Partida Rol por web

Cuando parecía que la fiesta estaba montada, apareció otro coche, del que se bajó una tía que olía a zorra a distancia. Entonces se presentó como una jodida arconte, directamente y sin ningún complejo.

—Ja, ja, ja, vamos no me jodas ¿Qué nos falta, un demonio? ¿O una momia? Nunca he visto una momia.

A pesar de su risa sus músculos estaban tensos, preparada para el combate, Aunque todo dependería de Aurora. Que aquella criatura caminase nuevamente sobre la tierra tampoco debía ser buena noticia para la camarilla, pero asociarse con sus enemigos eternos, desde luego eso no entraba en sus planes cuando llegaron a la ciudad.

El siguiente en bajar de la camioneta fue el conductor.

Zack estaba listo, era un híbrido de sombras y carne. Viéndolo parecía que en lugar de caminar fuesen los tentáculos que lo rodeaban quienes hacían esta función.

Sus ojos totalmente negros reflejaban la negrura del abismo y a su alrededor las sombras parecían agitarse alargándose o encogiéndose.

- Jefa, cuando ordene estamos listos.

En sus manos permanecía la escopeta mientras que en su cintura esperaban sus cuchillos... Si aquel era el día final, sonriendo derramaria su sangre por la gloria de la espada de Caín.

Ahora seguían llegando "invitados" al sitio... Una arconte y el brazo armado de un justicar, el cazador... Todos iban a por la misma presa. Pero no todos saldrían con vida esa noche.

-Así que esta fortaleza podría ser  nuestro armageddon...- Señala Aurora desde el frente de a furgoneta aún recargada en el vidrio de la puerta del copiloto como si estuviera meditando la situación pero sin querer demostrar aquel sentimiento de que algo terrible había sido desatado esa noche.

La furgoneta se detiene y la líder de los Hellblazers desciende a paso firme, ante las palabras del Malkavian solo le resta dirigirle una mirada compasiva como cuando si de uno de sus chiquillos se tratara y hubiera terminado de hacer una rabieta. El ruido de una moto interrumpe el momento, el cazador hace acto de presencia con su desenfadado y ególatra estilo, sin decir una palabra coge la escopeta y sin revisarla la baja a un costado de su pierna.

-Las armas no van a servir de mucho en contra de lo que vamos a enfrentar esta noche...- De pronto Aurora es interrumpida por la apertura de una puerta a otra realidad, Jorge Lara vuelve a aparecer en escena. Al verlo trata de disimular su ira, la Tremere solo se cruza de brazos. -Y siguen las sorpresas, nada nuevo, sabemos que Chad es una pieza clave, Jorge Lara, nunca pensé volverte a ver y menos en esta noche...- Aurora se encoge de hombros. -Supongo que serás de ayuda al menos como carne de cañón.-

Los relámpagos continúan y la noche se embravece y todo se vuelve un poco más extraño si es que se pudiera todavía con el arribo de un automóvil que a leguas apesta a la Torre de Marfil, se detienen frente la manada y de el descienden dos agentes de la camarilla. Una se hace llamar Agahta Amary y el otro tal vez su mastín, casi siempre habrá un amo y un esclavo en ese juego de parejas. Algunos hermanos de sangre se encienden apenas y se terminan de apersonar esos lacayos. Levanto un mano para silenciar un poco su odio y asco hacia aquella extensión de la Camarilla.

-Sé que apesta a Camarratas pero esta vez tendremos que ir a la par.- Aurora se gira a hacia la manada. -¡Hellblazers! estamos ante una prueba mayor y que estoy segura no todos vamos a lograr salir de esta, las puertas del abismo se abrirán ante nosotros y solo los más aptos lograremos alcanzar a ese HDPTA, al que aquí le conocen como "El Tercero"...- La ductus de los Hellblazers se adelanta unos pasos con la escopeta al hombro y luego con la misma señala la entrada a la mansión la cuál pareciera palpitar en su interior ansiosa de engullir a tan ecléctica comitiva. 

-Eh ahí lo que pudiera ser una entrada al infierno, el primer nivel de una capilla Tremere.- Aurora se encoge de hombros nuevamente. -No he conocido todavía a ningún cainita que haya salido bien librado de tan tremenda empresa...- esta vez le dirige una mirada burlona primero al cazador. -Aunque iniciaremos a la par lo mejor será tomar diferentes rumbos y los que logremos pasar el primer círculo seremos los que enfrentaremos al Tercero, cuídate Cazador que Chad (con el mentón señala al Malkavian) será liberado adentro y te ha señalado.-Luego se dirige al par de arcontes -No tenemos problemas con ustedes si ustedes no se entrometen con nosotros... si logramos alcanzar el primer nivel haremos reajustes para enfrentar a lo que sea que nos este esperando...- Dicho eso Aurora sonríe de medio lado sin ningún afán de ocultar la emoción que le embarga el ingresar a aquella mansión.

La ductus asiente con el mentón y le dirige una mirada a su manada. -Andando HellsBlazers, el infierno nos espera...- y comienza a andar hacia la entrada con la escopeta preparada.

Si bien no era ya parte de la manada decido acompañarles dado que anteriormente habia enfrentado a aquellas cosas en sus propios planos y sali vencedor era momento de demostrarles que no habia sido una simple casualidad sino que fue mi poderosa magia que los habia vencido en su propio terreno.

De ultima si me decian nada iria por otra seccion alejado de todos.

Aquella noche se desataría una batalla tan épica, como estrafalaria, donde casi todos los participantes eran enemigos y aun así, solo había dos bandos. Aquello era difícil de procesar incluso para una seguidora de la senda de la metamorfosis, acostumbrada al cambio constante y siempre dispuesta a explorar caminos nuevos.

De reojo vi como Jorge se unía a nosotros, cosa que en cualquier otro momento me hubiese hecho enfurecer, pero llegados a ese punto y al menos hasta que pasase la batalla, me daba igual lo que hiciese con su no-vida.

—No sé qué nos deparará esta noche hermanos, pero sin duda, pocos en el Sabbat han participado en una batalla de tal magnitud. Somos la espada de Caín, que nuestra punta atraviese sus defensas, que nuestro filo cercene sus cabezas y si esta noche sobrevivimos, no follaremos esta puta ciudad como si fuésemos mandriles en celo, porque somos los putos HellsBlazers.

Llegados ante la fortaleza me quedo observándola, como hipnotizado, pensando en qué sorpresas, o pesadillas, nos deparará el interior de esa construcción.
De repente empiezan a llegar más invitados a la fiesta. El primero en aparecer por un portal es nuestro "amigo" Lara, con su altura y su color azul característicos.
Tras el kiasyd y envuelto en el ruido de una moto llega Trent, el cazador, dándose la importancia característica de quien carece de autoestima
Por último, llega un lujoso vehiculo del cual bajan dos perros de la camarilla
-"Maldita sea, pero quien ha escrito el final de esta película, el mismísimo Quentin Tarantino?"-Exclamo al ver la disparidad del grupo
Aun así, al ver como Aurora empieza a dirigirse hacia el interior, no dudo en seguirla, con paso firme. Nada me honraria más que entregar mi no-vida por cualquiera de mis hermanos Hellblazers

Con un gesto entre indiferencia y superioridad Agatha Amary cruza sus brazos y alzando una ceja se dirige hacia el otro arconte. -Perlas para los cerdos...- se gira sobre sus talones y se dirige hacia la entrada principal de aquel misterioso e imponente recinto.

-Continuemos con nuestra investigación... ya nos veremos las caras dentro.- Agatha avanza por el serpenteante camino hacia la puerta principal sin dignarse a voltear a ver al resto de los presentes.

-...- Sin decir una palabras Judex asiente a las palabras de Agatha dejando en claro quien domina en aquel peligros dúo. 

Deliberadamente al girar su cuerpo para enfilar hacia la entrada principal y seguir a Amary, el arconte hace un movimiento de su mano izquierda para descubrir debajo de su gruesa capa de piel la hermosa empuñadura de una espada bastarda la cuál resplandece ante algunos relámpagos los cuáles cruzan aquel cielo ennegrecido rompiendo en fuertes estruendos.

A paso calmado ambos arcontes alcanzan el enorme portón de entrada rodeado de lo que alguna vez fueron rosales ahora solo que dan algunas zarzas enredadas en los muros que resguardan un enorme portón de madera tallada con dos cabezas de gárgolas resguardando la entrada. Desde sus hocicos cuelgan pesadas aldabas de hierro las cuáles al ser golpeadas dos veces hacen el llamado para que abran el portón.

Solo transcurren un par de segundos para que alguien o algo abra una sola puerta y permita el acceso a los dos agentes de la Torre de Marfil los cuáles desaparecen al ingresar en aquel recinto.

Las puertas se vuelven a cerrar.