Partida Rol por web

Nueve damas, nueve vírgenes... nacerán bajo la marca de la flor del amanecer... y todas serán portadoras de su simiente... pensaba en voz alta, me temo que todos nacemos vírgenes… pero eso quizás no quiera decir que esas damas tengan que seguir siendo vírgenes cuando las fornique el poseedor de la piedra Nonarion… Níniel se entristeció, ¿y si había que llegar a forzarlas porque ellas no lo deseaban? Ella no tenía muy claro que no siguieran en un aprieto moral, pero la cosa no estaba como para plantear otro dilema más. Simplemente que ése es su único destino… esperaba estar equivocada, porque al fin y al cabo aquel planteamiento no dejaba de ser otra opción, pero no tenía tan claro que pudiera funcionar.

El anciano se puso serio y recapacito un largo rato sobre lo dicho Sinceramente ¿el dilema se ha solucionado? Como dije al principio, los miembros de mi Orden llevan AÑOS estudiando el cuadro y la profecia... y vosotros en menos de lo que canta un gallo, habeis resuelto el dilema...mmmm... realmente sois unos sabios si, unos sabios...solo espero no haberme equivocado de Concilio. Sólo os digo que los caminos del Mal son insondables...no os precipitéis en vuestras conclusiones... lo único inteligente que he oído es lo de que habrá que esperar a ver la situación en el momento. No saqueis conclusiones precipitadas antes de tiempo.

Mi querido e ilustre Micenur, yo no saco conclusiones solo especulo. Al ver como un enano de aspecto poderoso como Kerrin se azora ante mi comentario de desvirgar a las doncellas para que ya no sean el hogar acogedor para su simiente me sorprende y abro los ojos bastante mientras le miro ¿Acaso será verdad y las enanas no existen? si crecen del suelo o la roca eso quiero verlo... deje de mirarle para concentrarme en lo que estaba haciendo y era pensar en todas las posibilidades que cabían en aquella narración. Todo buen bardo sabe que las narraciones y las profecías se pueden interpretar de muchas formas pero solo hay una correcta, que es la del autor, a la cual es difícil acceder.

Así que las doncellas estarán marcadas por la flor del amanecer...y si eso solo fuese una forma de decir que nueve mujeres escogidas pero ya adultas estuvieran preparadas para recibir la simiente del señor de las moscas en un solo momento... en el cual se abriría la flor del amanecer...¿tenemos algún entendido en botánica en la sala? pregunto distraídamente mientras me chupo un dedo para limpiar una mancha de tinta en el revés de mi mano.

Está bien que especuleis, pero no os aferreis tan sólo a una sóla idea; quizás matar sea demasiado drástico para vosotros, pero quizás, incluso en el mejor de los casos, al encontraros cara a cara con las damas, que no doncellas, os surjan otro tipo de ideas y posibilidades. Entiendo que si yo fuera un bardo, también relacionaría la flor con la virginidad y la desvirgación, y es una propuesta la tuya interesante, pero ya había sido planteada por la Orden en un principio. -Bilar miró al techo buscando las palabras - Ahora quedaos con esto: ¿En serio creéis que un Señor del Mal dejaría que fuera tan sencillo desbancar sus planes con nueve fornicaciones? Todo es más complicado y yo no he planteado de primeras el hecho de matarlas así por las buenas. Deseo de verdad que encontreis una solución al dilema y no poner en riesgo vuestras conciencas, pero me temo, que llegado el momento...no será tan sencillo.

Veo que he generado en vosotros inquietudes y haceis bien en plantearlas; eso es muy positivo y además, necesario. Al Mal se le combate de muchas maneras, pero un ingrediente esencial, es lo que veo en vuestros corazones, quizás demasiado compasivos, pero están vivos y llenos de buenos valores y mejores intenciones. Definitivamente no me he equivocado de Concilio. Necesitaba oir vuestros latidos... suenan con mucha fuerza.
Pero una misión así, necesita de voluntarios, no puede ser de otra manera; Sir Croodin Doo of the Kiln-Ring Spinning, tu presencia es fundamental en aquesta empresa, alguien debe recopilar los acontecimientos y nadie mejor que tú ...aunque veo que ya has comenzado tu labor -sonrió afablemente.
Depués miró al resto -¿quiénes están dispuestos a tan importante misión?

Jaskier sonrió ante las palabras del gnomo, aquel pequeño estaba loco o era un bromista compulsivo, parecía que de momento habíamos llegado a un acuerdo, no nos plantearíamos que hacer con las doncellas hasta encontrarlas.

Tras escuchar las palabras del anciano, el joven elfo dio un par de pasos al frente con los brazos cruzados y observó a todos. - Podéis contar conmigo, estoy deseoso de poner en marcha el plan del gnomo.- La clara sonrisa del pícaro dejaba claro que aquello era una chanza quizás destina a distender un poco el ambiente y la gran trascendencia de la misión que tenían entre manos.

Si debemos soportar tamaña responsabilidad sobre nuestros hombros lo mejor era tratar de quitarle el mayor peso posible.

- Contad conmigo - aseveró el clérigo - Los caminos de Moradín, en este caso, están claros para mi. No puedo evitar combatir el mal -

Kerrin se vuelve a acomodar en su sitio y espera las reacciones del resto mientras trata de pensar que debería preguntar a continuación Esa arma que nombró antes... la estatua... algún otra pista?

Con los brazos cruzados sobre su pecho el clerigo parecía una estatua. Firme y seguro de si mismo esperaba que se defniera cuales serían el resto de sus compañeros Todos parecen eficientes en lo suyo se planteaba Formaremos un buen grupo. Y cumpliremos esta misión... por más complicada que se presente

Escuchó a Jaskier y a Kerrin responder con rapidez, tomando la delantera, y sonrió. No esperaba menos ni de uno ni de otro, al primero ya lo iba conociendo y el segundo se veía un enano de fuertes convicciones. Yo también iré... se escuchó decir en voz alta. Tan sólo tres palabras definían su postura. No podía consentir que todo lo que le importaba se perdiera con la llegada de aquel Mal encarnado en la inocencia de un niño, que todo lo que había conocido como mundo dejara de existir, que todos aquellos a los que amaba perecieran, que la vida en sí misma como tal, fuera mancillada.

Entornó los ojos hacia los que ya se habían manifestado, escrutando sus rostros, pensando en las últimas palabras del anciano y cerciorándose cada vez más de que aquello iba a ser complejo y plagado de sorpresas. Se abrían ante ellos sinuosos caminos de morales esquivas, momentos en que quizás tuvieran que tomar elecciones adversas y búsquedas dramáticas con el peso inexorable del tiempo, lamiéndoles los talones.

Había mucha simbología en todo aquello que les era desconocida, que a lo mejor pudiera darles la clave de que sendero tomar, que albergase pistas sobre lo que estaba por venir y parecía que incluso a aquellos sabios de la Orden de la Balanza, se les escapaba. Un gran número de preguntas bullían en su cabeza, pero habría que partir y afrontar los acontecimientos en la medida en la que fueran llegando y tomar las decisiones pertinentes en el momento de alcanzar las disyuntivas.

Horas antes ya había aceptado la misión de antemano sin conocerla siquiera, el tema de las doncellas le preocupaba, aunque gracias a los dioses no era el único, miró al capitán que asintió levemente con un gesto de la cabeza -Compartiremos juntos este camino, espero que también podamos conpartir todos la vuelta- volvió a colocarse un poco por detrás de Fawoce y esperó a que terminase la reunión para preparar el viaje

Frotaba con insistencia la mancha de mi palma sin éxito y esperando la respuesta de un botánico cuando las palabras del anciano afable dejaron de sonar tan encantadoras en mis oídos. Mis dedos se detuvieron en seco mientras mis ojos le miraban preguntándose cuando se había propuesto como el resto de dementes que habían hablado a continuación.

Cambie el gesto de mi cara para que no me traicionase demasiado aunque lo hice tarde, miré a los que se habían propuesto y como lo habían echo, el enano solemne como hasta entonces, la respuesta de la elfa era etérea como su figura entre esas ropas negras, el humano conciso y el único que podía llegar a ser un compañero digno de taberna era el elfo curiosamente. Le dedique una sonrisa al tiempo que le guiñaba un ojo que impacientes...apuesto que te gustaría que tuviese mas ideas brillantes ehhh... después de una corta carcajada me levante de mi sitio y acudí al lado del anciano.

Micenur ¿seriáis tan amable de señalarme quien es quien en el grabado?...eso me ayudaría mucho, o bueno a todos.

Úgrum fue el último en levantarse, pero no por eso menos seguro que los demás en la desición que estaba por tomar.

Cuando estaba a punto de hablar, el gnomo le hace una pregunta a Micenur, así que, en voz más o menos baja, como para no interrumpir, dió a conocer su respuesta.
-Por supuesto que os acompañaré... Debo cumplir mi segundo objetivo.
Diciendo esto miró detalladamente a cada uno de los presentes, y un momento después estaba sentado otra vez, con la misma pose, junto a su compañero.

El enano, aunque era imperceptible para los que lo rodeaban, estaba comenzando a sentir algo de miedo por lo que le depararía esta aventura.

Bidar observó la reacción del gnomo -Por su gesto parece contrariado ante mi propuesta. Daba por hecho que aquí pudiera haber una historia heróica que contar, pero si tiene dudas, simplemente dígalo, yo no soy quien para obligar a nadie que comience tamaña empresa. Vos decidis.
Respecto a tus preguntas, no tengo más información... hay teorías que hablan de que los cuatro que empuñan las armas, relamente son los cuatro generales de la Orden del Spectrum...pero nada esta confirmado.

El anciano miró al grupo que se había presentado voluntario -Debeis ir a la ciudad de Mablam; allí vive un anticuario que guarda la estatuílla. Su nombre es Garbash. Cuando estéis ante su presencia, mostradle esto -Bidar os entrega una balanza dorada en miniatura de unos 5cm. -Cuando tengais la Dama del Amanecer, debereis ir al Continente Norte. Una de las armas legendarias se encuentra en una isla cercana llamada Ghamaq. Debereis buscar una ciudad perdida en la Jungla de Shagdú llamada Mororn. Entre sus ruinas hallareis su tumba...la tumba del primer héroe y su Arma. -Bidar dio una profunda calada a su pipa. -Salir de Matubias hacia el Emer es em sí mismo de una dificultad y peligrosidad extrema. La costa permanece custodiada noche y día por los Hurones del rey. Sólo grupos ilegales de piratas organizan estos viajes bajo un alto coste. Debereis encontrar la forma de pagar...existe un contacto en Adjam...se le conoce como Flint Saltabaches. Sabreis dónde buscar...estoy seguro que un elemento como éste se moverá por lugares poco recomendables. Aquí no puedo ayudaros más. Sólo me queda dedicaros buena suerte...la necesitareis.

Los demás haremos lo posible para que los trozos del Yelmo no sean encontrados. No estaremos con los brazos cruzados mientras esperamos vuestro regreso. Moveré a todos mis hombres y los repartiré por todos los rincones en esa búsqueda.

Recompongo mis ropas sin mirar a nadie en particular mientras permanezco al lado del anciano, cuando comienza a hablar de los viajes y los peligros algo se enciende en mi interior...quizás sea divertido y arriesgado, ademas nadie va a robarme esta historia

Me ofende que penséis que un caballero como yo, que he venido con una información de suma importancia como la del yelmo no vaya a participar en tamaña empresa. Agito los dedos como haciendo un juego de manos y le quito con cuidado la balanza de sus dedos. Gracias por haber compartido su sabiduría con nosotros. Estoy seguro de que saldremos victoriosos y laureados de esta aventura, la gloria eterna nos espera en los cantos. Mientras hablo meto la balanza entre mis ropas ocultándola en uno de los bolsillos interiores.

Un hombre baja precipitadamente las escaleras. Es un soldado de la Serpiente Plateada. Baja azorado y al principio le cuesta hablar porque le falta el aliento. Parece que ha venido a la carrera -Señor -dice refiriendose al Capitán- Seguimos a los soldados de la Rosa LLameante (jadeos) en el Camino Surcado (jadeos) han sido atacados por goblins...han sido masacrados y los goblins (más jadeos) se han llevado todas las provisiones de la carreta hacia las colinas.

Los dioses nos han oído...justo iba a plantear que nuestro primer problema era que no podía ofreceros nada de comida para el viaje...y llega esta noticia como caída del cielo. Unos goblins separan las provisiones de vosotros. Aquí teneis la primera oportunidad de demostrar vuestra valía. Recuperdad las provisiones robadas y os llenaré las mochilas para una buena temporada. ¿Qué decis?

El clerigo miró con cuidado la imagen y en voz baja comentó - Veo una lanza, un tridente y, aparentemente un espadón... queda por ver cual es la otra arma. No parece muy claro - el enano no pierde su tono serio, ni siquiera ante la reacción del gnomo, que solo le produce una pequeña sonrisa

Duda un momento cuanto preguntan por quien se hará responsable por la balanza, pero la rápida reacción del bardo lo toma por sorpresa y no lo deja reaccionar, finalmente sonríe - Cuidad bien ese objeto, evidentemente nos será muy necesario - le comenta con su tono seco - Os habeis nombrado a vos mismo responsable de su conservación. Espero que cumplais esa responsabilidad... mejor que vuestras promesas matrimoniales - completa haciendo gala de un raro sentido del humor

La última noticia, sin embargo, lo obliga a volver a ponerse serio - Pues será una buena oportunidad para conocernos. Si debemos compartir el viaje y la misión creo que una pequeña escaramuza en contra de esos goblins será un buen antecedente - Enano golpea su maza con su mano y termina sonriendo - Después de todo son solo unos goblins... y tienen nuestra comida. Quien tiene ganas de un poco de acción? -