No pude evitar reir al ver la escena que se desataba delante mio. Llevo una mano a la boca, ocultando así mi sonrisa. Aunque reía y disfrutaba un poco de ello, miraba también al goblin gruñon que se alejaba. Sentí un alivio por ello, pero éste desapareció al percatarme de su última mirada; estaba segura que en un futuro Inzar y Bolg, se enfrentarían. Suspiro, no había nada que hacer al respecto, era el destino.
Mis pensamientos son interrumpidos al sentir una ligera caricia y presión en mi cintura. Giro levemente la cabeza y me doy cuenta que era su mano lo que sentía.
Mis ojos brillan y le dedico una sonrisa cálida, pero su reacción nerviosa hizo que ésta desapareciera. Pestañeo unas cuantas veces, fijando la mirada en el suelo, seria y un tanto incómoda, pero no por lo que hizo, si no por su reacción. Quizás no había visto mi sonrisa, mi reacción de agrado ¿O si?.
Carraspeo y doy unos cuantos pasos, alejándome un poco de su lado -Asi que ella es tu madre, ¿eh, Inzar?- le pregunto sonriéndole, una sonrisa fingida, claro -es un placer conocerla, señora- inclino levemente la cabeza, gesto de respeto y cordialidad.
Miro de soslayo a Seryu, luego a Nauj ¿Por qué no continuaría su camino con el goblin?
Nauj asistió con gran pena en su corazón a la marcha de Bolg. Por un instante dudó en seguirlo, pero enseguida descartó la idea. Sería muy difícil seguir a un goblin que no quiere ser seguido y además creía entender las razones por las que había marchado. Para alguien huraño como el encapuchado, que generaba desconfianza entre sus semejantes, haber disfrutado de la compañía de aquel valeroso guerrero que siempre se había mostrado fiel y le había brindado su amistad, había sido toda una experiencia, que esperaba que se volviese a repetir. Y no dudaba de que iba a ser así. Tan sólo tenía que permanecer cerca del mercenario y Bolg aparecería, tarde o temprano; seguro que el piel verde no olvidaba cuál era su objetivo.
Pero ahora el destino le ofrecía otros horizontes.
Miró fijamente al silfo. Cuántas veces se había lamentado de no haber podido compartir con él cuál era su misión y haber recabado su opinión. Era joven, pero sin duda un mago poderoso. Tal vez pudiese orientarle.
Por otra parte estaba el mercenario. A pesar de querer permanecer neutral en la disputa entre él y su amigo, Nauj no podía evitar mirarlo con cierto resquemor y le divirtió la escena que protagonizó su madre con él.
Y finalmente, aquella bella chica, que le miraba con desconfianza y a la que parecía que molestaba su presencia. No se sorprendió, estaba acostumbrado a ello.
- A pocos sitios hay donde ir, en estos días tristes -contestó a la pregunta de Syara.
Y después de que el mago y la chica presentasen sus respetos a la madre del mercenario, el encapuchado se quedó un paso atrás, esperando la respuesta de Inzar sobre dónde pasar la noche, dispuesto a pedirles a todos que le aceptasen en su compañía.
Cita:
Inzar en vez de Nauj ¿no? ^ ^
Cuando le volvieron a ver, el muchacho se estaba frotando la oreja.
-Aish...hay muchas posadas en la ciudad, y esta el campo de refugiados para los mas necesitados. Aunque no se ven muy necesitados que digamos, gente...
Buscó con la vista al piel-verde, pero ya no le encontró. Esto pareció ser de su agrado, sin duda. Ya mas distendido, se acercó al resto.
-De eso nada -dijo la mujer, acercandose también- En la parte de la casa hay una habitación libre, e Inzar seguro os cede la suya de buena gana. Podéis dormir vosotros dos en una -dijo indicando a Nauj y Seryu, para señalar a Syara a parte- y tu en la otra.
Luego miró con ojo crítico a la chica.
-¿Este bribón al fin se ha conseguido una novia? Tanto jugar al mercenario, pero nunca se preocupa por armarse un nido propio. Ya iba siendo hora. No me he presentado -comentó con una sonrisa- Soy Rilletta Dhuftis.
El cachorro que estaba cerca de Nauj, aunque se había quedado rezagado tras el grito y el revuelo general, se acercó ahora dando un ladrido confiado. Era de pelaje marrón, excepto por las patas, parte del pecho y del rostro, que se presentaban en un tono bayo.
-¡Manzana! -exclamó ella, acuclillandose para acariciar las orejas del animal. Claro que un perro con nombre de fruta no era lo mas visto, pero al parecer este se llamaba así- ¿Que, Jane se volvió a olvidar de abrirte la puerta?
¿Así que "Manzana", eh?, se sonrió Nauj al oir nombrar al cachorrillo al que él simplemente llamaba "amigo". Mientras Bolg y él habían cruzado la ciudad de punta a punta, tras el asunto del drow, el perro les había estado siguiendo, unos pasos atrás, dispuesto a no quedarse sólo. Bolg no se había opuesto a que les acompañara y Nauj se alegró de ello.
Y ahora parecía que "Manzana" había encontrado una cara conocida. Nauj se acercó a la señora, sintiendo que le debía una explicación.
- Perdone señora, mi nombre es Nauj. Encantado de conocerla y muy agradecido por su tremenda hospitalidad -Y tras la presentación, añadió- ¿Conoce usted a la dueña de este perro? -la respuesta era evidente, así que continuó sin esperar respuesta- Me temo que tengo malas noticias que comunicarle.
Y Nauj le relató cómo Bolg y él habían perseguido a un drow, alertados por el cachorrillo de que éste había matado a su ama. El encapuchado tuvo que explicar que poseía el don de comunicarse con los animales, ante la extrañada mirada de la mujer por sus palabras. El drow había resultado ser un cazarrecompensas a sueldo de D'Thyre que había matado a Jane Gray, la dueña del perro. El goblin y él mismo lo habían capturado y entregado a la justicia local y ahora estaba a buen recaudo.
- Siento lo ocurrido -dijo para finalizar su explicación.
-N..no señora...ella no es la pareja de su hijo.
Comentó él, bastante ruborizado. Volvió a observarla, no comprendía lo que le sucedía al hacerlo, por lo que aún se encontraba confuso.
Sin embargo, tenía la seguridad de que ella no era la novia de Inzar. De cualquier modo, fue poco a poco relajándose.
-Está bien, señora.
-Recuerda lo de hoy.
Comentó telepaticamente, antes de dirigirse a la habitación donde lo habia destinado la madre de Inzar, sin mucho ánimo.
-Encontraré el modo de llegar hasta ahi. Solo mantente despierta hasta la medianoche.
El semblante de la mujer se ensombreció, conforme acariciaba ahora inconscientemente a "Manzana".
-Así que han matado a Jane... -sonrió levemente, con la vista baja- fue un hueso duro de roer para esos cabrones.
Luegos de unos instantes se levantó, seria pero no triste, o al menos no se le notaba.
-Parece que el chico está con prisa por descansar, será mejor que vayamos todos dentro.
-¡Que no! ¡Es una amiga! -desmintió el muchacho. Luego del relato de Nauj, se quedó helado.
-¿La señora Gray? ¿Un drow?
Parecía confuso y desorientado por la noticia. Sacudió la cabeza y de pocas zancadas se dirigió al interior del local "La Vorágine". Dispuestos en repisas, muebles, estantes y cajones, podía verse el variado surtido de productos naturales, incluyendo aunque con bastante menos cantidad algún que otro frasco de miel. En conjunto, todo estaba tan colorido como lo recordaba.
Abrió la puerta lateral, en la pared izquierda del local evitando los productor y sorteando una maceta colgante con una enrredadera de hojas pequeñas. Sabía que esa puerta daba al resto de la casa, así que la dejó abierta para señalizar el camino.
Levanto la mirada hacia Nauj y escucho con atención el relato. Mi mirada pasaba de él a la madre de Inzar y a Manzana, continuamente mientras Nauj relatava.
Siento pena por lo sucedido, por la muerte de aquella persona pero especialmente por la reacción de ella, aunque se mostraba fuerte, sabía que la noticia no le había caido muy bien.
Abro levemente la boca para contestar a la pregunta de la señora, pero mis dos compañeros de viaje respondieron por mi. Nuevamente sonrío y me encamino hacia el interior de la casa, en silencio. No giré mi cabeza ni di respuesta a Seryu por su mensaje, continué mi camino, sabía lo que tenía que hacer cuando todos durmieran, esperarlo.
Me detengo al entrar a la casa. Al ver a Inzar me aproximo a su lado -¿Podrías indicarme mi habitación?- pregunto con amabilidad.
Asintió.
-Por esta puerta hay un pasillo, que da a unala cocina, la sala de estar y los baños. Solo ignora esta parte y sube unas escaleras que verás antes, lleva a la planta de alta donde están el ático, la bodega y la habitación libre. Debería ser la primera puerta a la izquierda. La mia y la de mi madre estan abajo. Bueno, la verdad es que esta noche me toca el sillón de la casa -comentó sonriente.
Nauj siguió a la madre de Inzar al interior de la casa y una vez dentro, se encaminó a la habitación que le habían asignado para pasar la noche. Sería una buena oportunidad para hablar con el mago. Quizás la última, antes de que al día siguiente emprendiese de nuevo su viaje.
Mi próximo mensaje será sólo para Seryu.
La mujer cargó al cachorro unos instantes conforme entraba, también llevandolo al interior de la casa.
-¿Sabes? -comentó distraída, a nadie en particular al parecer- Se llama así porque lo encontramos cuando solo tenía un mes metido en un cajón de manzanas.
Las proximas escenas correspondientes ya estan abiertas.