Partida Rol por web

Desde el primer momento le sigo el juego a Susana, ya sea para conectar más profundamente con la rubia soltera o por el simple hecho de fastidiar a Mario y a Pablo. Aguanto las ganas de reír cuando Susana, experta en el papel de pitonisa, da respuesta a su propia pregunta. Era obvio que Mario, demasiado cobarde, no ha sido el autor del movimiento. El balbuceo de Pablo también lo descartaba, así como la cara de sorpresa de mi hermanita. 

Levanto la cabeza y miro a Susana directamente, urgiendole a hacer más preguntas. 

Esto va a ser divertido...

Escuché a regañadientes las instrucciones de Susana y su reproche a la broma de Julia, que yo personalmente había agradecido por quitarle hierro a todo el asunto de la ouija. Nos dispusimos en circulo y con las manos entrelazadas, tras respirar profundamente unos segundos, la rubia, dueña y señora de la situación, empezó aquel particular diálogo con algún espíritu local.

No puedo negar que sentí un repentino escalofrío al ver como el culo del vaso se dirigía al "SI" del tablero. Cuando se paró, automáticamente miré el resto de mis amigos, buscando respuestas en sus caras. Pablo parecía asustado y trató de decir algo. Me crucé con la mirada de Julia, que por su expresión, parecía intentar sacar las mismas conclusiones que yo. Susana seguía concentrada en el tablero, mientras que Ric parecía estar divirtiéndose con nuestras reacciones. Conociéndole, apostaría a que era él el que estaba detrás de la manipulación del juego, tratando de asustarnos para divertirse a nuestra costa, algo muy típico de Ric. Pero la rubia estaba muy concentrada y tomándoselo todo muy en serio... Esperaba más preguntas, a ver si me ayudaban a ver quien de los dos estaba detrás de la broma.

Susana se quedó blanca cuando el vaso se movió solo. Fue entonces cuando notó la mirada del resto clavada en ella, la rubia captó de momento el mensaje, todos creían que había sido cosa suya. Los miró a todos recomponiéndose, habían conseguido contactar de manera que ahora tocaba seguir con las preguntas. Dado que ninguno de los presentes parecía querer formular la siguiente pregunta, Susana decidió continuar.

- ¿Eres un espíritu de un antiguo inquilino de la cabaña?- indago, para poder continuar necesitaba saber con que clase de ente habían contactado.

Viendo que la cara de Susana era un poema, se me puso un nudo en la garganta. ¿Sería Ric? Debía ser él, pero... algo me decía que quizá esto era más serio de lo que parecía. Intenté pensar con claridad, aunque, dada la situación, era una cosa difícil.

Si sólo podía responder con Sí o No, iba a ser difícil sacar información, tanto en un sentido como en otro. Tanto si se trataba de una broma como si era realmente un ente sobrenatural quien movía al vaso.

- ¿Hay más espíritus en este lugar?

Me lancé a preguntar, finalmente.

Ok, la cara de Susana descartaba que fuera un juego por parte de ella, incluso el imperceptible temblor de Mario, y Pablo menos, lo habría notado, el único que quedaba era Richard...pero, no se atrevería a jugar de esa forma, mas conociendo que en fondo me daba grima todo esto, respire profundo, bien, si quiere jugar, jugaremos.

Pablo había preguntado y aun no recibíamos respuesta, entonces me atreví a formular otra pregunta.

-¿Como te llamas?-

Con eso tendríamos un nombre para el supuesto fantasma del lugar, y juro que si se llama Pepito o algo similar me largare a reír.

Tras la pregunta de Pablo, el vaso se giró de nuevo...

Pero lo más intrigante fue cuando Julia hizo otra pregunta... se os erizaron los vellos al comprobar como se fue deslizando letra a letra hasta formar lo que podría parecer un... ¿nombre?

V

E

N

G

A

N

Z

A

Las caras de desconcierto de los presentes me estaban acojonando cada vez más, el único que parecía impasible por el momento era Ric, pero por mucho que trataba de fijarme en sus movimientos tras cada pregunta al supuesto espíritu, no notaba una voluntariedad en controlar los movimientos del vaso. O era muy bueno, o esta mierda de espiritismo tal vez estuviera funcionando de verdad...

¿Venganza? ¿Pero qué cojones? Esto se nos esta yendo de las manos... Para tratar de calmar mis nervios, y que no se me notara tanto el miedo que progresivamente me iba atenazando, me lancé a hacer la siguiente pregunta.

-Mu-mu-muy bien señor Venganza, encantado. ¿Por casualidad es suyo el gato que arañó esta tarde a nuestra amiga Susana?

Era una tontería, pero fue lo primero que me vino a la mente. El caso era abrir la boca y decir algo.

Esto nos estaba poniendo cada vez más contra las cuerdas a todos nosotros. Ya no sabía si la impasibilidad de Ric era tal o que simplemente se había quedado helado con los acontecimientos.

Sea como fuere, estábamos todos en esto.

La pregunta de Mario estuvo a punto de arrancarme una sonrisa, pero sólo a punto. La cosa no estaba para bromas.

- Si Venganza es algo más que un nombre, ¿Venganza contra quién o contra qué?

T

O

D

O

S

E

L

L

O

S

Y en cuanto se marcó la "S" las velas se apagaron como si alguien hubiese soplado sobre ellas; instantes más tarde se hizo un silencio sepulcral y un escalofrío colectivo recorrió vuestra espalda.

Susana se quedó paralizada de terror... su cuerpo fue recorrido por un frio escalofrio. Aquello parecía habérsele ido de las manos. No era eso lo que tenía que haber pasado, no entendía que podía haber salido mal. Allí sumida en la oscuridad junto al resto de sus compañeros, sólo fue capaz de llegar a la conclusión de que la sesión había concluido y que no deseaba estar a oscuras, de manera que se apresuró a encender varias velas y a dirigirse hacia el interrumpor de la luz para iluminar la estancia.

Ya estaba alucinando, el tío este se llamaba Venganza y quería tenerla contra todos, no podía creer que ninguno de nosotros estuviera jugando con algo así, cuando las velas se apagaron apenas me moví, no quise retirar el dedo del vaso por temor a eso que había advertido Susana, pero cuando vi a la rubia apartarse sin acabar la sesión me entro una bronca.

¡Susana!...le grite a mi amiga...vuelve aquí y termina esto, nos advertiste de no sacar los dedos y eres la primera en hacerlo, acaba de una buena vez y pide que se marche a lo que sea que hemos contactado.

Entre ese escalofrió que me recorría la espalda y el miedo que estaba sintiendo saque esa valentía de mis entrañas para llamar a mi amiga, mire a Pablo preocupada, quería tomar mis cosas y salir de ahí, llevarme a todos y nunca mas tomar esa maldita tabla.

Observo con detenimiento todo lo que ocurre, aguantando las ganas de reír ante el papelón que está haciendo Susana. Sin embargo cuando las luces se apagan y todo el mundo grita asustado veo que, posiblemente, no todo es un juego.

Bueno, vamos a tranquilizarnos. Susana, ¿que ha pasado? -pregunto a la joven tratando de relajar el ambiente -bueno, miradlo por el lado positivo, el supuesto espíritu dice querer vengarse de ellos, no de nosotros ¿me equivoco?

La sensación que me mantenía clavado a la silla y con el dedo sobre el vaso tenía mucho que ver con la voz que escuché en el lago.

Entonces dijo: "Van a morir, todos lo harán." Y después en la ouija, cuando yo pregunté, dijo querer vengarse de "Ellos".

¿Se refería a mis amigos? No conocíamos a nadie más aquí. Y, si quería vengarse de ellos, ¿por qué no de mí?. Aún más, ¿por qué me avisaba?

No podía explicarles esto, empeoraría las cosas.

Cuando volvió la luz, yo aún estaba clavado a la silla y con el dedo sobre el vaso. No porque esperase que se reanudase la sesión de ouija, más bien por que lo vivido durante la misma me había dejado petrificado, con la cara pálida y la mente a mil por hora.

Cuando la sangre regresó a mi cara y mi visión volvió a enfocar correctamente a mis amigos, escuché las palabras de Ric.

- ¿Y qué ellos conoces por aquí Ric? - Le pregunté. - Yo tenía mala sensación al respecto de la ouija, pero quizá sea esto una advertencia y debamos hacerle caso. - Dije al grupo. - Yo voto por hacer las maletas y marcharnos de aquí mañana por la mañana. - Mi mirada seria no daba lugar a bromas. - Lo digo en serio. - Reafirmé. - Ha dicho ellos, cuando era yo el que preguntaba. Para mí, se refería a vosotros. Y no quiero que os pase nada. A ninguno.

Apreté la mano de Julia cuando dije la última frase, y la miré de reojo.

Hablaba en serio. Muy en serio.

Tras el último mensaje del supuesto espíritu sobre su venganza me quedo petrificado, sin poder reaccionar, hasta que la rubia consigue volver a iluminar la casa. Lo del apagón repentino de las velas hace que me entren serias dudas sobre si lo que acabamos de vivir es algo más que una broma pesada de uno de mis amigos.

Aun así, los nervios y mi parte racional me hacen buscar una explicación no paranormal entre los presentes. Y creo tener un claro candidato:

-Bueno Ric, ha sido una gran actuación. Te felicito, pero déjalo ya. Creo que te has pasado un poco con la broma, ¿no? Mira como has conseguido poner a todo el mundo... 

Susana se violentó cuando Julia la reprendió por haber encendido las luces, aquello no tenía que haber pasado así... la rubia no se puso nerviosa por que el vaso se moviera solo, ni siquiera por obtener respuestas... pero lo de que el ente contactado quisiese venganza sobre todos ellos... era mucho más peliagudo.

- ¡La sesión ha terminado Julia!- chillo presa del terror que había experimentado- ¿Es que no lo has visto?... No se que ha pasado Ric... no se que coño ha pasado...- se obligo a serenarse- es posible que sólo sea una broma... hay veces que les dá por hacer bromas- dijo no muy convencida- ¿Irnos...? ¿Ahora? Es plena noche... estamos en un maldito bosque, acabaríamos perdiéndonos.