Partida Rol por web

 TEMPLO DE LAZHANDER

VESPERO   954 Habitantes.

Templo de Lazhander , habitación de Alasa

Mediodia

Una criatura de belleza casi inhumana, de aspecto frágil y delicadas formas que se dejaban ver alli donde las sabanas no cubrían su desnudo cuerpo, reposaba sobre una cama de blancas y relucientes sábanas a juego con el resto de la habitación en la que se encontraba. Los amplios ventanales permitían que los rayos de sol penetrasen en la misma iluminándola casi durante todo el dia. . El único desorden que había en la pequeña habitación de formas cuadradas era las ropas y el equipo de la mujer que yacía desperdigado por toda la misma.

Alasa había regresado del Gran pantano hacía apenas unas horas, había  estado fuera casi una semana, aunque la misma le había parecido un año entero.  Aunque hacía pocos años que estaba en Cormyr a ella le era evidente el deterioro que había sufrido el reino. En estos dos últimos años parecía que las desgracias se habían cebado con el mismo, y ella había comenzado a barajar la posibilidad de que hubiera una mano negra detrás de tantos acontecimientos oscuros y nefastos.

La gota que había colmado el vaso había empezado con la ceremonia de acción de gracias por el nacimiento del hijo de los Wyrmith, una de las familias nobles de Suzail. La habían llamado  como una de las representantes de la iglesia de lazhander en la ceremonia, la cual iba a realizarse en el templo de Tymora  de suzail,  como reconocimiento a los Wyrmith por sus constantes desvelos hacia  la iglesia y hacia el reino durante toda su existencia. Cuando la ceremonia estaba alcanzando su cenit el pequeño bebe que sostenía en  brazos el alto clero de la iglesia de Tymora,  se transformó en una horrible criatura de piel negra, cortos y retorcidos miembros que había atacado a alto clero produciéndole una fea herida que casi le deja sin su mano derecha. La aventura había revelado pistas que señalaban un complot para minar el poder del reino desde su mismo corazón. Aunque las pistas no fueron suficientes para desvelar a  los culpables de la conspiración al menos pudieron dar con la criatura responsable de la profanación de la ceremonia y de lo que en un principio se creyó que era una maldición sobre el primogénito de los Wyrmith, y que al final resulto que el verdadero niño lo tenía esa criatura que Alasa nunca había visto en ninguno de sus viajes, la misma, a pesar de tener aspecto humanóide sus rasgos insectoides  junto con lo que parecía ser un cruce de dragón la hacía única. La criatura resulto ser un poderoso no muerto de inusual inteligencia y malevolencia que acabo con casi todo el grupo, siendo solo Alasa y Grunter los únicos supervivientes de semejante encuentro .

Ahora tumbada en su cama se sentía turbada por la perdida de sus amigos con los que con algunos de ellos había llegado a compartir tantas cosas.

Alasa se pregunto que mas le repararía el destino, últimamente había visto demasiadas desgracias, la muerte de Azoun IV, los ejércitos de trasgos, y orcos que cada vez amenazaban con mas atrevimiento y vehemencia las tierras circundantes, asi como la aparición de extrañas criaturas y el aumento de esos asquerosos no muertos que cada dia que pasaba parecía ir en aumento y por si fuera poco ahora parecía que una conspiración se cernía sobre Cormyr.

Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos y la devolvieron a  la realidad

Alasa cubrió su cuerpo con una sábana gruesa, ocultando sobre todo su costado izquierdo, donde estaba aquella horrible marca. No se avergonzaba de mostrarse desnuda, aunque solía taparse por corrección política. Pero su negra marca era otra cosa, no le gustaba, ni le gustaba mostrarla.

- Adelante.

Una tímida figura de aspecto aniñado se asomo por la puerta, vestía las ropas de novicio. cuando se percato de la presencia de  Alasa tapada solo con la sabana un rubor cubrió sus mejillas

Pe..perdone - tartumedeó Isthen me envía a informaros de que desea veros

- Dile que bajaré en diez minutos, en cuanto me haya enfundado la armadura.

Alasa esperó a que el chico saliese para comenzar a vestirse, y después a equiparse. Tenía una sonrisa en el rostro por la mirada azorada del muchacho. Alasa adoraba el placer, y al contrario que muchos otros clérigos del bien no veía nada dañino en ello, los dioses del bien eran dioses de luz y alegría, y el placer era una mezcla de ambas cosas. Algunas veces había luchado por ello, y algunos de sus puntos de vista habían ido calando entre los dirigentes encargados de la educación de los jóvenes, pero las inercias eran complejas y llevaría mucho tiempo cambiarlas. Tiempo del que ella no disponía, en medio de todas las luchas contra lo que parecía el advenimiento de una nueva época oscura como Comyr no había conocido en siglos.

Todavía perdió unos minutos más de los debidos en dar lustre a su armadura y a su escudo, y vio con satisfacción que, una vez más, su capa eliminaba por sí misma la suciedad de las batallas.

Cuando bajó, tenía el mismo aspecto de diosa guerrera que solía tener, con esa especie de luz interior que parecía emanar de todos los poros de su cuerpo. "O de casi todos", se corrigió, pensando en la parte que parecía muerta.

Cuando Alasa entró en el despacho de Isten, le vió preocupado. Hija, se que acabas de llegar, pero ha llegado un mensaje urgente de petición de ayuda.  Ha aparecido un antiguo libro, en el que se da a conocer  una antigua profecía -Parecía nervioso, se levanto de su butaca y camino unos pasos hacia Alasa, y le cogio ambas manos entre las suyas - La hora del juicio ha llegado, y si no hacemos algo todo lo que conocemos desaparecera.  Sera mejor que te sientes, he de contarte una historia y no es algo agradable.

El libro fué escrito de puño y letra por Acerack, se que es posible que no te suene  el nombre. No se sabe mucho acerca de el,  ya que el tiempo ha dado buena cuenta de su infancia, lo poco que se sabe es que su padre no era humano, que engendro en una  humana a un ser que cuando nació, pese a tener aspecto humano, habían detalles en el que hacían ver su ascendencia no humana. Denoto una habilidad innata para la magia, pese a su naturaleza maligna el nniño parecía tener buen corazón, pero ya sabes lo cruel que puede ser la gente.

Lo trataron como a un bicho raro por esas pequeñas diferencias que había hererado de su madre, una noche, unos soldados medio borachos abusaron y mataron a su madre, desde ese momento, el temperamento del niño cambió, su maldad no se podía medir en ninguna escala conocida, mato a todos los habitantes del pueblo   por lo que le hicieron a su madre. A partir de ese momento no se sabe mucho de el, salvo que su reino de terror no conoció limites. Ciudades e imperios enteros fueron subyugados bajo su manto de terror.  Lo ultimo que se sabe, es que para burlar a la muerte e incrementar sus poderes,  se convirtió en una criatura no muerta. Desde entonces muchos son los aventureros que han ido a su tumba en busca de riquezas, pero muy pocos son los que han podido volver, y aún menos  los que lo han conseguido sin ninguna secuela permanente

- Nadie de buen corazón asesina a inocentes por muy dolido que esté. Sospecho que el asesinato de su madre sólo dio salida al verdadero ser que se ocultaba dentro de esa criatura. Podría entender que asesinase a los soldados, pero no a todo el pueblo. Yo misma perdí a toda mi familia, a toda mi aldea, y buena parte de mi vida, y mi reacción no ha sido masacrar a cualquier inocente que se me cruce por delante. De todos modos Acerak es alguien del pasado, de hace muchos siglos, si sigue vivo, o muerto viviente, ha de ser alguien de un enorme poder, cercano al de algún dios menor, y seguramente se oculte en otros planos...

El problema es que se ha encontrado a un grupo de gente horriblemente despedazado. Me han dicho que cuando los encontraron la escena recordaba mas a un matadero que a cualquier otra cosa que hubiesen visto hasta la fecha. Los cuerpos fueron encontrados por un grupo de elfos en Myr Drannor. Semejante escena no hubiera alertado a tanta gente y mas siendo Myr Drannor donde fueron encontrados, de no ser por que fueron encontrados en el montículo que actualmente es el cuerpo de Moander, pero lo peor de todo es que se había movido, el montículo ya no esta en el mismo lugar. Isten miro a Alsa directamente a los ojos Para unos pocos este acontecimiento no fue algo nuevo. Isten solto las manos de alsa, y rodeando la mesa se sento y empezo a rebuscar entre los papeles que habían en uno de los cajones de su mesa. Saco un pergamino esta es la traducción que yo mismo he hecho del original- dijo tendiéndole el pergamino.

Cuando el señor bajo la montaña pierda su reino
y el dragón de escamas púrpuras yazca en el frio suelo
 Myr Drannor vera alzarse al dios muerto y
Los doce dejarán de bailar, el mundo les vera de nuevo
entonces aquel cuyo nombre teme ser nombrado
saldrá de la Guardia oscura y su reino
durara hasta el fin de los tiempos
hasta los mismos dioses le temerán
su poder no conocerá límites y
no habrá lugar donde puedas guarecerte

¿ Lo ves? Las señales se están cumpliendo

- Veamos... Cuando el señor bajo la montaña pierda su reino. ¿Qué sabemos del reino de los enanos? ¿Hay noticias sobre ellos? Escuché rumores de que su rey no estaba en la corte. Cuando el dragón de escamas púrpuras yazca en el suelo... Sólo sé de un dragón púrpura, nuestro viejo Thauglorimorgorus, de quien se ignora si sigue vivo o muerto. Todo lo demás encaja con Acerak, salvo que no sé quienes son los doce. La profecía habla de un reino eterno de un Liche convertido en Dios, pues los mismos dioses temerán su poder... Realmente las cosas no pueden ser más sombrías. Hace tiempo que temía que algo terrible se nos venía encima, pero no pensé que lo fuese tanto.

Alasa meditó un momento.

- Hay una cosa que creo que no sabes maestro. Llevo toda mi vida esperando ésto.

Alasa salió un momento y al cabo de un momento volvió con un grueso tomo de historia.

- Muy poco he podido saber sobre Acerak, pero hay una imagen que se asocia a él, ésta:

Alasa mostró una ilustración.

- Es de lo poquísimo que he visto asociado a ese nombre.

Alasa se quitó con calma el peto de su armadura, y subió sus ropajes, mostrando su negra marca del costado. Negra mate y sin formas.

- Ahora observa mi marca de éste modo.

De la palma de la mano de Alasa surgió una luz poderosa, casi cegadora, que situó bajo un cierto ángulo.

- Observa, y dime qué ves.

- Si observas bien, con tanta luz aparecen unas leves marcas de contorno, la imagen que muestran es la misma. Lo que quiera que mató a toda mi aldea, o era el mismo Acerak, o actuó en su nombre. Llevo una marca desde entonces, o los dioses de la luz me salvaron para enfrentarme a esta misión y cerrar el círculo de mi vida. O el mismo Acerak me marcó para que cuando me enfrentase a él tuviese algo con lo que controlar mi voluntad. Ignoro a quien le debo seguir con vida, pero sé que debo enfrentarme a él. O al menos hace mucho que lo creo, de algún modo llevo toda mi vida preparándome para ésto...

Parece que todos los signos convergen hacia el mismo lugar, no te voy a negar que estoy preocupado, desde un tiempo a esta parte parece que todo son problemas, y si bien hasta ahora me había negado a admitirlo. Ahora no me queda mas remedio que admitir que mis perores presagios se están haciendo realidad.
Imaginate cuando Alessea y el consejo me informaron queMoander, el señor de la podredumbre, la corrupción y la degeneración, aquel  que había sido adorado por una serie de cultos desde antes del ascenso de Netheril. Sabía que  los dioses muertos y olvidados pueden tener el sueño ligero, pero pensé que cuando Alias, Drangonbait  y su grupo acabaron con el, pensé que no volveríamos  a saber de el. Me acuerdo cuando Akabar observaba en el atrora Mist y ene l infladísimo Moander, henchido de poder como estaba . El dios de las temible squijadas había duplicado una vez mas su poder y atenazando al dragon rojo. Las dos moles se bamboleaban en el aire , no lograba a entender por que no se precipitaban a tierra, las alas de la hembra estaban tan enmarañadas que no podía volar y las llamaradas de propulsión que expelía la divinidad se habían evaporado.
En torno a los colosos el aire oscilaba en vibraciones similares a las que provoca el calor en las arenas del desierto. Debajo de los desgajados jirones de la carcasa del dios, que su oponente había desgarrado con rotundos zarpazos, no había sino vacuidades. La hediondez de ciénaga que el turm había captado desde el lomo del reptil se infiltraba también ahora en sus fosas nasales. En el flanco de Moander se abrió una nueva bocaza, tan horrible como la primera y armada con otra dentadura de arces. Tanto se separaron los maxilares, que la criatura parecía una almeja desmesurada.

Al enfrentarse a este nuevo despliegue de fauces, Mist se revolvió como una fiera salvaje. Era un ente privilegiado, uno de los más poderosos de su raza, y estaba ayudado por la hechicería del nativo de Turmish, mas, mientras que el enemigo no estaba compuesto sino de unos maxilares, él era de carne y hueso. Entonces recordó su fuego y lanzó por su hocico y sus ollares sanguinolentos una larga bocanada ígnea dentro de la boca del dios. Súbitamente, Akabar comprendió, horrorizado, lo que significaban los vahos pantanosos, el tamaño inmenso pero hueco del dios, y su control de la ingravidez. Entornó los párpados y dio la espalda a la refriega. Una pequeña estrella explotó en el cielo de Westgate. La concha de Moander, el Oscurantista, y la curvada figura del dragón se redujeron a negras cenizas al consumirles el potente resplandor. Las escamas de la hembra, especialmente resistentes al fuego, se desintegraron en ascuas, sus tejidos corporales se tornaron translúcidos y su esqueleto se hizo visible a los infortunados testigos de su ocaso.

Un retumbo atronador sacudió la planicie, y los tres aventureros perdieron pie. Ruskettle quedó tendida de bruces en el fango, con los dedos en sus oídos a fin de taponarlos. El mago cayó de su peñasco.

Cuando  volvimos  a alzar los ojos, la estrella se había apagado, sin dejar más huella de su presencia que los despojos del dios Moander consumidos por el fuego. El cuerpo ennegrecido que un día había albergado el espíritu de Mistinarperadnacles Hai Draco se precipitaba a tierra. Si Moander era de veras un ser divino, tan sólo habían derrotado a su encarnación terrenal y, en algún lugar remoto, más allá de los confines de la realidad, todavía vivía. De dar con una fórmula que le permitiera regresar a los Reinos, era indudable que nosotros  encabezaríamos la lista de adversarios a los que ajustar las cuentas.-Isten casi temblaba mientras hablaba,  habiendo interrumpido su explicación sobre Alessea para contarle esa vieja historia.

Alessea y el consejo de elfos me han dicho que por culpa de un humano M¿ Te das cuenta de lo que significa esto…..

- Me doy de cuenta de que todo apunta hacia el mismo sitio. Acerak, el liche, podría llegar a dominar la tierra. Ya también sé que soy de las personas más poderosas en todos los reinos para luchar contra no-muertos. Así que dime, simplemente, hacia donde debo ir...