Nicarius asintió ante las palabras del padre. ¿Qué podías ser más importante que la amenaza simbionte? ¿Qué sucedía en Pentateuco? Aquel baile de nombres lo desconcertó profundamente. Hasta aquel momento su mundo eran los libros, la meditación... Ahora una serie de complots intergalácticos de desplegaban ante él y se sentía perdido. Pensó en el Cara Gris que los había acompañado en aquella aventura. Sin duda él estaría dispuesto al uso mercantil del fluido. No sabía lo que su propia iglesia quería hacer pero, desde luego, no podría ser peor que lo que hiciera el desagradable Cestmir.
Miró a Illias para pedir confirmación:
- Creo que hemos llegado a nuestro destino ¿no?
- Si - Asintió algo meditativo. - Eso parece. -
- Pero prometimos una recompensa para el cara gris que nos ayudó. -
Ilias miró a Mortinus como esperando una respuesta a una pregunta que no habÃa formulado.
El rostro del Mortinus cambió de súbito al oír la mención de un magistrado.
—¿Qué ha dicho, novicio? ¿Un cara gris? ¿Trabajan con un cara gris?
El sacerdote parecía bastante alarmado con el inconveniente.
—¿Sabe donde guardan el fluido? —dijo mientras caminaba de una lado a otro echándose las manos a la cabeza—. Vamos, llevarme a donde esté ese fluido, rápido.
- Si trabajamos con un cara gris - Asintió Ilias. - De hecho, no hubiéramos llegado aquà si no fuera por su ayuda. -
- El fluido ahora está en manos de una independiente, no sabemos donde lo esconde. -
Hace una pequeña pausa.
- Y antes de darle el fluido ... tenemos que corroborar la historia con lo que nos cuente el cara gris. -
Nicarius asintió. ¡Todavía le quedaba tanto por aprender! Él estaba dispuesto a entregarle ya el fluído al viejo sacerdote pero comprendió entonces que Illias quería comparar las fuentes. ¡Que jugada tan inteligente!
Mortinus agachó los hombros desilusionado por la respuesta de Ilias.
—Entiendo su desconfianza novicio pero me temo que las versiones estarán claramente opuestas. No buscamos el mismo objetivo...
Se rascó el mentón durante unos instantes y pronto volvió a dirigirse a Ilias.
—Muy bien, lo haremos como tu quieras. Vayamos a ver a ese magistrado y arreglemos esto cuanto antes. Os sigo novicios.
- Err... sí, vamos.- dijo Nicarius no teniendo demasiado claro como habían dispuesto el reencuentro.
Siendo así lo único que se le ocurrió fue regresar al callejón donde se habían escondido con la estatua. El fluido, después de todo, estaba a buen recaudo oculto.
La pregunta es ... ¿quedamos en algún lugar? XDDD
Yo creo que no pero malo será que cuando ellos se den cuenta no regresen al punto de partida ¿no? Después de todo ¡es lo que hacemos nosotros! :D
A Ilias no le gustaba que el clerigo fuera con ellos ... pero al fin y al cabo habÃan sido ellos los que lo habÃan sacado de sus aposentos.
Por el momento se limitó a seguir a Nicarius mientras permanecÃa mas paranoico aún sobre posibles emboscadas o ataques a traición.
Pues vale XD