Partida Rol por web

Ardashir decide acercarse nuevamente al borde del puente dado que su enemigo no parece muy dispuesto a seguirle, la estructura sigue temblando mientras la Fortaleza acaba de hundirse en el vacío que hay bajo sus pies así que mantener el equilibrio ya resulta bastante difícil...

El asesino se acerca a su daga y la recupera con facilidad, ya que se ha acercado primero y Saghira no puede correr con la suficiente velocidad para igualar sus pasos, apenas ha llegado a mitad de distancia cuando él ya vuelve a tener ambas armas en su poder.

Recupera la daga mientras Saghira se arrastra, la mira con una tristeza y algo de angustia y camina los pasos que la separan de ella mientras habla.
Siento no poder concederos vuestro deseo príncipe, si no se hubiera interpuesto tanto no habría sido así, pero ahora me debo cobrar el precio de sus acciones.
Su espada baja amenazadora hacia al princesa a poco menos que el cuello y sin dejar de mirarlos a los dos continua.
¿Estáis dispuesto a sacrificaros por ella?

Saghira vio como aquel asesino recuperaba su daga y se acercaba con una cara de odio hacia su posicion, un pequeño temblor intento asomar pero Saghira lo controlo todo lo bien que pudo y mientras este se acercaba se le quedo mirando fijamente, sus ojos expresaban todo lo contrario que sentia en su inteior, que la vida de su hermano y luego la suya estaban en peligro. El asesino se puso a hablar distraido con su hermano y saghira no iba a permitir que jugaran con ella

-¡¡ESTO POR MI GENTE!!, con toda la fuerza que pudo clavo una de las flechas que llevaba en el muslo de su enemigo, aquella flecha habia estado en su mano durante todo este tiempo desde que se cayera al suelo empujando al asesino, esperaba encontrar un arco o algo para lanzarla pero la oportunidad se la presento en bandeja y con todas las fuerzas que pudo reunir y evitando que el mareo por el dolor de la herida la desequilibrara mas de lo que ya estaba a parte de su posicion dificil en el suelo

Estoy al borde del precipicio cuando el asesino recoge de nuevo la daga. Mi hermana no consigue llegar a tiempo y el asesino toma ventaja amenazando con cortar su cuello. No sé qué hacer, pero entonces mi hermana clava una flecha en su pierna con la rabia que le queda-No, hermana...

Salgo corriendo presa de mi instinto más que de la planificación. No pienso dejar que el asesino clame venganza.-Estaré allí antes de que ocurra lo peor.

El asesino decide amenazar al incordio en el que se está convirtiendo la Princesa a pesar de tener una de sus piernas inutilizada, centrando su mirada en la de Ardashir para que tome una decisión rápida, sin embargo Saghira toma la iniciativa de clavarle su flecha en el pie con toda la brutalidad de la que es capaz...

El Príncipe no pierde ni un segundo y corre nuevamente junto a los dos para poder defender a su hermana después del ataque que esta acaba de llevar a cabo, mientrastanto el suelo vibra más que nunca y los últimos restos de la fortaleza se hunden en el precipicio sin fin, dejando tan sólo un amplio agujero en su lugar.

Haciendo caso omiso a todo cuanto me rodea, ignoro la caída de la fortaleza, el temblor del suelo, la presión de la sangre en mi sien y el dolor de mis heridas. El combate ha cambiado por completo, mi hermana, indefensa y en el suelo se encuentra a su merced y tengo que evitar cualquier ataque por parte del asesino. Mi vida poco importa ya, pero si he llegado hasta aquí por salvar a mi pueblo, ¿Qué no haré por salvar a mi hermana?

Alzo la espada nuevamente, cargada con la fuerza que me dan mis motivaciones. Cegado por la precipitación y la furia, me avalanzo sobre mi enemigo intentando asestarle alguna estocada que ponga la balanza de la batalla a mi favor.

La flecha se le clava en el pie con violencia.
¡¡Maldita zorra!!
El principe carga y llega antes de que el asesino reaccione pero su ataque pasa de largo y el asesino parece dudar y acaba atacando de nuevo al principe, con sus dos armas en un ataque conjunto al que parece que le esta cogiendo gusto dejando que el principe se colo que entre el y su hermana.

El Príncipe arremete... y parece que el cansancio ha hehco mella en él, lo cuál no desaprovecha en absoluto su contrincante, asestándole sendos cortes profundos y certeros...
Esta vez las heridas sangran demasiado, el cuello de Ardashir ha sido rasgado sin que haya marcha atrás. Sujeta su herida un segundo, asombrado, la hermosa y reluciente espada salpicada de sangre resbala de sus manos cayendo al suelo estrepitosamente y finalmente lo hace él mismo.

Ha conseguido deshacer la maldición y todo lo que ello conlleva, pero al parecer el destino tenía un final funesto para el Príncipe, quizá fue su pago por atreverse a cambiar el tiempo. Sin duda alguna ahora ya no podrá cambiar el hecho de que yace completamente muerto entre las ruinas que le llevaron hasta este momento.

No... no, no puede ser...HERMANOOOOOO!!!!!,el tiempo parecio detenerse, la caida de su hermano fue lenta hasta que por fin toco el suelo, en el momento en el que todo volvio a su movimiento original. Las lagrimas empezaron a caer, toda la vida pasada con el pasaba ahora por delante suya, cuando eran niños, cuando jugaban en el patio, cuando empezaron a tener responsabilidades juntos... estaba muy herida, estaba cansada y dolorida, todo su cuerpo pedia ese descanso, el abrazo del desierto, de toda la gente de su pueblo que habian muerto, al menos todos ellos habian acogido el descanso eterno y quizas ella lo acogiera en breve, ya que como una columna gigante, como un matadragones, el asesino se mantenia alli en pie, al lado de su hermano...el sentimiento de tristeza empezo a ser sustituido por la ira, un torrente imparable que empezaba en el fondo de su corazon la empezaba a inundar todas las partes de su cuerpo, el dolor parecia desaparecer, el sentido de donde estaba se perdia, solo habia una imagen en su mente, el asesino alli de pie, infranqueable. Ahora solo habia que ver si su cuerpo respondia a esa ultima llamada, su espiritu estaba preparado...

Una mirada ardiente se dirigio entonces a los ojos del asesino
-TU!, asesino...ya has cumplido tu contrato, ya me has arrebatado todo lo que yo tenia, todo lo que yo queria ..., una de sus manos se dirigio a su carcaj en la espalda para coger una de sus flechas, una de sus amadas flechas, para posteriormente poner las manos en el suelo y con un gran esfuerzo y dolor intentar ponerse de pie
-Ojala tu alma quede maldita ... seras un alma negra y maldita...JAJAJA, una risa agonica junto con un grito de dolor le broto del pecho cuando empezo a intentar ponerse de pie, si tenia que morir queria ver a su contrincante en la misma estatura, nunca desde abajo

-Si vas a terminar tu trabajo se hombre de honor y dejame prepararme, una mujer,desarmada y herida. JA, que buen titulo te puedes colgar a la espalda, asesino, sus ultimas palabras salieron como la agonia que estaba sufriendo se reflejo en su cara, su pierna rota le impedia practicamente moverse pero solo le pedia a su cuerpo ese ultimo esfuerzo
Uno ultimo...por favor...

Observa la príncipe caer de espaldas, la herida de la garganta se ha abierto demasiado como para poder contenerla, en el rostro del asesino no hay felicidad solo el alivio y el leve toque de tristeza de un trabajo finalizado, la princesa llora y le increpa mientras trata de incorporarse para ofrecerle batalla, sin embargo el asesino se aleja de ella hacia los camellos desapareciendo detrás del segundo al que empieza desatar, para irse.
Es en ese momento cuando habla con un tono desapasionado.
Yo ya he terminado lo que tenia que hacer, y aunque tu pareces tan culpable como tu hermano por lo sucedido, aquí yo solo soy verdugo.

-NO te vayas cobarde!!! Eso es lo que eres, maldito cobarde sanguinario, espero que un dia seas cazado y que los que te den caza sean igual de apasionados como lo has sido tu para darnos caza a nosotros, renqueante habia logrado ponerse un tanto erguida, las rodillas casi cruzadas hacian de sujecion pero sin posibilidad de moverse

-Tenlo por seguro... siempre habra unos ojos clavados en ti, seran los ojos de toda esa gente que no volveran a ver a su amado patriarca, mis ojos seran sus guias, tu maldicion recaera sobre ti tarde o temprano...,despues de produjo un par de segundos de silencio en su voz mientras dirigia su mirada al suelo

-Por que??? POR QUEEEEEE????, todo su cuerpo temblaba debido a todos los sentimientos que la embargaban...

Termina de desatar el camello mientras la princesa sigue maldiciéndolo.
Pero decidme princesa a quien perseguirán, no tengo nombre, no tengo nación, mi rostro varia con el tiempo, no soy mas que un fantasma.
Se ve el un ligero ápice de su espada que corta las riendas que ataban al primer camello.
Ademas este camello deberá juzgar si quedarse con vos o ser libre
Como asesino sabe que no debe dejar ningún cabo libre, pero una pequeña posibilidad de que sobreviva le da algo de interes a la vida.

Viendo la inmutabilidad de la princesa, se sube de un salto al camello dejando al otro ahí desatado para que elija si marcharse o permanecer para que la princesa pueda montarlo y sin mirar atrás se marcha.
Adiós, y espero que no tengas que volverme a ver.

Una vida se ha extinguido y los destinos vuelven a separarse, con al misma velocidad que fueron reunidos por un final trágico y quién sabe si necesario.
La sombra del asesino conocido cómo "Ángel de la Muerte" se aleja en su camello, volviendo a Jerusalén para emprender un largo viaje de regreso a su hogar, tal vez a descansar o tal vez para llevar a cabo otra de sus misiones por un "bien mayor".

Saghira consigue llegar hasta la otra montura tras penurias y esfuerzos, arribando a la ciudad Santa febril y cansada... Aún así se recupera en una de las casas de curación y la decisión de vengar a su hermana se incrementa día tras día.
Se dirige a su país, donde llevará las buenas nuevas de paz y prosperidad acompañadas del cadáver del futuro heredero del Reino.
La furia y la confusión se extienden por doquier, pero son apaciguadas después de que la Princesa demuestre su valía cómo firme consejera del que tendrá que ser su futuro esposo y heredero del Reino.

La Venganza es un plato que, después de todo, se sirve mejor frío...