Partida Rol por web

Durante bastante tiempo Sargoth ha viajado lejos de las tribus de otros Gnolls, en busca de mas humanos. Las largas llanuras, las hierbas altas de estas y un frondoso bosque que ahora esta radiante de vida es lo que ha podido ver; algunas presas menores por el camino han ido cayendo, alimentandole, pero lleva bastantes dias sin ver rastro de humanos.

La llanura donde se encuentra ahora mismo parece ser un lugar frio, con bastantes precipitaciones para esta estación y seguramente en invierno quede completamente cubierto de nieve, razón por la que los humanos quiza no vivan en esta zona. Es mediodia y Sargoth ha montado un pequeño campamento, donde ha despiezado un par de conejos y un zorro para comer.

Las mandibulas de Sargoth quebraron la espina dorsal del pequeño conejo al masticar. Hueso, musculo u organos eran indiferentes para el gnoll cuando comia. Estaba sentado en una roca disfrutando del aire frio y observando la llanura que se extendia ante el. Habia decidido viajar hacia el sur. Tenia la sensacion de el buen tiempo atraeria a los humanos y, ahora que habia probado su carne, Sargoth queria matar mas humanos.

Se comio el conejo entero y despellejo al zorro. Se guardo la piel para hacerse una bolsa en el futuro y comenzo a caminar mientras devoraba una pata del zorro.

Su madre habia estado callada largo tiempo pero de nuevo volvia a hacerse presente en su cerebro.

-Vago! Holgazan! Si fueras la mitad que tu padre ya estariamos acechando una aldea humana! No vales para nada!

- Eso es injusto, madre! No conozco estas tierras tan bien como el! Y estoy solo! Solo!

Durante varias horas el gnoll viaja por una llanura...no son como las de su tierra natal, aqui hay vegetación, humedad y algun que otro arbol. Es pasada la medianoche y algo llama la atención, una ligera luz situada entre un grupo de arboles muertos parece dar lugar a una hoguera, aunque es raro, pues no hay humo proveniente de la luz...Por supuesto siempre puede bordear el grupo de arboles muertos y seguir su camino, pero el asunto es bastante intrigante.

Sargoth percibió por el rabillo del ojo el familiar brillo del fuego

Víctimas -sugirió enseguida su madre, en su cabeza.

-Shhh... te van a oir.

El gnoll no pudo negarse a la atracción de la adrenalina y las posibilidades de encontrar víctimas indefensas. Sargoth, por si acaso, desenvainó la cimitarra, para estar preparado en caso de ser descubierto. El escudo le molestaría si quería permanecer inadvertido, asi que, de momento, lo dejó colgando de su espalda. Se movió entre la vegetación, usando los árboles para pasar desapercibido y acercarse con sigilo hacia el grupo de árboles para averiguar de qué se trataba exactamente lo que esperaba junto al fuego. Él podía ver en la oscuridad, así que se aprovechó de su visión nocturna hasta que estuvo demasiado cerca de la luz del fuego y pasó a la visión normal.

Lo que descubre Sargoth no es ningun tipo de fuego, al menos no uno comun. Un circulo de luz magica rodea a una mujer recostada contra un arbol, que mantiene los ojos cerrados y parece estar descansando, con varias de sus pertenencias a su alrededor siempre dentro de dicho circulo. La mujer tiene sus pechos al aire, como si estuviera descansando de portar una coraza bastante ceñida que , de hecho, descansa junto a ella. Hay algo en ese circulo que parece disgustar al gnoll, como una especie de aura que le hace pensar en que ha hecho todo este tiempo, en si sus acciones son buenas o malas.

Sargoth no se esperaba aquello, la verdad. Se quedó unos segundos sin poder apartar la mirada de aquellos increibles pechos y pronto comenzó a salivar.

Puta! Mátala!  -gruñó su madre.

El gnoll apartó su molesta voz y observó a la hembra un rato más. La deseaba. Quería follarla, matarla, devorarla... el problema era el orden en el que hacerlo. Parecía una guerrera, a juzgar por la armadura que descansaba a su lado. Su pequeño cerebro luchó por determinar el mejor plan para cumplir sus planes.

Está bien que, por una vez, pienses con el cerebro y no con la polla!

Sí, definitivamente, era mejor follarla y devorarla después de haberla matado. Aquel condenado círculo parecía un problema pero Sargoth era bueno con el arco. Quizás pudiera matarla desde lejos y esperar a que se acabara el efecto de aquella maldita magia.

Sargoth dejó la cimitarra y el escudo en el suelo y sacó el arco. Desde donde estaba tenía buen tiro, así que apuntó con cuidado.

La flecha surca el aire y va directa al brazo izquierdo de la mujer, que con un gruñido se pone en pie, esgrimiendo su espada con la diestra y haciendo que esos pechos se bamboleen notablemente, su mirada escanea la zona a su izquierda brevemente y sin muchos miramientos echa a correr hacia el Gnoll, el aura amarillenta parece acompañarla mientras esta se situa junto a él, amenazando con atacar al gnoll en cualquier momento. El dolor está reflejado en su rostro y un pequeño riachuelo de sangre desciende por su brazo, por si fuera poco inundando las fosas nasales de Sargoth.

El gnoll se lamentó por su decisión de dejar la cimitarra en el suelo al ver la velocidad de la humana. Su rapidez lo sorprendió lo suficiente como para no poder evitar que se le echara encima. Aún así, Sargoth cogió el arma. Puede que le costar un puñetazo pero ella estaba desarmada y enfrentarse a una cimitarra con las manos desnudas solo podía acabar mal para ella.

Mátala!!!- gritaba la voz en su cabeza.

-PUTA! VAS A MORIR! -gritó mientras levantaba la cimitarra con ambas manos.

Su golpe, sin embargo, resultó desastroso, al encontrar en su descenso la rama de un árbol.

La mujer observa atonita como el gnoll usa la cimitarra con ambas manos, pero el arma se encaja en una rama que poco a poco se comba y despues, con toda la fuerza que el gnoll ha puesto en el golpe vuelve a su posición original, mandando la cimitarra por los aires y por poco llevandose la cabeza de la criatura en el camino, el destello del arma se pierde entre el ramaje y el sonido seco del arma contra un tronco se puede oir a varios metros mas atrás. Sin perder mucho mas tiempo la mujer alza la espada y descarga un golpe contra el gnoll, aunque le ha dado mucho tiempo a reaccionar al quedarse un poco embobada con el arma voladora.