Partida Rol por web

Comenzais a caminar siguiendo la caravana, parece que todo transcurre con normalidad la gente grita, algunos saltan y todo, sin ningún motivo...

No habeis andado demasiado, quizás 1/4 parte de Gran Vía, a la altura de Callao cuando os dais cuenta de que aunque empujeis a la gente para seguir pasando, esta apenas se inmuta, se mueven como mecanicamente y algunos parecen como hipnotizados, todos miran hacia el lugar donde pasa la procesión de hombres "raros" haciendo caso omiso a todo lo demás.

Mi ceño cada vez se frunce más mientras seguimos a esos extraños tipos.
-Putos flautistas de Hammelin...- comento antes de detenerme, saliendo del tumulto de gente que en realidad no nos presta atención alguna. Parece que nosostros no nos sentimos afectados, al menso de momento, quizá sea por nuestars habilidades innatas.
Me acerco a mi hermano y le paso mi pistola para que se encargue de esconderla y guardarla a buen recaudo.

-No te metas en líos, ahora empieza el show de verdad- le digo guiñándole el ojo de forma cómplice, con una sonrisa burlona que anuncia que estoy a punto de cometer la primera locura que se me ha ocurrido. La verdad es que tampoco sé qué otra cosa hacer...
Empiezo a empujar a la gente para que me dejen pasar y sin más me acerco hasta la calle y los que están tocando los supuestamente extraños instrumentos,intentando estirar la chaqueta del que va último para que dé un traspiés y la música empiece a desentonar, aunque si me da tiempo también golpearé al más cercano que tenga. Mi intención es que dejen de tocar o simplemente la melodía deje de fluir con la suficiente claridad.

Dean es lo unico que llego a decir antes de que me de el arma y la meto en lugar seguro donde no se vea mientras le veo hacer esa locura, tal vez si y sea la musica. Busco con la mirada algo que desentone tambien con claridad y me mantengo lejos. Procuro que no haya nadie en las inmediaciones que pueda llevarse alguna sorpresa de mi hermano.

Maldita vision, podrian a veces ser mas claras pero no

Dean sale de entre la gente con dificultad, están lo suficientemente bien pegados y bastante estaticos en su posición, cuando lo consigues no puedes más que sentirte aliviado en parte.

Te diriges con rapidez hacia el último de la fila y consigues con un movimiento rapido hacer que pierda el equilibrio y caiga al suelo.

La música cambia ligeramente ahora después de perder un sonido, pero el desfile prosigue aun habiendo caido uno, nada parece haber cambiado.

Solo la persona que va en lo alto de la carroza parece moverse nervioso ante el cambio.

Arrojo a uno de esos locos de la "marcha hipnotizante" al suelo pero aún así prosiguen cómo si nada, lo cuál ya es sospechoso de por sí, quizá ellos mismos estén bajo el influjo de "algo" que desconozco.
Empiezo a dudar un poco acerca de lo que me rodea, pero no en la decisión de intentar detenerlos del único modo que se me ocurre teniendo en cuenta el poco tiempo y la poca información. Quizá podríamos acabar nosotros mismos cómo zombies...

Me acerco a uno de ellos para golpearle, pero algo llama más mi atención. Uno de ellos se remueve algo inquieto, y es el único. Curioso, ¿no? Me dirijo ala carroza sin vacilar e intento subir a ella para alcanzar al tipo en cuestión.

Sigo con la mirada a mi hermano, si necesita ayuda sere el primero en ir. Uno cae, pero todo sigue igual, menos para los acordes.
El hombre de encima de la carroza, es el unico que parece normal, creo que tendra algo que ver, tal vez sea el que mueve los hijos. Le sigo con calma con cuidado con detenimiento mientras continuo por el lateral.