Julia se adelanta unos pasos y comienza a hablar con una mujer que se encuentra de pie cerca de una mesa donde hay otras 2 mujeres sentadas hablando. Se acerca hacia ti con andares rígidos y mirada fría y centrada. A todo ésto, tu "acompañante" (Julia) se ha dirigido acto seguido a la mesa a hablar con las demás.
- Así que tú eres el famoso empleado que ha conseguido obtener el récord de ventas? - se te queda mirando, esperando encontrar alguna reacción de tu parte - Me ha dicho Julia que vienes hoy aquí a demostrar que eres digno de confianza ¿es eso cierto, que pretendes llegar a lo más alto?
Se acaba de beber el resto de lo que contenía la copa y te hace una indicación para que la sigas, se dirige a un pasillo, y de ahí a una puerta - aquí podremos discutir los detalles.
Mi mirada se fija en la mujer que se acerca hacia mi. Respondo a su pregunta con una amplia sonrisa.
— Exacto, ese soy yo, mi nombre es Javier. — Mantengo la sonrisa sin apenas mover un musculo de mi cuerpo. — A eso he venido, no creo que salgas defraudad tras esta noche.
Cuando Kate se encamina hacia la puerta, la sigo sin emitir palabra alguna. Aprovecho que voy detrás de ella y me encuentro fuera de su arco visual para observar su cuerpo y disfrutar de su contoneo mientras camina.
Tras pasar la puerta, accedeis a una pequeña salida de estar, en el centro hay una mesa con 4 sillas y al fondo dos butacas menores orientadas frontalmente, un tanto separadas de la mesa anterior.
- Javier, hay puestos en los que la distancia da mucha libertad y otros en los que hay que mantener un contacto más estrecho - se acomoda en una de las butacas y te invita a que te sientes en la otra. Puedes observar como su vestido no oculta demasiado la ausencia de ropa interior debajo, así como observas con prudencia el descaro que supone que, ahora que está sentada se le ha corrido un poco el vestido, de tal manera que se le ha levantado y puedes ver cómo su vagina está ahí.
- He hablado con las demás, las del consejo y me he decidido por ser yo la que tutele la forma en que trabajas y por ello... Me gustaría conocerte más, saber de ti, descubrir qué puedes aportar. No sé si me entiendes - cruza una pierna sobre la otra mientras comienza la conversación para acabar nuevamente con las dos en paralelo - pero ya habrá tiempo para eso, hoy vamos a disfrutar, te lo has ganado.
Acciona a través de un pequeño mando el hilo musical así como ves descender de una pared una pantalla y desde una esquina un proyector que había pasado desapercibido se acciona mostrando una especie de documental sobre la empresa - no te quedes ahí parado, ven aquí y demuestrame que mereces el ascenso, vamos!
Entro en la sala siguiendo a Kate y me siento en la butaca siguiendo las indicaciones de mi anfitriona. Una vez sentado aprecio que hay poco que observar bajo ese entallado vestido.
— Estoy seguro que no me arrepentiré con la tutora que me ha tocado, estoy encantado de poder demostrarte que puedo aportar. — Mi voz es suave y segura, me siento cómodo en esta conversación. — No os voy a defraudar con vuestra elección.
Tengo la sensación de que los movimientos de piernas no son involuntarios. Esta dispuesta a enseñarme todo lo que tiene para ofrecerme y yo disfruto con las vistas disimuladamente. Me quedo mirando a la pantalla unos segundos, cuando me invita a ganarme el ascenso. Es en ese momento me levanto de la butaca acercándome con paso firme y seguro hacia ella. Aunque mi aptitud es firme me muevo con pies de plomo, no quiero que se disguste antes de empezar. Me sitúo de pie junto a ella a apenas unos centímetros.
— ¿Por donde quieres que empecemos?
No sé si había captado la intención de mis palabras cuando accioné el proyector. El hecho es que yo permanecía sentada cuando él se levantó y se puso a mi altura - creo que sería positivo comenzar por la base ¿no crees? - acto seguido dirigí mis manos a desabrocharle e pantalón y tras tantear la ubicación de su miembro, sacarlo al exterior para contemplarlo - vaya, Javier. Observo que vienes bien preparado - era un miembro poderoso y en crecimiento.
Acerqué mi boca para darle un pequeño beso a modo de caricia para acto seguido introducirlo en mi boca y sorber y láser su cabeza...
Me mantengo en pie junto Kate dejando que recorra todo mi pene con su boca. Entonces agarro su cabeza con las manos y acompaño sus movimientos para que mi miembro entre rítmicamente en su boca.
— Veo que sabes bien lo que haces. Por supuesto que vengo preparado, tras esta noche desearás que este siempre cerca.
El proyector esta encendido y aunque de reojo veo como pasa el vídeo corporativo no estoy prestándole atención. Me encuentro concentrado en como mi nueva tutora utiliza su boca. Mis manos están sobre su cabeza y de forma suave pero firme marcan el ritmo de sus movimientos.
mmmm - me rebelo un poco, apartando sus manos de mi cabeza - sino sabes donde colocar esas manos, quizás necesites algo más de motivación - se levanta y se dirige hasta la puerta, abre un poco la puerta y hace un mínimo gesto como avisando a alguien.
Vuelve a acercarse - quizás sea bueno que te presente a una amiga, ella también está interesada en aprender... - mientras me sirvo una copa de un mesa con bebidas que hay cerca.
Me aproximo lenta a la puerta y antes de cruzar el umbral, adelanto la cabeza mirando a un lado y a otro. Al ver a los allí presentes, sonrio de manera amistosa para unirme a ambos.
-Hola, ¿se puede? -pregunto con tono alegre.
Con unos pasos cortos, adelanto mi cuerpo penetrando en la habitación. Acto seguido, me acerco a mujer y hombre sin variar una cara sonriente y llena de calidez. Era un placer el haber sido invitada, debía ser patente en cada uno de mis gestos.
-Soy Vanessa -digo con igual timbre alegre -Es un placer el conocerte. Y sí, como Kate ha dicho, estoy de lo más interesada en aprender todo lo que queráis enseñarme.
Kate se levanta y me deja allí con el pene húmedo, totalmente erecto y fuera de los pantalones. Ni si quiera hago intención de guardarlo cuando Vanessa entra en la habitación.
— Buenas noches Vanessa, pasa no te quedes en la puerta.
Me subo ligeramente los pantalones para poder acercarme a saludar a la recién llegada sin que la escena sea ridícula. Y le suelto dos sonoros besos agarrándola ligeramente por la cintura para acompañarla junto a Kate.
— Estoy encantado de enseñarte, seguro que tu también tienes muchas cosas que enseñarnos. Digo esto mirándola de arriba a abajo sin disimular en absoluto el repaso completo que hago de su cuerpo.
— Seguro que Kate tendrá algo para tomar que ofrecerte.
Respondo a los besos con un par de los míos solo dejando de sonreír para poder darlos. Ante una presentación de ese tipo había que actuar acorde.
Recupero la cara de diversión de inmediato mientras notaba el pequeño grado de exploración visual al que me veo sometida. Es un tanto halagador el efecto que me produce el reconocimiento sumado a las palabras sobre enseñanza mutua.
Sonrío a Kate tras escucharlas, luego al hombre que la acompaña.
-Espero que todo cuanto yo pueda aportar sea de vuestro agrado -comento a la vez que guiño un ojo pícara.
Me muevo despacio, tomando tiempo innecesario para aproximarme a la mesa en la que están las bebidas... y para que pueda volver a mirarme si así lo desea de nuevo.
-¿Tú no quieres tomar algo también?
Mientras Vanessa se acercaba a la mesa a ponerse una copa, Javier recogió su copa y levantándola le dijo.
— Yo de momento estoy servido.
Disfruto de ver como se sirve una copa y durante unos segundos me olvido que Kate sigue con nosotros. Cuando me percato de su presencia, me giro hacia ella y le digo.
— Es simpática tu amiga. ¿Por donde podemos empezar?
Diciendo esto me acerco a Vanessa a la espera de que Kate me de el visto bueno.
Mantengo mi sonrisa durante todo el tiempo mientras observo a los ojos de Javier a la vez que me preparo un destornillador, una bebida sencilla, sin mucha complicación añadida.
-Como desees -comento con agrado.
La pregunta del hombre coincide con un pequeño juego de mis dedos en el cristal del vaso que contiene la mezcla de vodka y zumo de naranja.
Creo conocer la respuesta que dará Kate, pero me limito a llevar la copa a mis labios para humedecerlos dando un pequeño trago y lograr un efecto brillante en el lápiz de labios que tengo en ellos.
-Por el principio es la mejor forma de empezar... Si eso deseas, claro.
Nuevamente, jugueteo con el vaso a la espera de conocer si ambos estaban de acuerdo conmigo.
Kate se acerca de nuevo hasta la puerta y poco menos que os hace un guiño con el ojo izquierdo para a continuación cerrar la puerta de la habitación.
La privacidad que nos da Kate hace que me concentre completamente en el único acompañante que queda conmigo en la habitación.
Dejo la copa, abandonando el espacio en el que me encontraba hasta el momento, y apoyo mi brazo en la pared.
-Parece que te toca a ti hacerme aprender todo lo que teníais entre manos tú y Kate.
Humedezco mis labios pasando la lengua de una manera rápida, bastante sutil también, y con unos pasos lentos muevo el cuerpo sinuosamente para acercarme hasta situarme enfrente a Javier sin dejar de expresar diversión y alegría en mi rostro. A pesar de la diferencias de altura por mi baja estatura de metro cincuenta y siete, le miro directamente al rostro.
-Pretendo ser una estudiante aplicada en todos los campos.
Mis ojos tratan de contactar con los de él para empezar una comunicación que no necesite palabra hablada.
Cuando entro Vanessa a penas he tenido tiempo para colocarme mi miembro pero ni siquiera he abrochado mi pantalón. Aunque la situación se ha relajado ligeramente nuestra nueva compañía ha conseguido mantener mi atención. Cuando se acerca hacía mi veo la diversión en sus ojos. Kate había empezado y espero que ahora sea Vanessa la que continúe con la tarea. Pongo una mano sobre su hombro y aprieto ligeramente para que se agache.
— Estoy de acuerdo, vamos a empezar por el principio.
Espero que se agache para sacar mi miembro y dejarlo frente a ella. Mientras disfruto de ver como Kate desde la puerta que acaba de cerrar mira disfrutando de aquella escena.
Manteniendo el contacto ocular, me arrodillo ante la mano que me indica así hacerlo situada en mi hombro. Durante el trayecto de bajada, no dejo escapar ni un segundo para examinar la cara de Javier y de esta forma asegurar que su placer sea satisfecho de la manera que él prefiera.
Al tener a escasa distancia la virilidad una vez mi rostro está posicionado como él ha obrado, inspiro para oler el deseo que emana del sexo desnudo. No aparto mis ojos de los suyos todavía, ni digo una sola palabra que rompa el momento.
Con los labios cerrados, doy un beso en la cabeza del pene para romper cualquier hielo que aún existiera. Enseguida, abro mi boca y dejo que la lengua se presente ante el miembro que ha aguardado por mí estos segundos de espera lamiendo lentamente desde la punta a la base.
Paro y sonrió. Sigo mirando a los ojos, igual que he hecho todo el tiempo.
-Es una deliciosa forma de conocernos.
Vuelvo a usar mi lengua exclusivamente para probar el sexo de Javier, poniendo mis manos en la espalda y disfrutando del sabor que siento en mi lengua.
La recién llegada se arrodilla ante Javier con un simple gesto. Recorre con su lengua todos los rincones de su erecto pene saboreando no solo su pene si no la saliva que ha dejado solo unos minutos antes su futura mentora. Tras un tímido contacto que Javier disfruta con atención. Pone sus manos sobre la cabeza de aquella muchacha para acompañar su movimiento e introducir su miembro completo en el Interior de su boca.
— Veo que te gusta y que como decía Kate tienes ganas de aprender.
Durante unos minutos estuvo disfrutando la boca y en especial aquella lengua juguetona. Estaba claro que sabía bien como utilizarla hasta que decidió que era momento de descubrir más cosas de aquella recién llegada.
— Estoy seguro que tienes muchas más cosas para enseñarme. ¿Me equivoco?
Abrí mi boca para acoger el miembro de Javier en ella. Durante el rítmico movimiento que me impone, sigo usando mi lengua para masajear su pene disfrutando de la penetración oral. Incluso, en el momento que llega a mi garganta, con ojos un poco enrojecidos, me esfuerzo para recibir enteramente el sexo y usar la punta de mi lengua en sus testículos. Mi mirada no se separa de la suya mientras dura la felación, una que disfruto realizando.
Todavía de rodillas, usando mi mano para limpiar la comisura de mis labios y degustar el sabor salado que persistía en mi boca, sonrío cuando me pregunta sobre enseñarle más cosas.
-Puedo enseñarte todo lo que tú quieras --digo guiñándole un ojo a la vez que aprovecho para bajar la cremallera de mi vestido.
Expongo mis pechos desnudos, demostrando la falta de sujetador y mi excitación a través de mis pezones endurecidos, mientras vuelvo a sonreír.
Sin demora, acojo el miembro de Javier entre mis senos, iniciando un ritmo con ellos similar al de una masturbación. Aprieto con mis manos para que sienta mayor placer por la presión que trato de ejercer en su virilidad.
-¿Te gusta? -digo con un tono lleno de picardía y una cara enrojecida.