Partida Rol por web

Walter y Jack iban a hablar con el oficial al mando en la granja que era vuestro punto de reunión cuando entró un nuevo grupo de gente, entre ellos estaba Winters con pequeñas heridas de metralla en el cuello, Frank con unas feas heridas de bala de mediana gravedad, Jacob que entraba cojeando y George que parecía el único indemne, todo ellos llevaban sendos sub fusiles mp40 alemanes a parte de los suyos propios.

De inmediato unos sanitarios se prestaron a curarlos, unas vendas y unas inyecciones de morfina paliaron parcialmente sus heridas.

Bueno! al menos no habrá mas fuegos artificiales lanzados desde esa dirección... -dije mientras señalaba el lugar de donde veníamos...

 Llegamos a la granja y alli habian mas soldados, no repare en la cara de ninguno ya que mis heridas requerian de una visita al medico.

Conforme llegamos, los sanitarios se preocuparon por nuestro estado...Tranquilos chicos, sobrevivire... dije ofreciendo una leve sonrisa. Los sanitarios se hicieron cargo de mi, lo primero que hicieron fue administrarme una inyeccion de morfina, la cual hizo efecto casi enseguida, para despues curarme las heridas lo mejor posible.

Mientras los sanitarios hacian su trabajo, me pare a mirar mejor a los soldados alli presentes, ¡¡¡ Coño !!! pero si son jack y Cookie... Hey chicos!!! les llame a pleno pulmon.

En la granja, parecía haber más soldados de la división, George no reconoció de inmediato a ninguno. Nada más llegar, los sanitarios se ocuparon de Jacob y Frank. En esa primera refriega, George había tenido más suerte.

Mientras eran atendidos, y ya entre aliados, George se encendió un pitillo. Escuchó entonces a Frank, que parecía haber reconocido a Jack y Cookie.

-¡Coño, es verdad!, ¡Jack, Cookie!- George se sumó a los gritos de Frank, intentando llamar su atención, moviendo la mano. Dos compañeros paracaidistas más estaban allí.

Poco después, mientras negaba una muleta a un sanitario, vi llegar a más compañeros. Me alegré mucho.

¡Bravo! ¡Otros descarriados llegando por la vereda de nuestro señor! -dije al ver a Walter y Jack. Me alegro de que estéis aquí, señores. ¿Cómo os han tratado esos lobos de pelo enfurecido?

-¡Joder! ¡La próxima vez que queráis echar una puta siesta en el camino no os peguéis tiros para aparentar! -bromeó Cookie con una amplia sonrisa, se le notaba feliz de ver a sus compañeros, y tras ver sus reacciones, parecía que estaban bien... O al menos no muy mal- Jack y yo nos encontramos por el camino... Nos perdimos un poco al principio, pero luego perfecto.

Mientras terminaba la última frase, se dio cuenta de que aún no se había presentado al teniente.

-Señor, se presenta Walter Smith -le dijo cuadrándose. Al ver la sangre en el cuerpo de su oficial, no pudo reprimirse- Señor, ¿se encuentra bien?

 Coño, si yo a estos les conozco. Un grupo de soldados se acerca al oficial al mando del asalto y veo que entre ellos están algunos de los compañeros de pelotón. Me acerco a ellos y les doy un abrazo a cada uno, parece que algunos ya han visto de cerca la acción.

- ¡Hombre! ya empezaba a temerme lo peor... Veo que algunos las habéis pasado canutas, pero no podemos descansar porque ahora hay que cumplir nuestra misión.

Nos presentamos ante el oficial y espero a que nos de órdenes concretas.

Vuestro teniente habló con el otro oficial al mando, le puso al corriente de la situación y asumió el liderazgo en el ataque al emplazamiento artillero.

Comprobó el estado de sus hombres, el más herido era Frank, le ofreció a Frank la posibilidad que quedarse en la granja para recuperarse de sus heridas o venir al ataque y ocupar una posición más rezagada, consideró que el resto eran aptos, escogió a George, Jack, Jacob, Walter y esperó la decisión de Frank.

Respondió a Walter con una palmada en el hombro – Descanse soldado, si, silenciamos un antiaereo, pero no es nada no se preocupe, el que salió un poco peor es Frank

El teniente reunió un total de 12 soldados, de distintas divisiones, la situación era un caos en el aspecto de que la mayoría de los hombres había caido lejos de su objetivo, habían muchos desaparecidos y los soldados llegaban en cuenta gotas.

Había que aprovisionarse para el ataque, el enemigo disponía al menos de un par de ametralladoras MG’s llamadas “segadoras” y quizás 15 o 20 soldados enemigos repartidos en tres nidos entorno a sendos cañones artilleros.

 En aquella situacion, viendo el estado en el que estaba lo mas sensato era quedarme en la granja y recuperarme totalmente de mis heridas. Seria lo mejor, ya que herido dificilmente podre estar al 100% en el campo de batalla y podria ser un estorbo mas que una ayuda.

La decision fue dura, ya que estaba ahi para cumplir una mision y no queria perderme la "fiesta" pero al final acabe resignandome y le hice saber a Winters que seria mejor que me quedara en la granja.

Mi teniente, mi corazon dice que parta con valentia hacia la proxima mision,...agachando la cabeza continuo diciendo...pero mis heridad y sentido comun dicen todo lo contrario. ( suspiro ) Asi que mi teniente, veo mas prudente quedarme y recuperarme totalmente de mis heridad.

La siguiente misión estaba ya en marcha. George apuró el pitillo, y se apresuró a aprovisionarse para el asalto siguiente. Veamos...dos granadas y dos cargadores thompson. Que traguen plomo esos mamones.. Pensó mientras tomaba los cargadores, siempre vendrían bien...

Levantó la cabeza y vio a Frank hablando con Winters. Quería ir, pero estaba herido, y sería lo mejor para él. Se acercó, dandole una amistosa palmada en el hombro.

-No te preocupes Frank, les daremos un buen recado de tu parte a esos malditos boches y sus jodidas MGs...Pero más vale que te recuperes pronto tio, porque echaré de menos tu fúsil, ¡asi que no te acomodes demasiado!-

Se echó la thompson al hombro, y esperó las últimas instrucciones.

 Gracias George por tus animos digo cabizbajo, mis compañeros van a dar la vida por su pais, y yo aqui como un pelele sin poder hacer nada.

Veo como se preparan para la proxima mision y les llamo la atencion dirigiendome a ellos... ¡¡He chicos !!!.... hago una pequeña pausa... Tened cuidado ¿vale?, y mucha suerte.

Dirigiendome a Winters digo, Teniente, tengan mucho cuidado. Puede que me hubiera sobrepasado con la confianza que demostre con el teniente al expresar estas ultimas palabras, pero fue algo que me salio del alma y no pude reprimirme en decirlo.

 Bien, de momento las cosas estaban claras. Cojo dos granadas y dos cargadores de Thompson, lo más importante ahora es moverse rápido y es conveniente no llevar mucho peso.

- Ya estoy listo mi teniente.

Veo que Frank no se puede quedar porque sus heridas aunque no son de gravedad es mejor no exponerlas. Me acerco a él y le reconforto con un apretón en el hombre, no hay mucho más que añadir a las palabras de mis compañeros.

- Vamos, estoy impaciente por darles lo suyo a estos alemanes.

Bueno, Frank -dije con una sonrisilla en la cara-, te traeremos algunas esquirlas de recuerdo... ¡o alguna bonita pistola de esos perros vanidosos! En la siguiente misión no te escapas..., jeje.

Luego me acerqué a la materia logística predispuesta.

Con permiso, mi Teniente. -dije al acercarme a por ella.

Acto seguido, procedí a recoger material para la siguiente incursión:

-1 granada de mano.

-2 botes de humo.

- 2 cargadores Thompson.

-¡A recuperarse Frank, que la siguiente lleva tu nombre! -le dice Cookie antes de irse a por el equipo, 2 granadas de mano, otras 2 de humo y los dos cargadores extra.

Nunca estaba de más llevar más munición. Esas piezas de artillería serían duras de pelar y con humo sería más fácil llegar.

Rápidamente los soldaros se prepararon, cuatro zapadores con torpedos bangalore, explosivos y material para desactivar minas, ya no habían sonrisas, pero había determinación, el teniente le da una palmada en el hombro a Frank, pero no le dice nada, tiene demasiadas cosas en la cabeza.

Cuando los doce hombres más el teniente salen de la granja está amaneciendo, las baterías apenas se detienen para recargar y vuelven con sus cañonazos, el pelotón se apresura para llegar cuanto antes.

En unos treinta minutos llegáis a las cercanías, el teniente os manda cuerpo a tierra, saca unos prismáticos e inspecciona el lugar, parece fuertemente protegido, no va a ser fácil, casi seguro que habrá bajas. El teniente se toma su tiempo antes de daros instrucciones.