Un Druida, ohh si, uno de los mejores que se puedan hayar en la Marca y quizá en el Norte, el nombre "Laurel, hijo de las Fatas" resuena en todo el norte de Faerun como un eco entre las diferentes órdenes Druidicas, quizá un lider que pueda ayudar al objetivo común de los Druidas: Evitar mas muerte en sus hogares naturales, sin embargo la personalidad desprendida del jóven lo han hecho encausarse en un destino sin rumbo, deambulando de aquí para allá y de allá para acá, haciendo sus deberes donde sus pies lo llevan.
Es miembro de la orden de la Hoja Verde, una orden de Druidas muy secreta que puebla los bosques de la marca, pero que congrega a la mayoría en el Bosque Alto, grandes aliados de Túrlang, el gran Ent y le ayudan en su misión de repoblar de árboles hace rato talados el sur de la marca, cerca de Eternlud. "Ya el bosque ha perdido suficientes árboles, es hora de emprender marcha al norte y volver a las épocas de antaño" suele decir el gran sabio Ent.
No hace mas de media decena de Dekhanas* que el jóven decidió dejar el bosque Alto, donde había permanecido ya varios meses y dejando atrás a su familia y a su amante Driada Landasia, pero era su costumbre.
Partió hacia el oeste y al norte, hacia un bosque que recibía el nombre de "Bosque Argénteo" por los hombres de las ciudades, para evitar mas daños en él, llevó consigo a 2 queridos compañeros: Manzanas, su fiel alce y su mejor amigo, Zilutariamux (Zilu), un Pixie muy bromista pero fascinado con los conocimientos de los hombres civilizados, un Pixie que combatía contra demonios internos que a veces afloraban y lo dotaban de misteriosos y malignos poderes, así como de una personalidad cruel y sádica.
En las Dekhanas que llevaba en el bosque, nombrándose a sí mismo como guardián temporal, ya había logrado contactar con campesinos y llegar a acuerdos de no cortar mas árboles a cambio de conjuros y rituales que fertilizaban sus tierras y aumentaban su producción, así como la ayuda necesaria en caso de heridas graves o enfermedades.
En esta escena iré colocando información importante que puedas saber, recordar, aprender o necesitar.....
*Dekhanas= Semanas de 10 días.
Editado: Borrado párrafo donde se mencionaba una edad de 60 años gracias al agua de los estanques prohibidos.....
Carai, que viejo me he vuelto de repente :D (No me importa tampoco, conste, pero me ha llamado la atención)
¿Que a que dios venero? No sabría decirte, ni siquiera estoy seguro de que la pregunta tenga sentido. Venero a los robles y a los petirrojos ¿Acaso son ellos dioses? No, me temo que la pregunta correcta sería ¿Qué dios venera aquello que yo amo? Pues esos serán los dioses que cuenten con mis simpatías, y a los que elevo mis rezos de vez en cuando. Mi familia era seguidora de Mielikki y sin duda ella es una de mis favoritas pues protege a las gentes de los bosques, y al fin y al cabo mi hija y su madre son dríadas, y su bienestar depende de la diosa de los bosques. Pero mis hermanos, aquellos que me acogieron cuando alcancé la edad fértil, son más seguidores de Silvanus, pues ellos aman más el bosque en sí que sus habitantes, y prefieren luchar contra los civilizados que dañan el bosque al expandirse.
A medio camino entre ellos podía encontrarse a Khauntea, quien ama los bosques, pero también las plantas que crecen por la mano de los civilizados y cuida también las cosechas. Si tuviese que decantarme por uno solo quizás fuese por ella. También yo creo que hay que encontrar un equilibrio entre la gente de las ciudades y la gente de los bosques, quizás poniendo nuestro conocimiento a su servicio para que sus cosechas sean fuertes y sanas, y así no necesiten expandirse. Si los que veneramos la tierra bendecimos sus cosechas, todos ganamos, ellos no han de arriesgarse en su expansión pues sus plantas crecen más fuertes y les dan comida suficiente, y si pretenden ir más allá de lo acordado, perderán nuestra bendición y sus plantas no crecerán como antes y pasarán hambre. Por nuestra parte, ganamos aliados. Los defensores de los bosques somos pocos y dispersos, y difícilmente podemos frenar una gran amenaza como una invasión orca, y los orcos suelen ser mucho más destructivos que los aliados de la marca pues ellos no aspiran a tener tierras de cultivo sino a cazar y saquear indiscriminadamente. Aunque muchos de mis hermanos no lo entienden así, creo que la marca debe ser una aliada nuestra.
Se dice que Khauntea tiene un amante en Lazhánder. No venero al dios del sol, y no recibe mis rezos, pero sus seguidores suelen serme simpáticos y más de una y dos veces he luchado junto a ellos. Al fin y al cabo, un amante de los bosques ama la vida y no suele ver con agrado a los que aman la muerte, ni mucho menos a aquellos que traen la muerte en vida a este mundo. Los seguidores del dios radiante luchan contra eso, y en esa lucha siempre contarán con mis simpatías. De los dioses de los civilizados, es el único con el que me siento un poco afín.
No sé si he respondido a tu pregunta, pequeña, pero me temo que esa es mi respuesta.
Si no te parece mal, iré poniendo yo mismo algunas cosas en esta escena, para ir dando color a mi pj.
Por si acaso se te pasó antes mi comentario, lo repito para poder aclararme. En mi hoja de personaje he puesto que tengo ventipocos (queda mucho camino hasta llegar a ser uno de los muchos personajes épicos que pueblan los Reinos, así que preferí tener una edad más contenida, que además va mejor con el personaje y su carácter -y además tenía pensado que mi hija fuese una niña pequeña todavía, que tuve siendo apenas un adolescente-); pero en esta escena me has definido como sesentón. ¿Dejo la edad que tenía pensada o la cambio? No tengo problemas con ninguna de las dos cosas.
Vaya vaya, pues esto no lo tenía previsto, pero me ha parecido excelente, al fin y al cabo es el Jugador quien sazona y se imagina a su Pj, es él quien lo juega y lo interpreta, así que si, no solo no me parece mal, sino que voy a exhortar a los demás Pjs para que hagan lo mismo.
En cuanto a la edad, te pregunto..... Un elfo de 50 años piensa igual que un hombre de 50??, te puse que tenías 60 pero con cuerpo y mente de un joven de menos de veinte (gracias al agua de los estanques secretos); porqué? bueno, tu definias a tu personaje como alguien despreocupado y que se toma las cosas con calma (creo que ha sido así, o me lo acabo de inventar??), para ello es necesaria una longevidad mayor que la de los humanos (como los elfos) que siempre actúan con afanes debido a su corta vida, además los muchos años de vida pueden hacerte ese Druida poderoso que eres ahora, si bien tu vida ha pasado en los bosques y lejos de la civilización, ello puede darte algo de ingenuidad, imprudencia e impulsividad propia de un adolecente, independientemente de los años que posea.
Ahora, la última palabra en este aspecto no la tengo yo, sino la tienes TU, y solo tu decides si son 20 o 60, igual son cosas que no afectan la partida en absoluto, así que es tu desición....
Si esto no fuese Reinos te diría que más razonable es 60. Pero aquí una ciudad pequeña de 2000 habitantes tiene su personaje de nivel 15 dirigiéndola (no sé si 15 o 13, pero por ahí va la cosa en Nasmé), te sales un poco del Bosque Argénteo hacia el Oeste y te encuentras gigantes de la colina que ya son más poderosos que Laurel, y si te vas al Este terminas encontrándote a no mucha distancia una familia de dragones azules. Ni siquiera sé lo que hay bajo mis pies, ni qué terribles Drows pueden salir de la infraoscuridad que puedan derrotarme con un pestañeo.
Miras al Sur, al Bosque Alto, y el gran Ent es un personaje épico, y miras al Norte a Silvermoon y la elfa que dirige La Marca es otro personaje de nivel épico. En otras partidas un personaje de nivel 10 sería la caña, pero en Reinos es un personaje que debe ir por ahí con mucho cuidado porque hay cientos de personajes muy superiores a él :D
En realidad, colocado en perspectiva, soy un prometedor jovenzuelo que ha hecho muchas cosas y apunta alto (al menos para ser un humano), pero que todavía no es nadie importante realmente. Casi prefiero tener ventipocos y a ver si sobrevivo lo suficiente para llegar a la mediana edad siendo alguien con un poder suficiente para imponer respeto y quizás liderar a los druidas al norte del Bosque Alto.
- Papá.
- Dime pequeña.
- ¿Me has traído algún regalo?
- No, pero puedes tomar cualquier cosa que tenga yo y quedártela para ti.
La pequeña dudó un momento con la oferta, su padre casi no tenía ropas a pesar del frío del invierno, y no llevaba nada encima salgo un pequeño morral, una pequeña bolsa con hojas y semillas que usaba para sus conjuros, y la daga de piedra tallada. No había mucho donde elegir.
- ¿Puedo quedarme con la daga?
- Claro, toma -respondió Laurel ofreciéndosela por la empuñadura.
La niña no había esperado una respuesta tan directa. Su madre tenía varias dagas mucho mejores que aquella ¿Era justo que ella tomase la única daga de su padre, su única posesión que podía tener algún valor?
- ¿Tienes otra como ésa?
- No.
La chiquilla dudó, su miraba bajó al suelo mientras pensaba, con la mirada de su padre clavada en ella. Todavía seguía ofreciéndole la daga por la empuñadura.
- Mamá tiene otras, de acero, realmente no necesito tu daga de piedra. Es muy bonita, más que las de mamá, pero si la cojo tú no tendrás ninguna.
Laurel adoraba a aquella niña, muy rara vez tenía que darle respuestas, simplemente se limitaba a seguirle la conversación, y dirigir sus pensamientos con nuevas preguntas, para que ella misma encontrase las respuestas. Con cuidado volvió a guardar su daga en el cinturón donde la llevaba y besó a su hija en la frente.
- Eres sabia pequeña, o lo serás si sigues creciendo así, con esa sensatez. Hoy has aprendido que no necesitas más de lo que tienes, ni debes tomar más de lo que necesitas. Y un día aprenderás también a dar lo que otros necesitan más que tú. Pero no ahora, me has pedido un regalo, y al no quedarte con mi daga te has hecho merecedor de uno. Ve a avisar a tu madre, partimos esta noche, te llevaré a ver algo que nunca has visto y ése será mi regalo. Dile que estaremos fuera un par de días solamente.
La niña se entusiasmó, su padre venía ocasionalmente, y no solía quedarse mucho tiempo. La niña sabía ya que las dríadas pertenecen a un bosque que es su hogar y del que no les gusta salir, pero su padre era un humano, y disfrutaba conociendo el mundo. A menudo le contaba historias de fuera del bosque, y varias veces, con el permiso de su madre, la había llevado a conocer cosas. Una vez incluso a conocer una ciudad humana que no había gustado -pero sí había emocionado- a la pequeña. Las veces en que su padre se la llevaba a ver mundo eran sus mejores recuerdos. Ella era una dríada como su madre, y poca sangre de su padre pasaba a las hijas de las dríadas. Pero aunque no había naturaleza aventurera en sus genes, sí había un enorme cariño por aquel padre tan jovencito que ella lo veía prácticamente como un hermano mayor, y el salir unos días con él de viaje eran una maravillosa oportunidad para tenerlo para ella todo el tiempo.
Dos días más tarde, la pequeña conoció a un dragón dorado, jamás había visto un dragón y aquel dragón en concreto era solamente una cría, pero aún así le impresionó. El dragón charló con ella e incluso la llevó a volar un ratillo. Parecía ser un buen amigo de su padre porque ambos se pasaron la tarde diciéndose tonterías el uno al otro mientras ella metía baza en la conversación como le salía, unas veces apoyando a uno y otras apoyando al otro.
Una semana más tarde su padre se fue de noche, sin despedirse, como hacía siempre. Bajo la almohada de musgo de la pequeña tenía su daga de piedra y una nota que decía "No tengo otra, pero puedo hacérmela, quizás sea bueno que tengas un recuerdo mío. Pero ten presente una cosa, si alguien la necesita más que tú, dásela sin pensarlo dos veces, me sentiré orgulloso de ti por ello".
ZILUTARIAMUX
...Y si los amigos no tuvieran problemas y fueran normales, a quien uno ayudaría?.
Zilutariamux o ‘Zilu’ es un Pixie joven, su apariencia física es extremadamente estética, con una cara con los rasgos de un elfo pero con orejas más grandes y pintiagudas.
Su cabello Negro como el Onyx es largo y ondulado, sus mechones caen delicadamente sobre su espalda y hombros, sus ojos son de un color similar al del color de la miel de las abejas y posee una mirada profunda y agradable que genera tranquilidad, paz y armonía en aquellos que clavan su mirada en él.
Su nariz es respingada y delicada, con pómulos pronunciados, haciendo que su sonrisa de blancos dientes se ilumine y llene de alegría una habitación en la más vil oscuridad.
Su cuerpo es delgado y atlético, con una musculatura bien definida y marcada, para ser una criatura tan frágil y pequeña, posee la fuerza de alguien tres veces más grande que él.
Posee unas alas semitransparentes, semejantes al color de sus ojos, se baten rápidamente sobre el aire cada vez que toma vuelo, el sonido que generan al golpear el aire es reconfortante y placentero.
Zilu posee una personalidad marcada por la bondad, el sentido de justicia, la ingenuidad y su amor por las cosas naturales, es alegre, demasiado alegre gusta jugar bromas a quienes conoce y a los que no por igual, su pasión por los animales pequeños lo ha llevado a tener varias mascotas que lo siguen a través de los bosques a donde él vaya y su simpleza para la vida lo hacen una persona descomplicada y sencilla, su apego no se encuentra en las cosas materiales.
Siempre está sonriendo y alegre, siempre bromeando, incluso en las situaciones más serias, tiene un estilo de vida que lo lleva a despreocuparse de todo, excepto de vivir para sí mismo, sin ser estrictamente egoísta.
Siente un odio irracional por las criaturas malvadas, sobretodo por aquellas que matan y arrasan la naturaleza sin razón aparente, los orcos, goblinoides y Gnolls encabezan su lista de criaturas odiadas, y tiene cierta desconfianza y recelo con los humanos, aquellos expansionistas que solo piensan en agrandar sus reinos y sus territorios, cuando puede evitarlos lo hace y cuando en caso extremo es menester entrar a un asentamiento de esta raza, lo hace en su estado invisible y procura no dejarse ver por nadie ni molestar a nadie, los aventureros tampoco son mucho de su agrado, parece que llevaran una maldición encima, trayendo consigo no mas que problemas; su genio cambia totalmente estando en la civilización, volviéndose amargado y malgeniado en lugares cerrados que no sean naturales.
Su Naturaleza lo lleva a ser curioso con las cosas desconocidas, y a veces esa curiosidad lo puede llevar a peligros que ponen en riesgo su vida, tiene una gran debilidad por los objetos brillantes pero pequeños, las gemas son su debilidad, aunque no por su valor comercial, sino por su belleza, las joyas también son otra debilidad, suele ponerse todo tipo de colgantes en su pelo y pendientes en sus orejas.
Es benevolente por curiosidad y no sigue las reglas tradicionales de las sociedades, mas por ingenuidad que por convicción, su ingenuidad lo ha absuelto de pensar en cuestiones terrenales como el sexo, las pertenencias , el alcohol, entre otras; Siempre está dispuesto a ayudar a alguien necesitado o herido, excepto si se trata de una amenaza o alguna criatura que odie su corazón; son pocas y ninguna las cosas que lo preocupan, aunque guarda un terrible secreto……
Un antepasado suyo, un gran rey de uno de los reinos mas grandes, realizó un pacto con un antiguo príncipe demonio a cambio de obtener el poder suficiente para desterrar a los enemigos que amenazaban con la erradicación de su reino de fatas, su corazón se corrompió y él mismo llevó a la decadencia al reino que tanto amaba, nunca se perdonó por ello y marchó al exilio junto a su mujer…
Desde entonces, algunos que llevan su sangre, son atormentados por el error cometido por su antepasado, llevándolos al suicidio en el peor de los casos, o a convertirse en criaturas negras de corazón y malvadas de pensamiento.
Zilu no está exento de ello, y trae consigo la sangre negra de los demonios, sin embargo esta aún no lo ha corrompido completamente, su naturaleza bondadosa y calmada contrasta con su otra personalidad, que surge a flote cuando la rabia se apodera de su interior y en escasos momentos, aparece por momentos al azar .
Su otro ‘yo’, que se llama a si mismo “Imix”, tiene una personalidad macabra y cruel, disfruta viendo a los demás sufrir y morir, aunque Zilu tiene cierto poder todavía sobre él, evitando que dañe a sus compañeros y a los animales, haciendo que su maldad se concentre en sus enemigos únicamente.
Su voz cambia a una gruesa y seca, con un acento serpentino que hace que las ‘s’ y las ‘z’ suenen más pronunciadas y sus ojos cambian de color a un rojo anaranjado, del color del fuego ardiente.
Imix no es mas que la esencia maligna en su ser, intentando escapar del benevolente cuerpo de Zilu, desencadenando terribles poderes cuando este se despierta.
Por algunos instántes, Zilu e Imix ejercen un control mas o menos estable sobre su cuerpo, haciendo que dos voces y dos personalidades diferentes interactúen entre sí, como si dos personas diferentes habitaran el mismo cuerpo, hasta que alguno de los dos logra dominar y acallar al otro, dependiendo de las circunstancias en las que se encuentra.
Que los Dioses se manifestaban en sueños era un hecho, al jóven Druida se le hacían cada vez mas frecuentes, pero siempre era el mismo sueño, esta noche era diferente.
Las llamas caían del cielo, incinerando todo a su alrededor, como meteoritos, unas imágenes caían y el susurro de una voz delicada se escuchaba a lo lejos mientras pasaban esas imágenes tan conocidas.
-....Ayúdala a escapar de su vida y de sus perseguidores...
-.....Ayúdalo a encontrar su vida y su amor.....
-....Ayúdalo a cumplir su sueño....
-... Ayúdalo a enfrentar su destino....
-....Ayúdalo a no decaer y siempre luchar....
-....Ayúdalo a reencontrarse con su pasado......
-.....Ayudalo a enfrentar sus miedos....
Un gran destello cega al Druida unos instántes y luego una figura en llamas aparece con una espada, era el mismo orco de sus sueños que aparecía repentinamente.
-/....Y no nos dejes caer bajo su espada y su fuego, no subestimes su inteligencia y astucia......
La imágen despierta de su sueño súbitamente a laurel, quién aún podía escuchar un último susurro de la suave voz:
....Los destinos son escabrosos....
¿Sé quienes son o tengo alguna pista de quien pueden ser los cuatro últimos? (supongo que del orco no, pero ¿los otros tres?)