-Venid conmigo señores, el asado que van a probar no tiene ni punto de comparación con ninguno que se haga en todo el reino de Pasadawnt- Les digo muy sonriente. Despues los saco del corredor donde nos encontramos, por el mismo sitio por donde han salido los demás. Al salir fuera nos encontramos un montón de gente, soldados, campesinos, están andando por el lugar cada uno ocupado con su tarea, todavía quedan unas 4 horas para que se haga de noche y cada uno se recoja en su casa. El castillo está defendido por una muralla que lo rodea y está situado en la cima de una loma que lo alza a unos 50 mtr de Neylimb lo que hace que su vista sea majestuosa desde fuera de la ciudad. Bajamos por la loma y nos internamos en la ciudad, esta parte de Neylimb es muy bonita, calles adoquinadas, comercios. Cuanto más nos acercamos al centro más bonita es, edificios de piedra de unos 10 mtr de altura, seguramente pertenecientes a ricos comerciantes o soldados de alto rango. Mucha gente hay por sus calles.-Alli está la taberna-. Les digo a mis acompañantes. Al llegar una bonita entrada de puertas recias de madera y un cartel sobre ella que pone "El gallo loco" nos espera. Al entrar la algarabía de gente que hay dentro nos alegra.-Nos sentaremos aquí- los coloco al lado de una ventana, por donde se ve la calle y la gente pasear, -ustedes dirán que quieren de comer y beber, yo les recomiendo el cordero asado, una maravilla- les digo mientras la boca se me hace agua pensándolo.
Nos sentamos en una mesa en la taberna donde nos ha llevado el chico. La despedida ha sido rápida, ni siquiera me ha dado tiempo a desearles suerte a los chicos, y me he quedado algo preocupada, pero aun asi, tengo algo de hambre y llevo muchos dias comiendo frutos secos.
- Yo prefiero algunas frutas y un poco de pan con salados... si no so importa. Vosotros pedid lo que querais. Delian ¿qué crees que le pasaba a Uriel? Lo he notado algo... raro cuando se iba.
Miro por la ventana del local a la gente andando por las calles y espero de todo corazón que estén bien y que vuelvan pronto. De todas formas mañana nos veremos para ir a la audiencia del rey, y Rhanko podrá contarme que tal les ha ido...
-Yo probaré un poco de esa carne tan celebrada que anuncian por aquí, y de postre tomaré también algunas frutas.
Tomo aire y miro en derredor el local en el que nos encontramos; el bullicio que lo llena alterna entre agradable y ligeramente molesto, pero en cualquier caso siempre es complaciente ver a la gente feliz, disfrutando de este breve paseo que nos han regalado y que llamamos vida.
-Ciertamente Uriel estuvo bastante extraño, parece como... como si tratase de ocultar algo.
Tancú salta de alegría y se dirige volando hacia la barra, donde el tabernero, un hombre obeso y deslucido asiente con la cabeza a todo lo que le dice Tancú. Al rato vuelve Tancú con dos jarras de cerveza bien grandes para cada uno de vosotros,-dice Márlon, el tabernero, que esto es cortesía de la casa, que no se olviden de recomendar la taberna a sus amistades-. Al cabo de 5 minutos una moza de unos 30 años bastante entrada en carnes, trae la comida que habeis pedido, y le lanza un guiño descarado a Delián.
Sonrío ante el extraño gesto de la camarera.
¿Qué querrá expresar con ese giño?
-Por favor, da las gracias al tabernero por el detalle de la cerveza, y no pierda cuidado, recomendaré el lugar.
La comida realmente tiene un aspecto suculento, y el olor va penetrando en mis fosas nasales, lo cual abre aun más el apetito.
-Azshara, realmente llevamos mucho tiempo a base de comidas de campaña, ¿no es cierto?
Antes de comenzar, murmuro una oración de agradecimiento a Ponterwin por la comida que nos ofrece un día más.
Tancú os mira con la boca abierta y veis como una gota de saliba resbala de su boca a la mesa, es el olor de la comida el que provoca ese efecto.
Disfruto con el olor de la comida. Cuando me doy cuando, el pobre tancú está babeando con ojos brillantes mirando la carne. Yo no tengo mucha hambre, asi pues con un gesto cariñoso le acerco una de las jarras de cerveza.
- Nuestro guía debe estar bien alimentado si queremos que nos sirva de ayuda, ¿verdad Delian? come lo que quieras pequeño. ¡¡Pero no bebas mucha cerveza!!
Miro a delian con curiosidad mientras sonrio por el gesto que le hizo la mujer que nos sirvió la cena. Está claro que no se da cuenta de sus intenciones, o no quiere darse cuenta...
- si que es cierto que Uriel parecía esconder algo. espero que estén bien. ¿no necesitarán neustra ayuda? Y Antares... ¿crees que se fue poel sentimiento de culpa? No logro entender su actuación, me habría gustado poder hablar con él antes de que decidiera separarse de nosotros pero no me dió tiempo... ¿qué querrá el rey de nosotros?
Miro divertida como nuestro pequeño guía duda si comer o no y como se relame...
-Desde luego, ¡el guía debe comer en abundancia para mentenerse fuerte y atento! Lo mismo que la buena Azshara te digo: ¡Come cuanto quieras!
Tras dar una ligera palmadita en la espalda al joven Tancú, sigo sonriendo al volverme hacia Azshara.
-Realmente ha sido extraño el comportamiento de Antares... De cualquier modo, siempre ha sido bastante reservado, o al menos a mí me ha dado esa impresión. Pero lo que realmente espero es que ninguna pequeña rencilla que pueda surgir entre nosotros comprometa el interés general. Debemos estar preparados para cualquier cosa que nos pida el rey, sabemos que los monarcas a veces tienen deseos... Un tanto extravagantes.
La moza que os ha traido la comida se acerca y os dice que la comida han sido 14 mp.
-Bueno- digo mientras me limpio con las mangas de la camisa. -¿Y donde quereis que os lleve ahora, ummm dentro de poco anochecerá?-
Falta 1 hora más o menos para que se haga de noche.
Después de comer y pagar a la moza, decidis que lo mejor es volver al castillo, y eso es lo que hace Tancú. Cruzais de nuevo el pueblo disfrutando de sus calles y sus gentes, veis como casi es de noche ya cuando salis del pueblo y empezais a subir la loma hacia el castillo; al llegar a la muralla que lo guarda enseñais los pases y el guardia (que estaba hablando con su compañero de un percance ocurrido hace un rato, ois palabras como telaraña, mendigo y cosas así que no tienen sentido para vosotros) os deja pasar con Tancú que os dirige diréctamente a vuestras habitaciones.
Cambio de escena.