Partida Rol por web

Egwene se despide de sus compañeros y se dirige directamente a casa. En todo el camino, el águila no se despega de su mano, y divertida, al llegar a casa, la deja posarse en un perchero, y saca carne cruda de la nevera, mientras se la va dando poco a poco.

-¿Quién es el animal más bonito de todos?¿Quién va a picotear la cabeza al sensei por tontito?

Egwene recuerda el aspecto y la amabilidad del "ladrón", la verdad es que es muy majo...tiene mucha vitalidad y positivismo, cosas que Egwene aprecia mucho.

Con estruendosas carcajas por sus mimitos al águila, la acaricia en la cabeza. Me encantaría poder llamar a las águilas cuando quisiera...como él.Aunque..también me gustaría dominar al fin las mejores técnicas de mi clan...y me queda tanto por aprender...

Con un suspiro, saca comida para ella misma. A pesar de todo, no piensa dejar que nada le amargue el día...quizás vaya incluso a casa de Lambo a ver a su cachorro y todo.

O quizás le presente a Misifu...

Egwe, contenta, vuelve a reírse, con la boca llena de pan.

-Ya que nos dicen que entrenemos...allá vamos.

Pensando en la mejor forma para entrenar mis habilidades, Egwene decide que lo mejor que puede hacer es entrenar enmedio del bosque, allí podrá tener el ambiente que necesita.

Dicho y hecho, la genin se prepara unos cuantos kunais, y cocina algo para cuando termine el entrenamiento.

Al ver al águila, decide llevársela también, ya que al fin y al cabo es un animal libre, si se ha quedado con ella ha sido por elección propia, pero aun así verla todo el día en casa es triste.

A toda prisa, se marcha hacia el bosque, riendo el ver como el ave vuela por detrás de ella, persiguiéndola.

En cuanto llega al bosque, Egwene deja todo a un lado, y se sube a un árbol.

Suspira hondo, y concentra su chakra. En cuanto reúne el necesario, utiliza su técnica.

-¡Ojo blanco!

En cuanto vuelve a abrir los ojos, han cambiado de color, de su negro característico han pasado a ser blancos. Ahora es capaz de observar todo lo que se mueve a su alrededor, tanto lo que está al lado, como los animales que se mueven a varios kilómetros de su posición.

Satisfecha, baja del árbol, la técnica la tiene controlada, así que es hora de entrenar algo más peligroso.

-Nunca he podido controlar el jyuken de manera adecuada...y por tanto tampoco el bloqueo. No me veía capaz de hacerlo sin el entrenamiento adecuado, pero creo que ahora es el momento. Además, en la lucha contra el jounin hice algo que nunca había hecho, cuando le bloqueé el ataque concentré durante un segundo chakra en mi mano...creo que estoy cerca de lograr esas técnicas.

Animada al recordarlo, intenta repetir aquella expreciencia, concentrando el chakra en su mano.

En realidad - susurra para sí - no es tan diferente del ojo blanco...en él también he de concentrar chakra, sólo que lo hago tan a menudo que casi no me doy cuenta al hacerlo.

Espera para asegurarse de hacerlo bien, y justo cuando cree que ya lo tiene, le pega un golpe rápido a la rama, que explota con un gran crujido.

-¿Lo habré hecho bien? No estoy segura...

Vuelve a intentarlo un par de veces más, hasta que empieza a encontralr el tranquillo. Ahora toca entrenar el bloqueo...que se parece bastante, pero en vez de ser ofensivo, es defensivo.

Vuelve a concentrar el chakra, mientras con el ojo blanco observa bien la estructura del árbol, e intenta golpear, esta vez justo donde más sabia recorre la rama.

-Pero...no es lo mismo que las vías del chakra, no sabré si lo hago bien hasta que no lo pruebe en alguien. Y tampoco es que quiera hacérselo a un compañero...entrenaré la técnica, y cuando sea necesario ya veremos si puedo hacerla.

Contenta con el entrenamiento, se sienta cansada bajo una sombra, al mismo tiempo que recoge todo lo que había dejado por allí, y empieza a comerse lo que había preparado.