Parecía un anuncio publicitario de la típica web de contactos, pero te percataste de que había algo extraño en él, parpadeando entre imágenes sentiste algo, había una especie de mensaje oculto. A pesar de todo, no le diste importancia y seguiste con tu rutina habitual.
Más tarde, escuchando música volviste a sentir lo mismo, pensaste en lo típico: publicidad subliminal; esto es todo aquel mensaje audiovisual (compuesto por imágenes y sonidos) que se emite por debajo del umbral de percepción consciente y que incita al consumo de un producto.
Movida por la curiosidad recordaste el nombre del anuncio publicitario, y entraste a la web; no había nada interesante, era la típica página de contactos.
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Creíste que se trataba de una compañía más que usaba el matchmaking, aún así, creaste una cuenta. Sin embargo a la hora de validar tu perfil, la página se cerró. Reiniciaste y daba error.
Al poco, te llega un sms a tu teléfono, establecía una hora y una dirección, firmaba "Elite"
Como cada mañana, durante el descanso del café, solía navegar un rato por internet para ver que había de nuevo, me apareció un anuncio publicitario sobre una web de contactos, tan típicas esas webs hoy en día ... nunca había contemplado la idea de hacerme un perfil en una, porque A, no estaba tan necesitada y B, sentía que era todo muy frío ... ya me costaba conectar con la gente, como para encima, hacerlo con gente totalmente desconocida de la que no sabía absolutamente nada, así que sin darle importancia, seguí navegando por otras webs.
Pero por alguna razón, no podía olvidar esa web de contactos, era como ... no sabría decir, diferente, no era como el resto, que normalmente pasaban de largo en mi interés, esa tenía algo que no sabría definir y más tarde, cuando escuché aquella canción, algo me hizo click y sin darme cuenta, dejándome llevar por mi curiosidad, volví a entrar en la web.
- No es nada del otro mundo - me dije a mi misma, como si quisiera convencerme de que mi interés era simplemente producto del aburrimiento.
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- Rápido y sencillo, claro, como si fuera cierto ... veamos - murmuré dándole al botón de crear un perfil, vale, nunca había creado un perfil en una web de esas, pero que lo hiciera no implicaba que fuera a conocer a nadie realmente, ¿como funcionarían? ¿que tipo de frikis había allí metidos?, porque claro, yo ... solo estaba registrándome por curiosidad, nada más.
Al darle a validar, la página se cerro y dio error, suspiré, para una vez que me animaba ... definitivamente, era una señal, esas cosas no eran para mí.
Pero al poco, llegó un mensaje a mi teléfono, una hora y una dirección, ¿era un mensaje de esa web? ¿porqué me suscitaba tanta curiosidad?.
Bloquee el teléfono y lo dejé a un lado, no iba a ir, ¿que clase de persona insensata se presentaba en un sitio solo porque un sms te lo decía?.
Yo.
Al terminar el trabajo pasé por casa a darme una ducha, había decidido ir al sitio, pero solo a verlo desde fuera, si el sitio parecía muy turbio, simplemente tenía que pasar de largo. Pero ... igual era un pub con música buena ... o unas oficinas normales sin nada turbio, ¿como iba a saberlo si no me presentaba?.
No me arreglé en exceso, me solía gustar eso de ser natural.
Por lo general solía vestir con vaqueros y chupa de cuero, con los años había aprendido a cambiar las deportivas por botines y ese aire de "roquerilla" solía mantener alejada a la gente, quizás el look y mi cara de cactus, no era excesivamente habladora y solía ser bastante seca, con un sentido del humor que no todos compartían, ¿que culpa tenía yo si el resto de la gente era demasiado feliz?.
- Aquí estamos - pensé, mirando en mi movil la dirección a donde el gps me había llevado. ¿Donde habría ido a parar finalmente?.
La dirección según el gps se correspondía con un edificio restaurado de cuatro plantas que bien podía haber sido un hotel hace décadas, te sorprendió quizás porque esperabas una cita más al uso, quizás un restaurante o una cafetería, sin embargo aparentemente se trataba de un edificio como otro cualquiera. Cuando accediste al interior, un hombre de gran tamaño te salió al encuentro y te informó que la srta. Parker te esperaba en el cuarto piso, según sales del ascensor por el pasillo de la izquierda al fondo, no tenía pérdida.
El edificio por dentro estaba guardaba totalmente un lujo en el que mezclaba ornamentos antiguos con otros modernos, un parqué de madera en buen estado, así como sillones de piel relucientes, cuadros con marcos dorados y multitud de adornos otorgaban un aspecto elegante, nada que ver con el exterior. El ascensor era antiguo si bien pudiste comprobar que todo su panel era de tecnología puntera. Al llegar a la cuarta planta te sorprendió encontrarte con una planta totalmente moderna, equipada con todo tipo de pantallas digitales. Al fondo según fuiste acercándote, te encontraste con un despacho en el que destaca una mujer morena que te está esperando.
- Adelante, srta. Jones, la estaba esperando. Estaba revisando su perfil, la verdad es que, para una mejor atención siempre procuramos ofrecer a nuestros clientes una atención personalizada.
El edificio era clásico por fuera, pero impresionante por dentro, pero lo que terminó de descolocarme la mente fue el tema de la reunión con aquella mujer que me recibió.
Adelante, srta. Jones, la estaba esperando. Estaba revisando su perfil, la verdad es que, para una mejor atención siempre procuramos ofrecer a nuestros clientes una atención personalizada.
Por un momento dudé, lo que había sido una idea kamikaze, se había convertido en una reunión y aunque mi inseguridad con aquellas cosas me decía que pidiera perdón y me marchara, mi cuerpo entró en el despacho con una extraña sonrisa que yo no estaba controlando, como si actuara por mi.
- Gracias - Comenté mientras hacía un gesto señalando la silla frente al escritorio para preguntar si podía sentarme. Me sentía como en mi primera entrevista de trabajo y no entendía bien el motivo.
- Ohm ... disculpe mi desconcierto pero ... es que al registrarme pensé que había hecho algo mal o que algo salió mal porque de pronto la página dejo de funcionar y ... poco después llegó el mensaje y .. no esperaba estar aquí - traté de explicar el motivo por el que me sentía confusa, aunque no sabía si lo estaba arreglando o no.
Tenía cientos de preguntas pero traté de no soltar ninguna por el momento. Me mordí nerviosa el labio inferior y miré a mi alrededor, curiosa por aquella estancia y aquel lugar en general, pero rápidamente volví a centrar mi atención. - Srta Parker, ¿cierto? - traté de recordar el nombre que me había dado el hombre de la planta baja. - En ... ¿en que consiste realmente este lugar? quiero decir ... la web vi que era una web de citas pero ... disculpe, nunca he estado en una y estoy un poco perdida - me sinceré.
- Srta Jones, la página web a la que accedió es para determinados servicios, cuando usted confeccionó su perfil marcó determinadas características que a través del servicio on line no está previsto ofertarlos, por eso la he citado aquí, se trata de unos rasgos que se han de definir... según una demanda personalizada, ¿me entiende?
- El procedimiento que solemos hacer es realizar al cliente (usted) una serie de pruebas para que vaya validando si son de su gusto, para concretar mejor su búsqueda.
- Tengo aquí el borrador que determinó a través del ordenador, ¿quiere una prueba sin compromiso?
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- Srta Jones, la página web a la que accedió es para determinados servicios, cuando usted confeccionó su perfil marcó determinadas características que a través del servicio on line no está previsto ofertarlos, por eso la he citado aquí, se trata de unos rasgos que se han de definir... según una demanda personalizada, ¿me entiende?
Asentí, pues creía entender por donde iba y eso me hizo sentir un escalofrío, ¿acaso había marcado algo tipo prostitución o alguna cosa ilegal y en velado me lo estaban ofreciendo ahora?. El escalofrío se convirtió en mariposas en el estómago, la curiosidad estaba empezando a apoderarse de mi.
El procedimiento que solemos hacer es realizar al cliente (usted) una serie de pruebas para que vaya validando si son de su gusto, para concretar mejor su búsqueda.
- Entiendo - murmuré, lo cierto es que no creía en el amor como tal, pero una siempre tenía necesidades y ahora, mi cuerpo empezaba a sentir que quería saber que podían ofrecerme. - En cuanto a esa prueba sin compromiso ... si - contesté sin pensar demasiado. Lo cierto es que siempre había sentido que me fallaban muchas cosas con los tíos que quedaba y ... ¿y si ahí era cierto que podían darme justo lo que necesitaba? o lo que no sabía que necesitaba ... eran profesionales de ello, ¿no?.
- Pero ... tengo una duda - tragó saliva y miró a la mujer - Todo esto es ... legal, ¿verdad?, quiero decir, todo tiene una pinta maravillosa pero no quiero meterme en problemas porque alguno de los servicios que ofrezcan ... o las pruebas ... ¿puedo retirarme en cualquier momento si veo que algo no es de mi agrado? - salvo ese miedo, estaba deseando probar que podían ofrecerme.
Aquella alusión me descolocó un poco - ¿legal? Claro que sí, nadie va a infringir ningún delito, todo será consensuado. La prueba se ceñirá a los estándares habituales - repasé con la vista el borrador, por si se me hubiera escapado algún detalle, pero no vi nada raro en aquella selección que el cliente había determinado - tan sólo un detalle, no ha marcado el número de personas con las que quiere llevar a cabo la prueba: prefiere un hombre, una mujer, dos, transgénero ¿?
- La empresa cubre todos los requisitos legales para prestar sus servicios, no se preocupe por ese extremo, srta Jones, sabemos hacer nuestro trabajo.
Extraigo del cajón una serie de documentos - tiene que firmar aquí para que quede registrada su aceptación. Por supuesto, en ningún momento se la obligará a hacer algo que usted no quiera - la estadística decía que siempre había al menos un 1% de personas que creaban problemas, por el momento no había sucedido y esperaba que siguiera así.
Mi cuerpo se relajó notablemente al escuchar que era completamente legal. Lo suponía, pero nunca está de más asegurarse.
Sonreí suavemente, empezando a sentir verdadera curiosidad por todo aquello.
- ¿Número de personas? - pregunté sorprendida - Pues ... una, supongo - tragué saliva, nunca había pensado en las opciones "multi-amorosas" o "multi-sexuales", a pesar de no creer en el amor, como tal, era una persona ... con cierto aire tradicional y que creía que había cosas que era mejor de dos en dos, aunque nunca se sabía. - Por el momento una - aseguré con cierta confusión - Hombre - completé.
Tenía que admitir que en más de una ocasión había admirado a alguna mujer, incluso fantaseado con ella, pero de ahí a dar el paso ... quizás aún no estaba preparada. Tenía claro que me gustaban los hombres, sobre todo los hombres con barba ... y con el plus de la edad mejoraban, pero nunca me había planteado nada realmente con una mujer.
Firmé el papel que la mujer me tendía y me alegró saber que no tendría que hacer nada que no quisiera, aunque claro, era obvio ... ahí yo era el cliente, ¿verdad?.
- ¿Cuando podría empezar? lo cierto es que ... ha conseguido despertar toda mi curiosidad - admití casi con verguenza, quería saber de que iba eso y que podía sentir con todo aquella misteriosa proposición.
- Esa es la actitud srta. Jones, esa es la actitud - el deseo siempre facilitaba los trámites. Tecleo una serie de datos, descolgó el teléfono - está lista - volvió a apurar una serie de datos en el ordenador para acabar plegándolo y cerrando la sesión - Bien, ya está, su cita está en camino. Le apetece mientras tanto recibir un masaje, es obsequio de la compañía.
Parker, avisa por medio del interfono a la secretaria que se acerca al despacho y te pide que la acompañes. Salís al pasillo, avanzáis por éste unos cuantos metros, hasta una sala mucho más espartana, allí se detiene frente a una puerta, la abre y puedes ver una ducha bastante amplia con sus mamparas trasparentes, al lado hay otra puerta - le recomiendo una ducha, luego cuando esté lista, pase con una toalla a través de esa puerta, seguramente ya esté el masajista esperándola.
Con tu mensaje/respuesta daríamos por terminada la introducción
Sonreí y asintí ante el tema del masaje, en esa empresa parecían ser de lo más atentos y después de un largo día de trabajo, no me podía negar a un masaje. - Claro, muchas gracias - sonreí agradecida. - Un placer - dije antes de despedirme.
Tal y como me indicaron, tomé una ducha intentando no mojarme el pelo. Noté como el agua caliente iba relajando mi cuerpo y cuando terminé, que no fue mucho lo que tardé, me envolví en una toalla y llamé a la puerta por la que me indicaron. Empezaba a disfrutar de mi estancia en esa compañía, más de lo que quería admitir.