Partida Rol por web

Expedición a la Tierra Hueca

1. REUNIÓN

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11/07/2021, 19:52
Mayor McDuncan

- No coronel, no es una agencia de turismo. Es quien nos está dando la información con pinzas y que parece que más bien nos manda a un matadero. Se nota que no pertenece al ejército. - Estaba seria, muy seria. Aquel tipo me había tocado las pelotas y eso que no tenías. - Y que la misión no está realmente avalada por ellos, de lo contrario la organización no sería tan pésima.

» No sólo tendríamos a nuestra disposición pasaportes con otras identidades, sino que el alojamiento ya estaría garantizado y tendríamos un contacto allí para movernos por la ciudad sin levantar demasiadas sospechas. Como dije, la tapadera de ser turistas ya la tendrían más que preparada y ahora mismo tendría sobre la mesa un informe detallado del lugar donde se encuentra el dichoso diario, junto con los planos del edificio y las rondas de los guardias. - Mi miraba fulminaba. En ese momento sentí una presencia a mi lado. Debía de ser el teniente. ¿Quién sino?

- Ya que el alojamiento tendremos que buscarlo nosotros, exijo dinero en efectivo para el cumplimiento de la misión. No solo para alojarnos, sino para alquilar los vehículos que sean necesarios y si necesitamos a un guía poderle pagar. - Exigí con firmeza al coronel, buscando arrinconarle entre las cuerdas.

- ¡Y si vamos a ir de aquí directos al avión, a pesar de mis reticencias con los gatos, Tom o como se llame se vendrá con nosotros! ¡Qué no nos llevemos bien no quiere decir que no sepa lo que es tener una mascota! ¡Y ya que no nos va a llevar a nuestras casas y no me fio de que dejen al animal suelto en cualquier sitio, el bicho se viene! - Exclamé ya enojada por completo al coronel. - ¡Así que ya está incluyendo esas malditas latas de atún para el gato! - Grité golpeando la mesa con fuerza con la palma de mi mano.

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11/07/2021, 20:29
Jack Colton

Sin que se diese cuenta, me había acercado a la Mayor, sobre todo para intentar limar asperezas, pero aquella mujer estaba llena de furia, y no entendía por qué motivo. El ejército era el primero que solía dar órdenes y no explicaciones, y mandar al matadero a un soldado detrás de otro enarbolando la bandera y el espíritu patriótico, y ahora protestaba... porque no tenía en dónde quedarse a dormir.

Negué con la cabeza. Estaba claro que aquella misión no era oficial, el mismo Coronel lo había dicho, por lo que si nos conseguía el equipo, ya estaría bien. ¿Dinero? Seguro que tendríamos para quedarnos en alguna parte. Pero lo demás, tendríamos que gestionarlo nosotros.

Miré al Teniente, esperando una respuesta suya y también a ver cómo reaccionaba el Coronel, que miraba a la Mayor con toda la indiferencia del mundo.

¡Guay!

-Eh... Mayor, oiga... quiero decir, señora, no se preocupe tanto por los detalles. Está claro que tendremos que aprender a improvisar y por mucho que se enfade, lo importante es que podamos salir cuanto antes para alcanzar a los nazis, ¿no?

Parecía mentira que fuese yo quien dijese eso, como si a mí me importase algo que llegasen a la Tierra Hueca esa o no.

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11/07/2021, 20:34
James Eaton

Una vez más, el Coronel esperó pacientemente a que la Mayor hablase y solo cuando hubo terminado, después de dar aquel golpe encima de la mesa, se decidió a responder.

-Mayor, como usted ha dicho, esta misión no es del ejército. De hecho, el gobierno de los EEUU no está, repito, no está, organizando ninguna misión. Lo que puedo ofrecerles es todo cuanto esté en los almacenes, sin llamar demasiado la atención, puesto que hay espías por todas partes y eso es lo último que necesitamos. Por otro lado, por supuesto que dispondrán de dinero en efectivo. Habrá una pequeña caja con unos cuantos dólares americanos a su disposición, esperándole en el avión. Y si quiere latas para el gato, tendrá latas para el gato, porque son fáciles de conseguir en cualquier tienda. Le recuerdo, por otro lado, que no tenemos el diario y que ustedes van a consultar con la persona que lo restauró para esperar hallar alguna información que les ayude.

Su voz sonaba calmada y su cuerpo no mostraba tensión alguna, pero tras decir aquello, se puso en pie, dando la sensación de que era más alto que antes.

-Y ahora, Mayor, si no le importa, será mejor que salga de aquí en dirección al aeropuerto. El tiempo apremia, como ha dicho el sargento Colton. Y tiene mi permiso para llevarse tanto al gato como al Teniente.

El hecho de que le diese permiso, dejaba claro quién estaba al mando en aquella sala, por mucho que se enfureciera la Mayor.

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11/07/2021, 20:41
Marion Rosenwood

-gracias, camarada Vladiminovich – agradecí modestamente ante el elogio

No tenía problema en la familiaridad con la que había usado mi nombre de pila pero hasta que conociera bien a los presentes prefería mantener las apariencias de profesionalidad. De igual modo el entusiasmo del maduro hombre escuálido me sacó una cálida sonrisa que le dedique en exclusiva, no porque pretendiera flirtear con él – que nunca estaba de más tener comiendo de la mano a los aliados – si no que resultaba agradable estar en compañía de otro entendido en la Tierra Hueca. Claro que en mi caso no eran todas las posibilidades que ese lugar pudiera brindarnos con su descubrimiento lo que me interesaba, al menos no en exclusiva, si no algo más personal que era mi motivación para estar en esa peculiar expedición. Que no era ni eso aún. El Cairo, debíamos pasar por allí primero antes de obtener la el beneplácito del gobierno para proceder con la misma.

-ya veo – asentí a la respuesta del coronel Eaton- siempre han existido ciertos puntos de mayor interés pero de difícil accesibilidad, principalmente trabas gubernamentales como por ejemplo en Stonehenge – mi atención recayó de nuevo sobre Vladiminovich y su mención a la Atlántida – cierto, había olvidado esa teoría de Thule que traé de cabeza a mi colega de la universidad, Milo Thatch, un lingüista y cartógrafo brillante, con su particular obsesión por la tierra perdida – me encogí de hombros con gracia – claro que todos en el campo de la arqueología tenemos una obsesión en particular, por eso estamos algunos aquí ¿no? - le guiñe un ojo pizpireta mientras el intercambio de información y peticiones continuaba

Los siguientes minutos fueron una sucesión de escepticismo, competición de ego, reparto de cargos e impaciencia ante la incertidumbre de lo que nos esperaba. Seguí todo con cierto hastió bien disimulado, hasta que...«¡Espera! ¿Acaba de insinuar lo que creo sobre Excalibur? ¿es una broma?» Sin duda nuestro gobierno de los Estados Unido acababa de ganarse mi interés para futuros negocios, si primero conseguía lo que querían por supuesto.

-puede dejar el alojamiento a mi cargo, Mayor – anuncie con suavidad alzando la vista sobre la mujer que se había puesto como una energúmena en un instante, que poca capacidad de dialogo y paciencia – bueno, si le parece bien. Pasé la mayor parte de mi infancia y adolescencia recorriendo el Valle de los Reyes de la mano de mi abuelo materno, John McDonald – explique con soltura consciente que todo el mundo quería que los demás fueran al grano, así que me permití dar un grácil rodeo con el exceso de información y que tal vez la serenidad de mi voz aportaría “tranquilidad” al ambiente– posee una modesta casa a las afueras del Cairo, su lugar de retiro cuando no esta a caballo entre su escocia natal y su diversas propiedades en los Estados pero bueno, quizá sea de su gusto tener un lugar privado para la operación y así tendría una preocupación menos. O si no es de su agrado puedo hacer una reserva para todos a mi nombre en el Hotel Nefertiti, suelo hospedarme en la suite presidencial cuando voy al Cairo o si prefiere un hospedaje más – hice un gesto con la mano – modesto tengo otros contactos en la ciudad, colegas de profesión – di una miradita al coronel Eaton preguntándome hasta que puto sabía de nuestras vidas para saber si debía o no especificar más – que suelen acogerme cuando quiero pasar más desapercibida, usted dirá pues quedo a su disposición – le sonreí con amplitud y luego volví a mirar al coronel – por mi no se preocupe tengo todo lo que necesito en el coche que me trajo aquí pero le haré saber si necesito algo, Coronel...aunque como dice la Mayor, si el gobierno dispone de algún contacto sería de gran utilidad, extraoficialmente por supuesto. Si no yo misma dispongo de algunos contactos profesionales en el Museo de Angituedades del Cairo, el viejo conservador, el Doctor Terence Bey, es un buen amigo de la familia y tal vez podría ponernos en contacto con el encargado de la restauración del diario de Fraenkel

Intrigas y misterios se cernían en torno a los presentes, sus motivaciones dudosas, salvo aquellos que iban por deber u obligación, y un largo viaje hasta las calurosas tierra del Cairo. Si no soltaban sus lenguas durante este lo harían por un buen trago de agua en cuanto pusieran un pie en aquella tierra árida. Y tal vez así aclarar el porque parecían tan sumamente amargados, la gente no sabe adaptarse a las situaciones para sobrevivir y mucho menos pareciera que supieran disfrutar de la vida. Menuda cruz me había caído, iba a echar muchísimo de menos la compañía de Hunter en esta aventura al menos el sabía reírse a la cara ante las adversidades. Y ni tan siquiera había dado comienzo la misión.

Notas de juego

Lo del equipo lo miro ahora y te digo en el despacho de la directora pero vamos lo que lleva de serie Marion.

Sí, no pude evitar utilizar al bueno de Milo para tal vil proposito pero es que me gusta meter estas cosillas por aqui y por allá. Que pueden darle hasta juego a la directora.

Espero, por cierto, no haberme excedido con las aportaciones de Marion para el Cairo. Y otra cosa el Hotel Nefertiti no existe como tal, es el nombre que le dieron al hotel que usaron para The Night Manager pero no recuerdo que hotel fue utilizado de verdad en la serie y me daba perezca mirarlo.

Dedos inquietos que me habeis pisado las  dos ¬¬_

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11/07/2021, 20:46

Notas de juego

Me parece muy bien. Me encanta Milo porque me encanta la peli ;)

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11/07/2021, 22:08
Mayor McDuncan

Y no, no era el teniente quien estaba a mi lado. Para mi sorpresa era el sargento quien trató de hacer de intermediario. - Cap... sargento, no estoy mirando por mí, ni por el teniente ni por usted, sino por los civiles. Con su facilidad de cambiar de nombre no tendrá problemas cuando se nos identifique en El Cairo robando el diario. Pero ellos son civiles y tienen una vida a la que volver y por lo que veo, no todos tienen dinero para cambiar de vida. - Dije mirando de reojo a Harry. Su traje lo decía todo.

Aún así, el coronel no me calló, si es que era lo que pretendía. - Precisamente por eso, debería estar mejor preparada. Nosotros somos profesionales y podemos dormir donde sea. Pero ponga a la dama a dormir en la intemperie dos días a ver que pasa. - Dije revolviéndome hacia él. - Y aclárese de una vez. O vamos a ver a quien restauró el diario o vamos en su búsqueda. ¿Ve como no tiene organización ninguna? ¿De que dijo que era coronel, señor? Más bien parece un actor al que le han dado un guión y del que no se puede salir.

Entrecerré los ojos. - No necesito su permiso para llevarme ni al gato ni al teniente conmigo, se-ñor. Aclárele a los civiles que buscamos en El Cairo. Estaremos en el pasillo.

Y la fiesta no podía acabar en paz, la pelirroja tuvo que hablar. Puse los ojos en blanco cuando empezó a contarnos su vida puesto que tras las explicaciones sobre la supuesta o supuestas entradas a la Tierra Hueca y a nombrar a gente que ni sabía quien era y que no me importaban. - Con todos mis respetos, señora. Me da igual donde nos alojemos, solo necesito las cosas claras. Además, no está bajo mi mando ni tiene que pedirme permiso para alojarse o alojarnos donde quiera, puede elegir usted misma. La misión, que no es una misión, está en manos suyas, de los civiles, no mías. Yo solo me encargo de la parte militar y de seguridad. Así que hable con ese... caballero a ver si se aclara de una vez de que buscamos en El Cairo. No quisiera asaltar un edificio cuando simplemente tenemos que vernos con un hombre. - Traté de hablar en un tono más relajado aunque no estaba segura de que me saliera.

Y es que ese maldito coronel o lo que fuese no dejaba de cagarla cada vez que abría la boca. Dicho esto, cogí mi bolso y le hice un gesto a Rick para salir al pasillo, sin saludo militar ni nada. Ese "coronel" no se merecía nada. No era más que un liante y ya no podía hacerme mucho más que degradarme a cabo o meterme en una jaula oscura el resto de mi vida y sabía perfectamente lo que perdía si hacía eso. Al salir miré a los civiles tras mi paso, buscando en sus miradas si alguno se había dado cuenta de lo que había intentado o no.

Al final daría igual. Sabía quien si lo valoraría o al menos eso esperaba. Porque no barría para nosotros, sino para los demás.

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12/07/2021, 08:57
Nikolai Vladiminovich

De repente, aquel lugar se transformó en una pequeña batalla entre la mujer de los galones y el Coronel, ese Eaton. Yo miraba a mi alrededor y no encontraba la manera de decir algo, porque todo el mundo parecía estar protestando por cuanto sucedía: por el viaje, el capitán entrometido, el viaje, el equipo, el viaje, el alojamiento...

Yo permanecí aparte, aplastado contra la pared, esperando a que el humo se disipase para poder decir algo y ponernos en marcha. Lo cierto era que estaba emocionado por aquella aventura que se me había presentado. ¡¡La Tierra Hueca!! Solo con sugerir la posibilidad de que fuese real y que pudiéramos llegar hasta allí, se me hacía la boca agua. ¡La de especies de plantas desconocidas que podría encontrar! Casi podía ver mi nombre formando parte de los anales de la botánica, como el mayor descubridor de toda la historia.

Cuando por fin pareció calmarse la cosa, di dos pasos hacia el Coronel.

-Yo iestoy sierrvido, ¿da? Solo niecesitarrr algiunas cosas, como rrriecipientes parra iespecímenes, ¿da?, y alguiunos estiuches de trrabajo. Miuchass grracias, da.

Anoté entonces todo el material en un documento y se lo entregué a Eaton, antes de salir de la oficina.

Notas de juego

PNJotizado. Nikolai y cualquiera de vosotros puede darme la lista del equipo por privado.

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12/07/2021, 09:06
DIRECTORA

Eaton no dijo nada más. El equipo estaba formado y eso era lo único importante. Había miembros más maleables que otros, pero todos resultaban útiles a su manera, pues al final se trataba de disponer de un grupo de personas que pudieran ser prescindibles y que no supusieran un conflicto diplomático, en el caso de ser descubierto. De hecho, ese había sido el principal reparo a la hora de incluir a oficiales del ejército, pero no había forma humana de impedir que éste formase parte de aquella misión.

Asintió al ruso, mientras cogía su documento, y observó como cada uno iba saliendo de la oficina.

No quería ni pensar en los pobres nazis si se encontraban con ellos.

Notas de juego

FIN DE REUNIÓN

PASAMOS AL SIGUIENTE CAPÍTULO: EL CAIRO