Partida Rol por web

Donde empezar a contar la historia de este humano?
Creo que no contaré donde nació ni sus padres ni nada de ello. Empezaré en el punto en el que su estudio sobre la nigromancia ya lo había elevados a niveles de locura.
Zizel, estudió a los muertos de tal manera que buscó conocer sus debilidades y sus poderes, a muchos de ellos los hizo suyos, comenzó a creer que ellos eran tan poderosos que él quería ser uno de ellos, pero cómo.
Buscó durante mucho tiempo hasta que la decisión era clara, un vampiro, sería un vampiro. Como? Bueno, eso no lo sabía, confiaba en encontrar uno, alguien que lo guíe en como debería hacer para serlo.
Lamentablemente tubo éxito, encontró a uno, pero las cosas no salieron como el humano lo había pensado. Este vampiro de nombre Kridu, fue su amo, lo hizo su esclavo, lo moldeó como quiso, Zizel se volvió su arma muerta viviente.
Por supuesto los poderes de Zizel eran grandes, al abrazar la muerto, o más bien al ella haberlo abrazado sus poderes crecieron, pero era un esclavo, de más está decir que esto él no lo sabía, Kridu era su amo y a quien más veneraba en esta tierra, sus creencias fueron dejadas atrás, los rezos a los dioses también fueron olvidados.
Pero algo, una sutileza pasó, Kridu era un poderoso mago evocador, el cual para ampliar su poder había derrotado a muchos de sus especie y robado todos sus conocimientos, sus cosas… Pero entre ellas un curioso objeto, bueno, no del todo, pero que entre un botín se escondía dentro de un cofre.
Estas cosas eran algo que ya había delegado a su esclavo Zizel, cosas que él cumplía al pie de la letra, él se encargaba en identificar los objetos con un monóculo que su amo le había dado, pero al abrir el cofre algo pasó, algo más allá del veneno en la aguja-trampa que no le hacía más que cosquillas.
Dentro había unos grilletes de antimagia, por desgracia para Kridu, estaban cerrados en torno a dos manos, vaya a saber de quien, pero el efecto no se hizo esperar, un campo rodeo a Zizel y su mente se aclaró por completo, vio sus manos muertas tocando aquello y recordó, recordó cada una de las cosas que había hecho, lo que había logrado, pero a que costo, el costo de su libertad.
Su amo dormía, o como a su tipo le gusta decir, descansaba en su ataúd, la solución era simple, matarlo y ser libre.
Tomó aquellos grilletes, y una estaca, si, sabía como matar a los de su tipo, había matado ya a muchos que lo enfrentaban con esas armas.
Fue rápido, se tomó solo un instante en ver el rostro de Kridu, hasta que clavó la estaca en su corazón utilizando sólo sus manos.
Se tomó un tiempo en asimilarlo todo, y luego analizar aquellas manos, apenas si había visto un anillo en ellas, un nombre Agüilda.
El poder de Zizel a esta altura era grande, acabó con todos sus compañeros vampiros, no dejó rastros de la existencia de la fortaleza de Kridu, como intentando borrarlo todo.
Luego algo que hacer, quien era esa mujer?
Buscarla sólo por la noche era difícil, pero no imposible para un mago de su nivel.
Viajó por muchos lugares hasta llegar a Ginea, supuesto hogar de ella, al menos sus adivinaciones lo habían echo llegar hasta ese lugar.
Durante la noche recorrió la metrópolis, hasta lograr que alguien le dijera:
- Ah si, la hija de la bruja –
- Que bruja, cómo?
- Sí la bruja que desapareció bajo las nieblas luego de matar quien sabe cuantas personas, eso fue hace tiempo, pero recuerdo que la gente de esta ciudad había quemado a su hija.
- Donde? Donde está? Como?
- Mira extraño, no se ni donde está ni donde se fue, pero los cuerpos muertos ese día fueron enterrados en el cementerio, incluso el de su hija.
No había que saber más, Zizel se dirigió al cementerio.
Allí, encontró la tumba, donde se arrodilló, rezó a los dioses pero sus plegarias no fueron escuchadas, pasó toda la noche, casi había olvidado que el sol estaba por llegar. Dudó, morir… dejarlo avanzar… Dejó las manos de la niña en el suelo de la tumba.
- Quien eres – Escuchó una voz
- Yo… Zizel – Dijo temeroso y dándose la vuelta.
Una mujer de largo pelo negro y vestido de ceda al cuerpo dejando ver una hermosa figura estaba parada detrás de él, no la había escuchado, raro para sus increíbles sentidos.
La mujer dejó ver sus grandes ojos azules y le dijo al vampiro.
- Has traído las manos de mi hija, pídeme lo que sea –
- Quiero vivir!!! – Dijo, con un atisbo de esperanza aunque sin entender que pasaba.
- Que así sea, que camines entre los vivos nuevamente, hasta que por una vez más decidas volver a tu camino.
El sol iluminó todo, los ojos de Zizel apenas podían ver cuando por fin se acostumbraron a la luz que hacía tiempo no veía, cuando esto pasó la mujer no estaba.
Se levantó tomando un puñado de tierra y pensó hoy vivo nuevamente, haré de mi destino alguien más allá de los dioses que me abandonaron a mi suerte, seré el mago más poderoso en esta tierra y me elevaré con la magia por encima de la divinidad.
En ese momento olvidó las palabras de la mujer, había mucho por vivir ahora…

Aguas Profundas, La Bailarina de jade

Zizel no recordaba exactamente por que había decidido venir a aguas profundas, pero a medida que sus pasos le guiaban hacia el norte de la calle de los posos en el barrio de las gemelas, una tímida sonrisa se dibujo en su rostro, una vez en la plaza de la danza

ahí la vió, tenía exactamente el aspecto de siempre un almacén al que se le había añadido una fachada excelente, ya antes de entrar le llego el ruido del local, y cuando lo hizo observo a algunos de los ricos agundinos que habían acudido al local para estar a la última moda. Sus finos sentidos le permitieron  ver y olor el creciente entusiasmo que reinaba en el local, de hecho le pareció que había mas gente de la habitual, la mayoría de los jóvenes portaban armas de descomunal tamaño, Zizel se dijo a si mismo que de saber usarlas mas de una noche la plaza se habría teñido de sangre. En el elevado escenario central, Un grupo de bailarinas estaban actuando, mientras que subidos a una tribuna sujeta al techo con cadenas los músicos achicaban al público con su maravillosa música, bajo la creciente admiración del público

Al observar a los acompañantes y clientes recordó el gracioso incidente que se produjo en una de sus primeras visitas al local.  La Bailarina tiene contratada una compañía de acompañantes expertos que vestidos como clientes normales, se mezclan entre los mismos, asi que una vez se acerco a una Chica de tez morena y enormes ojos rasgados que vestía como si de una princesa se tratase, llevaba bastante rato fijándose en su sensual manera de moverse, asi que decidió acercarse  e invertir sus ultimas monedas en ella, quedo sorprendido cuando la reacción de ella fue la de soltarle un sonoro bofetón. Ahora le parecía facil observaba y les reconoció fácilmente por las llaves de las habitaciones que llevaban colgadas del cuello. Pero no era a ellas o ellos a quien Zizel buscaba, si no a Cazhalishera, la hermosa, carismatica y sensual propietaria del local

Zizel miró a su alrededor y no pudo más que dar las gracias por estar en ese lugar.
Tantas personas, un mundo lleno de vida, mundo en el cual ahora él era parte.

Jajajaja…

Lanzó una carcajada al aire, quizás alguno habrá volteado y sorprendido al ver esta reacción aparentemente sin sentido, pero nada más.
Observó el espectáculo, la danza, la música, todo era fascinante, la vida le maravillaba.
Pero el mago no vivió tantos años y aprendió todo lo que sabe sin ser precavido, sus poderes eran grandes, lo sabía, pero también sabía que muchos conocían de él, así que en una multitud tal podría haber enemigos.
Si, nunca bajaba los brazos, desde bajo de su capa algún ojo asomaba de vez en cuando mirando en una dirección, nada parecía perdérsele.

Los ángeles ven más allá de los mortales.

Movió un momento las manos, puso sus manos juntas, con sus palmas apuntando a su cara, las levantó y llevó a sus ojos cubiertos por unos lentes de color amarillo, en ese momento las separó suavemente y sus ojos brillaron con un leve destello imperceptible para todos debajo de aquellos lentes y de su sombrero de ala que hacía tono con sus ropas.
Luego continuó moviendo sus manos al compás de la música como si de un director de orquesta se tratare, parecía sentir cada una de aquellas notas en su cuerpo.

Siento, siento como la música teje una nueva aventura, algo se gesta, algo grande.
No me perderé detalle.

Luego inhaló profundamente.

Hasta el aire está lleno de cosas maravillosas, los dioses por supuesto están lejos de todo esto, la magia de aquellos que habitan esta tierra es la que lo domina todo.
Algún día…

En ese momento no movió mas sus manos y se centró en lo demás…

Kricco se mantenía escondido dentro de una bolsa que Zizel lleva en su cintura.
El familiar esta acostumbrado a viajar de esa forma.
Aunque por supuesto, de vez en cuando asomaba su cabeza porque le interesaba ver que pasaba por sus propios ojos, momento en el cual el mago cerraba su capa.

Te siento feliz Zizel, eso me llena de alegría a mí también.

Aquellos dos ya hacía mucho tiempo que habían dejado de ser dos criaturas diferentes para ser sólo uno.

No la veía,  asi que recurriendo a su poder arcano incremento su capacidad de observación para poder dar con su amiga. Después de darse cuenta de que ahí no estaba. Mientras subía la escalera de caracol la vió hablando con uno de los nobles de la ciudad, Zizel creía que ella no le había visto asi que mientras avanzó dubitativo hacia los dos, pensándose si debía o no intervenir, Cazhalishera se despidió del noble que la acompañaba y se acerco a el.
No se si debo hablar contigo, los tipos mezquinos y malvados no van conmigo- dijo con una sonrisa coqueta. De forma temerosa se acerco a el y sin dejarle decir nada, le beso de forma suave y delicada, casi sin saborear los labios de el, se aparto  mientras posaba una mano sobre el pecho de el, le volvió a besar, esta vez de forma prolongada, mientras la lengua de ella  buscaba juguetona la de el, quizás un contacto mas intimo. Cuando Zizel ya empezaba a excitarse ella se separo de el.
-Hemos de hablar en privado ha venido alguien de Harp y que parecía estar buscándote se llamaba Cazhalandra Paloemar, parece conocerte bien, ya que sabe que yo te puedo localizar.

Zizel observo a la  mujer que estaba sentada en una mesa no demasiado lejos del escenario- Según parece es una Clérigo de Lazhander  y se la veía bastante preocupada.  Zizel dejo que la joven clérigo esperase un poco mas, y aprovecho para estar un rato con Cazha, luego bajo a hablar con la chica.
Me llamo Cazhalandra Paloemar, soy la clérigo encargada del templo del señor de la mañana que hay en el humilde pueblo de Harp,  veras era la encargada de la custodia de La Sangre de Lathander,  una resplandeciente pieza de ámbar que contiene unos restos de la sangre del Dios. Hace poco alguien entró en nuestro humilde templo, como comprenderéis  la seguridad no era muy alta ¿Quien se podía imaginar que alguien cometería tal sacrilegio?  Necesito que me ayudéis, por favor, os pagare lo que me pidáis, si cae en malas manos no se que  podría pasar.  El rostro de la mujer se lleno de lagrimas de frustración, dolor y perdida.
Zizel acepto, quizás asi pudiera pagar en parte el mal que había llegado a cometer. Se pregunto si sería el destino el que le daba esta posibilidad de redimirse. Acepto desde ese momento  las cosas fueron genialmente bien, Cazhalandra, unos pocos clérigos mas del señor del alba, asi como algunos aventureros acompañaron a Zizel en la búsqueda de La Sangre.
Resulto que los culpables eran los seguidores de un antiguo dios de la podredumbre, la corrupción y la degeneración que se había desvanecido de los Reinos en más de una ocasión. El Oscurantista era un cruel y miserable tirano que disfrutaba atormentando a seres inferiores y haciéndoles destruir aquello que les era más querido. Según pudo averiguar por las investigaciones y encontronazos en los que se vieron envueltos,  Moander mentía a menudo, especialmente cuando tales mentiras causarían un gran impacto emocional en sus victimas. El Oscurantista buscaba controlar todos los aspectos de la vida de sus adoradores, viéndoles como meras marionetas. Buscaba corromper y destruir a todo aquel que no le rindiera pleitesía. Cuanto mas conocía a ese ser mas ganas tenía de recuperar La sangre.  Según le dijo Cazhalandra una de las actuaciones más importantes de Moander fue la corrupción de Tyche, sus acciones provocaron que la deidad desapareciera, dividiéndose en dos nuevas deidades: Tymora y Beshaba.
Por suerte,  ahora esta muerto, destruido o al menos su encarnación en los reinos,  ya que siendo una Deidad su esencia sigue viva.  Moander fue liberado sin conocimiento por su parte por la mercenaria Alias y sus compañeros a través de las manipulaciones del Culto de Moander, que todavía buscaba restaurar al Oscurantista en los Reinos. La presencia física de Moander en los Reinos fue posteriormente destruida en una batalla sobre Myth Drannor y Puerta del Oeste por Alias y sus aliados, con la ayuda de la dragona roja Mistinarperadnacles Hai Draco, también conocida como "Mist". La destrucción provocada por la Abominación antes de su eliminación fue la causa de la creación de la Carretera de Moander en Cormanthor, el bosque élfico.
encontraron la sangre justo a tiempo,  los malvados seguidores de Moander estaban a punto de  destruir La Sangre. Una vez recuperada, Paloemar le confeso que La Sangre era el único medio de destruirle para siempre, y que por eso seguramente la habían robado.
Acabemos con el mal para siempre –Te dijo. Asi que ni cortos, ni perezosos os dirigisteis al lugar donde yacían sus restos. El viaje fue peligroso y en el perdieron a casi todo el grupo, una vez allí vio la impotencia reflejada en el rostro de ella. No voy a poder hacerlo sola,  vas a tener que realizar el ritual mientras yo por mi parte invoco el poder de La Sangre para poder acabar con el.  Ella se saco un libro arcano en el que había escrito un antiguo ritual y asi entre los dos empezaron a entonar las antiguas palabras.  A medida que las palabras iban siendo nombradas La sangre dentro de la joya empezó a brillar, y Zizel pudo sentir el poder que en ella se canalizaba, entonces en el punto álgido ella lanzo la piedra contra los restos del Dios. Los dos estaban desfallecidos y extenuados a causa del ritual, paloemar parecía paralizada mirando el cuerpo inerte. Fue en ese momento cuando pensó que la vista le estaba jugando una mala pasada ¿ se había movido? No podía ser .

Jajajaja… Aaaaaaaaaaaaaajajajajaja!!!
Rió Zizel en tono muy alto y con un tinte de locura.
Hemos… hemos… despertado al dios…
Cazhalandra Como puedes ser tan idiota o tan inteligente, eso no lo puedo definir ahora.
Zizel desde el suelo se arrastraba mientras hablaba.
Moander, Oscurantista, o como quieran llamarte, bienvenido. Bueno… una vez más.
Los dioses son tan raros, buscandonos continuamente como marionetas forjadoras de su historia.
La Sangre de Lathander, Señor del Alba no creo que tu sangre halla buscado esto, como me he visto inmerso en todo esto?
No lo lo se… Al menos tampoco puedo decirlo ahora.
El mago buscó entre su bolsa, de allí extrajo un dedo de zombi, si del dios de la podredumbre se trata, no me quedaré sin enfrentarlo con sus armas.
Zizel resopló, como si fuera su último aliento, momento en el cual utilizó su magia.

Allí se levantó.
Ahí fue cuando miró el cuerpo de la mujer clérigo, acomodó sus lentes y sonrió.
Hace unos días sentí que algo estaba sucediendo, lo que si no había podido determinar es que yo actuara tan directamente.

Como podía ser que me había metido en un problema de dioses.
En algún momento los enfrentaría pero no era ahora.
Cazhalishera… quisiera estar de nuevo ahí, hay cosas que me atan al mundo de los mortales, sin duda tu eres una de ellas.
Se que la paz está lejos mío y que tal vez nunca la alcance totalmente, pero al menos un tiempo. Esta bien y ahora esto.
Luchar… a lo mejor es todo a lo que he venido a hacer en este mundo.
No, seré tan poderoso que haré que las cosas sean como yo quiero, si debo cambiar al mundo completamente lo haré, torceré a los mismos dioses, cambiaré el destino.
También se que puedes ser tu reina araña, sé lo que te gusta, el caos y se que tu poder puede crecer con esto.
Destruir para crear, es algo que ya se sabe.
Tal vez seas la solución, el caos para luego crear, el caos oscuro.

La norme masa de vegetación en descomposición que parecía una enorme cabeza humana con tentáculos como pelo que servían como “manos” y que tenían bocas en ellos, se movió y se le quedo mirando, Zizel notó como se había quedado inmóvil, su cuerpo ya no le respondía, una risa estridente de triunfo, a su lado le hizo girar la cabeza, entonces vio la carne sobre le rostro de Cazha cambiar y se metamorfosearse como si tuviera vida propia. Cuando hubo acabado la transformación, delante suyo ya no tenía el cuerpo de la clérigo, si no la de un hombre de mediana edad de pelo castaño y con cuidada barba en la que ya se podían ver las primeras canas. Antes de que sus ojos se cerrasen en contra de su voluntad, lo último que vio fue que la desconocida figura que tenía delante seguía riéndose.

No supo cuanto tiempo estuvo fuera de juego. Cuando recobro la conciencia, le dolía cada fibra de su ser como si le hubiesen dado una tremenda paliza, pero había algo mas que aún no conseguía adivinar que era a causa de su embotada mente. Ya no sabía si soñaba o estaba despierto, pero hubiera jurado que unas voces le increpaban, y no de forma muy amistosa, consiguió abrir uno de los ojos y vio a varias elfos rodeándole, les miro desde el suelo y pudo leer en sus rostros que ansiaban acabar con su vida, esas caras reflejaban odio y desprecio... ¿a que venía esa actitud? No sabía que le pasaba, pero su mente no conseguía entrelazar dos pensamientos coherentes seguidos. Llevo su vista hacia sus muñecas, le dolían horrores, era como si estuvieran atenazadas por un fuego frío, el cual parecía extenderse por todo su cuerpo, cuando las observo, vió que tenía unos grilletes, pero no eran como ningún otro que hubiera visto antes, estos tenían una inscripción en color dorado que ahora parecía crepitar con unos chisporretazos de un color azul intenso.

Con ellos iba el sacerdote o la clerigo o lo que fuese ... El viaje a donde quiera que le llevasen duro varios dias y cada vez estaba mas convencido de que había llegado a su fín. Les había contado su historia, pero era evidente que no le creían, y el hecho de que encontraran el libro entre sus ropajes no le ayudo mucho.

 cuando por fin le encerraron y supo que iba  ser juzgado

Has visto Kircco? Otra vez presos...
Esta vez han tomado otro tipo de recaudos, mira, grilletes de antimagia.

Zizel se levantó, caminó por su celda y vio que estaba completamente cerrada.

Cuanto tiempo ha pasado desde que he caído dormido, no lo sé, bueno, al menos podría saber si más de diecisiete horas.

Puedes usar tus conjuros Kricco? Aquellos que te he dado desde la mañana como todos los días?

Me pregunto una y otra vez a mi mismo que es lo que ha ocurrido, me habrán golpeado en la cabeza?
Supongo que por eso me dolerá tanto, de todas formas es muy extraño ya que mi cuerpo elemental hace que eso golpes por más fuertes que sean no puedan aturdirme.
Habrá habido antimagia antes del golpe? De seguro debe haber sido así, si no es imposible, pero como había pasado sin que yo pudiera prevenirlo.

De pronto gritó fuertemente.

PERO COMO ES POSIBLE QUE ME HAYAN SORPRENDIDO!!!

Quiso explotar con todo su poder pero aquellos grilletes que en un tiempo lo habían liberado del encantamiento de su amo ahora lo hacían prisionero.
Se sentó...
Arrancó la pierna izquierda de su pantalón y vio aquellos conjuros que llevaba siempre con él, los memorizó, de esa forma podría ahora convocar los componentes necesarios para usar su conjuros más poderoso y por supuesto, nunca dejaba estas cosas libradas al azar, el conjuro de teleportación también estaba allí, grabado en su pierna.

No nos quedaremos sentados sin hacer nada mi amigo, necesito que me digas si sabes donde están mis cosas.
Allí tengo un escalpelo, con ese objeto solamente podré liberarme, no es mágico, ni nada por el estilo así que no debe estar lejos.
Si no sabes donde está la solución es aún más drástica amigo mío...

Allí extendió sus manos y movió sus dos pulgares, lo miró como quien se despide de un familiar añorado.

En el pasado hemos comido carne humana, el dolor es grande pero la salida parece ser la única por el momento.

Por supuesto, Zizel pensó en arrancarse los pulgares con dos mordiscos fuertes y precisos, no poseía sus colmillos ni su fuerza anterior, pero no había perdido sus agallas.
Luego teleportarse era sencillo, aunque debía ser fuerte ya que el daño sería grande y su concentración como siempre debía ser mucha.

No esperaré mucho, sólo un día más... No quiero exponerme a un juicio del cual no se que pueda pasar.

Habían sido elfos aquellos? Que demonios hacían elfos allí y quien era aquel de barba?
Sondeó en sus mente sobre las representaciones de los dioses y buscó si correspondía con la imagen de alguno.
Luego se sentó a esperar, si Kricco podía salir de allí y traer el escalpelo, si no, huir cuanto antes...

En su solitaria, oscura y sucia mazmorra en la que los elfos le habían encerrado Zizel había empezado la ardua tarea de escaparse.

Unos pasos se acercaban, y por lo que podía deducir eran mas de uno. Al poco tiempo tres figuras se plantaron delante de el.

Adonde está el sacerdote elfos?
Zizel se levantó desde el rincón donde se encontraba, era un hombre de mediana edad, su rostro, blanco en su cutis no decía demasiado.
Mostraba signos de haber sido maltratado, por supuesto golpeado, ahora, una de las piernas de lo que parecía un pantalón ya no estaba, revelando en su pierna derecha una serie de inscripciones que partían desde su pie hasta lo mas alto de la misma.
Un murciélago permanecía inmóvil en un costado de la celda, colgando de alguna saliente pequeña en la pared. La criatura no se movía.
El humano, levantó sus manos mostrando unos extraños grilletes no eran como ningún otro que se hubiera visto antes, estos tenían una inscripción en color dorado que ahora parecía crepitar con unos chisporrotazos de un color azul intenso.

[IMG] http://img185.imageshack.us/img185/5793/uyyupk6.jp... [/IMG]

Aquí los he estado esperando, no tengo miedo a mi juicio ya que no he hecho nada, pero ustedes elfos si lo han hecho.
Alternaba la mirada continuamente en aquellos que se habían plantado en la puerta y en sus manos, parecía mirar con detenimiento aquellos grilletes y sus dedos, los cuales miraba con un alo de melancolía.
Movía continuamente sus pulgares aunque no intentaba liberarse de sus ataduras.
También me gustaría saber en que me he visto inmerso, poco he podido entender que ha pasado aunque por supuesto he analizado varios supuestos.
De que me acusan ustedes inmortales?