Brad estaba ensimismado, veía por el hueco que dejaban las gafas cómo se acercaba alguien, pero no prestaba atención. Si no fuera porque esa persona le había hablado. Giró la cabeza para mirar por las gafas, para poder distinguir la figura que tenía al lado. Entonces ella sugirió que eran del mismo concurso. Por un momento se sobresaltó, por temor a encontrarse con Raquel de nuevo, pero la voz era distinta.
- Hola[...], Brad - se levantó, y mientras hizo girar la muñeca para que viese ella también la pulsera. - Soy del concurso también. Miraba el cielo, es curioso... - comentó dubitativo.
-Soy Melissa -dijo tendiéndole la mano- y la verdad es que si, parece que el cielo es curioso -alzó la vista mientras se acercaba un poco a ese hombre- ¿A qué te dedicas?
- Investigador - Dijo rápidamente al salir de su ensimismamiento. Qué pronto pasa de la presentación. Luego vio su mano tendida y la estrechó. - I-investigador de materiales... - paró de hablar cuando ella se acercó, es guapa.
Brad abrió los ojos admirando a la chica, posiblemente fuera actriz. Otra actriz y yo ingeniero...
- Actriz, ¿quizás? - preguntó, materializando su pensamiento.
Una risa cantarina surgió de Melissa- No, no... yo... bueno, me gusta el cine, pero no me dedico a ello -esbozó una sonrisa muy dulce y se acercó un poco más al chico, era simpático y después del baboso de antes le venía bien algo así- en realidad solo me dedico a algo de vez en cuando.
Se cogió del brazo del hombre- ¿Paseamos? -dijo comenzando a andar tirando ligeramente del chico- Dime, ¿qué tipo de aficiones tiene un investigador de materiales?
Brad se ruborizó ante el repentino acercamiento de la chica, las gafas se le cayeron un poco y torpemente se las colocó de nuevo en su sitio.
- ¿Aficciones? - pensó, durante lo que le pareció mucho tiempo (4 segundos como mucho) - Encontrar nuevos materiales supongo... - dudó un momento. - También investigo por mi cuenta y a veces veo los despegues de los transbordadores...
Intentó relajarse, pero la chica le aferraba... Era bueno... y malo, no estaba acostumbrado a tales cosas de forma diaria. Y nunca con desconocidos. Su mente empezaba a pensar a trompicones.
-¿Transbordadores? ¿Trabajas cerca de alguna estación espacial? -la curiosidad la podía, y que no fuera un tipo grimoso, solo tímido, era un auténtico alivio para ella.
Otra vez a contarlo... ¿Por dónde empiezo?
- A ver, hace algún tiempo me presenté a las pruebas para candidatos a astronautas en la ESA1. Aprobé, pero en los entrenamientos previos lo dejé... - Hizo una pequeña pausa. - Me recomendaron como ingeniero de de materiales, luego me transladaron a la NASA... - un nuevo silencio.
De pronto su exceso de confianza se mermó, dejando de hablar. No había pensado mucho al decir eso. ¿Era bueno o malo?
1: European Space Agency
-¿En la NASA? -dijo algo sorprendida- ¿entonces conoces a tipos de esos que van al espacio? -se acercó con aire conspirador- ¿existen los hombrecitos verdes?
Qué ideas tiene.
- Sí, los conozco. - Dijo tranquilamente, el interés de Melissa le hacía ganar confianza. Por otro lado ella seguía agarrada a su brazo, el rubor empezaba a subirle a la cara.
- Estooo, en cuanto a los hombrecillos verdes... - suspiró para pensar y de paso evadirse de la sensación que tenía en el brazo - No hemos visto ninguno.
Terminó la frase dando lugar a la duda, a ella parecía entretenerle especialmente los hombrecillos verdes. ¿Qué hombres le gustan?
-Oh, que pena -dijo en respuesta a lo de los Hombrecillos verdes. Parecía que ese hombre se animaba más cuanto más le preguntaran, así pues continuó preguntando, como si tuviera la curiosidad infinita de una niña pequeña.
-Entonces, ¿qué hace un ingeniero de materiales? ¿creas nuevos materiales? ¿o estudias los materiales de otros mundos? -según hacía la última pregunta los ojos se le abrieron como platos. De otros mundos... eso sería fascinante. Se apretó un poco más contra el brazo del hombre, no parecía que se fuera a soltar pronto.
Brad tragó saliva, la cercanía le hacía rozar no sólo con su brazo. Se colocó innecesariamente las gafas.
- Eh, ¿como? Sí, espera. Sí, hacemos nuevos materiales. Eh, buscamos cosas para, eh, - traga de nuevo saliva - para hacer cosas mejores.
Se atrevió a mirar a la chica levemente, por el borde de las gafas. ¿En serio ella es así? ¿No está actuando? ¿Lo hace porque soy yo? Las preguntas le llenaban la mente, el roce de su cuerpo era estímulo para las mismas.
-¿Y has descubierto algo interesante? ¿Un material irrompible? ¿algo que pueda ser maleable si se calienta y luego solido al enfriarse y vuelva a ser maleable? -parecía tener bastante curiosidad. Era normal, nunca se hablaba con una persona que era capaz de crear materiales nuevos- Perdona si te acoso a preguntas, pero me parece muy interesante eso de crear cosas que no se dan en la naturaleza.
Entonces, en un momento se acercó al oído de Brad para susurrarle algo- se de muchas que se han presentado aquí que no serían nada sin silicona -y entonces empezó a reír ante la broma, con una risa cantarina y dulce.
El rubor atacó las mejillas de Brad en cuanto notó la brisa del aliento de Mel en su oreja. Acompañado de un broma a la cual no estaba excesivamente acostumbrado. Algo cálido, pero demasiado atrevido. Su corazón latía con fuerza. Su mente le decía: Suéltate y aléjate un poco de ella. Pero... Había venido aquí para esto, ¿no? Irremediablemente tragó saliva de nuevo y evitó la mirada de Mel, dirigiendo de nuevo su mirada al cielo. ¿Silicona?
- Eh, hacemos nuevos materiales, para que sean resistentes y - ¿qué ha querido decir? - flexibles. - ¿Y suaves? - Es [...] para un ascensor que nos lleve al cielo. - Donde estaré dentro de poco. Inmediatamente después no pudo tragar saliva, el nudo era demasiado intenso para ello.
Miró a Mel, intentando acumular su voluntad en vencer esa resistencia invisible que segundos antes se había empezado a formar cuando se le agarró al brazo. No pudo avanzar su mirada más que lo justo, no pudiendo evitar mirar hacia otro lado aún teniendo la cara en su dirección. Hizo el amago torpe de esbozar una risa, no llegó siquiera a mostrar sus impolutos dientes. Sólo esbozó la forma titubeante con la comisura de la boca en un intento de acompañar la risa ajena.
Las sensaciones se comienzan a agolpar, su mente comienza a pensar en lo que ella dice y lo que no era menos importante... Lo que ella hacía. No pudo evitar el pensamiento: ¿Son de silicona o lo dice riéndose de las demás? A causa de ello recordó a Diana, había sido su primera cita pero fue muy absolutamente diferente. ¿Usará silicona?
-¿Un ascensor al cielo? ¡Qué fantástico! -dijo mientras pensaba en como podría hacerse tal cosa- ¿Y a donde llevaría ese ascensor? ¿A una nave? ¿A algo que flota?
Al ver que el hombre se empezaba a poner nervioso, Mel se separó un poco para "darle espacio", mientras no quitaba la sonrisa de su rostro.
- No me comunicaron el proyecto al completo, pero la idea es hacer algo similar a lo que ocurre cuando le das vueltas a una cuerda con algo atado al final. Haces un cable muy resistente y flexible a su vez que una la Tierra con una estación en el espacio, el ascensor subiría por el cable. - Comentó ya más relajado, sin embargo el rubor seguía en sus mejillas. Le dirigió una mirada extrañada, después de tanta cercanía por parte de ella, se dio cuenta de que había empezado a sentirse cómodo. Tampoco es tan difícil, ¿no? Se dio cuenta de que había reunido sin demasiados problemas el valor para mirarla una vez se separó de él. Me sigue pareciendo una actriz.
- Aún no me dijiste qué haces - preguntó firmemente, forzándose, aunque no demasiado pues le resultaba satisfactorio, a mirarla a la cara. Se llevó una mano a las gafas para poder verla mejor.