Dudando ante el gesto de Sven, el caballero termina por levantarse receloso del Tremer. Quitándose la prenda de cuero que hace más soportable mantener y sostener el gran Yelmo puesto, deja ver una cabellera negra con un peinado corto.
- Mas extraño es encontrarse con un grupo de cazadores en un pequeño parque.
Con la mirada fija en Sven, el hombre habla con una voz potente y falta de inseguridad, a pesar de su estado actual. Desviando la mirada, el hombre termina por erguirse en sus casi 2 metros de altura dejando muy por debajo los 1.80 del Tremer, y mirándote sonríe lanzando una mirada de desconcierto a Sven.
Tras unos segundos, en los que la niña mira por entre el brazos y el torso del hombre, una luz llega a tus ojos. Tras el destello, logras ver al caballero despojado de su yelmo en arrodillado con su armadura de placas, mientras Lael continua como si nada hubiera pasado.
Por el lado contrario del paseo en el parque, una figura encorvada sobre sus largos brazos sale de entre so matorrales, en dirección al grupo.
Haciendo un movimiento, quien supones es el líder de lo que pase, indica al grupo de 3 cainitas que se alejen unos pasaos del caballero. Casi al tiempo, este último se pone en pie, dejando ver sus casi 2 metros de altura dejando abajo al líder.
A que complicado soy xD
La niña mira desde detrás de Alfred como si estuviera realmente asustada
"Asi que había demasiados, uno, dos, tres" cuenta mentalmente "¿cuántos más sereis?"
Mi mirada por un instante se vuelve dura, pero luego pasa de nuevo al fingimiento del miedo y el susto
Mientras Alfred habla con feliciana, el caballero y le pide a Gisber que haga aparición, me dedico a mirarlos todos fijamente. "Tsk, tsk, una pena de no llevar ningún ritual de ocultamiento"
Auspex: lectura del aura a Feliciana y al Caballerou.
- Feli, honey, podrías trae nuestro transporte.
La mujer con el aura pálido-anaranjado mira al Tremer con una mueca de no entender lo que dice, mas, sin embargo, se pone en movimiento casi de inmediato.
- Me parece que no somos enemigo, así que no temas por nada. Sin embargo, si eres un extraña en esta ciudad, por lo que te pediré que nos acompañes.
Posando su mano en tu cabeza mientras el caballero te mira, no eres capaz de ver mas que una sombra gris envolviendo el aura plagada de destellos.
- Y puedes llamarme Sven, Alfred Sven.
Haciendo un movimiento con su mano izquierda, ordena al grupo que sigan a la cainita.
Mirando al grupo uno a uno, para asegurarse de que se mueven, el caballero mira desconcertado como los cazadores dejan a su presa. Casi sin poder creerlo, interroga a Sven con la mirada.
- Yo soy Mauler Houseffnof. Si me permites la pregunta… ¿pero cuál de tus nombres es el apellido Herr?
Hablando sin acento, el hombre luce todavía el aura gris a pesar de verse notablemente confundido.
- Los dos y ninguno.
Contentando sin dudarlo, hace una señal suavemente, para comenzar ac aminar junto al grupo, mientras por detrás aparece otro hombre con las garras listas para atacar, cayendo de un árbol cercano al caballero.
- Como dije, puedes llamarme Alfred Sven, no que ese era mi nombre.
Gruñendo ante el comentario de si líder, el nosferatu ríe al escuchar la broma sobre el nombre del Tremer.
- Sven… los otros dos ¿los llevamos también?
Aludiendo a los cuerpos de los primeros atacantes, el nosferatu habla sin dirigir a mirada del caballero, que busca la del nosferatu
Probalbmente cambi ala caa del nosferatu, pero no la descripcion, asi que no te sorprendas.
"Odio tener que parecer una niña, lo odio" me digo y luego dejo de pensar. Pongo mi voz mas dulce
- Tito Alfred, ¿quienes son esos hombres? - con pinta de inocente
No salgo de mi asombro, susto y completa confusión.
¿Quién iba a pensar de que yo me encontraría en ese sitio y ante semejante situación? Miré a Lael, seguro de qué el pertenecía al grupo de la confrontación y sabía exactamente qué estaban haciendo. En cambio yo no. Y eso me aterraba hasta los huesos muertos.
Sin embargo, también se esfumó de mi cabeza la idea de volver a escapar. Había algo en esa gente y en esta plaza en particular que no me dejaban huir de la situación, asi que no tuve mas remedio que esperar...
Entre por casualidad y me di cuenta que de queste turno no lo había visto! Coñe, millones de disculpas por el grandísimo retraso de respuesta, aunque bien, Albert, no influye demasiado en lo que sucede a su alrededor :(