Partida Rol por web

Cuando los Caxtiltlacah asolaban el Poniente

III. Noticias de Cortés

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08/04/2013, 11:03
Na Chan Kán

Caminásteis varios soles hacia Chetumál, a la casa de Na Chan Kán. Sin duda que vuestros ojos habían visto lo imposible, e incluso os preguntábais si los dioses os habían puesto a prueba contra ese ser, en vez de contra los rivales de las guerras... Joao fue transportado en una especie de carretilla hecha de hojas y atada con unos filos hilos de Iktán, arrastrándo el cuerpo sobre tal mecanismo y favoreciendo así su transporte durante tantos soles.

Días después, algo apesadumbrados, llegásteis finalmente a Ichpaatún, y el líder Na Chan os acogió con los brazos abiertos. Tras contarle lo sucedido, comenzó a preparar concienzudamente las batallas oficiales de las Floridas, pues tan de mal agüero parecía haber sido vuestro encuentro que en breve espacio de tiempo hubieron de reunir un buen ejército los Cheles de Chetumal para tal ocasión.

Además, durante los días siguientes, Iktán contó con todo detalle al líder cómo habían viajado tantos días, cómo habían visto a los enemigos Cocomes y cómo éstos se habían internado en la cueva, antes de detallarle con claridad lo del ser de cabeza de jaguar y cabeza de venado. Y por supuesto le contó el episodio con el caimán, y cómo se revolvía, ¡y cómo Guerrero había sido el primero en lanzarse contra él en vez de escapar! (como esclavo que aún era, igual que vosotros). Na Chan Kán estaba ahora agradecido.

Iktán jamás adorna la verdad -decía Na Chan a Gonzalo-. Ha sido hasta ahora el mejor nacom de los Cheles, y por eso ya no te llamaré más "esclavo": ahora eres hombre libre.

Así fue cómo Gonzalo Guerrero consiguió su libertad dentro de la cultura maya.

Como guerrero y hombre libre de su tribu, éste ahora participó con gran éxito en varias expediciones guerreras. Sus victorias se sucedieron y una vez que Iktán murió en una de las cruzadas, ascendió hasta Nacom y se casó con la princesa Zazil Há, también llamada Ix Chel Kan, hija de Na Chan Kan. Como muestra de su completa aculturación, consintió que a sus propios hijos les aplanaran la frente con una tablilla, propia de los mayas, de la cual pendía una bolita que se colocaba entre los ojos de los niños para que los cruzaran y acabaran siendo bizcos, lo cual era un signo de belleza en toda la península del Yucatán. También sufrió nuevos rituales de mutilación, por los cuales los guerreros demostraban su desprecio al dolor y la muerte. Su aculturación e integración en el pueblo que lo había adoptado fue tan grande que, incluso, su primogénita, Ixmo, fue sacrificada en Chichén Itzá, para acabar con una plaga de langostas.

Notas de juego

(hay otro post nuevo antes que éste, el último de la pestaña 6)

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08/04/2013, 11:21
Gerónimo de Aguilar

Dos años después de estos acontecimientos (la lucha contra el ente, el casamiento de Guerrero y el funeral de Joao), se acercó un día Gerónimo de Aguilar, que poco aspecto tenía ya de clérigo, y os reunió como secretamente, con la mayor de las precauciones. Aún todos érais esclavos, aunque en realidad érais tratados como uno más entre los "chetumales" de Na Chan Kán.

Han venido dos indios a mi encuentro, y he hecho como que quería eso de comerciar, y enseguida les he "despachado", pero me han dejado ésto -y os enseñó un rollo pequeño, como un pergamino muy fino-. Lo abrió y comenzó a leer con cierta dificultad, pues se le estaba olvidando poco a poco el castellano:

Señores y hermanos, aquí en Cozumél* he sabido, que estáis en poder de un cacique detenidos. Yo os pido por merced, que luego es vengáis aquí á Cozumél, que para ello envío un navío con soldados, si los hubiéredes menester, y rescate para dar a esos indios con quien estáis, y lleva el navío de plaza ocho días para os aguardar. Veníos con toda brevedad: de mí seréis bien mirados, y aprovechados. Yo quedo aquí en esta isla con quinientos soldados y once navíos. En ellos voy mediante Dios la vía de un pueblo que se dice Tabasco ó Potonchán (Chakan Poton).

Fdo. Hernando Cortés Monroy Pizarro Altamirano, servidor del gobernador de Cuba perteneciente a la Corona española don Diego Velázquez de Cuéllar

 

Entonces, Gerónimo os enseñó otra bolsita, en la que había numerosas cuentas verdes y os mostró después que en su cabaña los mensajeros habían dejado más metales preciosos, fardos de ropa y camisas blancas y otros materiales que recordábais de... ¡Castilla! (todos ellos como "rescate" o cambio (pago) de vuestra libertad para con el líder).

Los mensajeros dicen que son hombres del éste, "Castilian", -decía el fraile-. En breves iré a hablar con Na Chan Kán. ¿Vendréis, amigos mios? -y al fraile le salió de nuevo su vena castellana y su fe por todos los orificios de su cara-, ¡Vamos a ser rescatados!**

Notas de juego

*Isla de Cozumel, frente a la costa este del Yucatán.

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**: Estaría bien que me dijérais qué vais a hacer, pero recordad que algunos ya estáis muy aculturados, muy inmersos en la nueva cultura.

HACED TODOS UN ÚLTIMO POST, TRAS ELLO PROCEDERÉ CON EL PRÓLOGO DE PARTIDA.

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08/04/2013, 11:45
José/ Haine Yahí

Ya nada quedaba de José, gracias a los Dioses (ahora Mayas que era en los que creía) pero apenas tampoco quedaba nada de Haine. Poco a poco, día tras día, el antiguo alquimista judío había ido enamorándose de aquella tierra al otro lado del mundo, tan lejana y diferente a la peninsular, sin los prejuicios raciales y religiosos, sin persecuciones ni clérigos fanáticos y aunque aquellos indios tenían sus cosas, para nada eran comparadas a la barbarie europea. Haine estaba cansado de aquello y por nada del mundo se plantó volver a Castilla, hasta ahora...

Releyó la carta una y otra vez, no podía creer que ahora se le ofreciese la posibilidad de volver a tierra civilizada, ¿por qué pagarían `por ellos después de tanto tiempo? no lo terminaba de entender, pero el caso es que quizás no volviesen a Castilla, que tras ser rescatados fueran de aquí para allá junto a aquellos hombres y el navío durante años y nunca pudieran volver a casa, claro que Haine ya no reconocía Europa como su casa, no, iba  a quedarse, lo tenía decidido.

Sólo reconozco a los dioses de estas gentes -dijo en una clara blasfemia -mi sitio está aquí, no soy menos esclavo de lo que era en Portugal o en Castilla, estas gentes me han acogido y me han convertido en su maestro, enseño a niños y derramo mi sangre por ellos. Nadie me señala por ser judío, adoro esta tierra y tengo cantidad de plantas, minerales y secretos que estudiar aquí. Volved tranquilos y decid que aquí dejásteis compañeros...- dijo a modo de despedida.

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11/04/2013, 23:17
Rui Feijoo Pedrafita

Los años pasaban uno tras otro en aquella extraña tierra llena de dioses aún más extraños, ya hacía dos que perdimos al portugués. No podía evitar pensar en él y en su horrible muerte, de la que me libré por escaso margen; aquella bestia quería claramente tomar mi vida.

Desde entonces tuve más claro aún si cabe que esas tierras me rechazaban, conocían de mi animadversión a sus bárbaras costumbres y todo en ellas me hacía sentir ajeno. Continué con los ritos obligados y me sentía  cada vez más vacío, languideciendo lejos de la cristiandad y viendo como mis compañeros iban integrándose cada vez más en la barbarie.

Por suerte aún me quedaba el padre Gerónimo de Aguilar con quien hablaba y me reconfortaba en mis cuitas espirituales. No quería ni imaginarme que sería de mí el día que faltara su aliento. En esos pensamientos andaba perdido cuando el padre trajo la buena nueva. Apenas daba crédito a sus palabras... la salvación tanta veces implorada, al fin.

- Padre, conoce perfectamente mi espíritu, es menester que volvamos cuanto antes con los nuestros, mañana mismo es lo que mi corazón me pide. Con la ayuda de Dios y con todo lo que de estos indios hemos aprendido de alguna utilidad le seremos a nuestro salvador. Cuente conmigo.

No puedo evitar que gruesos lagrimones caigan por mis mejillas al pensar en volver a mi tierra natal y volver a nadar en las frías aguas de su mar, pero antes debo seguir mi propósito inicial: hacer fortuna en las Indias.

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15/04/2013, 12:05
Orazio Escolano

Después de tantos años aquella oportunidad de volver a casa suponía una sorpresa inesperada por completo. ¿Que es lo que tenía que hacer?

Por un lado deseaba volver a la civilización que antaño había conocido, pero ahora aquel lugar era su hogar, donde estaba su familia y su descendencia. ¿Si el volvía con los suyos su mujer y sus hijos estarían dispuestos a venir con él? La duda una vez mas se plantó en su corazón mas no podía titubear en un momento como aquel.

Habían pasado mucho tiempo, pero aun recordaba la aparición del ángel y su profecía, y por ello se había mantenido firme prosiguiendo con sus creencias cristianas, mas poco quedaba ya del titubeante y silencioso Orazio que se había embarcado en un viaje con ansias de redención. El tiempo y las experiencias vividas le habían cambiado.

No, la profecía aun no se había cumplido, y de todas formas su hogar ahora estaba en aquel lugar, con los suyos.

   - Lo siento padre, mas no contéis conmigo.- Respondió finalmente con gesto circunspecto.- Mi fe esta con vos y con Dios, pero mi vida y mi corazón resta en estas tierras y aun no ha llegado mi momento de partir lejos de aquí. Adiós y les deseo el mejor de los destinos en su viaje de vuelta.-