-Es justo lo que pides. Has accedido a mis deseos hasta ahora. Aunque yo creo que menos divertido. Pero de acuerdo.
Se movió y se colocó delante de ti. Te levantó un poco la máscara de piel, lo suficiente para liberar tus ojos y que pudieras observarle.
-¿Satisfecha? No soy un ogro. Creo. El problema ahora es que la visión altera el sentido último de la experiencia. Pero vale para mí si te encuentras más relajada, Evolet. -Sonreía atrevido entre su barba.
No se cómo, se me fue este turno :/
Evolet se mordió el labio. Aquel hombre era demasiado atractivo.
-No eres ningún ogro.
Su mirada pedía deseo, una invitación para poder besarlo. -Estoy más relajada... Supongo que debo darte las gracias. -una sonrisa burlona acaparó su rostro.
Quieres continuar la partida? en ese caso te voy a cambiar de escena porque ésta ha quedado un poco desfasada.