Partida Rol por web

- Soy uno de los tuyos, no temas querida. - A pesar del significado de las palabras, el nuevo tono de voz es distinto, una combinacion de varias voces un cambio apenas perceptible.

- Un vastago lo suficientemente estupido ha despertado algo malo.. muy malo, ahora yo intento despertar, pero para eso necesito de alguien mas. - con cada palabra el volumen de la misteriosa voz aumente y el tono se hace mas grave - Fui imprisionado por estupidos que tenian miedo, pero ahora mi enemigo se mueve, yo debo de hacerlo tambien...

- Por ahora puedo comunicarme con alguien, y tu protector me sirve. Se ha metido en algo de lo que no podra escapar solo- Terminando en un tono gutural, la voz se convierte en un coro de estas-...por el momento lo puedo proteger....pero no sabemos por cuanto tiempo seguira asi....

¿Y cómo puedo fiarme de lo que me dices? ¿cómo pretendes que crea lo que un extraño me cuenta?-no puedo fiarme de cualquier afirmación. Eso es un grave error-¿En qué se supone que se ha metido el doctor Ulloa? No lo entiendo... Nadie quiere decírmelo, ¿acaso él te ha enviado? 

- Deberas de confiar en nosotros... - una dulce voz aflora en el espacio, como si las mismas gotas de lluvia remarcaran las palabras se armonizan con la voz intrusa

- El doctor..... asi como te he llamado, el a contestado, on estan solos mas vienen, pero pocos lograran llegar...perseguido... fuerza.... venganza..

El silencio reina despues de la ultima frase, sientes como la voz sobrenatural es desplazada.. y no volvera

¿A dónde tengo que ir? ¡Responde! ¡Respóndeme! ¿Quién eres? ¡No puedo confiar en ti!-abrazo fuerte mis rodillas, sintiendo que no puedo alcanzar esas voces.

Con el sonido de la lluvia en la ventana acompañandote, el silencio hace sdu entrada.

Despues de una eternidad a la expectativa en el silencio, vuelves a notar el sonido de la ciudad en la noche dando un falso sentido de normalidad.

Me siento inútil, totalmente inútil aquí, escondida, en mi casa. Tengo motivos para estarlo, pero el doctor está en peligro. Me armo de valor, tomando un paraguas y un chubasquero, y tras abrir los múltiples fechillos y guardar mis llaves, abro la puerta y salgo, en un gesto rápido que me supone un gran esfuerzo-Estoy fuera...-corro hacia la escalera, antes de que nadie pueda ver que estoy saliendo. Bajo deprisa, aunque sin correr, para no hacer mucho ruido. Salgo a la calle.

Con la lluvia cayendo en tu paraguas y el viento corriendo a travez de la calle, ante tanto espacio libre sientes un poco de calma. La lluvia cae ritmicamente y algunas personas estan en la calle.

Recuperando la clama piensas que tal vez la mejor manera de aclarar esto sea acudir a algun cainita en la ciudad. El doctor Ulloa te presento al principe y a algunos cainitas de la ciudad.

Por la ciudad de noche la lluvia no cesa, mas si suavisa. Entre ls brumas del poco rosio que la lluvia deja al ser debil, y las gotas que los automoviles dejan al pasar sobre un charco las personas siguen con su vida mientras la desesperacion entra se abre paso en tu mente.

Manteniendo la compostura e intentando pasar desapercibida por la noche, llegas ante el portal de Marcelo, uno de tus mayores en la ciudad. Las residencias de esta calle en particular parecen son de arquitectura un poco mas clasica que las demas, con una cerca en cada entrada y de formas practicas, desentonan con la idea de una ciudad. Con un chirrido abres la cerca te encuentras ante un pequeño bosque de maleza y arbustos pequeños, es de notar lo descuidado que es el dueño del amplio patio.

No me planteo ni por un sólo momento el quedarme allí, quieta, sola entre la maleza. Quién sabe lo que podría esconderse entre los arbustos... Para él seguro es un buen escondite...

Casi sin darme cuenta me encuentro corriendo hasta la puerta principal del edificio. Cuando llego, hago sonar tres veces mis nudillos, con algo de fuerza para ser percibida en el interior. Espero a que me abran, nerviosa.

Tras pasados unos penosos segundos bajo el pequeño techo del portal de la casa del malkavian, la lluvia comienza a arreciar y el frio viento a correr, sientes que podrias ver tu propia respiracion.

Tus pensamientos son interrupidos por los sonidos dentro de la casa. Un par de pies suenan y despues varios golpes, seguidos de juramentos de una voz masculina.

Casi inmediatamente tras la puerta se escucha la misma voz masculina que entre risas pregunta.

- ¿Quien llama?

S...Soy Alicia, la chiquilla del doctor Ulloa... Abra... ¡Abra! Por favor-no puedo disimularlo. No me gusta estar fuera, sola, a la intemperie. Alguien podría asaltarme... En cualquier momento. Y él nunca pierde una oportunidad...

EL Malkavian abre la puerta y te encuentras frente a frente a él.

- Ah, Alicia, dime ¿a que debo tan inesperada visita?

Sobrepasando tu altura por 10 centimetros minimo, el cabello rubio juega entre las cejas del malkavian, quien viste una camisa negra y unos baqueros.

- Pasa por favor, no quiero tenerte mas tiempo en la lluvia.

Retrocediendo algunos pasos abre mas la puerta invitandote a pasar, con una sonrisa en el rostro.

Gracias...-suspiro hondamente, aunque no lo precise, fuerzo mis pulmones para ello. Miro al Malkavian, tratando de identificar algun rasgo que inspire confianza en su expresión. Decido entonces contárselo.

Mi sire ha desaparecido, y alguien... alguien se está intentando comunicar conmigo, oigo sus voces...

Cerrando la puerta en un movimiento ágil, el malkavian te escucha con una sonrisa picara.

- Así que escuchas voces, eh?. Bueno eso entre nuestro clan es algo normal, por mas que algunos lo niegan.

Caminando en tu dirección pasa de largo junto a ti. Y siguiendo adelante evade las pilas de libros en el piso dirigiéndose a un viejo sillón semiescondido entre pilas de libros de cubierta de piel.

- Por favor, ven, siéntate y quitate esa ropa mojada. Tengo una buena idea de donde esta el profesor.

Guiñando el ojo te invita a acercarte con un movimiento de su cabeza.
 

Me quito el abrigo empapado, agachandome suavemente mientras miro alrededor al dejarlo sobre el suelo. Me siento donde el señor Marcelo me indica. Aunque me doy cuenta de que no debería haberlo hecho. Así no puedo ver lo que hay a mis espaldas... Miro alrededor de nuevo, algo nerviosa, y me obligo a suspirar para calmarme-¿Dónde cree que está el Doctor Ulloa?

- No me lo dijo abiertamente, pero el viaje era muy importante. - mirando alrededor, la amable sonrisa se ensancha.

- Pero, te aseguro que venrda pronto... o eso es lo que hizo entender. El hecho es que no lo se, y me parece que no hablo con nadie de eso.

- Que tú no lo sepas, significa que lo quiere mantener en secreto. Pero conociendolo en verdad fue necesario que se fuera.

Y ahora, ¿qué voy a hacer yo sin él?-la desesperación comienza a atravesar las capas que conforman el grueso muro que intento interponer entre esta manía mia de tomármelo todo "tan a pecho" y mis acciones frente a los demás. Me llevo las manos a la cabeza y me obligo a inspirar hondo, intentando tranquilizarme-yo necesito que el doctor Ulloa esté aquí... O al menos necesito tener la SEGURIDAD de que está en buenas condiciones.

Sin modificar el gesto toma un libro y le ojea atentamente mientras termina por decir.

- Si te hace sentir mejor, te puedo decir que esta a mejor resguardo que cualquiera de nosotros. No conozco exactamente el motivo de su ausencia, pero se que fue llamado por alguien poderoso.

Ojeando el libro con vivo interés se detiene mientras su rostro se ilumina en un momento. Sacando un sobre blanco de entre las paginas del libro, lo sostiene con dos dedos y te lo acerca para que lo tomes.

- Me pidió que te diera esto. No tengo idea de que contenga, pero creo que quiere que le encuentres. No me dijo mucho porque tenia prisa, pero me pidió que disculpara su ausencia ante el príncipe…así que, en verdad tenia prisa me parece.

Cerrando el libro de golpe puedes ver que es un ejemplar de “Fausto” encuadernado en piel, con letras grandes y doradas. Dedicándote una mirada inquisitiva espera que tomes el sobre.