Sería bueno saber si ha habido movimiento y a cuánta gente nos enfrentamos.

Luego miró al abogado como al dueño de casa.

_¿Iremos armados? ¿Cuál es el plan, qué papel juega cada uno aquí?

Adolf Von Hausen se adelantó a responder primero, cosa que al abogado no pareció impertinente.

- Cuando mande a construir esta casa - dijo, dirigiéndose a Leonard - pedí primero que hicieran un estudio del suelo, para ver si existía alguna especie de anomalía o construcción antigua bajo estos cimientos. No se encontró nada, por lo que podría asegurar que nada conecta la mansión con el viejo circo, si a eso te refieres. En cuanto a su pregunta, señorita...

Von Hausen dirigió su mirada a Susan para continuar.

- Tengo a disposición de ustedes un arsenal de armas nada envidiables por si alguno le falta. Tendrán que ir armados, por supuesto, ¡no saben lo que encontrarán allí! Sé que mi sobrino tiene su arma de reglamento y el señor Brown debe tener también una para él, pero si usted o la señora Johnson precisan una no tienen más que pedírmela.

Una vez que Von Hausen terminó de hablar, siguió el abogado, observando a Leonard y hablándole como lo hubiera podido hacer con algún colega:

- ¿Está usted seguro de lo que dice, señor Archer? Como ya les dije, realice mis investigaciones particulares, las cuales me demostraron sin genero de dudas que de la familia Gouchet, quienes eran propietarios del teatro, no queda nadie. Su última generación murió ese trágico día de 18 de septiembre de 1809, y si no me equivoco ésta era representada con una joven llamada Samantha, la hija del circense y de su esposa. Puede que sí, alguien lejano o una persona que conozca la historia de los Gouchet haya decidido tomar "venganza" y ceñirse sobre la familia Von Hausen, por una causa desconocida.

Luego se giró a Susan, abrió levemente los ojos y agregó:

- ¿Sabía usted, señorita Fox, que el teatro, llamado Carnival - por si alguno no sabía - se incendió?

Persone que pregunte señor Sneider, pero..¿cómo tiene esta información? Digo con inquietud,

Mientras recuerdo esa sensacion de que ese hombre no es de fiar...¿sabra algo mas sobre ese secuestro?, es que me parece raro la exactitud de todo, y cómo parece conducirnos a ese lugar, ¿soy acaso la única que lo nota?,

¿sabe si el niño esta bien?... necesitare una foto del niño sí no molesta. Luego me quedo pensativa, ¿la misma familia responsable?... miro al policia de reojo, ¿puede ser posible?

Miro el mapa.  Señor Sneider, y otra cosa, usted nos presenta este mapa, porqué acaso la policia no puede entrar al lugar a buscar al niño, hay algo que lo impida, ¿hay animales salvajes o algo así?

Aquello ya estaba tomando un cariz un bastante complicado. Una cosa era hacer intervenir en la investigación personajes ajenos a la fuerza pública y otra muy distinta ir dotando a la gente de armas.

-Cómo dije- anunció respondiéndole a la joven -Estoy esperando los resultados de las pericias que se llevaron a cabo en el lugar- Luego al escuchar la pregunta de la mujer y la respuesta de su tío alzó una ceja y agregó. -Imagino que quienes decidan tomar un arma contarán con el permiso apropiado y certificación requerida a todo tirador. Cómo es de suponer no permitiré que cualquiera vaya armado y no dudaré en detener y arrestar a quien porte un arma sin cumplir con estas condiciones- Advirtió el policía.

El abogado se giró hacia Nicole, respondiendo:

- Señora, ya he dicho que hice una investigación por mi cuenta. El señor Von Hausen así me lo ha pedido y yo no he tenido ningún problema en aceptar aquello. Si buscan ustedes en los registros y en la policía encontraran que todo lo que le digo es cierto. No tengo por qué mentirles, más bien estoy aquí por ayudarles, pues así me lo ha pedido mi cliente. Por otra parte, no sé nada del estado en se encuentra Peter Von Hausen en este momento. Tendrán que verificarlo ustedes si le llegan a encontrar, lo que espero que sí. Y con respecto a su tercera pregunta, y bien se lo pueden confirmar el señor Von Hausen o el mismo señor Archer, hace cuestión de tres días el jefe de la policía, el señor Tottle, y el señor Von Hausen llegaron a un acuerdo para que los agentes policiales y él trabajaran en conjunto. 

- Considere que la investigación se llevaría más rápido si ponía una recompensa por el rescate de mi hijo. Como vieron, acudieron varias personas a ayudar. No crea que no confio en la policía ni nada por el estilo, pero en mi humilde opinión allí hay demasiada burocracia, y mi hijo ya ha esperado que le rescaten desde hace tres días. Compréndame, señora Johnson. Le parecerá estúpido, sí, pero como padre quiero que Peter salga de la situación en la que está lo antes posible. Por cierto, aquí tiene la foto que pidió.

Von Hausen se levantó y se acercó al pequeño escritorio, volviendo un par de minutos después con una foto de un niño bien parecido, que guardaba bastantes semejanzas con su padre.

Luego el millonario miró a su sobrino, encogiéndose de hombros, quitándole importancia a lo que decía.

- Todas las armas que tengo están registradas debidamente, y sería una imprudencia de mi parte permitir que vayan desprotegidos a un lugar donde se encontraran maleantes sin ningún escrúpulo.

-No estoy negociando Adolf. Que las tengas registradas tu y a tu nombre no habilita a otra a usarlas y lamento contradecirte, pero a no ser que cada uno de los presentes que piense portar un arma me muestre la documentación que lo habilita me veré obligado a detenerle. Además si realmente lo que quieres es el bien de Pete debes hacerme caso en esto. Imagino que lo que menos deseas es una desgracia provocada por la ignorancia o la experiencia en el manejo de un arma-

Susan se sorprendió al escuchar la información que Sneider le proporcionaba sobre el incendio del teatro. ¿Cómo había soñado eso si jamás había escuchado nada sobre tal incendio? No podía decir nada, pero estaba convencida de que Peter realmente estaba allí; ahora entendía por qué la reacción de Tatiana cuando le contó su sueño.

_No, jamás había escuchado ni leído nada al respecto -le respondió cuando se repuso de sorpresa-. Permítame preguntarle. ¿Esta joven, Samantha, por casualidad tiene el pelo negro y ojos azules? Había una niña así en mi sueño, y otra llamada Juliette.

Luego comenzaron a discutir, entre otras cosas, por el permiso para utilizar armas. La actitud de ese policía comenzaba a cansar a Susan. Miró directamente a los ojos al Sr. Von Hausen.

_¿No puede hablar con ese Sr. Tottle para que nos emita permisos a todos los que queramos utilizar armas? ¿O en su defecto, que ordene al Sr. Archer que nos deje en paz? No voy a sugerirle que lo excluya del grupo a esta altura, aunque no sé cuan comprometido está con la causa alguien que se preocupa por realizar detenciones por portación de armas cuando un niño de su propia familia sigue secuestrado. O quizás sea simplemente incapacidad para fijar prioridades. Cualquiera de dichas opciones es mala.

Adolf miró alternativamente a Leonard y a Susan, suspirando con fastidio.

- Vincent - comenzó -, entiendo tu punto de vista, pero cuando digo que he realizado investigaciones profundas sobre tus compañeros, es porque así fue. Tengo entiendo que el señor Brown posee un permiso vigente, así como la señorita Fox. Lo busque, y te puedo mostrar perfectamente mis investigaciones si así lo deseas. Ahora, si gustas de informarte con el señor Sneider de lo que sabe, en vez de poner trata tras traba. Creo que mi abogado se ha ofrecido a responder cualquier consulta que tengan.

Luego el millonario se giró a la joven mujer, con una expresión en el rostro de ya haber soportado demasiadas insolencias.

- Mi sobrino es el detective encargado del caso, señorita Fox, y desprocúpese, que ya el señor Tottle sabe qué les estoy ofreciendo y me ha dado su visto bueno en el caso de que sepan manejar armas. Vincent sólo que rectificar que todo vaya bien y lo más legalmente posible, pero creo que ya va siendo hora que se ponga a trabajar en el caso de mi hijo que en juzgar mis métodos de trabajo.

Von Hausen volvió a lanzarle una mirada hiriente a Leonard, sólo reteniéndola en él un par de segundos, pues sus ojos giraron a su abogado, que presenciaba aquello con total impacibilidad:

- Continúe, señor Sneider.

Sneider asintió con la cabeza, diciéndole a Susan:

- Lamentablemente desconozco cómo fue en vida Samantha Gouchet. Al parecer tenía rasgos europeos, pero no puedo decirle con certeza si tenía el cabello negro o no. Lo siento.

_¿Bueno, alguien va a decir cuál es el plan? ¿Hay, de hecho, algún plan? Si fuimos elegidos supongo que tendremos alguna habilidad especial útil para el grupo. ¿Qué papel cumplirá cada uno?

Si eras pobre debías acatar la ley, debías regirte por ella o de lo contrario se te castigaría. Pero si tenías dinero la cosa cambiaba. Podías limpiarte el culo con el código penal, procesal o civil sin que ello representase mayor inconveniente. Leonard estaba harto de aquello por lo que se levantó y abandonó el salón dejando hacer a aquella gente.

Una vez fuera del salón fue en busca de su pistola reglamentaria y su linterna, las guardó, buscó su motocicleta y se encaminó al predio del circo. Cuando llegase telefonearía a Minerva, le preguntaría si ya hubo algún informe de los peritos y le comunicaría sus intenciones. Entrar al lugar y registrarlo en busca de Peter.

Von Hausen miró salir a su sobrino y negó con la cabeza. Terco, eso lo que era Vincent, un obstinado que en vez de dar el ejemplo se iba de allí porque las cosas no resultaban como querían.

Negó una vez más con la cabeza antes de ver a Susan, a quien respondió:

- Los elegí porque me han hablado muy bien de ustedes. Mi esposa me habló de usted, señorita Fox, mientras que del señor Brown y la señora Johnson recibí información de hermano y mi cuñada, quienes le conocen. Verán que no los elegí por ninguna razón en particular, mas que la de confiar en sus personas. Cuando estén en el teatro ya tendrán tiempo para planear su estrategia y quién hará qué cosa.

Contestada la pregunta, Von Hausen miró a sus invitados, suspiró y añadió:

- Debo pedir disculpas por mi sobrino. Es algo terco y creo que le molesta que le ayuden. Espero que cuando estén en el teatro sepa colaborar...

Molesto por todas aquellas circunstancias, Leonard buscó el consuelo de su moto y un momento de paz. Dirigió su motocicleta hasta el viejo teatro, pero una vez allí no le fue posible avanzar como lo planeaba. Una densa niebla se había apoderado del lugar, tapando el edificio. Pronto el policía se vio imposibilitado de atravesarla para llegar a la puerta del teatro y comenzar así su búsqueda particular.

Molesto, quiso retroceder, pero entonces empezó a notar un extraño olor a humo. Unos motas grises cayeron del cielo, parando en su chaqueta con formas de cenizas. Un calor sobrenatural se apodero de su ser, como si de repente hubiera entrado en el mismísimo infierno.

Asustado a su pesar, corrió los pocos metros que le distaban entre la niebla y la luz clara del día, pero entonces volvió a sentir aquel peso en sus párpados. Se sentía cansado. Las fuerzas le abandonaban. A sus ojos el mundo se volvía negro.

Cayó en el suelo tan largo era con la sensación de que algo extraño sustraía su fuerza vital. Otra vez Alexander Gouchet volvía apoderarse de él con su maligna presencia.

Abrió sus ojos pesadamente mientras las gotas de una fría lluvia caían sobre su rostro. ¿Dónde estaba? ¿Qué estaba pasando?

Puso sus manos delante de su cabeza, impulsándose con ellas para lograr estabilidad. Mientras hacía aquello, un hilillo rojo cayó de su frente para luego convertirse en su boca en el sabor metálico de algo que reconocía como sangre. Se llevó una mano a la frente y observó como su frente sangraba por una herida minúscula.

La lluvia le calaba pero su pecho hervía de rabia y terror. Se sentía en peligro. Sabía que le perseguían. Qué o quién, no importaba. Allí estaba Él. Lo sabía. Lo había encontrado y tenía que escapar.

Puso un pie delante, que salpicó contra un charco. Como para ver si no estaba soñando, esperó que la pequeña fuente de agua recuperara su mediana tranquilidad para observarse en él. Leonard Archer se vio, pero otra vez no era él. Su rostro había cambiado, y sabía a quien pertenecía esa cara. Al dueño de Carnival, al maestro que había puesto esas pesadillas en su cabeza.

Leonard Archer sentía la rabia y el miedo de Alexander Gouchet.

Si es que vuelve -pensó Susan, pero no quiso compartir su pensamiento con el dueño de casa para no irritarlo aún más-.

_Muy bien, ¿a qué hora saldremos hacia el teatro? Yo quisiera practicar un poco de tiro, si es que tiene algún lugar aquí donde se pueda hacer. La verdad es que hace años que no toco un arma.