Joder, mierda, pero ¿qué cojones está pasando?
Matasanos - grita dirigiéndose al Dr. Guardamar - ¿hay salida trasera?
Hola, después de mi último mensaje no me entero muy bien de doonde estoy, podrías aclararmelo, gracias y perdona por la empanada mental.
El francés parecía ser un hombre de nervios de acero. No hizo ningún mal gesto cuando vió, como de manera casi milagrosa, Andy caía al suelo justo en el momento en que la bala que había salido de su pistola se acercaba mortalmente hasta su pecho. Era como si Dios estuviera de parte de aquel chico aunque, como descubrió justo después, cuando otra bala a punto está de alcanzarle a él mismo, no se había olvidado del todo de un alma pecadora y errante como la suya...puede que tengan razón esos chillones predicadores en lo de que Dios quiere a todos por igual...pero a Ducroit tendría que quererle de todas formas, con sus virtudes y con sus defectos, pues el día de su arrepentimiento aún no había llegado, ya tendría tiempo de ajustar cuentas con el de más arriba y si quería tardar en verlo tenía que alejarse ya de la ventana.
Estaba en apuros...era un hombre buscado, su cabeza tenía precio pero no sólo le querían a él. No tenía idea de que estaba ocurriendo pero las balas surcaban el aire y nadie sabía de donde venían. Salió de la habitación con grandes zancadas y bajó por las escaleras hasta la cocina. Desde fuera, los demás pudieron verle como agarraba una cerveza del frigorífico, una coronita como no podía ser menos en la casa de un mexicano, y le daba un gran trago que la dejaba a medias, justo antes de que se dirigiera a la ventana y, lanzando una extraña mirada final a Andy, que desaparecía en el granero, algo así como un "ya volveremos a vernos", bajó la persiana hasta abajo. Las láminas de madera cubrieron el cristal y al francés que estaba tras él, sucediendo lo mismo con las otras ventanas del piso de abajo, al poco tiempo.
Victor estaba sólo y atrincherado en el edifico principal...
Había alguien más allí. De eso no había duda. Lo que no sabía era si se trataba de una sola persona o un grupo que los rodeaba....mientras Victor apuraba la coronita sentado en el sofa del doctorzucho con los codos apoyados en sus rodillas, su mente bullía intentando recomponerse a la nueva situación. Entonces recordó el disparo que había escuchado al principio, cuando el coche de los chicanos llegó a la granja. Los demás no habían reparado en él seguramente pero a él no se le pasó por alto. Podría ser sólo un tio, un buen francotirador apostado en algún lugar no muy lejano.
Se levantó de pronto decidido a descubrir de donde venían esos disparos, no sin olvidar antes activar un peculiar sistema de alarma colocando la botella vacía de cerveza sobre el pomo de la puerta para que cayera al suelo y la escuchara si alguien intentaba entrar...necesito unos prismáticos...piensa entrando en la habitación del doctor antes de ponerse a revolver todo sin miramientos...
MENSAJE SOLO PARA TÍ PORQUE PARECE QUE ME QUEDO SOLITO, NO?
pues eso jefe, que busco unos prismáticos o algo asi para ver quien coño nos dispara.
El doctor, que había comenzado a andar hacia la salida de la granja para alejarse de Jose, al escuchar los disparos agacha instintivamente la cabeza y vuelve hacia el “quirófano”. Todo se había vuelto caótico en un par de segundos, y Alfonso no sabía de donde venían los disparos. El doctor aún mantenía al recién nacido en brazos. Mas que por la seguridad del niño, porque pensó que siempre sería mas difícil que alguien disparara a una persona con un bebe…
¡No, joder, no! No hay ninguna otra salida- contesta a Joe- ¿Pero que chingones está pasando? ¿Porque nos disparan, güey?
El doctor, de nuevo en el quirófano, se apoya contra una de las mesitas, donde tenía material quirúrgico, e intentando que nadie se de cuenta con todo ese caos, alarga la mano para coger un bisturí. Nada podría hacer contra las pistolas, pero al menos se sentiría algo más protegido. Rápidamente se lo guarda en el bolsillo derecho de su bata.
Lo dicho, intento hacerme con un bisturí, y si nadie se da cuenta mejor.
Que no hubiera salida trasera era una mala noticia... Muy mala.
- No tengo ni idea, cabrón*. De momento, todo el mundo al suelo. Hay que localizar la fuente de los disparos.
Joe se desplaza, pistola en mano, hacia una ventana con cobertura. Levanta la cabeza quedando al descubierto y mirando instintivamente hacia el lugar de donde deben proceder los disparos. El sonido le guía.
Lo primero es ver cuántos tiradores hay ahí fuera.
* en español en el original.
Pues eso jefe: ¿tiro algo? ¿Qué veo?