Partida Rol por web

.-Espero no haberme excedido; pero si el señor Giovanni decidio invitarme fue sin duda conociendo mi fama de loco-.

Si el caballero a obrado bien o mal es solo asunto suyo, deberiamos continuar, detesto llegar tarde y mas cuando me espera un anfitrion que ha abierto las puertas de su casa. En mi pais eso es una falta muy grave. Diciendo esto  me recuesto en el asiento Cochero partamos prestos

soporte el espectaculo con compostura. pero la imagen de la cruz se me antojo casi blasfema. sali del carruaje, al ver a diego decapitar a los muertos.

-por amor a dios, deja a los muertos en paz ¿desde cuando te abogas el derecho a llevar una doble justicia a los que han sido juzgador por otro? !vuelve aqui ,inicuo, y reza para que dios te de tanto valor como sed se sangre tienes!

salte del carruaje un momento y le dedique una pequeña plegaria a sus almas. luego, mirando al cochero señale a los crucificados.

-¿de que crimen eran culpables estas almas? ruego por sus almas sin conocer sus pecados pero me cuesta creer que esos hombres hayan cometido un crimen tal como para merecer tamaño castigo...

regrese al carruaje, dando un portazo. la irritacion que sentia respecto a ese castigo me parecio desmedido incluso a mi mismo. pero senti la necesidad de escrutar sus rostros, de sonsacar la verdad y partir tranquilo con la seguridad de que ninguna injusticia se habia obrado en ese lugar...

Después de que todos volváis a subir a bordo de vuestros respectivos carruajes, Roderigo da la orden y os volvéis a poner en marcha.

Trás tres horas de largo viaje, los espesos bosques de Stablaquia se abren ante vuestros ojos para mostrar un gran jardín descuidado a la derecha de una inmensa casa bien fortificada, con una solo puerta muy sólida y algunas ventanas estrechas todas protegidas por postigos interiores. A la izquierda de esta, un pequeño cementerio.

Es la hora del crepúsculo, antes del anochecer y a medida que os acercáis, el último rayo de sol se desvanece en titilantes pavesas. En frente vuestro el rotundo edificio oscuro parece que os vaya a caer encima. Cuatro centinelas con armamento ligero que montan guardia en los parapetos se aproximan a los carruajes cuando éstos llegan.

Un soldado abre la robusta puerta de roble, y Roderigo conduce a los 13 invitados al interior de la mansión.

Llegáis a un corredor largo y estrecho, iluminado por velas dispuestas en fuertes soportes de hierro parecidos a jaulas. Las velas proporcionan una luz muy tenue, proyectando grandes y difusas sombras sobre rostros y paredes. El soldado permanece en su puesto y cierra la puerta de golpe, encerrando a Roderigo y los personajes en la penumbra.

A medida que avanzáis en grupo por el sombrío lugar, podéis ver que las paredes están preparadas con troneras para arqueros, destinadas a atrapar a los posibles atacantes en un letal fuego cruzado. Malignos rostros de gárgola adornan las paredes del corredor, dirigiendo sus burlonas miradas de piedra hacia los personajes; incluso parecen contorsionarse a la escasa luz de las velas.

Al final del corredor, os encontráis frente a otra sólida puerta de madera. Roderigo se detiene ante ella y la golpea fuertemente.

La puerta no se abre. Sólo hay silencio en el aire rancio del tenebroso corredor.

Roderigo llama de nuevo, sin obtener respuesta.

Javier Lara no dice nada de la situación actual,solo se dedica a admirar aquella mansión y ver tanto sus puntos fuertes como sus puntos debiles,pero al mismo tiempo se preguntaba mentalmente¿por que estas personas no nos abrieron las puertas?,¿acaso no somos los invitados de este anfitrion?

Luego de que este pensamiento se le cruzara por la mente dijo finalmente:

-Apuesto que a vuestra excelencia no le gustara que haya puertas cerradas para sus comenzales con respecto de nuestro hospedaje,y al mismo tiempo me pregunto,¿cúal es la historia de vuestra gracia?,es distinto escuchar chismes de la plebe que escuchar la verdadera historia de nuestro anfitrion,¿vale?,pues si es tan amable señor,¿os molestaria comentarnos un poco la historio de vuestro Amo?

De esta manera Javier Lara ganaba tiempo mientras esperaba que abriesen aquella puerta

Mágnifica morada tiene nuestro anfitrion, muy acogedora.

Me bajé del carruaje, por primera vez temerosa realmente... una cosa podían ser los rumores, habladurías de los ignorantes del pueblo, una muchedumbre que sigue lo que le dice cualquiera... pero este castillo ya era algo real, y la tenebrosidad de sus muros se alejaba mucho de lo que acostumbraba a ver: su casa de muro de piedra, grande y acogedora, rodeada por amplios terrenos bien cuidados y productivos. Aquello era un páramo desierto en medio de ninguna parte... el señor de Stavlaquia era, cuanto menos, un señor estravagante.

Recorrió los muros lentamente, atenta a todo en cuanto pudiese, pero procurando mantener la espalda recta y el mentón elevado. Alguna que otra sombra le jugó un mal engaño y se sobresaltó, pero siguió avanzando por los pasillos al darse cuenta de su estupidez.

Tranquila... estás en el castillo de un señor noble... un rico y adinerado noble... para hacer tratos... nada puede salir mal - se repetía varias veces a medida que avanzaba.

Llegó a la puerta y esperó. Ella era la invitada, y no la anfitriona. Si el señor Giovanni quería hacer esperar a sus invitados, bienvenido fuera a saltarse las reglas del protocolo, pero ella esperaría pacientemente a que la recibieran, sin abrir su boca para quejarse o soltar afiladas frases provocativas. No, ella tenía que dar una perfecta imagen: serena, tranquila y acogedora, igual que su lejano hogar...

- No acostumbro a tratar con él. Nunca pasa largas temporadas en este lugar.

Contesta a Javier Lara con su voz ronca, aun que agradecida por los buenos modales de los invitados.

Unos cuantos minutos después, la puerta chirría al abrirla un segundo soldado, acompañado por alguien que ya conocéis y cuya presencia os hiela la sangre

Los dos hombres se encuentran en un gran recibidor, iluminado de la misma forma que el anterior pasillo y amueblado con piezas extrañamente delicadas. *[Inteligencia+Etiqueta (dificultad6)]

Lothar observa a Roderigo y, sin una palabra de saludo, dice torvamente

- Llegáis pronto

Roderigo se quita el sombrero y responde

- Mil perdones, Mayordomo Lothar

El mayordomo le golpea cruelmente en la cara con una fusta, haciendo que mane la sangre, que el cochero se limpia del rostro

- No olvides la fuente de esa sangre

Escupe Lothar con brusquedad

- Entrad

Dice esta vez dirigiendose a Roderigo y a los invitados. Una vez han entrado éstos en la habitación, Lothar detiene al cochero

- Como castigo, no tomarás parte en el festín de esta noche. No comerás más que sobras. Ahora, vete

Ordena el mayordomo, señalando la puerta con su fusta manchada de sangre. Roderigo se da la vuelta y comienza a recorrer de nuevo el pasillo, y el soldado cierra y atranca la puerta interior.

Lothar contempla la marcha de Roderigo por un instante y después se vuelve hacia vosotros diciendo

- Bienvenidos a la mansión Giovanni. He de terminar algunos preparativos. Esperad aquí

Tras esto sale de la estancia, dejandos a los trece invitados en compañía del soldado

Guillerme se quita la capa y la tira al suelo mientras observando la mansion con fingido asombro, como un tratante de arte observaria una obra de arte, mientras que lo que verdaderamente hace es observar las posibles salidas alternativas por si las cosas se ponen feas.

el lugar me lleno de un espanto sobrecogedor. las palabras del padre volvieron a mi con dolorosa claridad y por un segundo quise escapar. la decoracion parecia muy delicada, contrastando con la horrible crudeza de la edificacion.

al retirarse lothar solo atine a caer de rodillas, orando por nuestras almas. el miedo atenazo mis heridas y comence a sentir el acostumbrado ardor en los ojos, al fluir la sangre mesclada con el sudor.

-cometimos un error-dije mirando a todos-, recemos para que el señor no nos abandone- nunca habia pronunciado esas palabras fuera de un lugar sacrosanto, pero aquel lugar parecia la boca del averno, decorada por los diablos con esmero y ocupada por un grupo de almas ingenuas que se habian dejado arrastrar amen de su ignorancia...

pense en echar mano de mi espada y forzar a aquel soldado a abrirme la puerta. pero decidi resistir, si debia permanecer en aquel lugar lo haria, aun derrumbado y preso del terror...

Reconoces el estilo italiano de los muebles que decoran la mansión. Són de lo más caro que se puede encontrar en el momento; la última moda en Venecia.

Miro la represalia y el castigo que el mayordomo propina al cochero y no puedo evitar preguntarme que falta habria cometido. Saludo respetuoso al mayordomo y observo como este abandona la sala. Me pongo frente al muchacho que reposa de rodillas en el suelo entre gimoteos Vamos muchacho levantate y recoje tu capa. No seas irresptuoso con tu anfitrion. Miro la mansion, jamas habia visto una construccion semejante, me maravillo a la vez que siento un ligero escalofrio por mi espalda.

Javier Lara acompaña a sus compañeros de viaje en este recorrido tan lugubro pero no dice nada,el no es una persona que hable mucho y sus comentarios siempre los guarda para hablarlos en el momento y lugar adecuados,ademas en esta ocasión el era un invitado mas no el anfitrion de la cena.

Mientras se marchaba Lothar Javier Lara se fijo muy concentrado en las ropas que el mayordomo del señor Giovanni llevaba encima y no pudo dejar de echarle el ojo durante un buen rato.

Y luego dijo a sus compañeros mientras esperaba a que Lothar regrese:

-Espero que el señor de la casa sea mas conversador que su mayordomo,quisiera hacerle unas cuantas preguntas y a la vez me gustaria tambien hablar de negocios con el.

Esperaba que los hombres santos tuviesen alguna objeción para luego rebatirles con su título de nobleza que en muchas partes de Europa seguían pesando mas que un simple monje.

Miro al hombre ponposo y me giro hacia el A mi tambien me encantaria hablar con l señor giovanni de negocios, por su morada veo que es un hombre pudiente, asi que me encantaria firmar con el un pacto comercial. Esperemo sque no nos hagan esperar demasiado al parecer llegamos antes de tiempo a la cita incluso Toso ligeramente Aun que nos hayamos parado a contemplar el paisaje en mitad del camino

Esto cada vez se pone mejor.

Pues yo pienso enseñarla alguna que otra técnica para castigar a sus soldados, y espero que se una en mi batalla contra los turcos, todo esto se me antoja simplemente delicioso...

Pese a la violencia de la entrada en la sala, en cuanto pasó la tensión del castigo, me sentí bastante más tranquila...

Hmm, exquisitos muebles - digo, admirando el mobiliario de la sala - Debo haberme confundido a la entrada... probablemente el castillo no lo construiría el Señor, sino que se apropió de él una vez construido. De cualquier manera, su refinado gusto denota que es una persona totalmente distinta a la imagen que da al ver la fachada de este tétrico edificio - Divagaba entre mis ideas, que, aunque probablemente erróneas, me resultaban tranquilizadoras y eso era lo importante, aunque fueran falsas - Sí... todo va a ir bien - terminé confianzándome a mí misma, justo a tiempo para escuchar las últimas palabras de Gianni.

Creo que exageráis la condición de nuestro anfitrión - digo, confiada, negando lo obvio - Está clarísimo que... bueno, el ente del que habláis (ya que veo de mal gusto mencionarlo en público) no tendría este refinado gusto por los muebles. La arquitectura de la fachada y las severas costumbres del lugar os habrán confundido, joven, pero estoy segurísima de que el señor Vlad podría deciros que en sus tierras las cosas no son muy distintas a lo que veis ahora - afirmo, en conocimiento de todo lo que había leído hasta ahora (si bien era un secreto) y adivinando la nacionalidad de Vlad tanto por su nombre como por sus múltiples comentarios.

Simplemente no debemos enfadar al señor del lugar - dije, dando unos pasos alrededor de la sala para contemplarla en su totalidad - Hay lugares donde la ley es más estrica.

El decir las palabras en alto y afianzarlas ante el resto de los invitados fortalecía mi estratagema inconsciente de represión del miedo y la angustia que sentía en esos momentos, pues era el inconsciente el que dominaba una buena parte de mí ahora. Mi mente no sabía si se hallaba en la realidad o si aquello era un cuento para asustar a los niños que estaba tomando demasiado realismo...

Desciendo del carruaje y observo la majestuosa y lúgubre mansión de nuestro anfitrión.

viendola quedo un poco apagado, comparandola con mi pequeña porción de tierras en campos de castilla, yo poseo una simple choza, un cobertizo donde resguardarme del frio y la lluvia.

La intentona de abrir la puerta y la conversación entre lothar y el cochero me sacan de mis pensamientos.

¿pronto? ¿el mayordomo se enoja por que llegamos pronto? quizá no tengan listo todo, habitaciones, convite... y supongo que el resto de invitados, no creo que seamos los únicos asistentes al evento

Observo de nuevo a mis compañeros y me dispongo a entrar prefiriendo la compañia de User y de Javier Lara, decidiendome me dirijo a este último.

Hablando en castellano le digo, tratando de entablar una conversación con él:

Los que hablen en castellano(marcadlo para leer):