Después de terminar de recoger mis cosas y terminar el desayuno:-Cuanta razón tiene Talios con lo que cuidemos de Hypatia el pan que había hecho estaba realmente bueno.-pensé para mí mismo. Escuché las órdenes de Spyridon de empezar a recoger.
Así actué. Tras terminar de recoger mis cosas me acerqué al carro y dejé mi petate en el suelo y empecé a estudiar lo que primero que había que hacer:-Primero hay que limpiar el aceite, iré a por un poco de agua y después me pondré a limpiar.-me dije a mi mismo a modo de órdenes. Volví al pozo de agua y saqué un cubo lleno y volví, de nuevo, al carro para limpiarlo.
Motivo: supervivencia
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+5)=12
hago la tirada de supervivencia para representar el hecho de limpiar.
En poco tiempo el grupo estaba afanoso cada uno con su tarea. La mayoría, por no decir todos los soldados dieron gracias y alabanzas por el desayuno elaborado por Hypatia. Lykaios agradeció el gesto a su hermana y la recompensó con un buen trago de su vino. Pero en su fuero interno no podía destacar aquel pan. Él estaba acostumbrado a comer bien, su madre, su hermana y desde hacía unos años, su esposa eran grandes cocineras y con un buen género y un lugar exento de polvo transformaban simples platos en manjares. Pero podía entenderles, el rancho militar es nutritivo pero no sabroso.
Ifianasa se le acercó para agradecerle el acto de la pasada noche, cuando comunicó el contenido de la tablilla.
_No hay nada que agradecer, sacerdotisa. Cada uno tiene un papel determinado en todo este asunto. Y como te dije ayer, no importa nuestras diferencias pues estamos juntos en esta contienda y ambos por motivos distintos buscamos el mismo fin. Y eso es lo que cuenta._ Hizo una ligera pausa en la que aprovechó para fijarse en el rubio espartano y en los dos guerreros hermanos. _ Hemos tenido mucha suerte o el favor de los dioses, al unirsenos tan talentosos soldados, que han arriesgado la vida por nuestra causa. Así que merecen saber porqué ponen en peligro su vida.
Su semblante cambió, y esbozando una ligera sonrisa le dijo en voz baja. _ Aunque bien os podría haber mentido a todos, pues no hay nadie mas que sepa leer. Concluyó mientras le guiñaba un ojo.
Tras dar por finalizada la conversación y su desayuno, se encaminó hacia su tienda y le dirigió unas palabras a Spyridon.
_ Recogeré mis pertenencias y me pondré mas a la obra con el carro, Señor. Creo conveniente realizar un nuevo inventario para determinar que es lo que hemos perdido y cuánto nos durarán las raciones._ No se cómo ha podido permitir esa partida de búsqueda. Todos los días muere gente y mas todavía si son aldeanos alejados de una ciudad. Es una total perdida de tiempo y hombres... Y si alguno resultase gravemente herido?
El día había traido nuevos aires y ánimos para Akintos, salir a hacer una batida era una buena excusa para estirar las piernas. Realmente tenía ganar de silvar o cantar para colorear la mañana, pero sabía que era mejor avanzar en silencio; no sabían si alguna bestia se encontraba en las cercanías. Era mejor pasar desapercibidos, si eso era posible.
Los cuerpos que hallaron, y los que no, le trajeron imágenes confusas de la noche anterior. Mucho de aquello parecía una mezcla de lo onìrico y la vigilia. A la luz de la mañana se confirmaba que todo había sido tan fuera de sus sueños como el asta de su lanza que descansaba pesadamente sobre su hombro.
- Anoche, hemos sido torpes y confiados... creí poder proteger al hombre que corría por su vida, más no pude evitar que lo hirieran de muerte delante de mis ojos - mencionó ante los rastros del aldeano al que no había podido ayudar en dos ocasiones.
Por la gracia de los dioses, el grupo de campesinos que habían huido en la oscuridad aún respiraban.
- Por todas las bendiciones del Olimpo, ¡Estais salvos! - exclamó sonriendo cuando los hallaron, los ojos le brillaron y supo que tan mal no lo habìan hecho. Podría haber sido mucho peor.
Siguiendo las indicaciones de Theron, regresó junto al grupo. Si todo había marchado bien en la aldea, la caravana partiría raudamente y los supervivientes volverían a reunirse con sus vecinos y familiares. Les tocaría una ardua tarea para volver a vivir en condiciones.
Motivo: Buscar
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+4)=7
Motivo: Observar
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+4)=6
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+4)=5
Motivo: Supervivencia - pifia
Tirada: 1d100
Dificultad: 50+
Resultado: 28 (Fracaso)
Motivo: Supervivencia - pifia
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Motivo: Supervivencia - pifia
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Motivo: Supervivencia - pifia
Tirada: 1d100
Dificultad: 50+
Resultado: 82 (Exito)
Motivo: Orientación
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+5)=13
Buscar: 7
Observar: 6
Supervivencia: 1
Orientaciòn: 13
Dareios no tardo nada en recoger sus cosas pues apenas tenia posesiones y para dormir junto al fuego las mantas eran suficientes.
Se organizo un nuevo grupo para buscar supervivientes, pero el sabia que no era bueno para esa tarea asi que decidio quedarse para ayudar con la limpieza y organizacion del carro.
Anatolius, deneriamos limpiarlo primero cpn arena-le dijo al verle con el agua- aunque espera, voy a traer ceniza, tal vez funcione mejor
Dareios entonces busco ceniza para esparcirla por el carro una vez vaciado para limpiar mejor el aceite derramado. Despues y mientras su hermano hacia un nuevo inventario pregunto a los aldeanos si tendrian algo que les pudieran vender de sus reservas de comida.
Parece que todos están disfrutando del desayuno que ha preparado. Ha sido una tarea un tanto complicada en cuando a la cocción del pan. No disponía de horno y tampoco ha querido molestar a los aldeanos que, sin duda, necesitan descansar después de la experiencia que han tenido. Sonríe ante las palabras de Anatolius.
-Tu daga ha sido de mucho ayuda para curar al pobre hombre - le devuelve el arma -. Gracias por desprenderte de una de tus armas en un momento tan arriesgado.
Sigue a lo suyo, intentando que todo esté preparado para emprender el camino. Ríe al escuchar a Talios cuando comenta lo de tener que protegerla más.
-No he hecho nada especial. Siempre me encargo del pan en casa.
Tener las manos en la masa le sirve como relajación y meditación. Es una tarea que requiere concentración solo en lo que se tiene delante... echar un poco más de esto o de aquello puede significar que el pan salga duro como una piedra o que no pueda cocerse.
Ve que varios se acercan a limpiar el carro.
-Creo que antes de nada, lo mejor será que despejemos el carro y dejemos lo afectado por el aceite. La ceniza o el agua podría estropear el grano y las raciones. ¿No creéis.
Aunque habíamos conseguido evitar males mayores y rescatado a la familia perdida, estaba claro que la aparición de las bestias y sus acciones sobre los mas indefensos nos habían marcado a todos.
- No os mortifiquéis, hasta ayer siquiera sabía de la existencia de esas bestias. Nuestro trabajo como soldados es proteger a la ciudad y sus alrededores de cosas como esa, pero no podemos llegar a todos. Ahora debemos de concentrarnos en proteger nuestra carga y a nuestros compañeros.
Ya habría tiempo de pagar por nuestras faltas y de hacer pagar a quien enviase a las criaturas contra nosotros.
Para cuando el grupo de exploración hubo regresado, ya todo estaba listo en la aldea para la partida hacia Midea. Un grupo amplio de ellos se habían esforzado en dejar el carro completamente limpio, fue una tarea lenta, pero valía la pena.
Lykaios había revisado el inventario mientras todo era limpiado, durante el ataque de las harpías habían perdido varias cosas que quizá deberían de suplir en Midea. Ya no contaban con dos de los frescos de aceite, una pala, un pico y una de las palancas; realmente no era algo preocupante, pero era molesto haber perdido todo aquello de esa manera.
A su regreso Theron informó a todos de lo descubierto, habían llegado con la familia de Sofronio, los cuatro aldeanos que encontraran aquella noche cuando divisaran la aldea incendiada. Tambien divisaron al otro aldeano desaparecido, pero estaba muerto. Lo habían traído con ellos para poder enterrarle, y así pudiese descansar junto a sus amigos y familiares. Lo misterioso de todo aquello fue que el cuerpo del hombre que acabase con la espalda destrozada tras el ataque de una de aquellas bestias hubiese desaparecido. Ebalo le había ayudado a dar el pase a la otra vida, y habían tenido la intención de traerlo en cuanto tuviesen oportunidad, pero al llegar allí, simplemente no estaba. Un rastro de sangre indicaba que el cuerpo había sido arrastrado hasta la hierva a orillas del camino para luego desvanecerse.
Así, para cuando el medio día estaba ya cerca, el contingente de héroes se puso de nuevo en marcha, su odisea apenas estaba empezando. Fue entonces, cuando el sol golpeaba sus cabezas, que Lykaios pronunció para todos las palabras que había leído en la tablilla, el viaje sería largo, y ese sería un buen tema para pasar las horas.
Yo, Alameo, rey de Micenas, con los dioses como testigos, le ofrezco a usted, Karsten, rey de Asine, una tregua que ponga fin a la ancestral guerra que hay entre nuestros pueblos que solo nos ha llenado de sangre y odio. Y así mismo, podamos forjar una alianza que nos llevé al dominio de toda la Argolida. Para fijar esta alianza, bajo la bendición de nuestros dioses, exijo su hija mayor sea entregada a mi como futura esposa, como un símbolo de unión entre nuestras ciudades.
Todos: Fin de la escena. Haré una breve pausa en lo que ponemos al día sus personajes.
Todos: Por si lo olvido, consideraren que la marcha normal a pie de ustedes será de 2km por hora con una jornada normal de 10 horas (considerando que el terreno en Grecia es sumamente irregular), considerando un paso normal al nivel de sus bueyes. Ir mas rápido o avanzar mas es forzar la marcha, aunque solo les perjudicaría si lo hicieran varios días seguidos.
Por lo anterior, han de llegar a Midea a eso de las 5 de la tarde (son 6 horas de recorrido desde donde están).
Ebalo: La mujer sumamente complacida, se ha quedado contigo gran parte de la noche, apartados de los demás. Eso hasta que ha escuchado a su marido llamar por ella de forma repentina. A la mañana siguiente notas que aquel hombre te mira con misterio, pero no te dice nada, mientras que su esposa te mira de forma coqueta en varios momentos.
Necesito que hagas una tirada de suerte (1d100), e independientemente del resultado, una de presencia que representará tu fertilidad.
Buscar (Ischyros): Es encontrado un par de dedos en la hierva hacia el sur, a unos quince metros de donde se pierde el rastro, no ves nada mas.
Observar (Atreo): Divisas sangre en la hierva que deja un rastro algo difuso que se va perdiendo conforme mas te internas en los matorrales.
Motivo: Presencia
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+1)=11
Motivo: Critico?
Tirada: 1d100
Dificultad: 50+
Resultado: 88 (Exito)
Motivo: Super fertilidad
Tirada: 1d4
Resultado: 1
Motivo: Suerte
Tirada: 1d100
Resultado: 8
Presencia: 12 (Ya es bastante para mí)
Suerte: 8 (Espero que haya que sacar poco, aunque tiene pinta que no xDDD)
Veo los dedos tirados en el suelo como si de guijarros se tratasen, ignorados como si no representasen la depredación de una persona por alguna clase de bestia, que nadie descarta sea una de esos terribles engendros asesinos. Lamentablemente nuestro tiempo acá ha terminado y debemos irnos.
De camino de vuelta junto con la familia sobreviviente y mis compañeros, recojo el cadáver de aquel aldeano al que nadie pudo salvar y lo cargo sobre mis hombros para que pueda recibir una sepultura como corresponde para un hombre inocente.
"Pobre hombre. Solo espero que pueda encontrar en la siguiente vida la paz que no encontró acá."
Retornamos al pueblo con la familia que hemos encontrado, gracias a Zeus, y así les pudimos reunir con Sofronio para brindar un poco más de paz a su corazón. Deposito, con cuidado y respeto, el cuerpo del aldeano para que reciba los ritos apropiados mientras bajo la cabeza en signo de pesar por si alguno de sus familiares queda con vida ahí.
Me acerco a mi tío y le hablo:
- "Tío, debemos advertirles a los aldeanos que puede que aún queden criaturas por los alrededores. Deben estar preparados por si necesitan defenderse. No podemos dejarles ignorantes para que después les tomen desprevenidos. No sería correcto."
Miro a mi tío pues hemos visto las marcas, todos los que fuimos a buscar sobrevivientes. Hemos visto las marcas del cadáver que desapareció y yo mismo vi unos dedos botados por el camino. Lo más probable es que alguna quede por los alrededores y deben estar preparados.
Luego veo que todos los preparativos ya están listos para continuar hacia Midea. Sería bueno continuar nuestro camino a pesar de aquel sentimiento que me embarga, diciéndome que no he terminado acá.
Ya que nadie declaró traer el cadáver, lo hago yo.
La sacerdotisa seguía inmovil, durante unos instantes el guerrero pensó que se estaba haciendo la interesante, pero el momento pasó y empezó a sentirse un poco incómodo, ¿sería posible que la sacerdotisa se hubiera quedado prendida del rubio espartano y no pudiera ni siquiera articular palabra? la respuesta era obvia. Pues claro que era posible.
Ébalo se separó finalmente del pozo y se reunió con el resto de compañeros haciendo una última reverencia traviesa a la sacerdotisa, caminando a un ritmo lo suficientemente rápido para que la capa se moviera.
En vista de los acontecimientos y del cuerpo que desapareció, antes de partir se despidió de los aldeanos, y las aldeanas, diciéndoles claramente su dirección y destino, a lo bueno no sirve para nada, pero a las malas, sabrían responder, si es verdad que hay alguien tras ellos. Insiste que si alguien les pregunta les respondan con toda sinceridad y lujo de detalles. Con una sonrisa confiada les guiña un ojo justo antes de darse la vuelta, ya se encargaran ellos de derrotar a lo que sea, pero no quiere que corran más riesgos.
Como me dejaste colgado tenía que cerrar la conversación, perdón ^^