Partida Rol por web

El Reino de la Sombra: Prisionero

PRÓLOGO: PETRER

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08/11/2013, 19:59
Director

Notas de juego

Como verás en el próximo post, no es necesario continuar luchando. Petrer trata de huir, pero para hacerlo tiene que pelear. Si se quedase luchando se le echarían encima decenas de orkos.

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08/11/2013, 20:00
Director

Puede que hayan pasado veinte años desde la última vez que sostuviste una espada entre tus manos, pero desde luego no has olvidado cómo utilizarla.

Y es que a pesar de tu cautiverio, a pesar de la vida de servidumbre que has llevado desde que saliste de tu estrecha celda, siempre has sido un hombre de costumbres. Cada mañana, al despertar, realizabas una serie de ejercicios, ejercicios que te han mantenido en forma y que han hecho que tu cuerpo esté preparado para la lucha.

Puede que no tuvieras una espada con la que practicar, pero en tu mente sí que la tenías. Y todos los días luchas con ella contra enemigos invisibles.

Sólo que hoy, después de tanto tiempo, los enemigos son reales.

Y no es lo mismo la lucha real que la mental. Y es que tu mente va por delante de las capacidades de tu cuerpo, haciendo que tus ataques, fintas y esquivas no sean todo lo efectivas que hubieses deseado. Sin embargo, logras tu objetivo de abrirte paso entre los orkos e internarte en el bosque.

Oyes a tu espalda los gritos de los enemigos, pero no haces caso y te adentras a la carrera en el brumoso paraje de altos arboles de estrechos troncos y suelo cubierto de hojas secas. Un pinchazo en el costado hace que te lleves la mano allí y contemples, en mitad de la carrera, la sangre que mancha tu palma. Alguna de esas cimitarras debe haber atravesado tu peto de cuero. Sin embargo no hay mucha sangre y aparte de la molestia no parece entorpecer tus movimientos, por lo que consideras que debe tratarse de un tajo superficial del que puedes ocuparte después.

Lo primero ahora es poner toda la distancia posible entre tus perseguidores y tú.

 

Notas de juego

Para saber si Petrer será capaz de aguantar este ritmo de carrera lo suficiente sin agotarse, es necesario hacer una prueba de la Habilidad Atletismo (tienes un +5) para una clase de dificultad 15.

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09/11/2013, 13:57
Petrer
- Tiradas (1)

Notas de juego

yyyyycccchhhh!!!!!!

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10/11/2013, 20:46
Director

Minutos después te ves obligado a detener tu carrera ladera arriba a través del bosque.

Te apoyas contra un árbol, jadeando y a punto de vomitar, mientras en tu campo de visión aparecen estrellas brillantes debido al esfuerzo. Y es que puede que hayas mantenido tu forma física, pero tu resistencia no está entrenada. No estás acostumbrado a soportar esfuerzos largos.

Te derrumbas sobre el suelo, pensando qué hacer. Nunca lograrás dejar atrás a los orkos en este tipo de terreno. Y si esta tropa está tan bien organizada como crees, lo siguiente que harán será una batida por el bosque en busca de supervivientes. Y faltan pocas horas para que se haga de noche, en un día de por sí oscuro y nuboso. La visión de los orkos les da ventaja. Si tratas de esconderte, te encontrarán sin duda.

Tienes que continuar la marcha, pero tratando de encontrar terreno más abrupto, en el que la velocidad no sea lo primordial. Con esto en mente te obligas a ponerte en pie y continuar la marcha, buscando ahora signos en el terreno que te muestren hacia donde debes dirigir tu huida…

 

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10/11/2013, 20:46
Director

Tienes suerte. Sin duda que la tienes.

Un rato después descubres más arriba cómo el terreno se hace más rocoso, con menos árboles. Sigues esa ruta hasta llegar a una zona de gigantescas rocas graníticas que forman una especie de cañón. Así que no lo dudas y te adentras en el rocoso terreno. Ahora te concentras en avanzar entre los estrechos pasillos entre paredes de piedra de este cañón rocoso, sabiendo que debes ser rápido pero cuidadoso. Pisar en una piedra suelta o resbalar sobre el musgo del lecho de roca podría hacerte caer y una simple torcedura de tobillo sería tu fin en una situación como esta.

Pero no puedes detener tu marcha, ya que sabes que es tu mejor opción de escapar, así que pasas por encima de una roca enorme y saltas a un hueco que se interna más y más en este cañón rocoso que parece profundizar indefinidamente. Incluso te parece oir el rumor del agua más adelante.

Pero entonces oyes algo más.

Los pasos de alguien corriendo sobre el terreno rocoso, sobre los charcos. Acercándose hacia ti.

Te ocultas rápidamente tras una enorme piedra. Sea quien sea, se acerca rápido. Está a punto de llegar a tu altura…

Sales entonces de tu escondite, disparado como un resorte, con la espada en tu mano, extendida hacia la posible amenaza.

Que se detiene en seco delante de ti, cuando el filo de tu arma queda a pocos centímetros de su cuello.

Se trata de un hombre. No de un orko. Un hombre cuyo rostro cubre con la capucha de su amplia capa.

Parpadeas sorprendido.

Es el Prisionero.

 

Notas de juego

Esta escena termina aquí y queda cerrada.

Prisionero continúa en la siguiente escena: Huida.