Ambos empezáis a correr a toda velocidad, y hacéis bien porque tras atravesar un arco la criatura salta hasta vuestro piso sin dificultad alguna y el suelo va cayendo a sus pies debido al gran peso que ejerce... Sus tentáculos se multiplican y mueven por su espalda, aunque de vez en cuando aparecen atravesando algunas paredes para intentar cogeros durante la intensa carrera.
Ninguno de los dos lleva cuerda encima según parece, pero el monstruo os sigue sin ni siquiera correr, dando enormes saltos que hacen retumbar las estancias por las que pasáis.
Un par de los fríos tentáculos rozan a Saghira, pero a pesar de eso ni la empujan ni la dañan, parece que tiene bastante claro su objetivo.
Si queríais cuerda tendríais que haberla comprado en al ciudad, eso por no prevenir =P
Miro atrás durante mi huida y puedo ver como la criatura salta desde el piso inferior y alcanza el puente en el que nos encontramos. Le ha costado tan poco esfuerzo como mandarme a mi hasta aquí.-Corre todo lo que puedas, esos tentáculos que tiene...-lanza una y otra vez sus tentáculos como dardos disparados por una cerbatana. No sé si tiene poca puntería o solo trata de intimidarnos, pero pasan cerca una y otra vez de mi hermana sin llegar a alcanzarla.
Vuelvo la cabeza al frente rezando porque no nos agarre y podamos escapar. Miro arriba, a los lados y en el piso inferior alguna posible escapatoria. Luego miro a mi hermana y me doy cuenta de que ella puede que no sea tan ágil. Deberé concentrarme en escapatorias al otro lado del puente, espero llegar pronto.
Busquemos un piso bajo por donde no se pueda meter, si encontramos un pasillo que tenga bastantes arcos y se intenta meter posiblemnte se los lleve todos y se caiga el techo encima suya, nosotros tendremos que movernos mas rapido que el para salir ilesos...rapido busquemos algo parecido por aqui, con lo grande que es seguro que hay algo parecido, segun siguen corriendo Saghira presta atencios a todos los pasillo que pasan por si alguno les siriviera para sus planes, contra un bicho tan grande no podian hacer otra cosa mas que huir...
Saghira habla entre jadeos, explicando la historia mientras ambos corréis con cierta desesperación sin conseguir dejar a la criatura a más de unos metros de distancia de vosotros. Parece que en cualquier momento podría alcanzaros y dice algo que no comprendéis, al menos no de inmediato, pero su voz es extrañamente gutural y grave, algo cavernosa, haciendo que retumbe en cada pared y se os meta en los tímpanos de forma desagradable.
Seguís adelante, giráis varios pasillos y atravesáis unas cuántas salas que no os podéis detener a admirar o observar con detenimiento hasta dar con un largo pasillo pero algo bajo, parecido a lo que Saghira pretendía.
El extraño ser oscuro os persigue a pesar de que el pasillo se derrumba a su paso, de vez en cuando da golpes frustrados a las paredes provocando aún más desprendimientos pero pro suerte ambos conseguís llegar a la siguiente sala sin que os alcance pero ya no podéis retroceder, la salida ha quedado totalmente cubierta de escombros.
La sala en cuestión es circular y no demasiado amplia, pero sí muy alta y con varios pasillos concéntricos que se encuentran en pisos superiores.
En el centro de la misma se alza un pequeño altar al que se accede tras subir unos pocos peldaños, sobre éste hay unas piezas de metal algo oxidado que parecen destinadas a sujetar algo, sin embargo no hay nada en ellas.
*Tirad los dos Idea para entender lo ke dijo el Dahaka
Corremos sin parar a lo largo del puente hasta que llegamos al interior de la fortaleza. El ser que nos persigue parece decir algo, o maldecir en algún extraño idioma que desconozco y no entiendo nada de lo que dice.
Dentro de la fortaleza el monstruo que nos persigue es capaz de hacer más destrozo si cabe. Sus tentáculos y su descomunal fuerza hacen que se derrumbe todo lo que golpea con ellos. Finalmente conseguimos entrar en una sala, aunque nos quedamos encerrados dentro.-Al menos ya no nos sigue-digo sin saber muy bien si el dicho será cierto. -Más vale malo conocido...
Miro con detenimiento la sala y desenvaino la espada. No parece haber enemigos aquí, pero si los hay, somos un blanco fácil. Esos pasillos sobre nosotros dan ventaja clara al agresor. Miro el altar y las piezas de metal y no puedo evitar acercarme a él y ver qué es lo que hay ahí. Si bien no creo que nos vaya a sacar de aquí, si que puede darme una idea de qué ocurre ene sta sala y qué podemos esperar.
Tirada: 1d100
Motivo: Idea
Dificultad: 39-
Resultado: 87 (Fracaso)
Ni puta idea, vamos xD
¿Cuando dices pasillos entiendo que son como pasarelas o puentes que cruzan de un lado a otro sobre nuestras cabezas?
Saghira se queda mirando la sala donde estan, pocas salidas para lo que era, quiza pudieran salir haciendo algo de equilibrio por alguno de los recobecos en la pared y poder salir de alli...
Tirada: 1d100
Motivo: Entender
Dificultad: 47-
Resultado: 84 (Fracaso)
Tirada: 1d100
Motivo: Equilibrio felino
Dificultad: 73-
Resultado: 43 (Éxito)
El Príncipe decide acercarse al pequeño altar, en el cuál incide de forma precisa algo de luz procedente de un agujero en el alto techo.
Enseguida reconoce el tipo de soporte que hay en él, pues ya ha usado alguna vez alguno para depositar su preciada espada con empuñadura de plata regalada por su padre hace años atrás, sin embargo éste parece destinado a una arma bastante más pequeña y de hoja corta.
Por su parte Saghira observa la sala y logra encontrar un punto con varias rocas sobresalientes y una columna cercana con las cenefas suficientemente marcadas cómo para que ofrezcan un ascenso a los pisos superiores sin excesivos problemas.
No, no cruzan de un lado a otro, son concéntricos a la sala, están por encima vuestro pero alrededor de la propia pared.
Habrá que tirar Trepar para subir
Observo el altar así como su hendidura y miro la daga que cuelga del cinto. Si no está hecha para ella está hecha para otra parecida. Siento la tentación de meter la daga en la abertura, pero mi cabeza me dice que podría quedarse ahí para siempre que quizás no sea la solución a mis males sino que empeorarán. Saco la daga y compruebo que podría ser la adecuada, para ello la coloco sobre la hendidura y compruebo que si la dejara caer encajarían perfectamente.
-¿Crees que podría ser esta la solución para mis problemas? ¿Crees que esta podría ser su ubicación original y que al devolverla a su sitio acabará remitiendo la maldición?-miro la daga como hipnotizado mientras juego con ella cogiéndola con dos dedos sobre el altar.-O por el contrario que abriera las puertas del infierno y acabará con la humanidad.
Al colocar la daga encima del soporte, guardando unos pocos centímetros de distancia, te queda claro que sí, podría encajar perfectamente en él y de hecho ejerce un pequeño efecto imán que pro suerte puedes contener volviéndola a alejar.
-Dejarla caer o no dejarla caer.-La daga no solo parece encajar sino que el pedestal la atrae como si le perteneciera. Quizás le pertenezca, quizás sea la solución, quizás sea el final del camino, quizás... sea la muerte.
Me quedo perdido en mis pensamientos mientras jugueteo con la daga entre mis dedos. La daga sobre el altar se aleja y se acerca según hago fuerza para retenerla o cedo un poco para ver como el altar la atrae. La daga se escurre entre mis dedos y la dejo caer finalmente en la hendidura que la atrae como si fuera un amante ansioso de abrazarla.
Algo me dice que ese no es su sitio, pero bueno xD
La daga cae apenas unos centímetros, pero eso no importa pues la atracción magnética que ejerce el soporte en ella provoca que quede colocada a la perfección, y entonces el metal empieza a rodearla y cubrirla, expandiéndose por sí mismo mientras la zona del altar tiembla...
Cuando la daga ya está cubierta del todo, cómo si hubiera sido una estatua de bronce siempre, toda la estancia en general comienza a temblar ligeramente, provocando que arena y polvo, además de algunas pequeñas rocas, se desprendan de las paredes y del techo, escuchando el crepitar y quebrar de las rocas que os rodean y viendo las fisuras y grietas que se van formando poco a poco...
Tic tac tic tac, ahora saldría el cronometro xD
Me retiro un par de pasos mientras observo incrédulo la transformación que está ocurriendo en el altar. La daga queda totalmente recubierta de metal, es imposible acceder de nuevo a ella. El altar la ha reclamado para sí, como si le perteneciera y ahora le pertenece realmente.
No noto nada distinto en mí, claro que con la maldición tampoco notaba nada extraño, salvo sobre los que me rodeaban. Miro a mi hermana mientras intento mantenerme en pie sobre el movedizo suelo.-Creo que ya hemos terminado en esta fortaleza, ¡salgamos de aquí!-salgo corriendo hacia mi hermana para poder salir de ahí los dos juntos y ayudarla a subir si es necesario.
Tirada: 1d100
Motivo: Trepar
Dificultad: 83-
Resultado: 57 (Éxito)
Tiro trepar por si acaso.
Creo que va siendo hora de ir subiendo, no quiero quedarme en esta tumba de piedra por nada del mundo, asi que toca ir hacia arriba
Saghira se coloca en un lado y empieza a encajar las manos en los orificios para poder ir subiendo y escapar de que alguna piedra les cayera encima y los sepultara
Tirada: 1d100
Motivo: TREPAR
Dificultad: 76-
Resultado: 68 (Éxito)
Ambos conseguís subir con agilidad y velocidad hasta el primer pasillo concéntrico. No parece haber demasiado tiempo para detenerse a pensar cuál sería la mejor opción, así que corréis por la primera puerta accesible que encontráis antes de que la sala se desplome encima vuestro... Pero por desgracia parece que toda la fortaleza está en el mismo estado, a punto de hundirse en cualquier momento.
Las pulsaciones se disparan y la respiración se vuelve agitada mientras corréis nuevamente, algo desesperados, pero aún así Saghira parece percibir una corriente de aire así que le indica a su hermano por dónde seguir hasta que llegáis a uno de los balcones exteriores del lugar.
De la barandilla cuelga un largo y ondulante tapiz que aún así no llega hasta el suelo pero quizá podría ser útil...
También podéis intentar descender por la fachada pero apenas hay puntos de apoyo para utilizar y puede ser difícil...
La última opción parecen ser varias tablas y barras de madera o piedra que sobresalen de vez en cuando, ya sea para sujetar banderas o la propia estructura, pero se necesitará bastante equilibrio para optar a este camino.
Mientrastanto algunas de las torres más altas de la fortaleza empiezan a desmoronarse y hundirse en el precipicio que lo rodea, si no os dáis prisa el único puente de acceso podría derruirse también.
Tirada: 1d100
Motivo: Orientación Saghira
Dificultad: 95-
Resultado: 4 (Éxito)
*Para descender por la fachada la dificultad será Trepar -20
*Para descender por las barras Equilibrio o Equilibrio Felino
*Para utilizar el tapiz Acrobacias
Si no tenéis alguna de las habilidades también se resta -20 a la dificultad. Suerte xDDD
Saghira vio la posibilidad de bajar por los barrotes y dada sus habilidades la mejor opcion disponible
Tirada: 1d100
Motivo: Equilibrio Felino
Dificultad: 73-
Resultado: 82 (Fracaso)
que sea lo que DIOS quiera
-.-
auch, creo que no xDD
Veo como mi hermana trata de descender por una de las barras que sostienen una de las banderolas de la fortaleza y me parece buena idea. Tan pronto como salta a una de ellas, me dirijo corriendo a la más próxima y me lanzo para deslizarme por ella. Mi hermana parece que tiene dificultades al bajar.-¡Saghira!-digo mientras bajo deslizándome por la barra de metal.
-Espero que si hay alguien escuchando, que al menos tenga las mismas dificultades que nosotros para moverse por aquí. ¿Por qué se destruye la fortaleza? ¿Será una trampa para intrusos? ¿Quizás solo estaba en pie para acoger de nuevo a la daga?-La naturaleza de la fortaleza es misteriosa.
Tirada: 1d100
Motivo: Equilibrio
Dificultad: 80-
Resultado: 64 (Éxito)
Lamento el retraso, unos días muy liado. A ver si mi hermana no se hace mucha pupa :p
Ardashir baja con cierta soltura por los distintos sobresalientes de las paredes, deteniéndose de vez en cuando para recobrar mejor el equilibrio y continuar el descenso mientras el sonido atronador de las rocas hundiéndose y replegándose sobre sí mismas llenan el lugar.
Por desgracia para Saghira parece ser que no es capaz de conservar la calma todo lo necesario debido a la situación, y cuando todavía quedan varios pisos para llegar al suelo cae y se precipita hasta él...
Su hermano llega a tierra firme y observa el estado de su hermana.
Se ha hecho mucho daño sin duda aunque lo peor es la pierna izquierda rota e inutilizada por ahora, así que el Príncipe la coge en brazos y corre por la superficie cercana al precipicio hasta encontrar el único puente que une el maldito lugar con tierra firme...
Al llegar ambos os sentís algo exhaustos pero vuestras monturas siguen donde estaban, junto con otro camello y todos custodiados por el extraño hombre de la capucha blanca.