Partida Rol por web

Con la misma seriedad, se dejó acariciar, sonriendole algo. Mirandole a los ojos de manera directa, habló entonces.

-¿Estás segura de esto? Puede tener grandes repercusiones en tu vida. No obstante...si esta es tu decisión, te ayudaré a saber mas de tí. Estoy seguro de eso, no se porqué, tengo esa impresión.

Sus brazos se aferraron a la cintura de ella y le dió un beso en los labios a ella, un dulce beso, luego mirándola fijamente con una media sonrisa. Estaba preocupado, no sabía lo que sucedería en un futuro. Sin embargo, tenía claro que, con ella a su lado, todo iría mejor. Podría protegerla él mismo. O podía estar llevándola a la muerte...

Era mejor no pensar.

Solo se quedó así durante un tiempo. Luego se sentó en la cama, mirándola divertido.

-Entonces...¿Eres medio perro?

Comentó, en tono bromista, tratando de quitarle tensión al ambiente.

Respondí a su beso de la misma forma dulce, desearía que aquellos momentos no terminaran al igual que verlo separarse de mi, aunque fuera una distancia corta, por ello, no cabía en mi cabeza la idea de perderlo.

Observo como se dirige a la cama, me cruzo de brazos y juego con un pie, aún desnudo. Al escuchar su tono divertido y sus palabras bromistas, enarco una ceja, luego frunzo el ceño.

-Aún no lo soy y no estoy segura si podré lograrlo- le digo en un tono indiferente, pero bromista. Camino hacia él, me detengo a escasos centímetros, inclino la cabeza hacia abajo, para encontrarme con su mirada y con una mano, despeino su rubia cabellera -¿Algun problema con ello, silfo?- le digo seria, pero sin duda bromeaba. Al decirle, le dedico una sonrisa, torcida y aún enarcando una ceja.

-No, no,ninguno.

Comentó, soltando una carcajada limpia. Luego la miró a los ojos.

-Estoy pensando...un silfo, y un medio-perro... si tuvieramos descendencia sería lo mas extraño nunca visto.

Con naturalidad desliza sus manos por la cintura de ella, sintiéndola y sonrojándose un poco..

-Pero...no se, siempre me han gustado los experimentos.

Permanecí sería o bueno, eso intentaba, ya que fruncía los labios para no sonreír al tiempo que reía.

No pongo resitencia a su abrazo por la cintura, como siempre, mi corazón se acelera al tenerlo tan cerca. Rozo sus mejillas sonrojadas con la yema de mis dedos, luego suspiro -¿Estás pensando en un...- hago una pausa, muerdo mi labio inferior; ahora mis mejillas también se sonrojan -... futuro conmigo?- susurro.

Levemente sus movimientos lo acercan a ella, a su mejilla izquierda, a su oreja, y entonces comienza a hablarle desde ahi, luego de haberse levantado tras un segundo así, sonriéndole.

-Si..bueno, no se, creo que.. no hay porqué no hacerlo. No está mal. Tengo la esperanza de que este cuento de amor no acabe hoy mismo, así que quiero soñar con un futuro juntos.

Luego instintivamente la rodea con sus brazos, y la mece en un cálido abrazo mientras que le besa la mejilla cuidadosamente. Luego soltó una pequeña carcajada y, así como estaba, le susurró en el oido.

-¿Imaginas la cara de la madre de Inzar si supiera lo que ha sucedido en su casa? Todavía cree que eres la novia de él.. podríamos meternos en problemas.

Mi corazón se acelera al ver que se aproximaba a mi. Suspiro al sentir el roce de su piel y mis ojos se cierran al mismo tiempo.

Una ligera sonrisa se dibuja en mi rostro y mi corazón latía frenéticamente por sus palabras, a las cuales no sabía que responder, tan solo dejé que rodeara mi cintura con sus brazos para luego comenzar yo a acariciar su pecho.

Él era perfecto, como la noche que habíamos compartido e imaginar que mi futuro sería a su lado, me hacía muy feliz y me entusiasmaba.

El futuro era incierto, quizás nos enfrentaríamos a una lucha, pero no importaba, estaría hasta el final a su lado y le protegería con mi vida.

Disfruto de su cálida respiración, de su beso en mi mejilla que se tornaba de un color rojiso instintivamente. Otro suspiro escapa de mis labios y mis labios buscan su cuello.

Al llegar a éste, suelto una risita por su comentario -creo que Inzar le dejó claro que no soy su novia...- murmuro antes de comenzar a besar su cuello -no te preocupes, será nuestro pequeño secreto- susurro y lo beso nuevamente -mmm, ¿Acaso no deberías estar en tu habitación?- digo en el mismo tono, apartándome unos cuantos centímetros. Aquellas palabras habían dolido al pronunciarlas, pues, no deseaba que se apartara de mi ni por un segundo.

Fue en ese momento que se pudo escuchar un ruido de ollas, indicando que probablemente la mujer estaba despierta y preparando algo abajo. Muy probablemente serían las primeras horas de la mañana, y prestando atención ya se podía escuchar alguna que otra actividad en la calle. Por la ventana de filtraba la claridad del nuevo día, que parecía tener mucho reservado para ellos...

-Ya has oído. Creo que es un poco tarde tratar de salir sin ser vistos, a estas alturas..

Comentó, dándole un pequeño beso y asiéndola de la mano. Le sonrió y la miró directamente a los ojos, comunicándose quizás sin hablar, informándole con la mirada del cariño que le tenía. 

-Amanece un nuevo día. ¿Te apetece ver qué nos depara? Tenemos muchas cosas que hacer.

Luego tiró algo de ella, hacia la puerta de salida, colocando la otra mano en el pomo de la puerta, y haciéndolo girar.

-Espero que no te dé demasiada vergüenza..

Los ruidos de ollas en la primera planta, hicieron que fijara la mirada en la puerta y vuelvo la mirada a él al sentir su mano tomar la mia; le sonrío y mis ojos se cierran ligeramente al tiempo que me besaba.

Asiento ante sus palabras y continúo sonríendole, pues, imaginar que apartir de ese mismo instante compartiría el tiempo a su lado, me entusiasmaba y me hacía muy feliz.

Observo con curiosidad como se abría la puerta y por mi mente pasan imágenes de las reacciones de los demás, pero al escuchar sus palabras, me doy cuenta que todo estaría bien y me entusiasmaba que todos se enteraran.

Aprieto un poco más su manos y acorto el espacio que nos separaba, quedando a pocos centímetros el uno del otro. Con mi mano libre acaricio su mejilla y lo miro fijamente a sus ojos -¿Vergüenza? que sea la primera y última vez que digas eso...- y dicho esto, deposito un delicado beso en sus labios.