—¡Cállate y corre, estúpido! —respondió el otro goblin—. ¡Hay que esconderse!
Los goblins acababan de decir aquello, cuando de repente el suelo tembló. Ilwen y Mara tuvieron que sujetarse contra la pared para no caerse. De algún lugar no muy lejano, les llegó el claro sonido de un desprendimiento. Uno de aquellos antiguos túneles se había derrumbado por algún motivo.
Estaba a punto de advertir a Ilwen sobre la presencia de los goblins cuando todo tembló. Se pegó a la pared para tener un apoyo donde sostenerse y no caer escaleras abajo. No habría sido buena idea con los goblins ahí. Habría sido una presa fácil.
-Parece como si algo se hubiese derrumbado...
Entonces, se dio cuenta de algo. Los goblins habían dicho algo interesante.
-¡Ilwen! ¡Saben dónde están los demás! ¡Tenemos que atraparlos e interrogarlos!
Dejó si lugar seguro para lanzarse a la caza de los goblins.