Partida Rol por web

Mientras caminabais por las calles repletas de escombros observasteis que en uno de aquellos lugares destrozados estaba un acceso subterráneo, ambos reconocisteis perfectamente aquel lugar como la biblioteca, aunque siempre con aquel sentimiento de rareza por sentir y ver cosas que deberían haber desaparecidos de vuestra cabeza hace años.

Los alrededores seguían despejados, vuestros chocobos se habían buscado un pequeño hueco donde descansar sus fuertes patas después del viaje.

Esto... es muy extraño, Ziba... Aunque me dirigía a ella, era algo que tenía que decir. Me estaba pasando igual que cuando llegamos al orfanato. ¿Por qué tenía recuerdos de aquel lugar? Me encantaría poder decir que no me acuerdo de nada, pero sería mentir.

¿Has estado aquí antes, Ziba? Te suena esto, ¿verdad? Como a mí... Allí hay algo. Es un acceso. Podremos entrar en la biblioteca por allí

¿Por qué tenía que pensar esas cosas? Esto se estaba poniendo demasiado raro...

Ziba percibía que caminaba por inercia, sentía que sabía perfectamente pro donde estaba caminando, como si en su mente construyera nuevamente los edificios ahora derrumbados y los proyectara como si no estuvieran en ruinas. Esa sensación la asustaba y cuando cruzó la mirada con Cerion notó que a él también le ocurría. Su compañero decidió hablar, ella no se había atrevido, no quería reconocer lo que él estaba hablando y cuando dijo por donde se accedía a la biblioteca ella lo miró directamente a la cara, deteniendo sus pasos durante unos segundos.

- ¿Porque sabemos donde esta la biblioteca?, ¿porque camino como si supiera por donde voy?. -  No era capaz de responder a Cerion como debería, con respuestas, no con mas preguntas, pero en esos momentos Ziba no podía, no lo entendía.

Dejó de mirarlo, negó con la cabeza y continuó el camino hacia el acceso subterraneo.

- Tsk... tratemos de acabar con esto lo antes posible... pronto conseguiremos esa respuesta que tanto ansiamos.- Dijo ofreciendole una pequeña sonrisa, pero esa sonrisa estaba apagada, estaba cohibida por el miedo.

Ambos huérfanos comenzaron a descender en conjunto a través de unas escaleras que permanecían ocultas a simple vista, pero que con una intuición sobrenatural detectasteis como si siempre hubiera estado allí.

Según avanzabais el territorio estaba más oscuro por la profundidad pero llegó un momento por el cual unas pequeñas esferas brillantes "flotaban" por los estrechos pasillos de esas ruinas subterráneas ¿era magia?¿o serían criaturas que jamás habíais conocido?

Si intentabais coger alguna con las manos siempre ascendían hasta llegar a alguna altura que no pudierais alcanzar. Por el suelo podíais reconocer restos de infinidad de estanterías rotas y mohosas por el paso de los años, sin embargo lo curioso es que no había ningún libro por allí ¿los habrían robado en el pasado?.

El camino continuaba, ahora iluminados por esas criaturas que actuaban como antorchas dinámicas...

El bajar por allí como si hubiera sido su casa toda la vida era increíble. Lo único que me encajaba era lo que había dicho la directora. Ellos ya habían estado allí.

En lugar de oscuridad, se encontraron con luz. Luz provocada por pequeñas esferas que parecían criaturas. Fui a coger una, pero ascendió hasta que mis brazos no llegaban a ella

Esto es mágico...  susurré al ver esas criaturas

Casi tropiezo con algo en el suelo. Al mirar, todo el suelo estaba lleno de escombros. Empiezo a apartar parte de ellos con el pie, intentando descubrir qué son.

Aquí tuvo que pasar algo. Un terremoto, un combate... Algo. Mira cómo han quedado estas estanterías

Ziba detuvo su caminar unos instantes para presenciar esas esferas, parecían ser movidas por pura magia o eran ya de por si criaturas mágicas, no estaba del todo segura ni tampoco si eran inofensivas. En todo momento caminaba del lado de su compañero Cerion, no quería alejarse de lo que podría ser su única protección.

- Todo esto es producto de una batalla... fue arrasado hace mucho tiempo... pero me extraña que no haya ningun libro... estamos por la zona donde debió estar la biblioteca... me hace sospechar que alguien se ha molestado en no dejar ninguna información aquí... la que precisamente buscamos.

La chica alzó la mirada hacia las esferas que actuaban como iluminación y las fue siguiendo.

- Tenemos que seguir buscando.

En un abrir y cerrar de ojos, mientras avanzabais por los pasillos, un ruido a piedras rotas os alertó, instantes después un par de esqueletos, armados con espada y escudo surgieron de debajo de la tierra, eran dos en total, acorralándoos cada uno en un extremo del pasillo, con miradas huecas y mandíbulas carcajeantes.

Poco a poco fueron acercándose a vosotros de manera tambaleante, agitando sus armas ¿eran víctimas de las batallas del pasado o tenían otro origen?

El esqueleto que apareció detrás vuestra no dudó en abalanzarse contra Ziba para darle con su arma en varias ocasiones, sin lugar a dudas había sabido aprovechar el factor sorpresa, sin embargo la chica pudo reaccionar a tiempo para evitar los ataques que lentamente intentó hacer con sus armas envejecidas. Mientras tanto el otro esqueleto se iba acercando a vosotros lentamente.

Esas criaturas se acercaban y nos atacaban. Me llevé las manos a mis armas, pero me asustó. ¿Una flecha o una daga les iba a hacer daño alguno? No estaba muy seguro

Ziba, encárgate del que tienes más cerca, yo me encargaré del otro

Alcé las manos haciendo un amplio arco con cada brazo. Una vez juntas, formé un triángulo con ellas. El espacio entre mis manos se volvió azul y empezó a crecer. Cuando alcanzó el tamaño de mi cuerpo, empezó a asomar una espada que, en pocos segundos, se lanzó contra el esqueleto.

La espada mágica destrozó por completo el cuerpo óseo del esqueleto, reduciéndolo a pequeños fragmentos mientras dejaba caer su espada y su escudo.

Ziba miró con sorpresa al esqueleto que se abalanzaba sobre ella con su arma, pudo tener los reflejos suficientes para echarse a un lado pudiendo escuchar el silbido de la espada del esqueleto cruzar el aire. Escuchó la voz de su compañero, no pudo ver sus movimientos pues sus ojos estaban atentos en el esqueleto, solo pudo ver como éste se descomponía tiempo después por una convocación.

La mujer de cabellos azulados se giró rápidamente hacia donde quedaba el otro canalizando su poder en sus manos creando en ellas una esfera de naturaleza acuática que emitía un pequeño brillo pero al instante lo lanzó contra el esqueleto 

El segundo esqueleto recibió el impacto de la bola y se desintegró casi al instantes, todo había pasado de manera muy vertiginosa pero para vosotros era como si transcurrieran los segundos como minutos.

De repente se hizo de nuevo el silencio, en el suelo tan solo quedaban los restos de vuestros enemigos y algunos destellos de vuestros poderes mágicos, ¿sería éste el único desafíos que os encontraríais en estas abandonadas ruinas? el camino proseguía...

No me arriesgaré a que se vuelva a levantar, y si lo hace... dije acercándome hasta la calavera del esqueleto y pisándola con fuerza para romperla ... tendrá que reconstruir la cabeza

Miré a Ziba y comprobé que estaba bien. En ningún momento pensé que fuera la típica chica a la que había que socorrer, pero me alivió ver que no tenía ninguna herida, al menos aparentemente.

¿Te encuentras bien? Bueno, la bienvenida nos indica que es posible que haya más enemigos por aquí. Permanezcamos alerta mientras continuamos el camino

Ziba miró los huesos esparcidos por el suelo de los que antes componían un esqueleto, pero reaccionó dando un pequeño salto al ver como Cerion rompia de un pisotón el cráneo de uno, por lo que dirigió su mirada hacia él.

- Si... todo bien. - Dijo ella escudriñando el cuerpo de su compañero con la mirada, buscando alguna herida que por fortuna no había. - Y veo que tú también estás bien. Si, me temo que esto es el principio, es como si protegieran algo valioso. - Le respondió comenzando a seguir el camino. - Permanezcamos juntos. - dijo mirandole a medida que caminaba.