Partida Rol por web

A Jay sigue sin vérsele.

Y las tres subcapitanas estallan en llamas, en un espectáculo de fuego incandescente, levantando además de una esfera ígnea alrededor de ellas y del Sheene, una columna de llamas espectacular a la vez que abrasadora. Incluso tú que te encuentras a unos 10-15m de ello notas el calor.

Tras unos breves momentos, la columna de fuego va desapareciando poco a poco hasta que lo hace por completo. Y ni las 3 subcapitanas como el Sheene se encuentran ya ahí. Sólo el rastro de la gran llama en el suelo.
Parece que ha calcinado al Sheene, así como a sí mismas.

Noto como la subcapitana tira de mi brazo alejándome del lugar, mientras las otras tres comienzan a ofrecer un auténtico espectáculo de fuego y destrucción. El mismo instinto que otras muchas veces me mueve a mi como al resto de las personas hace que me proteja del intenso calor que comienza a emanar del lugar...

Poco a poco todo va subiendo de temperatura, todo se hace mucho más fuerte y el calor cada vez es mayor... Finalmente y lentamente las llamas desaparecen, y ya no hay nada, ni copias de la Subcapitana ni rastro del Sheene, solo una suave brisa que parece querer llevarse los restos calcinados de todos ellos... Miro asombrado el círculo de ceniza y me pongo en pie, guardando la katana en su funda...

Vaya, eso... sin duda, ha sido acojonante. Es lo único que acierto a pronuncia mientras inclino mi cabeza de forma automática observando el lugar donde antes estaba el enemigo... Entonces miro a la subcapitana y sonrío... Algún día tengo que probarlo...

Jejeje... No te lo aconsejo chico. - Te dice de buenas, mientras empieza a resentirse levemente del duro golpe del Sheene. Pues tiene la cabeza y parte de la ropa ensangrentadas. - Ufff... eso me pasa por confiarme... ha estado muy cerca de partirme el cuello el muy cabrón...
Bueno, buen trabajo chico, y Gianna, lo habéis hecho genial. - Os dice levantando el dedo pulgar mientras sonríe.

Y tú también Jay... - Dice, otra subcapitana que sale de la choza donde impactó al ser golpeada y salieron las demás. Sale de ahí, apoyada en el hombro del chico, serio y con expresión preocupada.

En ese momento, la subcapitana que estaba junto a ti desaparece en una pequeña explosión de humo tibio.

Gianna también desactiva su poder, recogiendo los miembros que había sacado y enfundando sus armas.
Bien subcapitana... entonces reparemos los daños y volvamos a la base. - Dice firme y seria al dirigirse a una muker de tal rango, pero a la vez algo sonriente por el trabajo bien hecho. Y sobretodo por tu trabajo bien hecho.

Con todo, acabáis empleando (Menus tú) energía existencial para reparar los no muchos daños causados y deshacéis el vórtice cuando os encontráis de nuevo escondidos. Los aldeanos de la aldea, como debe ser, han sido competamente ajenos al combate. Mas veis un par de aldeanos que ya son antorchas, no pudiesteis evitar que el Sheene los devorara. Acabarán desapareciendo de la memoria de todos y del mundo en un par de días aproximadamente...

Con la misión finalizada, el mismo Jay os teletransporta cerca delSilfarion cronos, donde un medio de transporte aéreo os conduce hasta el mismo, con la satisfacción de haber completado una misión y encima junto a una subcapitana. Aunque algo extrovertida, pues a pesar de sus heridas también habló bastante durante el viaje...

Existe, o existió hace años una orden de Hazes ajena a la Orden, llamada Ancestra, cuyos miembros eran Hazes pero movidos por un ideal de un nuevo mundo basado en la destrucción del actual y demás creencias que chocaban de lleno con las de la Orden, como una mejor tolerancia de los Sheenes. Esa Orden, formada poco a poco por el tiempo fue rival férreo de la Orden Haze, llevándose a cabo luchas y disputas entre sus miembros casi de igual maneraque contra los Sheenes. Los Haze de Ancestra afirman que el Rey de la Orden no tiene poder sobre nadie y aseguran tener el ``auténtico Dios´´ que les conducirá a la luz de un nuevo mundo destruyendo la corruptividad del actual, en la cual entra la propia Orden.

Hace unos 100 años aproximadamente, la orden de Amaestra llevó a cabo un incidente de consecuencias mundiales conocido con el nombre de ``La apertura de la caja de Pandora´´
En la cual, por circunstancias que aún no se han aclarado del todo, la orden de Ancestra abrió por completo la puerta al mundo de los Sheene, Guze, y hubo una invasión a escala mundial y masiva de Sheenes alrededor del globo. Todos los Hazes de la Orden combatieron duro para contener la invasión, usando incontables vórtices en la tierra como campo de batalla contra Ancestra y los Sheene.
Pero, finalmente, fue el mismísimo Rey Yu Xun el que frenó definitivamente aquella macabra operación de Ancestra, cerrando el portal a Guze.

Nunca más se volvieron a tener noticias de Ancestra de forma seria.

Mas hace poco, el 1 de Enero del 2011 un Silfarion de la Orden, el Estela, explotó y fue destruído por causas desconocidas, pero no pasó mucho tiempo hasta que Ancestra diera de nuevo señales de vida aclarando que fueron ellos los responsables y que retornaban para acabar lo que empezaron.

Así, el rey anunció de forma oficial la resurrección de Ancestra.
El día 1 de Enero del 2011 fue conocido y fechado por la sociedad de la Orden Haze como el día en el que Ancestra resurgió con la destrucción del Silfarion Estela, después de 101 años de inactividad y silencio completos desde el incidente mundial provocado por la misma y corrupta orden de Ancestra, conocido como ``La apertura de la caja de Pandora´´, cuando abrieron por completo el portal al mundo de los Sheene, Guze, y éstos invadieron el planeta casi por completo.

Desde entonces, la Orden asegura realizar acciones y medidas contra Ancestra llevadas a cabo por las altas esferas de las Unidades de la Orden (De las cuales por supuesto no estáis al tanto de los detalles), mientras que en los Silfarion se siguen emprendiendo misiones de eliminación de Sheenes con nromalidad.

Además de esto, junto con Ancestra han proclamado su resurrección otra facción de ``seres´´ calificados por la Orden como los ``Exiliados´´. Seres medio monstruos que no son ni Hazes ni Sheenes, a los que la Orden dio la espalda por su afinidad con estas cruentas criaturas y que ayudaron a Ancestra en el incidente de la Caja de Pandora.
Aunque no constituyen muchos en número, si respaldan a Ancestra son enemigos de la Orden.

Un día, Gianna te dice que el capitán de la 2º Unida de la Orden, Fenris Dragasta, te ha hecho una proposición a ti y a Gianna para que os trasladaseis al Silfarion Lunaestrella, donde él reside. Pues es un viejo amigo de tu maestra también. Y quiere saber de primeras si estás interesado en ello.

Estaríamos en un Silfarion más pequeño, pero con menos gente. Además, tú podrías formar parte uno de los grupos de caza del Silfarion. - Te dice Gianna una noche mientras cenáis en casa, algo entusiasmada por la proposición, hecha el día anterior al actual.

De primeras la noticia me pilla un poco de sorpresa, lo cierto es que estaba bastante bien en el Silfarion de ahora, ya tenía un grupo de gente conocida y una "reputación" ya hecha. No obstante el poder formar parte de un grupo de caza, seguramente me ofrezca mucha más experiencia que si solamente sigo llevando a cabo misiones con mi maestra...

Gianna, yo... haré lo que decidas, sabes que siempre estaré de acuerdo con tus decisiones, tu lo eres todo para mi, y te debo todo cuanto se. Además como dices seguro que si entro a formar parte de ese grupo puedo aprender muchas más cosas.

Coloco bién mi americana y la corbata, tras lo que miro a Gianna... Creo que podrá estar interesante, y mientras me dejen llevar mi moto no me importa viajar a un Silafion más pequeño. Lo que me preocupa es si seguiremos haciendo misiones juntos maestra.

Gianna te mira con una leve sonrisa en todo momento.
Tranquilo, dejarán que te lleves lo que quieras. Y respecto a lo de hacer misiones juntos, pues siempre se puede pedir una pequeña excepción, y sobre todo con el maese Fenris, no me equivoco al decir que es el capitán más amable y simpático de la Orden. - Te dice tranquila. - Además, hay otra razón por la que me gustaría que fuésemos al Lunaestrella y formaras parte del grupo de caza del mismo...
Dentro de unos pocos meses, se realizará el examen para el ascenso de Hazes para que se integren y formen parte como miembros de alguna de las 10 Unidades. Me gustaría que participases en el examen de este año, ya se realiza cada cinco, te veo perfectamente preparado y sólo pueden ingresar en el examen los que pertenezcan a un grupo de caza específico y el del Lunaestrella nos lo ha ofrecido sin que se lo pidieramos siquiera - Te narra con calma y, una leve, pero perceptible alegría, quizás de que su alumno, alguien especial en ese sentido, pueda participar en el examen para miembro de Unidad.
Si estás de acuerdo se lo comunicaré a maese Fenris y mañana nos trasladarán.

Aquellas palabras calaron hondo en la psique del muchacho... Ciertamente nunca se había planteado que ese pudiera ser un destino posible para él... realmente no podía abrir vórtices ni usar su energía como el resto para reparar, por lo que muchas veces era mirado raro, ciertamente nunca había pensado que pudiera llegar a ser parte de las 10 unidades.

Una mueca de orgullo se dibuja en el rostro de Amalben De verdad crees que... no espera respuesta, es más algo como para confirmar que no se lo ha imaginado. Estaría encantado de realizar el examen, y demostrar lo que valgo y todo lo que me has enseñado, dice con una señal de respeto. Estoy de acuerdo afirma rotundo finalmente, confirmando su decisión de ir a aquel Silfarion e incorporarse en el grupo de caza que fuera...

Gianna parece alegrarse con tu decisión. Aunque ciertamente en parte ya sabía que irías a aceptar.

Al día siguiente, preparáis ambos las maletas para trasladaros a vuestro nuevo hogar en el pequeño pero acogedor Silfarion Lunaestrella. En el cual también residen Hazes importantes como el capitán de la 2º Unidad Fenris Dragasta (Que pronto vendrá a recogeros), El Lord del Silfarion mundialmente conocido Lord Evan Montblanck, el subcapitán de la 7º Unidad y tu grupo de caza, a los que tienes espectación por ver.
Al rato, llaman a la puerta de vuestra casa. Seguramente será maese Fenris, que se ofreció amablemente a acompañaros desde casa.

Sin prisa aunque un tanto nervioso por el momento y la situación, me dirijo a la puerta y abro curioso... ¿Buenos días? pregunto de forma retórica a modo de saludo a la persona que ha llamado. Visto de forma elegante como siempre, con traje de pantalón y americana, con el último botón de la camisa sin abrochar y la corbata con el nudo suelto aposta para que queda bien...

Tras la puerta encuentras a un señor de notable altura, algo delgado pero bien disimulado por la anchura de sus oscuras ropas. Gafas, pelo albino y lacio recogido en una coleta, y una remarcable y amable sonrisa dibujada en su rostro.
Buenos días. Usted debe de ser el señor Amalben Absalon, me presentaré. Soy Fenris Dragasta, encantado. - Te dice, ampliando la sonrisa mientras te estrecha la la mano. Al parecer este es el capitán de la 2º Unidad de la Orden y el que según Gianna destaapor su amabilidad y bondad. - Supongo que la señorita Gianna te lo habrá explicado todo. ¿Está ella en casa? - Te pregunta, con actitud tranquila.

Miro al hombre y como tiende su mano... El capitán Fenris Dragasta, no creo que sepa mi poder, o no me tendería la mano con tanta confianza... extiendo mi mano y aprieto la suya con fuerza, aunque no activo mi poder de mímica... lo cierto es que no lo solía hacer con cada tipo al que tocaba. Gianne le enseñó a valerse por si mismo...

Buenos días Capitán Dragasta, en efecto, soy Amalben, y si, la maestra Gianna se encuentra en casa... si quiere pasar no creo que tarde en bajar. Responde de forma educada el muchacho... En efecto, creo que me lo explicó todo, el grupo de caza, y la posibilidad de entrar a formar parte de una de las Unidades. Así como el traslado... prosigue hablando mientras acompaña al capitán a una sala con asientos...

Oh, me alegro. - Dice visiblemente complacido. - Tanto a mi como al Silfarion nos satisface mucho a idea de tenerles entre nosotros Amalben. Me han hablado bien de ti. - Dice sonriente, cuando tu maestre Gianna aparece en la sala con su maleta preparada.

Oh, maese Fenris. No le esperaba tan pronto. - Dice con cierto tono de sorpresa, y un poco de apuro. - Amalben, ¿Tienes hecha tu maleta? - Te pregunta como una madre asegurándose de que su hijo ha hecho las cosas.

O por favor dice reprochando la actitud de Gianna... Ya tengo todo listo si, la ropa, armas, la moto... todo. Finaliza... entonces mira a Fenris, ¿Y en que zona se encuentra el Silfarion?

Gianna da un leve resoplido ante tu actitud, pero sin intención de desprecio.

El capitán Dragasta, antes de contestarte, emite una leve y amigable risilla ante la escena familiar. Ver esa clase de cosas que le alegraban mucho el alma.
Perdóneme, no he podido evitarlo. Se les ve muy unidos. - Dice en un tono algo bajo, para cambiar contestando a tu pregunta en un tono algo más formal pero con gran acento amable. - El Silfarion Lunaestrella se encuentra ubicado al este de Canadá, sobre el Océnao Atlántico. La zona de tierra más cercana a él es un acantilado al este de la isla de Resolution Island, también al este de Canadá. - Explica tranquilo y formal. Y sin borar en ningún momento la sonrisa de la cara. - Pero puesto que usaremos una instalación de teletransporte del Cronos el transporte será directo e instantáneo a la sala de teletransporte del Lunaestrella.
Ya he informado a todos sobre vuestra llegada, y están impacientes. - Añade. Realmente Gianna no parecía mentir.
Aun siendo un desconocido para ti, su incansable sonrisa te inspira confianza.

Las palabras del capitán no caen en saco roto, y de todo lo que ha dicho, me quedo con lo de que el grupo ya está impaciente por la llegada... Ciertamente me preocupaba bastante como caía entre las demás personas de mi entorno, era algo de mi personalidad, y debido a mi media marca en el rostro y mi condición de medio Haze, no solía dejar indiferente al resto de personas...

Yo también tengo ganas de conocerlos... y de ver el Silfarion Lunaestrella. Comento mientras hacemos tiempo para marcharnos, definitivamente cada vez estaba más ansioso por llegar, seguramente por la novedad, conocer gente nueva, cambiar de aires... Dicen que es algo que siempre va bien... Ya veremos.

Bien pues. Al final tanto Gianna como tú salís de vuestra casa con las maletas y todo preparado, hasta tu moto, e incluso el mismo maese Dragasta no duda en echaros una mano con los bártulos.
Echas un último a tu hogar en el Silfarion capital Cronos, preguntándote cómo será tu nuevo hogar y si algún día volverás a este con nostalgia...

Tras un corto trayecto en coche, llegáis a un edificio donde entráis y vais a través de unas instalaciones al subsuelo. Entornos modernos y hasta futuristas, algunos parecen sacados de películas como Star Wars decoran los entornos más profundos, aunque no es algo nuevo para ti, pero nunca dejará de sorprenderte en comparación con el mundo de los humanos.
Al final llegáis a la sala del teletransporte, una de las muchas desde donde se os manda a los Hazes a cualquier lugar del glovo y la única forma de teletransportarse a otros Silfarions.

Allí os colocáis dentro del círculo que describen los círculos de luz en el suelo. Varios operarios controlan todo desde unos paneles de control situados más lejos.
En el centro del área circular descrita por los círculos de luz hay flotando una esfera transparente a la altura de vuestras cabezas y del tamaño de un balón. Esa esfera, como ya sabes, os ``devorará´´ literalmente y transportará vuestros cuerpos al lugar donde se programe.
Bien maese Dragasta, destino el Silfarion Lunaestrella. - Dice uno de los operarios.
Entonces la esfera os va devorando a cada uno, transportandoos a vuestro destino.

Una vez que la esfera os devora, no sentís, veis ni oís absolutamente nada. Nada absoluta, vacío inmenso y eterno, incluso, durante un instante, tenéis la duda de que habéis muerto.
Nada absoluta.

Después experimentáis lo siguiente.
Avanzáis sin moveros, ascendéis callendo, dais vueltas sin control mientras permanecéis estáticos, os sentís en todas partes y en ninguna, lo veis todo con los ojos cerrados. Gritáis en silencio, muertos de miedo sumidos en una profunda tranquilidad, sentís cómo vuestro cuerpo se despedaza de dolor en un placentero orgasmo. Arriba, abajo, derecha, izquierda, de frente, atrás, hacia los lados, y hacia ninguna parte.
Caos absoluto.

Una sensación de lo más extraña, pero a la que te has acostumbrado, como todos.