Ando un poco mas rapido para alcanzar a Lyon
Lyon le pongo un momento la mano en el brazo
Para mi siempre seras mi maestro
Lyon se detiene al notar tu mano agarrando su brazo y al escuchar tus palabras.
Algo cabizbajo y sind ecir nada, vuelve suavemente su cabeza para mirarte otra vez. Su expresión es seria como siempre, pero en seguida vuelve a mostrar una inusual sonrisa que casi no ha mostrado a nadie y que no recuerdas que haya mostrado nunca a nadie. Ni siquiera cuando está con Altair y los otros maestros suele sonreír.
Con ello, alza el brazo que le agarras y te frota suavemente la cabeza y tu rojo pelo con dulcura.
Lo se, Himeko. - Te dice sonriente. - Que descanses. - Dice mientras sigue acariciándote unos segundos más para volver a andar hacia tu habitación.
Tienes la impresión de haber leído algo en sus ojos tras el ``lo se, Himeko...´´ Pero no estás muy segura de lo que ha sido. Pero algo es seguro, era algo bueno.
Sonrio sin decir nada mas, acompañandole en direccion al ala de los aposentos, donde me despido con un buenas noches y me pierdo por los pasillos, todavia abrazando mi osito
Un día, mientras volvías de corrar un poco, encuentras a Darla apoyada en la pared de uno de los pasillos mirando distraída al techo, cuando vuelve la mirada hacia ti, levantando las cejas un momento para poner una expresión medio alegre y divertida.
¡Ethan...! ¿Qué tal vas? - Te saldua alegre, aunque con cierta actitud pícara que llega a escamarte en pequeña medida.
Ethan llegaba caminando, tranquilamente, de vuelta del entrenamiento diario cuando se encuentra con Darla.
Darla, la amiga de Himeko.
Darla, que seguramente querría liarle de alguna manera para convencerlo de algo que no tendría o ganas o interés de hacer.
Le saluda con la mano y una sonrisa cansada si dejar de mirarla con expectación. Se moría por saber que se traería entre manos. Al fin y al cabo, Ethan no dejaba de ser un tipo curioso.
Algo cansado, la verdad... Desde que nos enteramos de lo del examen, no hacemos mas que entrenar para poder pasar la prueba... Por cierto...
Entrecierra los ojos con una expresión zorruna, bromista.
¿Qué te traes entre manos, Darla?
¿Eh? ¿Quién, yo? ¿Que qué me traigo entre manos? Naaada hombre, ¿Cómo puedes pensar que tengo alguna razón para hablar con mi amigo a parte de ver cómo le va? - Dice mientras hace gestos con las manos y en un tono clarísimo de ironía, con una sonrisa y expresión pícara. - Me ofendes Ethan, jiji. Anda, te invito a algo en la cafetería, aunque no nos cueste dinero, jiji.
Ethan iba a contestar con una respuesta irónica y graciosa, para seguir el juego, pero estaba realmente cansado, así que se limita a negar con la cabeza. Las sesiones de entrenamiento eran duras y el chico se exigía bastante. No quería defraudar a nadie.
Me doy una ducha y voy para allá, ¿ok? Que tengo que oler como un adolescente que lleva un par de horas haciendo ejercicio sin parar.
Se encoje de hombros con una media sonrisa y echa a andar hacia su cuarto con la intención de ducharse y cambiarse de ropa... para ir a la cafetería a ver que trampa había estado preparando la chismosa de Darla.