Partida Rol por web

Vamos vamos vamos, la adrenalina como siempre se apoderaba de ella en esos instantes de intensidad. Los tenían ahí, a tiro, los unos a los otros. Por su mente pasaban las imágenes de los muchos herejes quemados con su lanzallamas mientras apuntaba a su siguiente hereje en mira. Respiración pausada, dedo en gatillo y unos milisegundos más tarde sonaba el disparo.

-Joder -fue la única palabra que soltó Stigga antes de salir a la carrera hacia dentro de ese complejo. Si quería hacer algo y "salvar" en lo posible esos tanques, tenía que comenzar a freír a esos malditos hijos de puta, y su arma no tenía mucho alcance. Por eso corrió lo que pudo hacia donde habían caído esa multitud de herejes. Quizás tuvieran alguna batería laser o rifles que pudieran usar en su favor los milicianos que poco a poco iban reclutando.

Jeremías avanzó con sus hombres, quedando bastante cerca de la obertura que T.E.R. había estimado que estaría en algunos puntos de la estructura, su cálculo lógico podría dar un duro varapalo a los traidores al no esperarse un movimiento de flanqueo como el que estaban apunto de padecer. 

Logan, se movió a gran velocidad ofreciendo un blanco claro a los herejes, los cuales abrieron fuego contra él mientras otros, avanzaban. Los disparos de los herejes iban mal encaminados, pero uno de ellos impactó en el torso del Tanith. La herida fue cauterizada de inmediato por el calor del haz láser, pero Logan acababa de ser herido. Otro grupo de herejes disparó contra los milicianos leales que quedaban en Stone Town, pero por fortuna para ellos, los leales, todos los disparos fallaron. El resto de herejes avanzaron posiciones mientras seguían gritando todo tipo de insultos contra los imperiales.

T.E.R., que había cambiado de arma, disparó contra el grupo de herejes que tenía a tiro... sus disparos, certeros y directos acabaron con otro de ellos después de que este viera su cuerpo atravesado y sus órganos vitales afectados de manera irreversible. 

Zora, la francotiradora, había fallado un disparo limpio, una ráfaga de aire en el instante preciso hizo que el cañón se desviara justo en el momento de efectuar el ataque, haciendo que su objetivo, acabara con una oreja más caliente de lo habitual. 

Los milicianos imperiales avanzaron mientras un grupo de ellos, devolvieron el fuego recibido contra ellos con algo más de precisión y lograron herir a uno de ellos que profirió todo tipo de lindezas disformes mientras los leales, vitorearon el haber acertado a uno de ellos con un "¡Hurra!"... novatos.

Gaius fallaba su disparo como cabía de esperar del adicto doctor, mientras la sacerdotisa lograba herir de manera leve a otro hereje. Stigga avanzó rauda para tomar posiciones más propicias para poder usar su lanzallamas pesado y Armand, que acababa de recargar una granada, disparó una ráfaga concentrada, pero para su tortura mental, erró el disparo por mucho.

Logan gruñó al recibir el impacto, y aunque se tambaleó levemente, se las apañó para seguir adelante. Volvió a quedarse quieto en aquella cobertura, y apuntó al grupo de herejes que le había disparado, esperando acertar a alguno. Sin duda, pronto Jeremías y los suyos deberían hacer aparición, y terminar de destrozar a aquellos canallas. 

Stigga aprovechó que parecía que no se estaban fijando en ella, por lo que continuó con su carrera hasta lo que parecía una pared, ya fuera parte de ese lugar o una construcción improvisada, donde se cubrió y esperó para salir y envolver en llamas a esos malditos herejes.

Frustrada por el fallo, vuelvo a coger el ritmo que Larkin* me enseño, respiracion pausada, vista fija, dedo apartado, focalizar objetivo y parte decidida, una vez centrado acompasar la respiración al movimiento del enemigo y al peso del arma, preparar el dedo en el gatillo, hacer la ultima respiración y Bum!, enemigo muerto...
lo recordé paso a paso, lentamente y lo ejecute con precisión como en los entrenamientos con el "loco" Larkin.

Los herejes se iban acercando hacia su posición, pero el ritmo de fuego era bueno. El problema es que Stigga se estaba acercando demasiado a uno de los grupos sin tener a nadie que la cubriera, y encima se había dejado su otra arma al lado de T.E.R.

Por otro lado, el lanzallamas de Stigga haría un daño terrible si conseguía sorprenderlos. La conclusión lógica era que alguien tenía que llamar la atención para darle oportunidad a la pelirroja de usar su arma, pero el problema inmediato es que desde su posición actual, T.E.R. no veía a nadie. Enfundó su arma.

Cogió el arma de la pelirroja, así como la suya, ambas dejadas en la trinchera dispuestas para ser cogidas con facilidad y se dispuso a seguir el camino de Stigga.

En el canal de radio no se oía nada, todos parecían concentrados en lo que tenían entre manos, pero T.E.R. podía hacer varias cosas a la vez, su C.I. y capacidad de concentración le llegaban para eso y mucho más. "Te sigo, voy detrás tuyo, Stigga. Te has dejado tu sagrada arma.", le comunicó a su compañera.

No era su día, no había duda. Cualquier día sin drogas dejaba de ser su día rápidamente desde hacía años. Desde que los reclutadores lo subieran a una nave con promesas de que volvería en un periquete. Siempre faltaban médicos, tenía que haber estudiado otra cosa, ignorar a su madre y hacerse carnicero. Los carniceros no iban buscados. Podría tener una pequeña tienda y ofrecer buenos cortes de Swalgaf  a un par de cientos de créditos... si... eso se le daría bien.

Apuntó a los milicianos que, buscaban cobertura bajo la linea de fuego, y vió como uno alcanzaba a Logan. Estúpido, se movía demasiado. En la guerra había que tener paciencia y esperar al momento justo. Eligió un blanco y tiró del gatillo. El disparo alcanzó a uno en la pierna izquierda con el satisfactorio sonido de la carne quemada. Dejó que el cañón se enfriara un segundo. Seguiría disparando hasta que se quedara sin munición, no quedaran más traidores, muriera o le dieran el relevo. Lo que primero ocurriera.

Ojalá tuviera un chute.

Se apresuró a avanzar, ya no quedaba ningún hereje a la vista desde donde se encontraba, pero sabía que más allá se encontraba el resto, bien preparado para atacar. Se decidió por posicionarse a cinco metros de Logan, frente a los milicianos que los acompañaban. 

*Una vez posicionada, cargó el arma y apuntó bien en diagonal a uno de los que se entreveían.

** Se esperó a que sus compañeros dieran alguna señal para avanzar y poder proseguir.

Jeremias, viendo la obertura, avanzó con cautela unos pocos metros y abrió fuego contra el grupo de herejes que veía en la distancia. Por desgracia, su disparo quedó algo desviado y solo sirvió para delatar su posición de la peor manera posible. En cualquier caso, era una nueva fuerza que entraba en juego, dando pie a que los demás, avanzaran en la medida de lo posible.

Logan también erro su disparo, después de haber sido herido por los herejes, los haces de energía pasaron muy cerca de ellos pero sin impactar en nadie... todo un infortunio para el Tanith, pero ahora, estando quieto y en terreno natural, sería un blanco difícil de acertar gracias a la capa camaleónica, propia de los mejores exploradores del sector.

Ahora era turno de los herejes, con el nuevo ataque lanzado por Jeremias, varios grupos de los más atrasados se movieron para encarar a la nueva amenaza que les llegaba, mientras que los que estaban enzarzados en combate en la parte frontal, siguieron disparando. Disparaban siempre disparos únicos, y estaba claro que no eran todavía nada duchos con el manejo del rifle láser, lo mismo que les pasaba a los milicianos de Stonetown. Uno de los traidores hirió a uno de los leales y todos los disparos dirigidos hacía Logan fallaron, aunque uno le pasó muy cerca zumbando con estridencia en su oído. 

T.E.R., enfundó su arma y cargó con lo que Stigga había dejado tras de si. Una vez afianzó la carga, avanzó unos pocos metros, como fue capaz, en dirección hacía la pelirroja para apoyarla. Zora eliminó a otro traidor con un disparo certero y letal a la cabeza después de su fallo que pasó inadvertido. Los traidores ahora la veían, pero estaba demasiado lejos y decidieron, quizás con torpeza, hacer frente a la amenaza más cercana... lo normal sería huir en esa situación, pero quizás, quien manejaba el látigo les daba más miedo que lo que tenían en frente o la muerte. 

Tanto Gaius como Valshe hicieron fuego nuevamente, esta vez, el doctor, mató a uno de los herejes que ya estaba herido, cobrándose así la primera victima mortal que el "yonki" lograba en practicamente toda su vida como militar. Valshe, por desgracia, falló su disparo.

Los montaraces tomaron posiciones yendo a tropel, planteándose la opción más alocada, entrar gritando como posesos... pero es que, bien mirado, la entrada era un cuello de botella y eso, como todo bien estratega sabe, sería la muerte instantánea si se quedaban ahí estancados. 

Stigga avanzó todo lo que fue capaz y Armand hizo lo mismo al no tener a nadie a tiro.

La tropa miliciana del planeta, apoyó a los supervivientes. Unos avanzando junto a ellos y otros disparando contra los enemigos del imperio, apuntando y disparando, en una sucesión muy de manual. El grupo que apoyó a Logan disparando abatió a uno de los traidores y el otro grupo, el más aislado cercano a Zora, remató al que habían herido con un certero disparo. La moral de los milicianos iba ganando enteros a pesar de que uno de ellos había sido herido.

Stigga no dudó ni un instante y, tras llegar a su posición, tomó aire y salió y disparó una llamarada en la dirección de los herejes que tenían delante.

Agarró ambas armas con algo más que cariño, pues no pensaba dejar ni el rifle de plasma que le habían lejado del finado soldado volpone, ni el cañón láser de la soldado pelirroja. Con torpeza al principio, pero con velocidad y destreza crecientes, la tecnosacerdotisa avanzó en dirección a su compañera en posición semi-agachada, mientras le enviaba una señal de enlace a su servidor. "Unidad MICH-1, distancia óptima de seguimiento, doscientos centímetros. Cobertura total.", le transmitió por el canal privado, lo cual quería decir que se mantuviera a dos metros de ella, siguiéndola en todo momento, pero que buscara cobertura. Era un servidor de reparaciones y mantenimiento, no de combate. 

La distancia con la pelirroja se reducía rápidamente. Las probabilidades de ser herida aumentaban exponencialmente cuantos más segundos estuviera al descubierto, así que con una sencilla orden a su respirador automático, la cadencia de sus pulmones aumentó a un ritmo que le permitió apretar el paso y alargar las zancadas. Debía llegar junto a Stigga cuanto antes. 

Otro mas. y siguio con la tonica general, para ella esto era mecanico, respirar, apuntar, respirar, mantener y dispar y volver a empezar, siempre lo mismo.
Parecia que la habian visto pero no hicieron acopio de ello, solo unas ligeras miradas a traves del visor la indicaban que la habian descubierto, podria moverse a otro punto y ocultarse, pero ahora no habia tiempo y no hacia falta, sus compañeros estaban metiendo presion, quien se iba a dedicar de una francotiradora a distancia extrema?, esperaba que a nadie se le ocurriria.
Sin mas dilación volvió a apretar el gatillo y otro disparo salio de su arma impactando como era de esperar en el entrecejo.

Los disparos pasaban cerca, pero parecía que no lo bastante como para impactarle, al menos de momento. Logan volvió a abrir fuego contra los herejes, esperando derribar a algunos y que la maniobra envolvente tuviera éxito. 

"El combate es la parte más jodidamente fácil de tu puto adiestramiento, soldado"

Eso le había dicho el Sargento Magnus, Magnus el Cabrón para la tropa, el primer día de adiestramiento.

"Comprueba que tu puta posición sea segura, apuntas y disparas. Una vez, otra vez, otra vez y otra puta vez. Y así hasta que pase una de estas tres cosas, a saber: mueran todos los enemigos, te quedes sin munición, mueras. No es tan jodídamente difícil Baltar, mierda. ¡Que dispares joder!"

Gaius recargó la carabina. Esas viejas semiautomaticas que les daban a la tropa se habían fabricado hacía al menos cincuenta años en un mundo forja perdido en el espacio pero seguían funcionando. No eran ninguna maravilla, pero las baterías aguantaban descarga tras descarga y, sobretodo si la usabas poco como Gaius, tendían a dar muy pocos problemas. Dejó que la recámara se enfriara mientras echaba un vistazo por el espejo situado a tal efecto en la culata del rifle para comprobar su retaguardia. Aunque era innecesario, la milicia cargando por la espalda le garantizaba que, al menos, no había traidores detrás de él. Apuntó con cuidado a otro de los enemigos y apretó el gatillo, alcanzandolo.

Tenía que acordarse de Magnus. Mejor no moverse, la capa de camuflaje y su armadura le mantendrían a salvo. No tenía que desperdiciar munición. Apuntar y disparar. Apuntar y disparar.

Ojalá tuviera un cigarrillo.

Respiró profundamente, tenía que acertar, vamos, no podía fallar. Apuntó a uno de los herejes que se encontraba más allá de la primera linea de fuego que se veía y cuando se encontró segura, disparó.  Sonrió con sorna al ver como la bala penetraba en uno de esos mal nacidos y se preparó para el siguiente.

-Os pienso quemar a todos en cuanto terminemos, ¡Capullos!

Jeremias se vio obligado a avanzar mientras disparaba desde la cadera, pero, por el avance que hizo sus disparos se vieron desviados de su objetivo, lo que provocó que el montaraz maldijera en voz alta... por lo menos, su asalto había dado comienzo aunque parecía haberse metido en un lío tremendo. Tuvo dos opciones, morir acribillado en un espacio angosto o morir acribillado en un espacio abierto... así era la guerra.

Los disparos de Logan dieron en el último miembro de la pequeña escuadra que tenía frente a él; no logró matarlo, pero si que lo dejó mal herido quejándose del dolor que le acosaba, pero, a pesar de ello, transformó dicho sufrimiento en una ira digna de los dioses del caos - ¡SANGRE! - bramó fuera de si con los ojos amenazando salir de sus órbitas.

Mientras le salía espuma por la boca al traidor, disparó mientras avanzaba hacía Logan, pero errando la salva de disparos que le dedicó. Los grupos de milicianos que se tiroteaban contra los herejes estaban recibiendo un duro ataque, y el que estaba herido, recibió un duro impacto en el hombro que lo hizo tambalear... estaba cercano a la muerte, pero seguía en pie, por su mundo natal, por sus seres queridos... Otro grupo abrió fuego contra los voluntarios y uno de ellos fue alcanzado, pero la herida no fue muy grave... parecía que los herejes empezaban a mostrarse más certeros en sus intentos.

Jeremías, que se había arriesgado, recibió una intensa lluvia de disparos. Diez herejes le disparaban sin misericordia alguna mientras se reían de manera histérica... cuatro de ellos le dieron en diversas partes de su cuerpo, pero a pesar de ello, su terquedad y su armadura absorbieron parte del daño mitigandolo, aún con todo, no pudo evitar ser herido y que gruñera de dolor.

T.E.R. corrió todo lo que pudo para apoyar a Stigga mientras que Zora, abatía a otro de un certero disparo en el cráneo apoyando al grupo de milicianos que se había enconado en un tiroteo. Ahora era el turno de la milicia Leal al Imperio, y respondieron al fuego recibido mientras otros avanzaban posiciones. Los que apoyaban a Logan dispararon con endiablada precisión logrando tres impactos con el agradable resultado de un hereje muerto y otro herido... los que estaban más arriba, impactaron en uno de ellos hiriéndolo.

Gaius y Valshe, dispararon esta vez de manera acertada... la sacerdotisa hirió a uno de ellos mientras que el doctor, se cobraba otra victima más... 

Los montaraces, los hombres de Jeremías entraron a tropel y se dieron de bruces con los herejes frente a frente... ¿qué harían? 

Stigga, en su posición a cubierto, la abandonó disparando su lanzallamas contra esos pobres diablos. Desató, literalmente, un infierno de fuego purificador incendiando la zona y afectando al tanque con el que se cubrían. El blindado no recibió daños, solo un aumento de temperatura en su interior y la pintura desconchada, pero la acción sobre la carne había sido letal, y los traidores se movían como pollos sin cabeza mientras su carne se consumía por el promethium... de un plumazo, Stigga segó tres vidas eliminando esa escuadra por completo.

Armand, sin objetivos a la vista, corrió mientras gritaba - ¡SEGUID EL AVANCE! ¡VAMOS VAMOS VAMOS! ¡TENEMOS LA INICIATIVA! - vociferó con el pecho henchido por una moral que subía al ir ganando, en apariencia, el combate. 

Era el momento de correr, con todo lo que había ante él muerto, y los enemigos restantes a una distancia considerable y rodeando a Jeremías y los suyos. Debía moverse, y hacerlo rápido, así que agarrando con fuerza el rifle, echó a correr hacia lo que le parecía otra cobertura aceptable. 

Zora volvio a apuntar, esta vez un poco mas lejos, a los de otro grupo, dejando el mas cercano para sus compañeros pues ahora estaban a distancia corta y sus armas eran mas efectivas.
Se centro en el hombre con protuberancias de la zona mas cercana y disparo sin dilacion.

Uno más. Gaius volvió a cargar, sintiendo el cuello agarrotado mientras se enfriaba el cañón tras la descarga láser. Sentía como se le empezaba a agarrotar el cuello y el brazo de estar ahí, de pie, cubierto por la capa de camuflaje y vomitando láser por el cañón de su carabina.

Apuntó a otro de los traidores y apretó el gatillo, pero el tiro impactó el suelo, a un par de pasos de su objetivo. Maldijo entre dientes. Ojalá tuviera un cigarro.