Partida Rol por web

Sólo digo que hasta ahora se ha cumplido el patrón al 100%, Palazzo, Lamson, McGarret, etc. trataron de pasar inadvertidos guardando silencio, y claro que me puedo equivocar, me equivoqué con la Srta. Cohle, ella, por cierto no cumplía el patrón. Ya veremos qué pasa después de esta votación, pero desde luego, no gozan ustedes tres de mi confianza. - dijo Mulder señalando a Kevin, Sven y Stephen.

-Sr. Mulder, siempre estamos igual. Nunca ha dejado de sospechar de mi y siempre defiendo mi inocencia. Aunque he de reconocer que siempre ha estado muy acertado. De los 3 que indica, con 2 puedo estar de acuerdo. Conmigo mismo ya le digo que no.-

-Me alegra no haberme equivocado hasta ahora en mis votaciones... pero tengo que reconocer que ahora mismo estoy sin ninguna idea, Fox. -tras oír lo dicho sobretodo por Nataly digo: -Muñeca, definitivamente espero que me des un toque cuando todo esto pase. -y guiñándole un ojo le paso una notita con mi número de teléfono, abierta y visible para que nadie piense algo que no es. -Gracias a ti también Danielle, espero poder oír tu música pronto. ¿Sabes? Ando explorando otros estilos de música en esta última época, como el jazz o el soul. Quizá algún día podamos ir a verte tocar todos los inocentes de esta sala. En fin, pues voto yo también a Martin... y tengo que decir que me apena esto, no me caías mal tío. -finalizo dirigiéndome a Martin.

Un poco más tranquila después de aquella horrible visión de la vida de Martin, respiro profundamente e intento sonreír y lo consiguió al escuchar las palabras de Eloni, le extraño mucho que finalmente el motero se fijase en ella, pero era algo que no la disgustaba, valiente sitio para encontrar algo ¿tenia que ocurrir todo esto para que encontrases un "buen " tipo? ¡¡vaya puntería Nataly!!

-Eloni, si salimos vivos los dos de aquí, y no las tengo todas conmigo sobre mi futuro, no me hará falta tu teléfono, tienes una moto ahí fuera esperándonos ¿no?- le guiño del mismo modo, quizás había un rayo de sol en toda esa oscuridad, después de todo llego a ese motel huyendo, nada podía ser peor de lo que ya habían pasado, quizás el karma decidía que le tocaba ser feliz, por haber ayudado a esa gente a salir de allí viva, o al menos a la mayoría.

La respuesta de Nataly me coge desprevenido, no me esperaba esa actitud. Le sonrío ampliamente sin quitarle la mirada un buen rato, siempre me han gustado las mujeres así, con las ideas claras y un buen par de ovarios. ¿Será ella quien acabe de alejarme de Astrid? Bah, Eloni no sueltes chorradas, estás aquí por alejarte de ella, eres tú el que se ha ido, no eches balones fuera como siempre. Me digo a mí mismo, en ese silencioso momento en que no le quito mirada de encima a Nataly.

-Y que lo digas, muñeca. Acabaremos esta movida, esperaremos a que amaine la tormenta, y a lomos de mi burra tendremos toda una autopista por delante para dejar que nos lleve a donde sea... ¿No suena mal, eh? Incluso... por suerte también tenemos habitaciones por aquí para esperar a que se calme el temporal, cómodamente... -y suelto una pequeña carcajada, dejando el comentario entre la broma y la clara sugerencia. Lo que está claro es que todo esto de los criminales y los asesinatos le devuelve las ganas de vivir a cualquiera. Carpe Diem. Pienso.

Dejo a Nataly con ese último comentario, para que se lo tome como prefiera, y dirigiéndome de nuevo al resto añado: -Por cierto, entiendo que el argumento de sospechar de alguien por su actitud silenciosa no sea el mejor argumento, pero recuerdo que llevaba votando contra Rubi un buen rato justamente por sospechar de ella por su actitud silenciosa, y estaba en lo cierto. No digo que sea igual en todos los casos, pero hay que entender que quien sospeche de otros por este argumento... bueno, tiene algunos motivos para ello.

Esta vez Naiana baja las escaleras un poco más tarde que los demás. Incluso algo apresurada, ya que aquí se despistaba una cinco minutos y ya trincaban al asesino – Bien Nataly! – exclama ciertamente contenta con ese run-run positivo – Al final mereció la pena morderse un poco las uñas - por la parte que le tocaba - Aunque a este paso me quedo sin recitar la próxima tri-carta de votaciones, eh – jijiji

Entonces comenta - Bueno, pues yo casi lo mismo. Herbert, Ido, Larry, Palazzo y Martin. En el caso de que quedase alguno... lo tiene bien chungo! - pausa –  Si fuese así, desconfió más de Shelley y Harvey. Aunque con los votos de Martin sobre Palazzo ya no sé dónde meter a Sven con Ido, pero bueno... – ainsss este hombre! – Y los asesinos no tuvieron reparo en chocar un poco entre sí, sobretodo de inicio. Y ya por último, atreviéndome a creer que no todos compartiesen el mismo perfil, no dejo de ver a White por ahí en medio.

- Nadi, los demás apretamos ese gatillo contigo, no lo dudes – la anima a, llegado el momento, terminar con Martin sin mayor remordimiento.

Se acercó a Naia Cohle y le dio un beso en la mejilla. -No me arrepiento de haberte defendido. Eres buena.

-Poco más que añadir. A mí Stephen me parece inocente.

La encargada sirve un refrigerio a base de sandwiches fríos y magdalenas con pepitas de chocolate. Para beber, té con limón y algunos chupitos de licor azulado para los más valientes (o los que quieran intentar calmar un poco los nervios).

Después se dirige a Nadine como ha hecho en cada hora para hacerle entrega de la bala correspondiente.

- Buena suerte. - Se escucha un ligero choque metálico cuando Inquietante deja caer la bala en manos de Nadine.

Cada uno ha estado bastante sumido en sus pensamientos durante esta hora, y el silencio ha sido el protagonista principal de la asamblea.

Aunque bastantes votos han sido escritos en los papeles que Nadine preparó a tal fin, solamente unos pocos le han sido entregados. Eso facilita bastaste el recuento para la compungida portavoz.

Cuando el reloj empieza a dar las campanadas, Nadine se dirige hasta donde se encuentra sentado Martin y con suma delicadeza, coloca el cañón del revólver en la sien de éste y, susurrando un lo siento, dispara sin alargar la situación ni un instante.

Prácticamente no ha dado tiempo a que el cuerpo de Martin termine de caer cuando Inquietante extre la documentación del finado y la examina rápidamente.

Las campanadas llegan a su punto medio cuando la encargada empieza a leer.

- Martin McGarret, un tipo silencioso, era, en realidad...

¡LA MENTE MAESTRA! El hombre tras los planes de los criminales...

¿Significa eso que ya podemos descansar tranquilos?

Pero la pregunta de Inquietante se ve interrumpida cuando Nadine toma de nuevo la palabra.

- Nataly, - dice apuntando a ésta con el revolver - te elijo a ti.

Todos os quedáis lívidos al escuchar estas palabras.

- No, no. No me malinterpretes.
Te elijo como portavoz.

Con una sonrisa, apunta el arma hacia su propia cabeza y, cuando los ecos de la última campanada se extinguen en el silencio reinante, dispara de nuevo.

La joven ya estaba preparada para algo así, y no parece sorprendida por el segundo disparo.

Sin perder ni un segundo, abre el pequeño bolso de Nadine y extrae los papeles que ésta lleva revueltos con algunas pertenencias más.

- Nadine Maisler, su sacrificada portavoz, era en realidad...

¡Una turista normal!

Demasiadas emociones seguidas. - Por el tono no se puede adivinar si Inquietante de verdad lo siente así o es algún tipo de ironía. - Será mejor que se retiren a descansar mientras me ocupo de este desastre.