Le pasaban por fin algo de comida, la chica tomó la lata con ambas manos, y buscó como abrirla, porque asumió que tenía la argolla por algo se la había pasado, de lo contrario, sería un chiste muy cruel, así que jaló de la argolla y abrió la lata sacando un trozo para comer, y mojarse los labios con el líquido con la cual hacían la conserva, pero dejó de comer cuando gritaron que había un oso, ¿un oso? ¿acaso podían tener tanta mala suerte?. Leonore se quedó quita, atenta, no podía determinar que tan cerca estaba ese animal, pero si que tan cerca estaban los demás, y ya pensaba en correr hacia un árbol, pero con su ceguera eso sería arriesgado, torpe y peligroso, mejor hacerse el muerto, pero no tuvo que tirarse al suelo, porque los ruidos de más personas llegaron a ellos, y Leonore se giró hacia aquellas voces.
Llegó en un automóvil el rescate, y cuando pensó que serían los militares, se percató que eran guardabosques, o algo similar, los militares eran menos comprensivos y mucho más altaneros, no como este hombre que aparecía, y les informaba de los osos, "gracias" pensó con un poco de sarcasmo, ya se habían encontrado con uno.
El hombre les habló que el camionero estaba ya con ellos, seguramente eso haría que el tipo se riera en la cara de todos, será odioso tenerlo que soportar, pero ahora, un momento... si eran guardabosques, ¿cómo explicarían que un grupo de norteamerianos, sin documentos, estaban en ese lugar?, además, ella, estaba con ropas de galas, herida y con los zapatos cortados, no tenía pinta de ser excursionista, Pensó y esperó que el chico que había dicho que leía los pensamientos pudiera captar su pensamiento. Habrían muchas preguntas que responder, y ella no sabría que decir, porque quizás los demás no estaban con las ropas que ella llevaba, y claro, veían, no muchos ciegos se van a internar a un bosque peligroso.
Se quedó más atrás, con miedo de acercarse, los demás ya parecían moverse y planear que decir, eso escuchaba, pero no quería abrir la boca y meterse en más lios. ¿que haría?. Se sentía nerviosa, asustada como en sus sueños.
Tan sólo esperaba que siendo una científico estadounidense no tuviera ahora problemas por estar indocumentada en otro país. Si fuera una científico canadiense la que hubiera terminado así en USA lo iba a flipar, de eso estaba claro. Normalmente, las personas que aparecían sin visado y podían organizar una catástrofe se las veían luego un poco putas. Quizás lo mejor sería acudir al consulado o... ¿ a dónde va una en estas situaciones?
Ya me estaba empezando a poner nerviosa, pero tenía algún colega europeo que le habían registrado hasta el cepillo de dientes cuando tan sólo iba a una conferencia.
- Espero que no se alargue nuestra estancia aquí demasiado...
De todas maneras, decidí esperar porque también era posible que volviera a estar preocupándome de más.
El camionero ya les debio contar alguna historia por que no hacen demasiadas perguntas, así que prefiero no dar detalles si no los preguntan. Me acerco a Leonore para ayudarla a subir al coche.
Suponía que las preguntas serían más adelantes pero no podían hacer más de las que ya tenía yo mismo. Esperaba poder marcharse de alli cuanto antes y poder averiguar si el resto de los que estaban en el camión estaban bien.
Jack respiró aliviado cuando se acercó el agente y pudo escuchar lo que pensaba. Le hizo a Will una seña con el pulgar arriba para que no se preocupe mientras se subía a la camioneta.
Mientras el reverendo ayuda a Leonore a subir, Jack se acerca a ellos.
- Leonore, no te preocupes, al menos este tipo no sospecha nada raro.
Luego sube al vehículo y da las gracias al agente por rescatarlos.
Denis se le acercaba de la peor manera que se puede acercar a una persona ciega, en silencio, Leonore dio un brinco cuando la tomó por el brazo, porque no sabía quien era no sabía, hasta que sintió su presencia, no es posible explicarlo, simplemente es una sensación de que alguien conocido estaba tomando su brazo, Leonore aún pálida le sonrió, más por acto reflejo que por otra razón.
- Jack... pero harán preguntas - susurró, Jack se acercaba a ella, pero ya era momento de irse, y con ayuda de Denis subió a la camioneta, y se quedó al lado del reverendo, sujetándose de su brazo en todo momento, esperando pasar inadvertida.
Will cargó los bultos en el maletero del todoterreno para no dejar nada alli tal y como habia pedido el guarda forestal. Mientras la chica ciega ya se habia subido junto al reverendo. Vio la señal que le hizo el muchacho de que todo estaba bien y asintió disimuladamente. En el interior siendo tantos estarian bastante apretados. Al subirse detrás de Jack solo quedaba por meterse en el coche Brenda y Charles.
“Joder espero que se siente delante junto al conductor”