Partida Rol por web

Bueno gente. Tal como lo ha dicho el señor Meyer pude realizar la urdimbre que anoche me noqueo. Resulta que tengo al fin una dirección para seguir el origen de dicho conjuro.Sin embargo, me es imposible decir donde terminará pues no soy muy diestro en el manejo de dicha esfera. Pero si se que conforme nos acerquemos puedo mejorar el rastreo. Pensad que tenemos uno de esos detectores de radiación de las películas. Simplemente me indicara en que dirección debemos ir.

Paro por un instante para que mis palabras sean asimiladas.

En otro orden de ideas. Traté de ver que hace la urdimbre sobre flanagan, pero debe estar mas allá de mis conocimientos pues no pude interpretarla. Solo se que esta íntimamente mezclada con la urdimbre de correspondencia. Lo que sea que le hicieron usan correspondencia para que lo siga afectando en la distancia.

Son buenas noticias. Bien hecho señor PayneVayamos a comprobar el sitio. ¿les parece?

Por supuesto unas horas de sueño reparador había sido desde siempre el mejor remedio para la frustración. Es posible que todo ésto haya sido un malentendido y podamos ressolverlo de forma diplomática.

- Creen que el doctor debería acompañarnos? - pregunta Meyer luego de dar una mirada por la puerta para asegurarse de que no llegara Flanagan.

Mis oídos captan la mitad de la explicación de Payne, parecía que lo que le había sucedido ayer al menos no era en vano. Se sentó en un sillón y permaneció en silencio con el cabello mojado, escuchando la discusión entre Meyer y el resto de la cábala.

- ¿Van a ir a enfrentarse a los otros? -era una pregunta muy obvia, pero no se podía creer que las cosas cambiaran de manera esperanzadora para ellos. De hecho se sintió culpable por haber propuesto a Flanagan de carnada- No... no creo que a estas alturas podamos resolver las cosas de manera diplomática. Además, no podemos -evadió la mirada del resto, estaba haciendo bastante ya, superando un poco su retraimiento- arriesgar lo del codex.

- Se... que no he sido... de mucha utilidad... para está cábala- miró a sus compañeros- No tengo muy en claro que hacer... mis... especialidades... válgame dios sino lo arruino, son más tos...cas o directas... -era la verdad, normalmente salían de su ímpetu de espíritu o impulsados por un arranque de sentimientos o en momentos de estrés... como la noche en que su madre... no quizo ni pensarlo- Voy a dejar que ustedes decidan si debo de acompañarlos o no- su voz flaqueó un poco- Bien puedo acompañarlos y enfrentarnos a los otros o suplir el punto del Sr. Meyer y quedarme de niñera de Flanagan.-sus ojos tímidos pero sinceros miraron de reojo al grupo, pues no se atrevía a encararlos directamente.

Puse una mano en el brazo de Daphne, con suavidad. tenga confianza en sí misma y no sentirá que se escapa el control de la existencia. Los errores son lecciones, no lo olvide. En cuanto a lo nuestro siempre uno debe arriesgar a detener la violencia. No nos enemistemos con aliados fútilmente.

Luego de esperar a que alguien le atendiera Flanagan por fin consiguió que le prestaran atención. El hombre en recepción prometió que enviaría el desayuno a la habitación, te, bizcochos y mermelada.

Con esta noticia el doctor regresó a la habitación.

Enseguida llegará el desayuno, señores, dijo Flanagan mientras entraba por la puerta. Por favor, traten de no bajar la guardia. Si ayer estos individuos seguían teniendo una conexión con nosotros, nos harán una visita antes o después. Puede que, incluso, tengan a bien traernos un desayuno difícil de digerir... no prueben nada hasta que lo hayamos examinado, y vigilen a la persona que lo trae, discretamente, pero vigilen.

Comienza a preparar sus detectores de materia, para averiguar cuanto antes si el desayuno que venga es sospechoso, ya que está realmente hambriento.

No le acompaño en su optimismo, señor Or-Deux, pero ciertamente separarnos no nos vendrá a bien.

Jackson se pone de pie apenas oye la puerta abrirse, y vuelve a sentarse al ver a Flanagan.

El doctor parece mejor hoy, y alguna ventaja ganaremos en los números. Pongámonos en marcha lo antes posible

Pero... pero. ¿No desayunamos? Esto es del todo irregular.

El estómago de Flanagan hace un ruido sospechoso. Da la impresión de que su estomago protesta airadamente.

Ni en broma me muevo un milímetro sin comer. Digo con estupefacción ante la posibilidad de salir sin desayunar.
Luego camino hasta daphne. Señorita lo mejor es si vamos todos juntos. Siguiendo las palabras del señor meyer que cada uno de nosotros fuimos recomendados por nuestras habilidades, intuyo que ud con lo tímida que es debe ser una bomba. Le miro lascivamente las caderas por una fracción de segundo. Es decir
seguro que tiene alguna arma escondida, ¿a que sí?

Señores, tal vez sería bueno pensar en como podemos reaccionar ante un ataque. No sé, algún... plan de ataque o de defensa... somos un equipo y los equipos hacen esas cosas... Al menos los de las películas lo hacen. Me encojo de hombros.

Bueno, levanta la vista de la mesa, donde está su teléfono sin carcasa, y una maraña de cable unida a una bandeja de latón que se ha agenciado en la sala, un servidor va a improvisar un analizador de alimentos. Contando con que funcione, cualquier anomalía en los mismos será detectada.

Está claro que tampoco piensa irse sin comer, aunque esté tomando precauciones.

No sería apropiado irnos sin desayunar, además perturbar el desayuno de otros estando hambrientos no ayudará. Hice una mueca de complicidad al tiempo que iba sirviéndome. Más tarde con el estómago lleno penasaremos y actuaremos mejor. Sobre un plan de actuación, el mejor es no tener que usarlo pero estoy conforme.

Algunos minutos más tarde el desayuno prometido llegó a la mesa, algunas medialunas, mermelada, manteca, te y café. Nada muy ostentoso pero suficiente para dejar atrás el hambre.

El análisis de Flanagan resulta en una comida sin venenos ni otros ingredientes extraños por lo que se dedican a comer. Poco antes de las 7 ya se encontraban comidos y listos para salir.

Las viandas, tras pasar por la bandeja de exámenes del Dr. Flánagan, tenían cierto colorcillo, pero estaban en buen estado, y hacía hambre.

Sin duda un efecto secundario del análisis. Tengo que perfeccionarlo: seguramente se pueda conseguir aumentar el efecto. Esta media luna, por ejemplo, dijo, mientras masticaba a dos carrillos el bollo verde fosforescente, no estaría nada mal con un bonito tono rosa palo, como el que lleva usted en la blusa, señorita Wind-Holly, ¿no es cierto?

Cuando acabaron, se levantó, dejó las cosas en orden y dijo: no, no me digan cual es el plan, simplemente vayamos, señores.

Se quedo en sumo silencio en cuanto Or-deux posó su mano sobre su brazo. Posiblemente su intención fuera el de darle aplomo, pero no hizo más que recordar el tacto de las mismas al levantarla en cuanto  se desmayó. Su rostro se encendió como una tetera, sentía el aroma del perfume del mago hermético y sentía que le faltaba el aire.

Inspiró lo que pudo de aire profundamente aguantándolo, prohibiendose exhalar. Solo bajo la cabeza en señal de aceptación. Sintió alivio en cuanto Or-deux retiró el contacto, exhaló de pronto más aliviada y nerviosamente se puso de pie, derecha y tiesa como una columna caminando a un lado alejándose de Or-deux.

Fue inteceptada por Payne que le habló con mucha familiaridad, ella le sonrió con inocencia solo hasta escuchar con horror sus palabras. Juntó sus sensuales labios tratando de armar alguna palabra de ofensa pero su cerebro se atascó ante la inverosímil desverguenza del mago- ¡¿Bom...bom...bomba?! -tartamudeó estúpidamente incapaz de creer la fugaz mirada de deseo del hombre. Sintió que sus prendas cayeron una por una al suelo. - ¡¿Arma escondida...Yo?! ¿Esta hablando de...? ¡Válgame dios!- se aclaró la garganta, tosiendo como si casi se hubiera atorado, mientras sentia el calor ascender por sus mejillas nuevamente. ¿Con arma escondida se estaba refiriendo a ella como mujer? - Pero si yo nunca... - no, no era eso. Se mordió el labio inferior conteniendo la estupidez que estaba por decir y con ello humillarse definitivamente.

Observó aliviada como el botones subía la comida y como el doctor improvisaba un sistema para detectar cualquier anomalía en ella. Se cruzó de brazos ocultando un poco su cuerpo y distrayendo el tema, tratando de disimular su anterior fiasco social- ¡Vaya! que ingenioso Doctor Mac Donald -aplaudió suavemente intentando más bien apartar los anteriores pensamientos. Que mejor manera que distraerse con las chucherías que armaba el doctor. Tenía que reconocer que era bastante inteligente.

Tomó uno de los bizcochos y le dio un mordisco, asi evitaba de paso hablar. Escuchó el discurso de Flanagan sobre los colores fosforescentes de la comida. Cuando se refirió a su blusa se sintió un tanto expuesta y se encogió de hombros. Pero aún asi le sonrió al doctor mientras todavía masticaba el bizcocho.

- S...si. No estaría... nada mal-le respondió cuando hubo terminado con el último pedazo.

No habían destinado un tiempo para coordinar que hacer y ahora, tendrian que ir a ciegas como antes.

- Vamos entonces -dijo sacudíendose las migajas de sus pantalones. Tomó sus cosas y las ordenó en su bolso.- Pondré de mi parte esta vez.- Avanzó hasta colocarse a unos pasos de Flanagan y Hannigan.

Con el estómago satisfecho salen en busca del mago que mantiene el efecto sobre Flanagan. Payne, Jackson y Flanagan van en el nuevo carro alquilado por Payne y Jackson en el hotel mientras que los demás les siguen de cerca en la camioneta.

Dado que Payne debe seguir el rastro es Jackson quien conduce ya que el ilustrado bien podría distraerse y generar un accidente.

Indicando la dirección a tomar y debiendo volver hacia atrás una o dos veces a causa de calles de una dirección o callejones. Cuando por fin parecen estar acercándose comprenden que el rastro les lleva a un hospital. Detienen ambos carros para ir a pie cuando Payne nota que el rastro cambia, no es un rastro exacto por lo que no puede señalar directamente a su objetivo o decir exactamente cómo se mueve pero queda bastante claro que ha comenzado a alejarse en auto y a alta velocidad.

la tensión era evidente, tanto como rudimentarios nustros métodos: sólo un paso por encima de ir preguntando si era quien buscábamos a cuantos encontrabamos en la calle. Aún así confiaba en el arte de Payne.

Mmmmh ¿y estaba en un hospital? Es posible que sea el indivíduo al que chamusqué ayer. Debe haber salido de la unidad de quemados ayudado por el arte, o lo que sea que haga. Yo le seguiría. Es posible que nos sea sencillo descubrir a una persona vendada como una momia.

No, por la izquierda te dije. Era frustrante ver como la puta calle no dejaba ir en la dirección que necesitábamos y nos tocaba dar vueltas sobre vueltas. Al final llegamos a un hospital pero el que sea nuestro destino salió tan pronto llegamos.

Como les explique mis conocimientos en correspondencia son muy básicos. Pero creo que la fuente, miro al doctor, El que te puteo. le digo para ver su reacción. Creo que se aleja y lo hace muy rápido. Quizás este en auto igual que nosotros. Me encojo de hombros. Sé que no es mucho pero es todo lo que tengo. Señalo hacia un lugar. Nuestra cita se mueve hacia allá... bueno casi seguro.

Suspiro molesto, lo que necesito es un buen porro.

Pensaba en la reacción de la señorita holy y una sonrisa surcaba mi rostro. Es deliciosamente tierna.

Estaba perpleja por lo inútil que estaba resultando todo. La presencia de Or-deux la inquietaba, ni siquiera Endrina la había tocado nunca de esa forma, al menos no que ella recordara. Se acercó a Flanagan y Hannigan que eran los menos intimidantes para ella.

- Si acaso pudieramos poner todos los semáforos en rojo... -suspiró resignada- los podríamos detener y seguirlos a pie. Seguro que se dieron cuenta de que veniamos por el doctor. Que inútil que yo no pueda hacer eso. Disculpenme, no puedo hacer nada.

Observó el hospital y sus iris se expandieron comprendiendo que al fin y al cabo si se armaba de valor podía hacer algo útil. 

- Bueno, tiene que haberse identificado de alguna forma- levantó la cabeza y miró buscando "algo"-  en esta ciudad la seguridad es una forma de vida, siempre hay cámaras de vigilancia en todos lados. Los hospitales no han de estar exentos de ello. -en realidad estaba hablando para si misma, solo dios sabia que no era capaz de hablar ante nadie mas asi. Balbuceó un par de cosas más que no se llegaron a entender.

- Tiene que haberse identificado de alguna forma-volvió a balbucear en alto. De pronto, se vio abordada por la mirada claramente atenta de Payne y se volvió a sonrojar. Estar en una cábala llena de hombres era una lección demasiado dura para ella.

Se acomodó la ropa, sacudió su cabello al viento con suavidad y aferrándose a su bolso aguardó la respuesta.

- Este... bueno, siempre podría hacer alguna distracción- se enrojeció de solo pensar lo que haría para llamar la atención de los médicos- mientras alguien revisa la lista de los últimos ingresados por emergencia o en el área de quemaduras. Aquí registran todo- permaneció en silencio de pronto como si hubiera dicho algo estúpido.