EL LABERINTO:
- Externamente, el Laberinto es una red de portales alienígenas de una antigüedad que no ha sido posible datar ni estimar. Permiten en cuestión de pocos días que una incluso nave interplanetaria (una sin capacidad de propulsión principal, interestelar) recorrer el equivalente a varios años-luz.
- Los portales permiten el paso de casi cualquier nave que pase a través suyo, trasladándolas al Laberinto. No ha sido factible bloquearlos de ninguna forma, y apostar naves o sistemas defensivos a menos de media Unidad Astronómica de distancia no resulta efectivo, pues al activarse dejan temporalmente sin energía (y por tanto indefensa) a cualquier nave, estación o satélite artificial que no esté a mayor distancia.
- Interiormente, el Laberinto es un espacio extradimensional hecho de energía, con el aspecto de unos inmensos corredores lo bastante amplios como para dejar pasar sin problemas a una nave colonial de tres kilómetros de envergadura. Esos corredores generalmente llevan de un punto A a un punto B, aunque también a intersecciones.
- Generalmente conducen a otro portal espacial situado en uno de los bordes de un sistema solar. Para alcanzar el siguiente portal es usual tener que recorrer varias Unidades Astronómicas de distancia en otro punto de ese sistema solar. Incluso con la propulsión secundaria, y dependiendo del nivel tecnológico de cada nave, eso puede llevar días. En ocasiones puede llevar más tiempo cruzar el interior de un sistema estelar que llegar de un sistema estelar al sistema vecino a través del Laberinto.
- Se conocen veinte destinaciones seguras en el Laberinto. Hay otras salidas que parecen conducir a portales rotos, y a peligros de los que no es posible regresar (como la proximidad inmediata con una estrella), por lo que nadie en su sano juicio toma los corredores en desuso. Algunas interesecciones, especialmente Termópilas y Myrmidia, tienen un innegable valor estratégico.
- Escena para viajes por el Laberinto.
¿Qué es el Laberinto, sino una trampa infinita para el alma?
Todos pueden sentirlo, cuando viajan por él.
Es una fuga de sentimientos, de emociones.
Es una invasión del vacío, que te llena de intenso frío interior.