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Final Fantasy: El destino del héroe

Capítulo 1: La huida

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29/10/2022, 22:26
Mortimer Bals

Entre la conversación con Agatha, los cuidados de Saphir y la preocupación de Lavinia, yo no sabía si hablar o no. Cuando de repente, aparece en el aire un grifo. Era de Tafeld, e iba "tripulado". Cuando "aterriza" cerca nuestra, veo con pavor que el segundo tripulante encapuchado es Amet, el tío de Lavinia. Tras mirar a ambos y como son sanados por Saphir, me acerco hacia ambas. Es cuando oigo que Amet está muy mal. No sé si coger la mano de Lavinia. No sé si decir algo. No sé nada. 

Vamos, maldita sea. ¡Ten valor y haz algo! 

Entonces, acerco mi mano despacio hacia la de Lavi. Una vez agarrada con ternura, la miro a los ojos. 

- Saphir tiene razón. Está vivo. Y eso es lo más importante. 

Tras unos segundos mirando a Lavi, vuelvo mi mirada hacia la maga blanca y asiento, en forma de agradecimiento. 

Notas de juego

Disculpad. Los exámenes me comen la vida U_U

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31/10/2022, 17:20
Lavinia

Lavinia se dejó llevar mansamente mientras su mente iba a toda velocidad. Demasiada para su cuerpo, paralizado por el estupor. Se inclinó junto a su tío, a quien acarició la cabeza con una delicadeza que no creía suya. La mano le temblaba enfebrecida. Veía borroso por culpa de unas lágrimas que chispearon sobre él.

 Lamento deciros que es muy probable que no vuelva a ser capaz de andar. Sus heridas han sido muy severas. Sin embargo, debéis pensar que está vivo por gracia de los dioses, ¿sí?

De nuevo, se sintió dividida. Estaba vivo. ¡Estaba vivo! Su respiración le resultaba apenas perceptible, pero ahí estaba. Terco como él solo. Quería abrazar a la ratona, estrujarla con fuerza. A pesar de la distancia, había visto como atendía a los heridos de la caravana y a los ocupantes de la bestia voladora. La caída había sido brutal, ella misma había sido testigo. Si la maga blanca no les hubiera atendido al instante... No había sido cosa de dioses. Si no de su compañera, Saphir.

Por otro lado... Recordaba a tío Amet yendo de un lado a otro de la posada con apenas dos zancadas, raudo para tomar pedidos, para llevar la comida a una mesa de veinte aún humeante para que nadie se quedase mirando. Las veces que le había esperado a la puerta de la posada durante horas, aquellas veces que Lavinia se había distraído en la biblioteca y no había cumplido con la hora a la que habían quedado para que regresara. Todo eso ya no podría ser. Y era injusto. Y la maga blanca debería hacer más. Ella debería hacer más. Seguramente quienes le habían obligado a tomar a la bestia alada seguirían libres por ahí, campando a sus anchas, impunes. Pensarlo prendió una nueva llama en su interior cuyo humo le mordía las venas.

Sintió un contacto leve en la mano libre que enfrío la llamarada antes de que diera la bocanada letal. Lavinia giró la cabeza para ver de qué se trataba. Reconoció a Morti incluso a través de la cortina de lágrimas. El nudo en la garganta bloqueó el paso a las palabras de agradecimiento. Asintió primero a Mortimer y después le dedicó una larga mirada a Saphir antes de asentirle a ella también. Esperaba que pudiera leer el agradecimiento en su gesto. 

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01/11/2022, 02:10
Director

La muchedumbre alrededor de los dos jinetes se deshizo al instante en cuanto se dieron cuenta de lo crítico de la situación, y dejaron espacio para que Lavinia se recompusiera, así como también dejaron obrar a la maga blanca a su juicio. El jinete se levantó del suelo por su propio pie y se alejó un poco, mirando con algo de pena a Amet antes de dirigirse a Kallista, su camarada.

— Reconozco esos colores, tú eres de la guardia de la ciudad. Preguntabas por la situación, ¿no? No podría ser más jodidamente mala - comenzó a explicar, notándosele en su expresión la rabia y la desazón que compartía con todos ellos —. Han dejado ir a los ciudadanos de a pie después de masacrarlos, pero las fuerzas militares son otro cantar parece ser. Han sido cazados sistemáticamente por ese puto ejército. Ni siquiera han tomado prisioneros... Si tenías alguna relación con la milicia, te cortaban el cuello al instante. 

El tipo se pasó una mano por el pelo, mirando a su grifo con el pecho henchido de furia. Alargó la mano para acariciarle el pico, suspirando para calmarse, antes de proseguir con su historia. Sudaba copiosamente y tamborileaba nervioso con los dedos los brazales que cubrían sus brazos.

— Después de que todo estuviera perdido intenté escapar con Rohan volando, y fue entonces cuando vi a ese - mencionó, señalando a Amet con el dedo. — Estaba prácticamente muerto, con dos espadas atravesándole de lado a lado, y aun así se las había apañado para arrastrarse hasta un callejón. Aún no me puedo creer que siga vivo —. Hizo una pausa, mirando a Kallista fijamente antes de centrarse de nuevo. — Esos cabrones han tomado la ciudad por completo. Tafeld ha caído, y por lo que yo sé el señor está muerto, o lo tienen esos azules, me da completamente igual. Pero sí sé que no se contentarán con haberme derribado, y van a perseguirme. No puedo quedarme mucho con esta gente, los pondría en peligro... pero tú también lo harás si sigues con ellos. Deberías venir conmigo para que cuando los alcancen no tengan un motivo para masacrarlos a todos. Parece que solo buscan neutralizar las fuerzas enemigas, no diezmar a la población... a pesar de que regaran de cuerpos todas las calles de la ciudad.

Notas de juego

Fecha y hora límites: Viernes, 04 de Noviembre a las 20:59.

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03/11/2022, 01:42
Saphir Ihma

Respondió con una sonrisa apenada al asentimiento de Lavinia y se retiró a un a un lado para recomponerse después de un uso tan intensivo de sus habilidades. Observó aquella escena en su conjunto, simplemente apreciando una nueva estampa de aquella gente: de la dicha a la desgracia en tan poco tiempo, y aún así no parecían tener intención de rendirse ni dejar atrás a nadie. Se sintió en deuda con los afligidos, como solía antaño; una perspectiva tan caída en el olvido que hasta se sentía nueva. Sujetó su báculo con ambas garras, cerró los ojos e hizo unas plegarias en silencio por los enfermos, los muertos y los heridos de aquel terrible conflicto.

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07/11/2022, 03:23
Raven Drannor

Mi arco se levantó hacia el cielo casi por instinto al escuchar el grito de que algo se aproximaba por los aires, concentrando mi vista en la imponente criatura que se acercaba más y más a nuestra posición, cargando una flecha y esperando el momento exacto para poder liberarla y finiquitar rápidamente con la amenaza.
Por suerte, ese momento jamás llegó. Un breve destello de las piezas de armadura tanto del grifo como de su jinete me bastaron para reconsiderar si atacarle, y el grito de ese hombre... ¿Fjord? Acabó por confirmar mis sospechas.

Preferí hacerme a un lado, luego de que el grifo y sus jinetes cayesen, limitándome a observar la situación aún con la cuerda tensada durante un rato, manteniéndome atentos a los dos recién llegados y a la criatura.
No estaba seguro de haber visto jamás a un Grifo tan de cerca pero, por muy majestuoso que fuese, me preocupaba que el animal se descontrolase en medio del tratamiento de Saphir. Por suerte eso no sucedió y ya, por fin, pude destensar mi arma y suspirar por lo bajo para dejar escapar la tensión previa. Ya solo quedaba esperar a que Saphir terminase con el resto.

Entretanto acabé acercándome también a Lavinia, tras que Mortimer lo hiciese. No la conocía demasiado y muy posiblemente tampoco sabría qué más decirle de conocerla, por lo que me limité a asentir levemente al Lalafell en reconocimiento por sus palabras y luego me quité el pañuelo con el que ocultaba con tanto esmero mi cabello. 

-Ten.- Acabé ofreciéndole el pañuelo a Lavinia, haciendo un leve cabeceo hacia ella si es que llegaba a mirarme. Le serviría para limpiarse las lágrimas, al menos. Mejor uso del que yo podría darle ahora mismo. No tardé en alejarme de ellos, tomando esta vez una posición más cercana Kallista y a ese jinete quien ya parecía tener un mejor aspecto. Escuché lo que conversaban con atención... Hasta que por fin acabé por levantar la mano para llamar la atención de ambos.

-Tal vez sería mejor... Quitarse esas armaduras de una vez para evitar esos problemas.- Sugerí a ambos, dedicando una ojeada rápida al atuendo de ambos. Llevaba un rato haciéndome ruido todo ese asunto, aunque ahora entendía mejor por qué. Eran como mi pelo, simplemente demasiado cantosos cuando no debían serlo. -Y sobre ella...- ¿Él? Apunté al Grifo con el pulgar. -Podría acomodarse junto al equipaje, si la cubrimos con unas mantas... Intuyo que no será muy convincente decir que es un chocobo.- 

Esbocé una mueca de una sonrisa, tratando de quitarle algo de hierro al asunto... Pero la verdad es que esa última idea no terminaba de cuajar del todo. Aún así, una parte de mi no quería abandonar a los ciudadanos a su suerte tan pronto, o que la única persona del grupo que sabía cómo sostener un arma se marchase por su cuenta. Ambas opciones simplemente no me resultaban llamativas en absoluto.

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08/11/2022, 23:53
Kallista Skyfall

— Es increíble que pudiera sobrevivir a una herida así... - musitó Kallista, mirando primero la herida ahora cerrada de Amet, y después discretamente a Lavinia. Sonrió aliviada, cerrando un momento los ojos para serenarse y dar gracias a que al menos algo había salido bien. Pensó en proporcionarle unas palabras de ánimo también a Lavinia ella misma, pero se mantuvo en silencio al final, dejándole un espacio que claramente necesitaba para reponerse.

En su lugar escuchó la historia del caballero grifo, cerrando los puños junto a los costados, conteniendo a duras penas la ira y la desesperación por las nuevas que traía el hombre. Y no solo eso sino que, por lo que decía, ahora se había convertido en una diana a la que apuntar por parte del imperio. No podía permitirse poner en riesgo a aquellas personas de ninguna manera. Pero tampoco se sentía cómoda dejándolas a su suerte.

— ¿Huh? Sí, supongo que eso podría servir... - dijo Kallista, sopesando el despojarse de sus símbolos de Tafeld. Le dolía tener que hacerlo en el fondo, sentía un gran orgullo por el servicio que había hecho... pero la vida de los aldeanos supervivientes era más importante que su orgullo. — Bien pensado.

Notas de juego

PNJtizada por el máster

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09/11/2022, 01:10
Director

Los demás dejaron a Mortimer y Lavinia un poco apartados, dejando que el pequeño lalafell, que parecía haber tomado más confianza con ella, la reconfortara como pudiera. Lavinia tomó el pañuelo de Raven con la mirada perdida, aún procesando todos aquellos sentimientos que la habían embargado por los acontecimientos recientes. Mientras tanto, el resto miraba a Saphir con una mezcla de alivio y de gratitud, claramente exultantes por tener a una maga blanca tan capaz como ella con ellos por el momento. Un niño de tez oscura y pelo rubio cortado a tazón trajo un cuenco humeante de algo que parecía té, a pesar de que solo eran unas pocas hierbas echadas en agua hirviendo más que una verdadera infusión. Sin embargo, su sonrisa y su rubor en las mejillas indicaban sus buenas intenciones al servírselo a la samhín.

— Quizá eso funcione con ella o conmigo, pero no con este grandullón - replicó el guardia de palacio, rascando por debajo del pico con su mano a Rohan, quien emitió un pequeño graznido de satisfacción. — Me temo que dejar a un grifo escondido es... básicamente tarea imposible. Y si lo descubrieran, ni todas las plegarias del mundo os salvarían de sus espadas. No, será mejor que yo me marche entonces. Me adelantaré a la capital en calidad de mensajero. Tienen que saber que el Imperio ya no es un aliado por más tiempo. - Su rostro se ensombreció momentáneamente mientras subía al lomo de su amigo alado, quien parecía tener el ala aún en mal estado como para volar, pero aún podía cabalgar a ras de suelo. — Se avecinan tiempos de guerra. Tened cuidado - se despidió finalmente, espoleando al grifo para adelantarse a toda carrera por el camino en dirección a la capital del reino.

Notas de juego

Fecha y hora límites: Viernes, 11 de Noviembre a las 20:59.

Os dejo un turno (o más) para que comentéis o hagáis lo que queráis antes de avanzar en la narrativa.

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09/11/2022, 12:43
Saphir Ihma

Al ver el ofrecimiento se puso a la altura del niño y recogió el cuenco con ambas manos y rostro plácido, agradecida. Sin levantarse tomó con cuidado algo de aquello, y aunque al gusto no era lo mejor, solo el gesto ya valía más de lo que podía esperar después de lo sufrido.
Gracias, pequeño —dijo mientras levantaba el cuenco en su dirección, en señal de gratitud. Se entretuvo terminando el té mientras miraba a su alrededor, y echó cuenta de la marcha del jinete por tierra. Luego se acercó a Kallista para preguntar.
—¿Os dijo el soldado a dónde iba? Marchar tan pronto en la noche, incluso si sufrió solo magulladuras... —Sorbía de a poco el té para no quemarse, pero sin quitarle atención a lo demás.— En cualquier caso... ¿viajaremos junto a la caravana a la capital, cierto? ¿Creéis que allí podamos estar a salvo?

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09/11/2022, 16:38
Lavinia

La burbuja de irrealidad que envolvía a Lavinia acabó estallando, más temprano que tarde. Acarició la mejilla rasposa de Amett hasta tres veces para comprobar que no era un sueño, que realmente estaba allí. Sentía el calor en la otra mano de la de Mortimer, que también estaba allí. La cortina de lágrimas remitió gracias al pañuelo que le prestaron y el olor de animal salvaje que desprendía el grifo se fue con él. Poco a poco, Lavinia se fue serenando. Su mente aún era un caos de cosas que había qué hacer, de prioridades inconexas. 

Tenía que asegurarse de que Amett estaba a salvo. Alejarle de la ciudad. Era un milagro que estuviera vivo, y sería mucho pedir que su querida posada hubiera sido agraciada con otro. Habían vuelto a quedarse sin hogar. Para ella, por segunda vez. Si consiguió adaptarse una vez, conseguiría adaptarse una segunda. Podía imaginárselo perfectamente: los dos levantando una posada desde cero en cualquier otra parte, lejos de la pesadilla. Un fuego encendido, canciones subidas de tono bien entrada la madrugada, manchas de cerveza derramada en el suelo. 

Por otro lado, quien les había hecho eso seguían allí, en su viejo hogar. Impune. 

Y eso no podía consentirlo. Solo de pensarlo le hervía la sangre. 

Buscó con la mirada a sus compañeros, al resto de supervivientes. El destino les había unido a la caravana, pero estaba segura de que no sería por mucho tiempo. Kallista, como guardia de la ciudad, podría intentar regresar para cumplir con su deber. Era la única que creía que regresaría. Si iba con ella, quizá tendría su oportunidad. Tenían que pagar por lo que les habían hecho a su tío y a ella.

Acomodó a su tío lo mejor que pudo, dadas las circunstancias. Estaba deseando que despertara. Quizá él podría ayudarla a establecer un orden en esas prioridades, como había hecho siempre.

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11/11/2022, 05:34
Raven Drannor

Seguí con la mirada al soldado y a su criatura marcharse en la lejanía hasta que por fin desaparecieron completamente de mi vista. Decidí no rebatir su decisión, asumiendo que finalmente se trataba de la más adecuada dada la situación precaria en la que nos encontrábamos… Aunque una parte de mí, más impulsiva, aún hubiese preferido contar con la ayuda de alguien más y la compañía de una criatura tan exótica. Disimulé mi desaliento con un leve suspiro, llevándome las manos a los bolsillos y dándome la media vuelta.

-Se adelantará. – Respondí a Saphir, ya comenzando a caminar hacia la delantera de la caravana. -Creo que ir hacia la capital es la opción más segura para todos, el qué hacer después…- Respiré profundamente. Aún no habíamos tenido ni un mínimo respiro para pensarlo bien, pero si algo había aprendido con el tiempo era el enfocarme en el ahora. Y para bien o para mal… Ahora convenía mantenerse juntos.
Al final no terminé mi frase, limitándome a dejar patente que eso sería un problema que podríamos resolver a futuro.

-Creo que… Ya dormí bastante luego de que me hiriesen.- Palpé con dos dedos la zona donde la flecha había perforado mi cuerpo anteriormente, aún sorprendido de lo cerca que había estado de palmarla… Y de lo sorpresivamente recuperado que estaba ahora mismo. Me volteé una última vez hacia mis nuevos compañeros. -… Así que me encargaré de la guardia nocturna. Mientras tanto descansen, sobre todo ustedes dos.- Mi mirada fue a parar en Saphir y luego en Lavinia. Le dediqué una pequeña cabeceada en señal de respeto a la primera, y una pequeña sonrisa a la segunda al verla sin tantas lágrimas ya. 
Si nadie tenía nada que objetar... Partiría a tomar mi posición autoasignada. 

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11/11/2022, 10:51
Kallista Skyfall

Kallista observó con sentimientos encontrados la partida del jinete de grifos. Entendía su decisión, y la compartía completamente. Sería prácticamente imposible esconder a una bestia así entre aquel grupo de ciudadanos, y aunque pudieran idear una forma de hacerlo, el riesgo era demasiado grande. Además, los posibles beneficios de enviar un mensaje rápidamente a la capital eran muy superiores a que permaneciera con aquel grupo. El reino de Argenell tenía que saber cuanto antes la masacre que había acontecido en Tafeld, saber cuanto antes que Vallonde ya no era un aliado, sino una víbora que había enseñado sus colmillos de repente.

— Sí, aprovechará que puede ir más rápido por tierra con su grifo para llevar un mensaje a la corte de Argenell. Con suerte enviarán una respuesta rápida y no permitirán que Vallonde campe a sus anchas por territorio aliado... - musitó Kallista, corroborando las palabras de Raven.

Echó de nuevo una mirada a Lavinia, visiblemente preocupada, pero sintió algo de alivio al ver que parecía estar más calmada. Agradecía que Mortimer estuviera ahí para ella, necesitaría a alguien a su lado para reponerse del duro golpe que había recibido. Todos ellos lo necesitarían.

— De acuerdo. Yo te relevo más tarde, no pases toda la noche en vela. Despiértame en unas horas, ¿de acuerdo? - pidió, dirigiéndose a descansar un poco. Dudaba que pudiera dormir, pero necesitaba al menos un tiempo a solas para recuperarse de todo aquel choque de emociones.

Notas de juego

PNJtizada por el máster

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11/11/2022, 23:00
Mortimer Bals

La barda nos había llamado los elegidos del Cristal. Si bien seguía sin tener claro qué significaba exactamente si parecía algo importante. Nosotros cinco somos importantes. MÁS importantes, idiota. Ya eres importante Mortimer. El caso es que probablemente nos salvase a los cinco porque los cinco debíamos permanecer unidos. Y eso no era lo que decía la mirada de Lavinia.

Algo más apocado de lo habitual en mi, tiro de la manga de la chica. En realidad, no es falta de confianza o vergüenza, es simple tristeza lo que me hace reaccionar tan apagado. Mis recuerdos, pues veo en la chica un eco de la ira que sentí años atrás, antes de comenzar mis estudios. ¿Qué conseguí persiguiendo rabiosamente a ese mago por el bosque? Nada. ¿Qué va a conseguir ella si vielve a la ciudad? La muerte.

-Lavi...debemos seguir juntos a la ciudad. Recuerda... recuerda que...- oh, joder como odio decir esto... -Recuerda que le dimos a uno con dos hechizos y dos flechas y no lo tumbamos. No hay nada que podamos hacer contra esos azules. Te prometo que mejoraré mi magia y entonces te ayudaré. Pero quedémonos con los demás. Hay que llegar a la capital.

Suelto su manga sin querer molestarla más y se dirige al resto.

-Yo puedo hacer la guardia tras Kallista.

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12/11/2022, 10:52
Saphir Ihma

Asintió a la aclaración de ambos, y aunque seguía con la incertidumbre de lo que podría ocurrirles más adelante, prefirió no seguir machacando con sus dudas a los demás. "Bastante tendrán con lo suyo", pensó.
Lo cierto es que mi labor ha tomado más de mí de lo que suelo experimentar —Se apoyaba en su báculo con algo más de pesadez que antes— Agradeceré otro pequeño descanso antes de seguir atendiéndoles —dijo mientras miraba a los refugiados.— Que la guardia os sea leve. Nos veremos al alba —Partió al momento a buscar entre la gente de la caravana por algún lecho libre, despidiéndose de paso de Mortimer y Lavinia. Pero aun con todo no quería abusar de la confianza de los refugiados, por lo que simplemente se acercaría a alguna fuente de calor y se tumbaría cerca para intentar reposar las horas  que pudiese.
Antes de caer en el sueño, sin embargo, le asaltaron imágenes de las horas pasadas, incluída aquella visión que le ofreció la divinidad desconocida que les había elegido. Y entre una mezcla de angustia y somnolencia, la terminó de atrapar el sueño.

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12/11/2022, 12:25
Raven Drannor

Respondí a las respuestas de mis compañeros con poco más que un simple gesto con mi cabeza, asintiendo a sus peticiones de hacerse cargo de la guardia, más no estaba tomándome realmente en serio sus peticiones o mi propia respuesta, no por considerarlos incapaces sino porque dudaba de mi propia capacidad de conciliar el sueño esa noche.

—Buenas noches, buenas noches... Les veo en la mañana.—

Tomaría la primera guardia, segunda y tercera si es que no llegaban ellos mismos a solicitarla, ocupando mi cabeza en una labor mucho más familiar y ligera que la de "ser elegidos por un dios cristal mágico", aunque ciertamente me sabía diferente ahora. Ya no era solo la posibilidad de toparnos con alguna bestia descarriada o un grupo de bandidos maloliente... Sino que también estaba la tensión añadida de los soldados de Vallonde, y de ir con un grupo lleno de heridos, ancianos y niños.

Además, está el hecho de que no llevaba más mi pañuelo, de noche... —Negro. Ya pudiste haber sido negro...-

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13/11/2022, 12:23
Agatha

Con diversas sensaciones en función de cada persona, el grupo se disgregó para proceder a tomar un descanso aquella noche. Al ver que Raven tenía intención de tomar la primera guardia algunos de los que también les había tocado se acercaron a él, indicándole dónde podría sentarse, ofreciéndole uno de esos cacharros con agua e hierbas como el que le había ofrecido aquel niño a Saphir. Parecía que en los alrededores de Tafeld crecían en número considerable una serie de matojos con cuyas hojas se podía hacer aquella infusión parecida al té. No era especialmente sabrosa, pero al menos servía para calentar sus estómagos y corazones en aquellos tiempos que se habían vuelto tan inciertos.

Kallista despertó como un reloj para suceder en su guardia a Raven, el cual tuvo que aceptar a regañadientes el hecho de irse a la cama al menos para intentar dormir. La noche era apacible y silenciosa, salvo por el rumor de los árboles mecidos por el viento y los ocasionales ululares de búhos y otras aves.

Tras aquella noche sin contratiempos, en cuanto el sol hubo salido por el horizonte comenzó la acción, preparándose para marchar hacia la capital cuanto antes. Se formaron de nuevo los grupos de vanguardia y retaguardia, esta vez con las mujeres en la parte trasera a diferencia del día anterior. Parecía que estaban ciertamente organizados, a pesar de ser meros ciudadanos. ¿Acaso habría alguien que hubiera sabido dar las órdenes precisas para ello? Fue entonces cuando Agatha se dirigió a Lavinia, mirando con una sonrisa a la pareja formada por Amet y la cantinera. 

— Lavi, ven, te ayudaré a subirlo al carro. Estoy segura de que despertará pronto - comentó con voz suave, casi como si estuviera consolándola, a pesar de lo feliz que parecía por ver a Amet vivo. — Si quieres puedo hacerte compañía mientras viajamos... para que no te sientas sola. Partiremos en breve - observó, viendo cómo los conductores de los carros terminaban de montar todos los aparejos en sus bestias de carga aladas.

Notas de juego

Fecha y hora límites: Miércoles, 16 de Noviembre a las 20:59.

También si queréis describir algún tipo de sueño o alguna otra escena podéis hacerlo libremente.

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13/11/2022, 20:02
Kallista Skyfall

Al despertar Kallista esperaba estar en su cama, con el sol apenas asomando por la ventana y preparandose para un nuevo día de trabajo. Regañaría a Dronn por beber tan temprano, luego hablaría con los guardias más jovenes para recordarles las reglas de la milicia. Desayunaría copiosamente y llevaría a cabo su día de trabajo. Pero nada de eso sucedió, cuando despertó aún no amanecia, sus compañeros excepto Raven, descansaban o al menos eso creía.

Tomó el lugar de Raven en la guardia. Aunque ya no vestía la pesada armadura, ni los símbolos que la señalaban como parte de la guardia de la ciudad. Ahora solo llevaba un humilde atuendo y unos viejos zapatos que no retumbaban con cada paso que daba. Irónicamente si bien ahora su cuerpo se sentía más ligero, su corazón era presa de un vacío díficil de manejar al verse despojada de aquellas piezas que por tanto tiempo habían sido su orgullo y su identidad. Ya casi había olvidado quien habitaba bajo la armadura. Dedicó su guardia a limpiar su espada, perdida en sus propios pensamientos. 

No despertó a Mortimer para que la relevara, quizás por orgullo o quizás porque deseaba que el también descansara, presentía que todos necesitarían sus fuerzas y se creía capaz de seguir adelante con unas pocas horas de sueño.

Cuando el sol salió y todos partieron, tomando sus lugares ella revisó el estado de "las tropas". Estaba preocupada por Saphir quien había estado atendiendo a los heridos y por Lavinia quien aunque había recuperado a Amet (a quien ella daba por muerto) parecía perturbada aún, en más de una ocasión la había visto mirando hacia Tafeld aunque desconocía si esperaba a alguien más. Mirándola evitó pensar en su propia familia, sus padres y hermanos, puesto que aunque quisiera volver por ellos su deber para con quienes tenía a su lado ahora era más importante.

- ¿Ya todos comieron algo?- preguntó paseandose entre los presentes- se que no tenemos muchas provisiones, si es que las tenemos pero es importante que nuestros estomagos no estén vacios por mucho tiempo. ¿Por cierto durmieron bien?- esta última pregunta fue hecha principalmente a sus compañeros de viaje, aquellos que al igual que ella habían visto el cristal.- ¿Cómo se sienten hoy?

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14/11/2022, 21:16
Mortimer Bals

Cuando comienza a haber ruido en el campamento me incorporo y por unos momentos parezco ser todo boca del gran bostezo que me sale del alma. Que bien he dormido, pese a todo. Instantes después salto como un resorte, casi medio metro en vertical. No es poca cosa dada mi estatura como lalafel. Y es que he caido en la cuenta de algo. ¿Dormir bien? ¡Demasiado! Tras aterrizar me encasqueto mi sombrrero picudo, agarro mi bastón y avanzo a pequeñas grandes zancadas hacia Kallista.

-¡Mujer! ¿Por qué no me has despertado? ¡Dije que haría guardia! ¿Acaso insinúas que no veo por encima de la hierba y no puedo vigilar? ¡Que sepas que no me vale que luego digas que estás cansada cuando te toque darle palos a algún bandido o monstruo. Te estaré vigilando.- No es que se preocupe por todos y quiera colaborar. No. Nada de eso.

Cuando una de las mujeres del grupo me ofrece ir en el carro en lugar de caminar... magnánimamente dejo pasar eso de que me llame niño-mago. A fin de cuentas mantener el paso de los pataslargas sería agotador a la larga.

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15/11/2022, 01:16
Saphir Ihma

A pesar de todo, la samhín durmió a pierna suelta toda la noche. Y como acostumbraba desde su entrada al templo, se levantó un rato antes del amanecer y cogió de entre sus escasas pertenencias una campanilla. Rebuscó sin demasiado entusiasmo en busca de las otras, pues como ya sabía, las tuvo que haber perdido en el caos de Tafeld. Igualmente se alejó un poco del campamento buscando una zona con suelo despejado, y encarándose a la dirección del sol en el horizonte, que poco a poco iba asomando. Se tomó su tiempo en colocar las cosas para el ritual del amanecer: la campanilla en el centro, el cuenco que le ofrecieron, aún con algo de la infusión, a su derecha, y su zarpa izquierda reposada en el suelo en ese mismo lado. Arrodillada, primero agarró con fuerza la hierba que tenía bajo su mano, arrancándola con cierta dificultad y dejándola caer de nuevo hacia el suelo. A esto le siguió el derramar algo del té en el cuenco también en el suelo, y lo que quedara se lo tomó de un trago. Por último, ya con los primeros rayos de la mañana, comenzó a hacer sonar la campanilla con una sola mano con cierta intensidad durante un par de minutos, a la vez que levantaba los brazos hacia el cielo con la palma de su garra libre hacia arriba. Todo esto mientras recitaba en susurros algo que, tanto por tratarse de su lengua natal como por la diferencia entre su boca y la humana, era complicado saber exactamente lo que decía para alguien extraño a su gente y costumbres. Una vez terminó de agitar la campanilla esperó unos instantes en silencio, y entonces se volvió con los demás.
Si había algo de comer trató de no tomar demasiado, pero sea lo que fuera, si lo había, le saciaría lo suficiente.
Apaciblemente —respondió a la soldado— Espero que la noche no se os haya hecho muy larga a ninguno tampoco —miró tanto a Raven como a Kallista.

Más tarde, en cuanto la caravana se preparaba para salir, hizo una última inspección de los heridos, viendo qué tal habían soportado la noche. De la misma forma, apareció por donde la carreta de Amet, Lavinia y Agatha. Previo saludo a ambae, intentó revisarle con detalle las lesiones y cortes; ver si con otro milagro, o quizá un tratamiento más mundano, le podría hacer bien. Quizá incluso se quedaría con ellas tres en la carreta. Así podría procurarle los cuidados por cuanto durase el viaje.

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16/11/2022, 14:47
Raven Drannor

El inicio de la guardia resultó más ameno de lo que esperaba gracias a la buena disposición de las personas que decidimos acompañar. Acepté de buen grado su ofrecimiento, dando pequeños sorbos de tanto en tanto mientras observaba el movimiento de las sombras con el más absoluto silencio, encontrando cierta belleza en la tranquilidad de la noche pese a la incomodidad que me causaba ir con mi cabello expuesto. -Quizá ya va siendo hora de cortarlo...- 

Eventualmente llegaría la hora de mi relevo, siendo pillado completamente por sorpresa por Kallista. No solo porque apareció sin que le avisase, haciendo gala de su formación marcial, sino que también por el aspecto tan distinto que llevaba ahora sin su indumentaria de guerrera. -Te sienta bien.- Diría con algo de sorna, ofreciéndole después la cantimplora con lo que quedaba de infusión. No tardaría mucho más en marcharme, aunque un buen rato antes de llegar a mi improvisada cama lo pasaría caminando por el campamento, meditabundo.

El día siguiente llegaría más pronto que tarde, y pese a todo fui capaz de conciliar algo de sueño, el cual probablemente se habría extendido de no ser por el sonido de la campanilla de Saphir con su ritual matutino. Inevitablemente pasé la mano por mi rostro, soltando de paso un pequeño bostezo, antes de levantarme y dirigirme hacia el grupo poco después de que el sonidito de la campana dejase de taladrar en mis oídos. No es que fuese especialmente desagradable, pero tras una noche con poco sueño sí que podía llegar a serlo.

-Fue una noche tranquila, pero...- Miré de reojo a la soldado y luego a Mortimer. Se me escapó una risa leve ante su interacción. -Deberíamos organizar mejor los turnos de guardia.- Diría divertido, casi bromeando, y claramente sin mencionar el hecho de que había pensado en hacer exactamente lo mismo que ha hecho ella. No tardaría en marcharme, aunque daría una palmada en el hombro de la mujer antes de hacerlo. -Y el pequeño tiene razón, te necesitamos con energía... Date un respiro, nos encargamos.-  La miré, de forma cordial... Pero también seria.

Estaba demasiado concentrada en nosotros y nuestro bienestar cuando su perdida posiblemente habría sido similar a Lavinia. No se me había escapado ese detalle, así que le insistiría en eso de tomarse un descanso también.

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16/11/2022, 15:48
Raven Drannor

El poco sueño que Raven sería capaz de conciliar durante la noche le llevaría a soñar una vez más con las visiones que le presentó el cristal, nuevamente con ese papel de espectador, mirando a esa persona de aspecto irreconocible, aunque quizá un poco antes. El torturador desconocido, el torturado sin nombre... No tenía idea de qué representaba un sueño así, pero no podía evitar sentir algo de impotencia ante esa imagen, el no poder hacer nada y el no comprender su significado. La mayor parte de ese -breve- sueño giraría entorno a ello, a intentar ver más allá, inclusive ayudar... 

Trataría de buscar un espacio durante el día para comentarlo con los demás. Tal vez ellos llegaron a ver lo mismo...