00:30:33 ‹Andrei Obertus› tras el asalto al palacio Andrei se aseguro de que Alexander estuviera bien
00:30:55 ‹Andrei Obertus› una vez asegurado de que su hermano estaba a salvo, esperó en silencio hasta que el Príncipe dio venía para partir
00:31:21 ‹Andrei Obertus› [b] Volvamos a casa, Alexander. La ciudad no es segura para vos estas noches y Marcus deseará ser informado[b]
00:31:36 ‹Andrei Obertus› mirandolo seriamente, dando a entender que no estaba abierto a mucha negociacion en este tema
00:33:30 ‹Director› El principe, se marcha furioso. Es el senescal quién se encarga de contar las bajas, atender a los heridos y despedir a aquellos que aún se pueden valer por si mismos .Alexander apoya su mano sobre tu espalda -lo has hecho bien, hermano, vayamos a informar al anciano- antes de partir echa una última ojeada al lamentable escenario, los cuerpos de los asesinos se confunden con los de las vicitimas, al poco llegan los criados y empiezan a retirar los cadaveres mientras las doncellas se echan al suelo para limpiar la sangre.
00:36:02 ‹Director› Al salir , un muchacho visiblemente alterado , ensilla el caballo de Alexander, alegre por ver a su a amo pifia y relincha.Con un taconazo en el flanco se pone en marcha. Recorriendo las adoquinadas calles
00:36:59 * Andrei Obertus asiente a las palabras de Alexander y lo acompaña hasta su caballo
00:37:26 ‹Andrei Obertus› Avanzad. Os alcanzaré en breve. Vigilaré el camino
00:38:11 * Andrei Obertus dicho lo cual, se adentró en la oscura calle tras los establos. A esas horas la oscuridad era su salvaguarda.
00:38:49 * Andrei Obertus lejos de los ojos mortales, se agazapo en las más oscuras sombras, tras unas balas de heno mal apiladas
00:39:06 * Andrei Obertus para a los pocos segundos surgir de nuevo, alzando el vuelo, vistiendo las plumas de Abuelo Trueno
00:39:28 * Andrei Obertus siendo sus ojos y su emisario, siendo el guardian de su hermano desde el aire
00:40:01 ‹Andrei Obertus› las calles de Barcelona se extendían debajo suya, su hermano era fácilmente reconocible. Un caballo no era rival para quien podía volar.
00:42:41 ‹Director› Atras quedan las murallas y las casas del hombre, por delante el campo otrora verde te parece ahora gris y descolorido. Abajo recorriendo la retorcida senda, tu hermano Alexander espolea el caballo llevado por la urgencia de las noticias y la carrera contra reloj contra el temido sol.
00:44:43 ‹Director› No muy lejos, cabalgando a toda prisa por un camino de cabras ves a tres jinetes, espoleando sus caballos con tanto sino más apremio que Alexander.
00:50:24 ‹Andrei Obertus› la protección de Alexander era importante, pero era mayorcito y debería saber cuidarse solito
00:50:45 ‹Andrei Obertus› las fuerzas de Tariq habían sido derrotadas y deberían estar huyendo
00:51:09 ‹Andrei Obertus› los garous eran sus aliados, no serían un problema
00:51:33 * Andrei Obertus volvió junto a Alexander, realizando un vuelo bajo por encima de él apareciendo en su visión
00:51:45 ‹Andrei Obertus› era la señal habitual para indicar que traía nuevas y que debía parar para hablar
00:52:10 * Andrei Obertus entre el follaje volvió a asumir la forma humana, unos metros por delante de Alexander, para no asustar a su caballo
00:52:33 * Andrei Obertus apareció frente a él, saliendo de la espesura, dirigiéndole la palabra sin preambulos
00:53:07 ‹Andrei Obertus› Tres de los nuestros de rasgos árabes se dirigen al sur, quizás más bien al este. Pueden ser restos de las fuerzas de Tariq
00:54:05 ‹Andrei Obertus› Quizás debería vigilar su dirección y obtener su olor, para después seguir su rastro más adelante. ¿Puedes continuar parte del camino sin mi vigilancia?
00:58:05 ‹Director› Alexander tiró de las riendas con energia deteniendo el caballo casí en seco, su cara denota cierta ansiedad y espectación. Al escuchar las nuevas suspira relajado -puedo seguir solo, pero ese ha dejado de ser nuestro problema desde que salieron de palacio, tal vez lo ocurrido nos beneficie despues de todo, no subestimes a esos bastardos, por desgracia los conozco bien, sé de lo que son capaces- añade con ira reprimida.
00:58:58 ‹Andrei Obertus› No pienso atacar a tres yo sólo. - respondió sonriendo lobunamente
00:59:33 ‹Andrei Obertus› La información podría sernos útil. Al Principe al menos y tener algo que a él le conviene, nos daría ventaja
01:03:54 ‹Director› -Como quieras- responde meciendose la barbilla -aunque despues del regalo envenenado en forma de dominio no esperes demasiada gratitud de ese hipocrita, seguire adelante con mi camino, buena suerte hermano- se despide espoleando una vez más el caballo.
01:04:23 * Andrei Obertus asiente a las palabras de Alexander
01:04:35 ‹Andrei Obertus› razón no le faltaba
01:04:44 ‹Andrei Obertus› sin embargo... la información era importante.
01:04:57 ‹Andrei Obertus› nadie decía que tuvieran que darsela a Cneo, eso sería decisión de Marcus
01:05:04 ‹Andrei Obertus› pero tenerla, era importante
01:05:29 * Andrei Obertus volvió a vestir las plumas negras, para dirigirse de nuevo en dirección a los tres jinetes
01:06:04 ‹Andrei Obertus› desde el aire podría amplificar su vista y ver sus rostros, sin necesidad de que aquellos le vieran
01:08:48 ‹Director› Al poco vuelves a encontrar el camino de cabras, poco más adelante los jinetes siguen afanandose poniendo cuanta tierra pueden entre ellos y Barcelona.Desde el aire puedes verlos y seguirlos en relativa seguridad..
01:12:43 ‹Director› Sobrevolando a los jinetes a penas alcanzas a distinguir sus caras cubiertas hasta los ojos, poco más adelante escuchas el relincho de un caballo. Al acercarte ves a una figura solitaria al pie de un enorme árbol. Los jinetes comienzan a aminorar el paso hasta un trote ligero. Uno de ellos levanta una mano en señarl de saludo o reconocimiento. El hombre misterioso , resonde haciendo lo propio.
01:14:31 ‹Andrei Obertus› bien, un encuentro misterioso... magnifico... ahora hay que buscar la forma de escuchar sin ser vistos...
01:15:13 * Andrei Obertus continuó sobrevolando a bastante altura, dejando que sus plumas negras se confundieran con la oscuridad de la noche, pero centrando ahora su voluntad en amplificar su oido
01:15:38 * Andrei Obertus se posaría en alguna rama a una distancia prudencial
01:15:57 ‹Andrei Obertus› el viento y sus sentidos sobrenaturales, traerían las palabras hasta él sin necesidad de estar cerca para que lo vieran
01:18:43 ‹Director› Desde tu privilegiada posición ves como el jinete que saludará desmonta, su mano se dirigue a su cara descubriendo su rostro. Su cara de tez morena delata su ascendencia bereber. Tranquilo avanza hasta llegar hasta al otro hombre -sala maricum- saluda con gesto cansado
01:20:16 ‹Director› -Sala maricum- responde el misterioso hombre -¿que nuevas traes de Barcelona?- pregunta impaciente en un griego un tanto arcaico.
01:21:56 ‹Director› -Mi sire ha caido- responde apenado el moro -se llevo consigo a muchos, pero el maldito principe fué demasiado para él, incluso desarmado-
01:24:58 ‹Director› -Entiendo, tu sire apenas alcanzaba los quinientos años y ese maldito de Cneo lleva más de mil años andando sobre la tierra, ¿que esperabas?- ladea la cabeza -ahora tu sire descansa en su paraaiso con sus virgenes, debería de ser un consuelo para ti-
01:28:13 ‹Director› Una suave brisa sopla moviendo la rama, obligandote a cambiar tu posición, con pericia levantas el vuelo situandote sobre otra rama sin hacer el menor ruido.
01:33:56 ‹Director› Uno de los jinestes, levanta la vista, luego vuelve la cabeza a su compañero, este asiente echandose a un lado sobre su montura.
01:44:41 ‹Director› Uno de los jinetes saca un arco y carja una flecha, bajo la atonita mirada de los interlocutores. El otro se limita a señalarte al grito de -abatelo, abatelo- . El arquero tensa el arco liberando la flecha con un quejido. Lejos de impactar la flecha se pierde en el firmamento. Los interlocutores exclaman una maldición.
01:45:06 ‹Director› Ahora todos te ven con claridad, batiendo tus alas en la oscuridad de la noche.
01:45:43 ‹Andrei Obertus› ¡Andrei, sacanos de aquí!
01:46:01 ‹Andrei Obertus› el grito de Dana no ayudaba mucho, pero era lo obvio, había que salir de allí
01:46:28 ‹Andrei Obertus› por suerte Abuelo Trueno había desviado la flecha sin necesidad de que el hiciera nada
01:46:43 ‹Andrei Obertus› podía continuar su vuelo entre las ramas, allí les sería más dificil acertarle
01:52:30 ‹Director› El moro tensa de nuevo el arco, tomandose su tiempo en apuntar, otra flecha vuelve a volar por los aires, impactando en tu una de tus alas.
01:53:41 ‹Director› Con una flecha clavada en tu ala, se te hace dificil el volar, poco a poco comienzas a caer, por suerte tu pericia te permite caer sin demasiados daños. lejos del alacance del arco del moro.
01:56:51 ‹Andrei Obertus› no podía pararse, tenía que seguir corriendo mientras recuperabala forma humana
01:57:07 ‹Andrei Obertus› el tiempo justo para quitar la flecha de su cuerpo, curar la herida y volver a asumir la forma de cuervo
01:57:21 ‹Andrei Obertus› el tiempo jugaba en su contra
01:57:32 ‹Andrei Obertus› tardarian unos instante en montar en sus caballos para seguir su rastro
01:57:39 ‹Andrei Obertus› no podía permitirse perder esa ventaja
01:59:52 ‹Director› Al recuperar la forma humana, ves la flecha clavada en tu brazo izquierdo con un chasquido rompes la flecha sancando el malogrado hasta ,libre del incordio de la madera cierras la herida.
02:02:51 ‹Director› El suelo tiembla, en la lejania ves dos caballos acecandose a ti a toda prisa, otros dos más le siguen a cierta distancia. De nuevo ves al maldito arquero a lomos de su caballo con el arco tensado para disparar otra flecha.
02:04:43 ‹Director› De nuevo tensa el arco a pleno galope, la flecha vuela por los aires, pasando muy cerca de ti.
02:07:08 ‹Andrei Obertus› ¡Andrei!
02:10:20 ‹Andrei Obertus› concentrando toda su voluntad y sangre volvió a alzar el vuelo
02:10:24 ‹Andrei Obertus› había que salir de allí YA
02:10:33 ‹Andrei Obertus› ya se había expuesto demasiado
02:10:56 ‹Andrei Obertus› Abuelo Trueno, sacanos de aquí
02:11:17 ‹Andrei Obertus› ¡Andrei, vuela! ¡VUELA!
02:15:52 ‹Director› De nuevo alzas el vuelo dejando atrás a tus perseguidores, espoleado por el miedo bates tus alas de forma frenetica, la voz de Dana aún suena en tu cabeza. Ya tranquilo, tomas el rumbo hacia algo que podrias llamar hogar. Al cabo de unas horas ves a Alexander en el camino, cabalgando a toda prisa.