Partida Rol por web

Me quedo sorprendido con el suicidio, al principio incluso indignado y sin comprenderlo en absoluto... luego hago un ejercicio de empatía y acabo comprendiendo que la presión de esta situación haya podido con él. Para bien o para mal Nadine está demostrando ser fuerte, como todos o casi todos los presentes. Pienso.

La muerte del profesor me entristece. Me parecía la mar de... ¿curioso?, interesante... Entonces el comentario de Naiana me saca de mis pensamientos. Chasqueo la lengua y me esfuerzo para calmarme y decir con la mayor tranquilidad posible: -Yo señalé agresivamente a Herbert antes de que nadie más lo hiciera, antes de la declaración del poli contra él. Luego apoyé el voto contra Ido, y llevo ya un tiempo votando contra Rubi. Si al final tengo también razón con ella, que espero tenerla, implicará que no he fallado en mis votos ni una única vez. Gracias guapa, por cierto. -digo giñándole un ojo a Nataly. -Espero que no caigas esta noche... y podamos tomarnos una birra algún día. Que por cierto... -empiezo a decir más pensativo y cabizbajo: -¿Y si Nataly fuese criminal y...? Nah, nah... hubo quien dijo con severidad que era inocente. Vale pues, lo dicho. Voto a la misma, otra vez.

El suicidio me afectó tanto como a los demás, por sino fuera poco con las muertes y ejecuciones que estábamos sufriendo, un pobre hombre se suicidaba ¿cómo podía haber llegado a tal nivel de desesperación que no veía salida? ¿acaso prefería suicidarse antes de intentar salir vivo de allí? lo desconocía, pero sin duda era una gran pena y sentí lástima por él, junto con Hawkings, que habría sido extremadamente útil para sobrevivir.

Escuché las opiniones de todos como de costumbre pensando en mi decisión, cuando miré a Naiana acusándome, ya me estaba hartando-Mira bonita, estoy cansado ya de ver cómo cargáis contra mí por el simple hecho de no soltar tanto la lengua como vosotros-respondí elevando el tono-Si tantas sospechas tenéis de mí ¿por qué votáis a Rubi y no a mí directamente? Parece ser que al final Rubi va a ser la siguiente ejecución, pero si tan poco os fiáis de mí, ya podéis ir apuntando mi nombre en la pizarrita y si queréis hasta os voy adelantando trabajo y me pinto una cruz en la frente-dije enfadado-Lo siento Rubi, pero mi voto va para tí, aunque no te preocupes, pronto me reuniré contigo-espeté con una amarga sonrisa.

Después de un buen rato con la cabeza gacha y mirando esporádicamente a sus compañeros, Kevin decidió romper el silencio imperante.

- Voto a Rubi.
Y con eso supongo que está todo dicho, al menos durante esta hora. - Se calló otra vez durante un par de minutos. - Pero, - volvió a la carga - ¿deberíamos plantearnos qué hacer más adelante? ¿O esperamos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y ya actuaremos entonces?

Con la respuesta de Martin, Naiana se siente como cuando los repartidores pululan por el Wendy's sin la gorra puesta, que a ella también le jode llevarla, pero hay que llevarla y punto - Me descolocas. Además de votar y defenderse -si cuadra- también hay que intentar ayudar un poco... ¿o esperamos a que nos saquen los demás de aquí? – emite un pequeño resoplo nasal para seguir – Yo tampoco pido que estemos hablando todo el rato, ni lo pretendo. Que digamos algo cada vez que hablemos, pues me gustaría, pero es diferente. Y para el caso tú eres muy natural, Martin, aunque dices entre poco y nada, y eso es raro - Naiana niega apretando los labios hacia dentro - Por eso te tiro de la lengua, o al menos lo intento, pero vale.... - le dedica una sonrisa borde, no mucho más.

Como es preceptivo, Inquietante se acerca a Nadine para hacerle entrega de la bala que debe disparar.

- Si hace una hora hubo pocas dudas, parece que en esta no hay ninguna en absoluto.

Rubi se ha mantenido en silencio durante toda la hora.
Cuando Nadine se aproxima a ella con el arma ya cargada, no varía ni un ápice su actitud. Simplemente alza un poco la vista hacia la portavoz y esboza una mueca que podría significar cualquier cosa desde asco hasta humor.

Nadine no aparta la mirada ni tuerce el gesto. Tan solo hace lo que debe.
Sin perder la compostura, acerca el arma hacia la cabeza de la mujerona y, con la experiencia adquirida en las últimas horas, jala el gatillo.

La cabeza de Rubi sale despedida hacia atrás como golpeada por un enorme e invisible martillo. El cuerpo sigue el mismo movimiento y cae de espaldas, tirando la silla en la que se encontraba sentada. La sangre tiñe el suelo y parte del mobiliario adyacente; los clientes, sin embargo, ya casi no se ven afectados por la escena.

Con pocos escrúpulos y ningún pudor, Inquietante mete la mano en el escote de la enorme muerta. Tras unos segundos rebuscando, extrae del sostén una cartera de piel de cocodrilo que ha conocido épocas mejores.
Saca los documentos y los lee con rapidez.

- Rubi Palazzo fue una cabaretera en otra época pero actualmente era...

¡EL OSCURO PASAJERO!

Y van tres aciertos. - Aunque la expresión de Inquietante no cambia, su voz denota cierta aprobación. - Puede que salgamos vivos de aquí, después de todo.