-Hola-dijo acercandose a Maryse a la que había escuchado preguntar por una taberna al igual que ella unos minutos antes- supongo que no eres de aquí tu tampoco. ¿Te importa que te acompañe? No me gusta esto de no conocer a nadie por aquí-le dijo con una encantadora sonrisa.
Kiravshi:
El hombre te mira con un gesto de curiosidad en su rostro que disimula casi al instante con cierta vergüenza. -Cla... Claro... La mejor posada del pueblo se trata del Dragón Oxidado... Es una posada bastante buena tanto de calidad como de precio... Es donde se suelen aposentar la mayoría de extranjeros que pasan por el pueblo, ademas de que es donde se reúnen la mayoría de aventureros... El hombre mira a su alrededor orientándose y acaba señalando hacia el sur... -Si baja por aquí hasta llegar al puerto, solo deberá llegar a la calle del mercado, que es la que lleva al puente del camino de la Costa Perdida... Es el edificio que tiene un dragón de acero sobre el techo del edificio... aunque esta bastante oxidado...
Muchísimas gracias - le respondo con una brillante sonrisa al hombre que me indica dónde está la taberna. Uuuf, pooor favor, cerveza, que pueril! Desde luego estos aldeanos se conforman con poco. Espero que tengan un buen vino, o por lo menos que no sea demasiado rancio.
En ese momento se me acerca una chica, muy mona ella, tatuada hasta el alma, con el pelo alborotado y una cinta amarilla hortera que no pega nada con sus facciones, aunque al menos la lleva a juego con el resto de la ropa.
- Mi nombre es Maryse, encantada de conocerte - le tiendo la mano en señal de cortesía - No, yo tampoco soy de aquí. Estoy de paso. Si llego a saber que estaban de feria, paso de largo - le comento en voz bajita - Me gustan los pueblecitos pequeños precisamente por que son lugares tranquilos. Pero esto... - señalo a los pueblerinos que corren detrás de los cerdos arrugando la nariz.
- Supongo que es lo mejor sí. Gracias - me despido de la pequeña humana
Recorro el lugar con la mirada buscando al alguacil o a la mujer que había dado comienzo a los festejos. Quizás alguno de ellos supieran de mi familia. Me alejo para buscarlos, preguntando si es necesario.
Colgwen estaba decepcionada. Su actuacion habia sido, como mucho, discreta pero tambien era cierto que iba borracha, o casi. La exploradora se esforzaba por aparentar normalidad pero cada vez que abandonaba la seguridad de la pared a su espalda, el mundo se balanceaba a su alrededor, asi que puso su mejor cara de poker y se quedo alli es espera de acontecimientos.
Ya-dijo encogiendose de hombros- me parece que no es tan pequeño pero bueno, que se le va a hacer. De todas formas es divertido ver como juegan- dijo soltando una pequeña carcajada- y tu, ¿de donde vienes? Me llamo Kiravshi, por cierto. Encantada de conocerte-se presentó inclinando levemente la cabeza.
El forastero se cansa pronto del ambiente festivo, es inevitable para el sentirse como un extranyo en una fiesta donde nadie le ha invitado. Sin embargo, el pistolero se aparta un poco de la gente y se tumba en la hierba verde que crece cerca tomando el sol y mientras escucha el ambiente de fiesta.
nota; El forastero se percata que en la zona hay ganado, por lo que busca con conciencia hierba "limpia" xD
La mañana transcurría animadamente entre gritos y canciones... Los habitantes del pueblo disfrutaban de tan esperado festival...
Era cerca del medio día, cuando la gente empezó a reunirse de nuevo en la plaza frente al templo, y tras un rato, apareció el padre Zantus junto a los acólitos del templo empujando un carro cubierto hasta el centro de la plaza.
Allí el sacerdote, frente a toda la gente del pueblo, carraspea y comienza a hablar contando una breve parábola sobre como la diosa Desna cayó a la tierra por primera vez y fue descubierta por un niño ciego, que la cuidó hasta que se recuperó y, como agradecimiento, la diosa le transformó en una mariposa inmortal.
Al terminar el relato los acolitos destapan el carro, liberando a miles de retoños de Desna: un furioso remolino de mariposas de cola azul, que revolotean por el aire en una explosión de color recibida con una gran ovación por parte de los asistentes.
Como es costumbre las tres tabernas principales ofrecen a todo el mundo sus platos principales, totalmente gratis, siendo esta los platos de cada taberna:
El Dragón oxidado: Salmon al curry e hidromiel de cosecha invernal temprana
Pez Bruja: Sopa de pescado con langosta
Ciervo Blanco: Carne de venado con pimienta en grano
- Soy de Magnimar - le contesto a Kiravshi. En ese momento el sacerdote comienza su discurso sobre la diosa Desna y sueltan un montón de mariposas al aire - Oooh, que bonito. Esto si que es un espectáculo digno de ver - y no esos campurrianos corriendo detrás de un cerdo. Parece que ofrecen comida, y nada menos que carne de venado, mi favorita! ¿Nos apuntamos? La verdad es que tengo un poco de hambre - reconozco entre risas nerviosas cuando mi estómago ruge como un oso. Algo impropio de una dama, ya lo se, pero estas cosas no hay quien las controle.
Mientras recorro el lugar buscando a alguien que pueda decirme algo sobre mi familia tomo un trozo de venado para llenar la tripa. La comida gratis es algo que siempre se debe aprovechar, uno nunca puede estar seguro cuándo volverá a probar un buen plato.
La muchacha asintió con la cabeza con una sonrisa.
-¡Anda, yo tambien vengo de allí! He vivido en Magnimar los últimos tres años-respondió con sorpresa-No puedo decir que no a la comida, llevo desde ayer por la noche sin comer nada. Tampoco me vendría mal un baño mas tarde, llevo varios días viajando y no me importaria meterme al río un rato-dijo alegre dirigiendose con su compañera a por su racción de venado.
La gente del pueblo tanto como los viajeros, van dirigiéndose hacia las posadas, para deleitarse con los menús especiales de cada sitio, rápidamente el ambiente alegre y el jolgorio se mezcla con los olores de la comida.
La cerveza, la hidromiel y el vino, se servían entre los comensales agotando las reservas de los establecimientos.
La solitaria figura escoje la taberna del ciervo, siempre ha sido mas de carne de caza y mas si es un guiso gratis. Ademas es un buena ocasion para preguntar por el precio de pasar la noche, no es agradable dormir al raso... algo que suele ser necesario en sus largas travesias por paramos deshabitados.
Una vez servido el plato para un momento a la camarera y mientras inca su daga en el pedazo de ciervo en el plato e ignora que conserva un poco de espuma de la cerveza en el labio superior le dice: Disculpe buena moza podria decirme cuando me costaria dormir esta noche en su posada si quedan habitaciones o camas libres, o tambien se puede pecnoctar en el esta misma sala como suele ser costumbre?
Aún intentando encontrar a mi familia sigo a los visitantes y locales a una de las tabernas. El Pez Bruja parece ser el sitio más factible donde alguien podría llegar a conocer a mi hermano. Al llegar al lugar observo mi alrededor intentando ubicar a alguien conocido para luego acercarme a la barra y preguntar a quien se encuentre a cargo.
- Buenos días. Me gustaría algo de comer, algo de pesca fresca con unas verduras estaría bien. Y me gustaría hacerle una pregunta, estoy buscando a mi familia. Hace tiempo que estoy fuera, pero teníamos una pequeña granja cerca de aquí. Los he buscado en los festejos pero no los encuentro, quizás usted les conozca. Eramos los únicos de mi raza por lo que no pasan desapercibidos - hablo intentando parecer simpático, con una sonrisa pétrea que no deja de resultar algo extraña
Colgwen no pudo evitar escuchar la conversación del ser de piedra y se acercó, un tanto insegura por la bebida.
-Si buscas un rastreador yo soy tu mujer, forastero. Estoy buscando trabajo. ¿Qué me dice, amigo -se dirigió al de detrás de la barra. ¿Has oido algo de ... gente de su raza?
- La verdad que a mí tampoco me vendría nada mal un baño - comenta alegremente mientras da un sorbo a su copa de vino tinto - pero relajante. Calentito y con mucha espuma.... aaains - suspira profundamente con otro sorbo de vino - dudo mucho que estas posadas de pueblo ofrezcan esos lujos. Al menos la comida y la bebida son buenas. Por cierto Kiravshi, ¿hay algo que te atraiga de este lugar, a parte de su feria? ¿Sabes si hay algo más interesante a parte de un puñado de pueblerinos pegándose con palos y corriendo detrás de un cerdo?
La vishkanya no dijo nada sobre lo del baño caliente pues a los de su especie no les importaba realmente un baño frío o caliente, no lo sentían igual que los humanos. Dio un sorbo a su bebida y continuó con la conversación.
-No se lo que harán aquí, si te soy sincera es la primera vez que salgo de Magnimar y no se mucho de las costumbres de este sitio. Estoy buscando a alguien, a un enano...-dijo tímida- por eso estoy aquí.
El camarero miro a la exploradora y luego al oréade. -Mmmmm... Creo recordar que había una familia de gente como tu, que vivían a las afueras... El hombre se rascaba la cabeza pensativo... -Creo que se dedicaban a la crianza de cerdos... No espera... esos eran los Muller... Caballos, si no recuerdo mal criaban caballos... El hombre se encoje un poco de hombros mirando al monje, mientras le servía lo que había pedido. -Las dos mujeres con los críos deberían estar por el pueblo... El hombre, si no recuerdo mal se marcho hace varios años... Si no recuerdo mal a Magnimar... Es lo único que se.
El hombre extiende la mano. -Serán 10 de cobre por la comida, señor...
Cuando el tabernero mencionó a dos mujeres con crias Colgwen entrecerró los ojos. ¿Cómo era posible no haber identificado a 3 seres tan exóticos desde que llegó al pueblo.
Quizás el whisky tenga algo de culpa -pensó durante un segundo. No, por supuesto que no. Ya estaba demasiado acostumbrada a sus efectos.
-¿Por el pueblo? Ahí lo tienes, amigo. Sólo tienes que recorrer el pueblo. Apuesto a que llaman la atención. Parece que no necesitarás mi ayuda pero, de ser así, podrás encontrarme aquí.
- Críos? - digo pagando lo debido por la comida con una moneda de plata - Una de mis hermanas debe de haber tenido un hijo! Soy tío! - sonrío felizmente, quizás pudiera al menos ser un buen tío si me aceptaban. Enseñar a los niños a defenderse y contarles algo sobre lo que había visto fuera - Sabe algo sobre el que se fue? Ese tiene que ser mi hermano, Merkol. Desde que llegué he estado dando vueltas por el pueblo buscándolos, pero nada - digo tanto al tabernero como a la rastreadora haciendo un gesto de resignación - Y no es gente que pase desapercibida. Me encantaría ayuda - esta vez me dirijo directamente a la exploradora - pero no tengo mucho dinero y lo que tengo quiero guardarlo por si mi familia necesita algo.
- Perdón si pregunto demasiado, pero sabe qué pasó con la granja? Y mi hermano, sabe algo de él?