Después de todo aquello, Lamar se refugió un tiempo en su afición por el brandy. Lo suficiente como para que las pesadillas que no le dejaban dormir se difuminaran lentamente.
No quiso participar, no tener nada que ver con la investigación policial. Aunque cada mañana leía el periódico con la esperanza de descubrir la noticia de que habían encontrado al asesino infame.
Lamar ingresó un cheque durante largo tiempo a nombre de los hijos del señor Whitelock. Lo suficiente como costarles la manutención y el ingreso a una buena universidad.
Al principio, se acercaba asiduamente a la tumba de Marcus a ponerle flores, pero pronto aquello se hizo insoportable, pues la imagen de su muerte revivía con fuerza en su mente. Al fin, enviar flores la tumba las semanas y no ir personalmente.
La correspondencia que mantenía con sus dos colegas, Caid y el Dr Green, siempre le recordaba que había algo más, algo horrendo e innombrable que les acechaba entre las sombras del conocimiento humano. Siempre leía sus misivas con atención, y respondía cálidamente. Tenía la esperanza que algún día se volverían a encontrar. El destino es caprichoso.
EPÍLOGO MASTER.
Marcus Pentfield fue enterrado en el Cementerio de Christchurch, Aquí fue enterrado Allan Halsey, decano de la Universidad de Miskatonic.
Todos recuperáis 1d6+2 de COR.