La joven mujer miró a Dirk alzando una ceja, casi desafiante, cuando se acercó de esa manera a ella.
Se mantuvo flotando, pero asida a una parte que sobresalía de la "pared".
-Esperemos que pase, sí.-Reafirmó la frase del capitán.-Y que sepas...-dijo tocando con su dedo el pecho de Dirk, de forma acusadora:-Que mi "pequeña", podrá.. Y de sobras...-añadió entre confiada y desafiante, con los ojos entrecerrados...
Por los estrechos ventanales de la sala común se veía acercarse un vehículo, aparentemente directo hacia ellos. A medida que la distancia entre las dos naves disminuía los detalles de aquel nuevo visitante se hacían visibles a simple vista, permitiendo a Van Ulrich y su tripulación hacerse un idea bastante buena de los que se les venía encima.
Se trataba de una antigua fragata de patrulla de la Alianza, con el casco exterior en bastante mal estado. Debía ser mas o menos tan vieja como El Cuervo (de poco antes de la guerra), pero el doble de grande y no había sido diseñada para el transporte de mercancías, sino para el combate. Tenía forma triangular, con una sección central aproximadamente cilíndrica que terminaba en un morro puntiagudo, donde probablemente se encontraba el puente, y un par de amplias alas que lucían una serie de barquillas con cañones de repetición y cohetes. Se trataba de una nave de ataque pequeña pero pesada, diseñada en su día para patrullar rutas comerciales y zonas de mucho tráfico. Basaba su poderío mas en la intimidación que en la capacidad real para causar graves daños, pero frente a una nave de carga como El Cuervo no dejaba de ser un enemigo formidable. Por si fuera poco, no parecía estar en muy buen estado y había sido grotescamente modificada, añadiendo extraños salientes afilados y pinchos y decorada con pintura rojiza y macabras figuras. De la parte trasera, junto a los propulsores gemelos, manaba una leve resplandecencia amarilla, claro signo de que el reactor operaba sin ningún tipo de encapsulamiento anti-radicación.
Solo os queda un traje de vacío y en la lanzadera de Arhyssa no hay ninguno mas. La lanzadera esta acondicionada como el lugar de trabajo de una acompañante (parece una suite de hotel caro), así que no tiene ese tipo de cosas.
El enigmático pielroja observaba, a través de una de las ventanas, el paso inexorable de aquella nave enmedio de un denso siléncio.
Cualquiera que le observase vería en el una expresión de extrema tranquilidad y serenidad. Como si en algun momento aquel hombre hubiese hecho las paces con los espiritus, y aguardase el momento de reunirse con ellos.
Aun así, clavaba sus ojos en aquel amisijo de metal que se aproximaba. Susurró una frase sin apenas gesticular y luego miró a Dirk con la misma expresión nula. Como exenta de emociones.
-Quien no enfrenta sus temores, vivira con ellos... para siempre.- Dijo con una voz sorprendentemente serena y ronca. Como si procediese de otro lugar.
Entonces desvió de nuevo su atención y clavo la mirada en una de las galindainas que le colgaban del traje.
Minek se mantuvo mortalmente silenciosa, intuía que cómo el resto de la nave, y por suerte tras unos minutos anda extraño sucedió, así que acabó emitiendo un largo suspiro, como si así se desprendiera de parte de la tensión acumulada. Por desgracia no era capaz de sentirse segura todavía, pues aún podían ser detectados y el trío de compañeros enviados al interior de aquel lugar seguían en peligro. Empezaba a arrepentirse de haber querido ser héroes por una vez.
Aguardó un rato más y, finalmente, empezó a avanzar despacio entre los pasillos, en suspensión, dándose impulso para ir alcanzando salientes y pomos hasta que consiguió llegar nuevamente al puente de mando, donde los demás seguían los movimientos de esa extraña nave expectantes.
Minek también lo hizo durante unos segundos pero enseguida habló.
-Tenemos que decidir quién irá. Sólo queda un traje. Deberíamos ser el Capitán o yo misma- estaba claro que Arhyssa no sería adecuada. Era bonita y lista, pero no eran las cualidades necesarias para entrar ahí dentro... y Nadaiba todavía estaba gravemente lesionado así que también quedaba descartado de forma automática.
Welcome back Zervio =)
La misteriosa nave continuó acercándose lentamente al Cuervo, que flotaba a la deriva entre los asteroides. Poco a poco su imagen se fue haciendo mas grande en la ventana, hasta que estuvo tan cerca que incluso los detalles mas minúsculos de su casco podían apreciarse a simple vista. Tenía el característico aspecto de una nave Reaver, y se dirigía directamente hacia ellos.
En el interior de Cuervo, a la deriva y sin gravedad, la tensión crecía por momentos. El ambiente parecía enfriarse y la tenue luz daba a los pasillos un aire tétrico. El hecho de que el soporte vital estuviese desactivado empezaba a hacerse palpable, provocando que la respiración de sus tripulantes proyectara tenues nubes de vaho, y el frío le pusiese la piel de gallina. Dentro de poco la humedad podría empezar a condensarse en los controles, lo que complicaría la maniobra de "re-arranque".
En la sala común todos clavaban la mirada en aquel horrendo objeto que se aproximaba. La vieja fragata estaba ya casi encima, a escasos 200 metros, y si alguien con buena vista se hubiese asomado a alguno de sus ventanales hubiera podido distinguir, sin necesidad de sensores, la característica figura del Cuervo.
Pero la nave no se detuvo. Continuó suavemente su ruta hacia el interior del campo de asteroides, sin darse cuenta, aparentemente, de la presencia del pequeño carguero. A cada instante la distancia parecía mayor aunque, sin sensores, Van Ulrich y su tripulación solo podían adivinar.
Pero los escalofríos no se iban, porque la temperatura bajaba rápidamente...
-En ocasiones el listo zorro es capaz de seguir al poderoso búfalo para luego acabar con sus crias.- Comentó el pielroja rompiendo el sepulcral silencio que había inundado la fría escena.
Sin duda, el comentario del piel roja habia desencajado por completo a Dirk. No se esperaba algo asi tras el mal rato que habian pasado. Maldito chiflado, por que no hablará claro el jodio... Cuando consiguió recuperar la compostura, se acercó a uno de los ventanales para cerciorarse de que la nave pasaba de largo y ver que direccion tomaba.
- Bueno, esperemos un poco mas para asegurarnos de que realmente pasa de largo - susurró el capitan desde una de las ventanas. Dirk tenia la sensacion de que podian escucharlo, por eso su afán por hablar en susurros. - Si alguna de las dos tiene mucho frio, yo me ofrezco voluntario para ayudaros con vuestro problema. - dijo mirando a las feminas del grupo mientras volvia a colocarse en su lugar y con una gran sonrisa en su boca.
- Ahh, se me olvidaba, sobre lo de acercarnos a la base esa. Primero veamos que rumbo toma la nave de la alianza esa modificada y, si se aleja lo suficiente, vayamos a echar un cable a nuestros compañeros. Yo puedo pilotar perfectamente a la "pequeña" - marcó la palara pequeña con bastante tono sarcástico - hacia el agujero donde dejamos la Sky Surfer, desde alli, uno de nosotros podria intentar acercarse. Como mínimo, alguien deberia venirse conmigo, si no todos, por si hubiera que huir rapidamente.
Minek observó a Nadaiba algo confusa, pero fue el capitán quién consiguió que arrugara la frente con expresión de reproche. No era el momento oportuno para ponerse a bromear, al menos desde su punto de vista, así que se mantuvo más silenciosa de lo habitual aferrada a la barra dispuesta junto a la puerta de entrada del puente.
La nave reformada seguía pasando a cierta escasa del Cuervo mientras los tripulantes la seguían con la mirada conteniendo la respiración.
-No me refería a eso, Capitán. Le estaba preguntando quién de nosotros dos entrará realmente en la base...- empezaba a sentirse entre ofendida y decepcioanda por la actitud de Dirk. No se estaba tomando el asunto suficientemente en serio y encima se distraía con la facilidad de un niño. ¿Seguro que era el más adecuado para ostentar ese cargo...? Esperaba que pronto le confirmara que sí...
Arhyssa se queda donde está, incluso después del intercambio de palabras con Dirk.
Pone los ojos en blanco por lo de "pequeña", y aguarda a la decisión que tomen...
- La idea... ¿es entrar, entonces..?-pensativa..
La seriedad de sus compañeras borraron la sonrisa del rostro del capitán. Vaya, esto es peor que hablar con una pared, que poco sentido del humor... Volvió a echar un vistazo por la ventana.
- Por supuesto que iré yo mi pequeña golondrina. No pondría en peligro a lo mas bonito de la nave. - comentó mientras continuaba con la mirada fijada en la gran nave que los sobrevolaba - Bueno, una de las dos cosas mas bonitas de la nave, si no me corrigiera estaría faltando a la verdad. - Volvió la cabeza para mirar con sonrisa picarona a Arhyssa.
- Y si, mi intención es la de entrar a buscarlos. Si no han tenido ningun percance, pues les echaré una mano y si nos ponemos en lo peor y les ha pasado algo, intentar salvar sus preciosos culos.
Según iba hablando, el nerviosismo lo iba comiendo por dentro. Maldita seas Van Ulrich... Tú y tu galantería...
La temperatura continuaba bajando en el Cuervo, pese a los "galantes" comentarios de su capitán.
La fragata, por su parte, había pasado de largo sin mostrar señales de haber detectado la presencia del pequeño carguero, y avanzaba sin dudarlo hacia el interior del campo de asteroides.
La sorpresa vino cuando, desde su punto discreto de observación, los tripulantes del Cuervo se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo. La fragata disponía de un fuerte blindaje para una nave de su tamaño, pero en ningún caso capaz de protegerla de una nube de meteoritos como la que se extendía delante de ellos. Lo extraño es que eso no parecía importar a quien la estuviese pilotando, porque avanzaba a toda velocidad y casi en linea recta por medio de aquel mar de muerte. Las rocas chocaban y sacudían el casco constantemente, y en mas de una ocasión un gran fragmento pasó a escasos metros de la nave, sin que ello provocase el mas mínimo intento de esquiva. Además los cohetes de propulsión parecían estar a toda potencia, acelerando la fragata. Parecía una especie de carga suicida, como si los tripulantes de aquella nave se riesen de la muerte en sus narices, obsesionados con alcanzar su objetivo.
Y parecía dirigirse hacia el gran asteroide donde Wyatt, Mike y Hoban habían atracado, justo antes que se perdiese la comunicación.
-Esto no tiene sentido...- acabó por decir Minek rompiendo el tenso silencio que se había establecido en el interior del puente de mando -Si fuera uno de ellos no se comportaría como un kamikaze, ¿no creéis?- preguntó a los presentes mirándolos con cierta urgencia, pues estaba claro que no iban a poder detenerlo de forma directa mediante un ataque... aunque de todas formas eso delataría su posición.
-Quizá sea algún grupo desesperado de Triumph o quién sabe. Desde luego deben de ser enemigos de los que hay en ese lugar... Tal vez deberíamos intentar contactar con ellos- por desgracia desde su punto de vista las opciones de limitaban a eso o intentar interponerse, lo cuál tampoco auguraba un gran éxito.
-Joven cachorro...- Comenta Nadaiba acariciando una de sus guirnaldas. -...no podemos fiarnos de las acciones de los espiritus, por muy evidentes que parezcan. Nos pueden engañar nuestros pensamientos mortales.- Parecía que se iba a quedar ahi. Otra de sus desvariaciones sin sentido aparente. Pero continió contra todo pronóstico.
-Aquellos nos abrirán el camino para que el pájaro grande pueda llegar al asteroide.-
La vision de aquella nave golpeandose con todas aquellas rocas extrañó a Dirk. No se esperaba nada asi. ¿Kamikaze? O eso, o han perdido el control de la nave y van directos a su muerte... Pensó al escuchar las palabras de Minek. Sea lo que fuera, aquella nave iba en direccion al asteroide donde estaban sus compañeros, si impactaba contra él, acabaria con toda vida que hubiera dentro de aquella base. ¿Dificil decision eh Van Ulrich? Si intentamos contectar con ellos corremos el riesgo de que nos frian a tiros, si no contactamos es posible que perdamos a nuestros compañeros... ¿Que hago? Todo esto suponiendo que pudieramos contactar con ellos claro... Los pensamientos del capitan se disiparon cuando el indio volvió a abrir la boca para soltar una de sus memeces.
- ¿Alguien puede traducirme a Toro Sentado?.