Partida Rol por web

Azshara se asoma al borde de la chimenea y prepara su hechizo mentalmente por si acaso le hace falta utilizarlo.

-Yo bajaré primero. Deséame suerte por si no nos volvemos a ver. - Le digo a Azshara, recordándo que me había ido bien la escalada anteriormente. Me agarro a la cuerda, puesto que peso mucho para que me sujete Azshara. y comienzo a bajar. Pero a los 5 mtr resbalo intento agarrarme a las paredes pero no lo consigo y caigo al vacio. Lo último que veo es a Azshara en el borde mirándome.

-Suerte amigo, ve con cuidado. - Observo cómo el clérigo comienza el descenso al parecer con buen pie. Pero tras unos minutos, escucho de nuevo ese peculiar sonido, y el corazón se me encoje por completo, mirando el rostro de Delian.

Me aferro en los bordes de la piedra casi clavando las uñas. No puede ser...

Aterrada por la sensación que oprimía el pecho de la joven elfa, quería lanzarse al interior de la apertura por salvar a su compañero, pero a pesar de ser una idea suicida, se queda aferrada al borde con las uñas prácticamente clavadas, aunque no se da cuenta del dolor, por la amarga sensación de perder a otro amigo.

Podría haber usado su hechizo, y es más, estaba a punto de murmurarlo en voz baja, pero una idea cruzó su pensamiento si la entrada quedara bloqueada no tendría opciones de entrar, cómo no volviera a bajar la montaña. Quizá Delian tuviera algo encima o se haya aferrado a algun saliente... No ha oido grito alguno, ni golpe al caer. Aunque es poco probable, quizá un milagro de su Dios lo pondría a salvo. Pero no lo averiguaría hasta que bajase ella misma.

Así que se dispuso a descender, miró por última vez el cielo del atardecer, junto a los árboles, y rogó a sus conocidos que velaran por ella, pues quizá corriera la suerte de sus amigos. Con lágrimas en los ojos, comenzó a bajar con una cuerda rodeándo su cintura y piernas. Intentando ir con cuidado.

Delian cae por la chimenea son 50 mtr de caida y ve como se va alejando de la luz del agujero, cae y cae sin remedio. Ve como el suelo se acerca rápidamente hacia el sin que pueda impedirlo. El golpe contra el suelo lo destroza por dentro, suerte que ha sido rápido.

Azshara baja por la cuerda por la chimenea, desciende habilmente apoyando las piernas en la pared. Pero al descender 30 mtr se encuentra con que se acaba la chimenea y una grán cúpula de 20 mtr la va a dejar colgando literalmente de la cuerda. Por suerte sólo le quedan 20 mtr para llegar abajo.

Con algo de dificultad Azshara desciende por la chimenea lentamente, procurando ir con "pies de plomo" bajando. Tras unos metros, observa como se ensancha y la bajada será más costosa. Intentando no errar, sigue descendiendo con cuidado.

Un pie aquí... El otro ahí... Calma.

Azshara demuestra una vez más su buen hacer y baja agilmente, con mucho cuidado por la cuerda. Al fin llega abajo y ve con tristeza a sus dos compañeros muertos, destrozados en el suelo.

La caverna en la que se encuentra es grande de unos 20 mtr de altura mira hacia arriba y piensa en las dificultades que ha tenido que superar para llegar hasta aquí y en la pérdida de sus amigos. Pero no puede perder tiempo y debe seguir adelante aunque es posible que ya sea de noche, quizá debería descansar, aunque el lugar no es muy adecuado para hacerlo. Examina la caverna y descubre un tunel que se interna en la tierra de momento es lo único que ve, es posible que sea esa una de las entradas a las minas. Debe decidir que hará.

La elfa rodeó la caverna fijándose en los detalles de la piedra que formaba las paredes, viendo las posibles salidas encontró un túnel que se internaba en la tierra, posiblemente sería una entrada a la mina. Procuró evitar mirar los cuerpos de los que hacía tan sólo horas, la acompañaban. Con un nudo en el estomágo, se obligó a no llorar.

Inspeccionó con cautela dicha ruta, internándose dentro unos pocos pasos, se detiene. E intenta poner todos sus sentidos en captar algún tipo de sonido. Agazapada y en silencio sigue adentrándose en el túnel.