Ooooooooomh... Bueno, me esperaba algo así... - Dice, aunque sin borrar del todo la sonrisa de su cara. - Es queee, como veo que comprendes, la niña es un poco cortita, y en fin, no puedo quedarme de brazos cruzados ante estos temas y menos si se trata entre amigos, jijiji. - Dice con cierta emoción ascendente con cada palabra, como si sólo le faltara un pequeño chillido agudo de esos que suelen hacer las tías ``loquitas´´. - Y bueno, había que ser un poco tonto para no darse cuenta de que tú a ella le molas cantidad, jiji.
Tan sólo quería aclararlo, porque fijo que ella no lo iba a hacer en la vida. - Te dice, algo más tranquila, pero aún con estado alegre. - Entonces... ¡En serio no te interesa nada con ellaaa? - Añade la rpegunta conpungiendo un poco la expresión.
De camino a tus quehaceres te encuentras a Amalben charlando cordialmente con Edmond en la barra de la cafetería, tomándose una cerveza.
Por si quieres saludarle o hablar con él XD
Con paso tranquilo y una afable sonrisa en el rostro, entro en la cafetería tras dar con la persona que buscaba: Amalben Absalon. Con una mano saludo a ambos, a él y a Edmond, conforme me acerco hasta donde están. -¡Ey, buenos días! ¿Cómo va eso? Tenía un ratillo libre y he pensado que estaría bien que habláramos un rato, nos conociéramos, y esas cosas... Lo normal, vamos... -saludo, sonriente. Un saludo de lo más extraño... Por lo general en sociedad no se suelen decir cosas como esas... Pero eso es algo que yo no sé, y algo en lo que no me paro a pensar.
Mira, hablando de tíos majos. - Dice Edmond ante la llegada de Adrastos con leve humor y sonrisa ligera mientras apoya su cabeza en una de sus manos sobre la barra. - ¿Qué hay Adri?
En el momento en que estaba dando un trago a la cerveza, aparece una de las personas que había visto el otro día, no recuerdo su nombre... maldita sea. ¿Adri? pienso mientras me giro hacia Edmond... Adri, adri... ¿Adrian?, Dios soy un desastre para esto joder...
Sin darle más vueltas por ahora al tema del nombre, dejo el botellín ya casi vacío sobre la barra y me pongo en pie, bajando del taburete en el que estaba... ¿Que hay? digo tras escuchar su saludo... Pues aquí estoy charlando con Edmond... Si había algún nombre que no olvidaba, era el de la persona que me daba de comer y de beber... Bueno, ¿pues que te parece si tomamos algo? ¿Quieres una birra? pregunto dejando la mía ya vacía más cerca de Edmond...
-Vaya, qué bien... Soy un tío majo, jajajaja -río, agradecido, el comentario de Edmond, palmeándole el hombro, afectuoso, mientras tomo asiento-. Muy bien, Ed, gracias. ¿Cómo te va a ti? Imagino que con todo esto de los exámenes estarás bastante relajado por aquí, ¿no? -pregunto, interesado, para después centrarme en el nuevo-. Ah, gracias, pero prefiero un agua mineral. El alcohol me sienta muy mal, aunque sea en pequeñas cantidades... -me disculpo, sonriente, cerrando los ojos y llevando una mano a la nuca-. ¿Cómo te estás adaptando a esto, Amalben? Tengo entendido que estarás en nuestra unidad. Será un placer trabajar contigo...
Yo si que tomaré otra por favor... digo tras escuchar las palabras de Adrastos, Pues de momento bien, conociendo poco a poco a la gente y eso... Me he apuntado a un par de clases preparatorias para el examen, supongo que nos veremos por ahí jeje.
Detengo mi conversación para coger la nueva cerveza, limpio con una servilleta la boca de la botella y doy un pequeño trago... Aaaa, no sabes lo que te pierdes, pero bueno... supongo que lo de la vida sana tendrá más ventajas que la del dulce sabor de la cebada. Dejo la bebida sobre la mesa de nuevo... Oye Adri an, cuéntame algo de ti, no se... ¿cuanto tiempo llevas en el Silafrion?
Edmond os da otra cerbeza para Amalben y agua para Adrastos.
Pues sep, algo más tranquilo sí que está, supongo que os estaréis preparando bien. - Dice con tono pasivo pero de buena gana, mientras deja que habléis, pero sin irse de la conversación.
Darla... era una quinceañera enloquecida. No había duda. Le encantaban los culebrones, verlos y ser parte de ellos. Y cuando no los había, no se lo pensaba dos veces antes de fabricarlos.
Ethan la miraba con una sonrisa precavida en los labios, pensando en sus siguiente palabras como si se encontrar en mitad de un combate, pues la chiquilla esta podría tergiversar o manipular sus palabras con una habilidad pasmosa.
De momento no, Darla.
Responde de forma escueta y firme, negando con la cabeza.
Por lo menos hasta después del examen de la Orden... Tengo que dedicarle mucho tiempo a los entrenamientos y mucha concentración... Y es algo demasiado importante para mi. No puedo fallar en algo así.
Se encoje de hombros, aunque la gravedad de sus palabras queda flotando en el ambiente.
Quizá si me vuelves a preguntar cuando haya aprobado, te de una respuesta diferente...
Mmmmmmmmmmmmmmmmmh... - Suspira torciendo la línea de su boca mientras echa una mirada al zumo. - Que chico más soso... - Contesta en tono burlón. - En fin, pues nada... Ya veremos si el examen te vuelve un poco más sentimental, jijiji. - Añade con su expresión pícara y divertida, habiendo poco que decir después de eso.
Si no quieres hablarle de nada más podemos finalizar la escena xD
Loooo primero es lo primero
Responde algo mas animado, pues le había ganado el primer round a darla dándole largas. Seguramente no volvería a molestarle con royos sentimentales hasta después del examen.
Y ahora... voy a ver si me dejo caer muerto un poco en la pradera, que necesito descansar con urgencia para los entrenamientos de esta tarde. Con un poco de suerte no me despertaré hasta la hora de la comida.
Se levanta sonriente y vuelve a dejar la silla tal y como la encontró.
¡Muchas gracias por la invitación! ¡Nos vemos! ¡Y mándale un saludo a Mary de mi parte! ¿Ok?
Y despidiéndose con la mano, se desliza hasta la puerta de la cafetería y luego, atravesando los pasillos del Silfarion, hasta la pradera, donde elige un sitio tranquilo y se tumba a pasar el rato.
Mmmmh... descuída. - Dice con una sonrisa pícara que te llega a parecer mistoeriosa a la vez que te guiña el ojo en un sentido que, conociéndola, no sabes muy bien si le dirá a Mary tus palabras o las adornará con cosas de su propia cosecha.
Pero de momento esa es una preocupación menor para ti. Llegas a la pradera donde no hay nadie y el cielo se muestra salpicado por nubes, con etapas de sombra y luz.
Entonces ya podemos darlo por terminada XD
Sep, podemos "darla" por terminada xDDDDDDDD
-Gracias, Ed... -agradezco al joven camarero al recibir la botella de agua, que abro rápidamente para dar un primer trago no demasiado largo. Centro entonces nuevamente mi atención sobre Amalben. Parece que al menos hemos tenido suerte y es un tío de lo más normal-. Bueno, en realidad no es por llevar una vida sana (que, a decir verdad, sí que la llevo n_nU), sino más bien que... Bueno, tengo muy poca tolerancia al alcohol y estando borracho... En fin, prefiero que nadie presencie semejante espectáculo. Por lo demás... Me llamo Adrastos -añado, sonriente-. Llevo aquí ya un tiempo, aunque he llegado este año. Yyyy... ¿qué te puedo contar sobre mí? Veamos... Me encantan las armas de todo tipo, ya sean blancas, de fuego cortas o largas, prototipos militares... Todas las armas, en general. Supongo que es normal, porque uno de mis poderes me permite conocer todas las armas creadas o por crear a la perfección como si yo mismo las hubiera diseñado. También me gustan bastante los explosivos -continúo, con la mirada hacia el techo, pensativo, como si mis gustos fueran los más normales del mundo-. Estoy estudiando ingeniería por hobby, más que nada, y además de eso me encanta la velocidad. Lo malo es que por aquí, por el Silfarion, no se puede mover mucho uno con la moto...
Vaya, veo que realmente si que eres un amante de las armas jaja. Quizá algún día podríamos entrenar, eso si... con la katana. Es lo único que se manejar decentemente. Doy otro trago a la cerveza y la dejo casi vacía sobre la mesa. Y es justo en ese momento cuando nombre la moto. Mi mano se detiene en el aire cuando volvía a preparar otra embestida hacia el botellín, y mi mirada se clava en la suya.
¿Te gustan las motos? Pregunto realmente emocionado... Tío, tenemos que echar una carrera, en el otro Silfarion era de los mejores, y nos encantaba competir... ¿Que tipo de moto tienes?
Sorry sorry !!!!
Algo azorado, llevo nuevamente la mano a la nuca, cerrando los ojos y esbozando media sonrisa. -Bueno... A decir verdad llevo la moto que me dejan aquí, simplemente... Desde que estoy en el Lunaestrella no he vuelto a montar ninguna moto, y no sé si por aquí tendrán alguna, aunque supongo que sí. De todas formas estaré encantado de echarte una carrera cuando quieras... -añado, ahora sí, sonriente-. No me viene del todo bien otra competición, porque soy excesivamente competitivo... Pero bueno, intentaré reprimir mis impulsos, jeje...
Sonrío a Adrastos... me gustaba esa cualidad en las personas, las hacía mucho más interesantes. Oye que te parece si te enseño mi moto, te la puedo dejar si quieres para dar una vuelta, y siempre podemos usar las afueras del Silfarion para echar esa carrera Finalmente termino la cerveza y dejo la botella sobre la barra junto con un billete pequeño.
Meto las manos en uno de los bolsillos de la americana y saco unas llaves con el símbolo de Ducati en ellas... ¿Bueno te apuntas? digo ya dando media vuelta y colocando mi americana sobre uno de los hombros y poniéndome las gafas de sol.