Partida Rol por web

Mientras estaba esperando tomando su whisky, terminaron de bajar casi todos los participantes. Algunos se repartieron por la barra, otros se prepararon para darse un chapuzón nocturno, y unos cuantos se agruparon en torno a un chico que parecía estar empezando a dibujar a un par de chicas. Una joven de pelo rosa se puso a su lado y le comentó algo sobre los concursantes -Sí, ya estamos casi todos- respondió, mientras la sonreía y examinaba con detenimiento. La chica terminó marchándose después de coger su bebida, y Thomas decidió acercarse al lugar donde el joven dibujante estaba obrando su arte. Se asomó por encima de su hombro para observar el trabajo, y después pegó un sorbo a su bebida mientras observaba a las dos muchachas que eran en ese momento las musas del artista: una joven de gafas de aspecto tímido y una muchacha de formas contundentes y vestido provocador. -Muy buen trabajo, amigo- Asintió mientras fruncía la boca en un gesto de aprobación.

Un rubito de mentón cuadrado indicó que podía aprovechar las manchas de salsa y sacar de ahí un dibujo. Tara movió la cabeza afirmativamente, no era mala idea al final de todo -... Eres muy ingenioso...Por cierto..., ¿cómo te llamas?... Yo soy Tara Harpers... - se presentó, a pesar de que la productora les anunciaba sin cesar, tenía la sensación de que tenía todos los nombres liados y no sabía quien era quien.

El primero en presentarse fue Paul Singleton, un muchacho agradable, teniendo en cuenta que le acababa de estropear la hoja en la que iba a trabajar -... Uys, a mi los nervios me provocan hambre... - y como si su brazo tuviera un resorte llevó de nuevo el sandwich a la boca, sería un desperdicio dejar que se oxidara un poco más fuera de su estómago -... La idea del carboncillo me encanta...¿te dedicas a esto profesionalmente?... - quiso saber la titánica mujer

La que sí pareció probar un canapé fue Liza, recibiendo una sonrisa de la enorme fémina, la cual le dijo su mayor secreto para no coger demasiado peso -...Si comes las proteínas primero se activa el metabolismo y se queman más calorías, me lo ha dicho un nutricionista... - comentó con orgullo, y es que en el fondo se cuidaba, eso sí, a su manera -... Aunque te veo muy delgada, casi se te notan las costillas..., ya me dirás tu truco para mantenerte... - seguramente la estrategia de Jones fuera no comer tres platos completos antes de dormir, eso sin contar con el bote de helado viendo películas de melodramas.

Apareció una rubia, la cual pareció gustarle un no se qué de Liza, Harpers elevó las cejas curiosa, mirando de arriba abajo a la chica guapa de gafas, comprobando que no tenía ropa azul. Definitivamente era rarita, pero al menos se ofrecía a echarle las cartas y aunque ella no creía en esas cosas, levantó la mano del sandwich -... Yo quiero saber si encontraré el amor de mi vida... - dijo completamente animada, mirando alrededor, lo que muchos podían considerar como una amenaza natural.

Y de repente la vio a ella, tan fashion, con ese pelo tan rosa, y supo Tara Harpers que Kiki era una mujer con un estilazo increíble, le encantaba hasta la longitud de sus pestañas, sería simplemente genial compartir trucos de belleza. Ya le abordaría luego, estaba ocupada pidiendo en la barra, esos momentos íntimos con la comida siempre debían ser respetados, aunque en esta ocasión, la chica de rosa pedía una copa con aceituna incorporada.

Paul se encargó de poner a Liza y a ella misma en pose para ser retratadas, obre incauto, iba a gastar más carboncillo en Harpers que en los últimos dos meses haciendo bocetos de ballenatos.

- Oh.... me siento como la protagonista de Titanic... - dijo Tara emocionada, quizás elevando una imagen mental a los presentes difícil de olvidar -.. Ven flacucha, ¿cómo que no sales bien?... A mi lado saldrás estupenda, mira pon los brazos así, es más sexy... ¿a que lo es Paul?....

Al pelirrojo, que se había quedado tomando la cerveza entre las chicas, el dibujante y el hombre del bigote, se le debía haber escapado la liebre porque de pronto una mujer con pelo rosa se le había acercado y le habló, prestó atención a toda ella, pero sobre todo a lo que le decía y al cómo -A lo mejor estoy esperando a alguien que me muestre lo que es la diversión -deslizó pero para su estupor la chica dejó la copa ahí y se fue a... Un momento, ¿de dónde había salido esa rubia? Y estaba tirando cartas de Tarot?

Alzó el mentón para estirar el cuello un poco más, la muchacha del sánguche se presentó -Soy Ulrich Weber -pronunció en alemán remarcando el sonido a jota de la "ch" y la uve doble como uve. -Encantado Tara -manifestó y volvió a prestar atención a sus alrededores, luego escuchando el comentario de la mujer la animó -¿Por qué no habrías de encontrarlo? Siempre hay un una mitad de nosotros perdida en el mundo esperando a que la encontremos. En mi trabajo he visto de todo, y puedo asegurarte que el verdadero amor siempre nos encuentra, tarde o temprano...

Se quedó callado un instante. Miró en derredor. Las palabras de su madre resonaban en su cabeza: "No lo arruines Ulrich, ¿Puedes no ser un jodido por un instante? No todo en la vida es una batalla". Se lo pensó, no quería empezar con el pie izquierdo, se levantó del asiento y fue uno por uno presentándose a los participantes: "Hola, soy Ulrich, un placer", le estrechó la mano al que así lo quiso.

Luego reparó en el muchacho que estaba solo, al último que había saludado, y en sus palabras -¿Con quién estás hablando?

Johnny no había salido de la piscina, un par de largos y se colocó en el borde con los brazos estirados. Contemplando el espectáculo. Viendo a sus nuevos colegas. Chicos, chicas; veía posibilidades en ambos bandos. Se limitó a seguir observando en silencio, disfrutando del agua fresquita y el calor del lugar.. 

A Erick le pareció divertido que al parecer el chico estaba tan ensimismado que no noto su presencia, respecto al satélite solo dijo talvez uno nunca sabe 

De repente es programador se deprimo, el rubio lo supo por qué apenas pudo escuchar sus palabras, así que le dijo Nadie está destinado a estar solo, lo que tienes que hacer es acercarte a los demás y ser tu mismo, talvez no encuentres el amor pero harás amigos​, después de eso el de ojos azules se fue rumbo al grupo de que estaban leyendo las cartas, con una sonrisa de lado se dirigió al grupo Hola soy Erick Morózo y sería interesante que me leyeras las cartas 

Tac. Suspiro. Mirada hacia la paradisíaca isla, una sonrisa reservada, gafas de sol de Dior, vestido amarillo igualito que el que llevaba Meghan Clarke hace dos veranos, la larga melena pelirroja ondeando al viento tropical.

Tac.tac.tac.tac.tac. Las ruedas de la pesada maleta traqueteando sobre las tablas del embarcadero.  Había cosas que el programa no podía, o no quería, proporcionar y que eran irrenunciables para Stephanie Roodepoort.

Tac.tac.tac.tac.tac.  Avanzando entre las cámaras y el staff, consciente de no tropezar, de andar con elegancia y firmeza, no me fuese a caer al agua. ¿Sería una buena entrada caer al océano, o no? Demasiado cinemática, quizás. Carne de meme, no era mi juego todavía.

Tac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tacac.tac.tac.tac.tac.tt.tac.tac.tactac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tac.tacac.tac.tac.tac.tac.tt.tac.tac.tactac.

—¡Por fin en el paraíso! — exclamo. Me quito las gafas con alivio, ya a la sombra de los altísimos cocoteros. —Se presenta Stephanie Roodepoort — digo a la cámara mientras dejo que se lleven mi equipaje. Seguidamente, me dirijo hacia la barra, donde se han dirigido el resto..

—¡Qué guapos que son todos! - comento con buen ánimo, más para la cámara que para mí misma, sonriendo sin enseñar los dientes.  Ofrezco mi mano al primero de ellos, un caballero de mediana edad y pelo en pecho,  un hombre de esos que ya no se fabrican —Encantada, soy Stephanie.  

Me giro hacia los demás concursantes a continuación, un grupo fantástico. Hay dos cámaras, una delante, otra haciendo un plano general de la barra —Estoy muy contenta de hallarme entre ustedes. Seguro que vamos a pasar unos días espléndidos, llenos de amor y piñas coladas, jaja

Me llama la atención la rubia de ojos soñadores y rostro vivaz, una jovencita repleta de energía casi mística y sonrisas, mientras apoyo mi espalda en la barra, evitando que me enfoquen el trasero. 

—Un Gin tonic bien cargadito, Ambrosio — guiño al espléndido espécimen de cincelados rasgos que sirve las bebidas tras la barra.  Este programa será su salto a la fama, sin duda. Una sonrisa inalterable como un glaciar, sería un buen protagonista. —Que invita la casa, jaja.  

-Quédate un poquito quieta, Tara. Así. Eso es, las dos juntas. Muy bien -Paul se sintió algo inseguro, de pronto ahí, entre un montón de desconocidos, siendo centro de atención sin proponérselo. Menos mal que otros se fueron directamente al bar. Decidió centrarse en lo suyo.

-No, ahora no me dedico a ello. Bueno, si me hacen encargos no digo que no. Soy ilustrador, sí. Bueno, dibujante y guionista de cómics. No me va mal. -respondió a las preguntas de las dos chicas. Alzó la mirada - ¿Y vosotras? ¿Qué hacéis?

Entre trazo y trazo estrechó la mano de Ulrich, sin ningún rencor, y se giró, agradeciendo al tipo del bigote su comentario- Gracias. El mérito no es mío. Es fácil dibujar a estas dos chicas guapas. 

Regresó a su cuaderno, pero antes no pudo dejar de darle un disimulado repaso a la recién llegada pelirroja, mayorcita pero en forma. Y a las otras dos jóvenes, la rubia del tarot y la Chica Rosa, también se fijó en ellas, con aire distraído. Volvió a sus dos modelos preguntándose si con alguna de las cinco encontraría el amor. Porque no parecía que hubiese más chicas.  

Creo que tienes razón. Escuche las palabras del joven, pero apenas respondí cuando ya se había retirado al grupo. Que mas da, supongo que en realidad prefiero pasarla mejor solo. Esos pensamientos reconfortaban las tristes ideas de William. Mejor algo que nada. Se levantó a pedir otra bebida, está vez era agua de coco, mezclado con jugo de limón, aunque hizo una mueca no grata cuando la tomo. ¿No tenéis un Cuba Libre?. Aunque el Cóctel era simple con su ron, y el refresco de cola, el limón juntaba todo los sabores. Cuando una chica se lo sirvió, pidió siete para el y se alejo hacía la costa reposando y tomando a la vista de las estrellas. *Glup, Glup*. Genial. 

Diana se quedó mirando a la chica del pelo rosa con atención para finalmente sonreírle y tenderle la mano. - Oh, tu aura es una auténtica pasada, rojo pasión, unas gotitas de negro y de azul eléctrico, sublime. Soy Diana, Diana Woodberry, y tu nombre, no, no me lo digas, estoy viendo... una K? Bueno, creo que sí, pero ahora los animamos, estoy seguro que dentro de una copa y con algo menos de ropa encima esto se va a animar un poco, no crees?. Veamos lo que dicen las cartas. - Empezó a barajar como si fuera una cruppier más que una echadora de cartas, le guiñó el ojo y le dijo - Se coge cierta maña cuando ganas dinero jugando a strip poker. Veamos que dice el tarot

El emperador al revés. - torció el gesto

La emperatriz

El loco

y la rueda de la fortuna

Vaya, una tirada muy interesante. Veamos, las cartas dicen que has tenido problemas en el amor, tíos que no te seguían el ritmo, problemas con tu padre, ese tipo de cosas, tipos que no te dejaban hacer lo que tu querías hacer. La emperatriz habla de tu personalidad, fuerte y decidida, el loco de tu imaginación y lo mucho que detestas lo predecible y monótono y la rueda de la fortuna habla de un cambio en tu suerte, un cambio a mejor, ¿Tal vez alguien que quiera hacer tu noche menos boring?

Le dio un traguito, bueno, si por traguito se puede entender medio cóctel y sonrió al recién llegado. - Oh, no es que me agraden, es que son mi vida, tengo una especial sensibilidad para ese tipo de cosas. -Volvió a barajar y mirando a Kiki le dijo

- Tiene el aura de color azul oscuro, gris y marrón. No sé si será enjoying suficiente para ti, cariño. Veamos las cartas.

El emperador, La justicia al revés, el sol y la luna. Oh, muy miuy interesante Donald, mucho. Aquí me habla de un chico egocéntrico, tal vez por algún acontecimiento en tu vida injusto?, tal vez un hermano que obtenía más atención de los padres o alguien que no te sabía valorar lo suficiente, y por eso elegiste valorarte tú por todos. Sí, eso dicen las cartas, pero, oh, interesante, aquí dice que sí que podría hacerte la noche menos boring querida. Se acercó a Donald y le dijo, y aunque las cartas no lo digan te lo diré yo, trátala como una señorita y que se divierta, en la cama no hay que ser egoístas cielo, si alguien queda con hambre hay que repetir, es algo que predica el sexo tántrico.

Entonces se acercó un rubio con ojos de cielo y cara de tener demasiado éxito con las mujeres. Aura dorada, toques de rojo y negro, un triunfador, alguien que pisaba fuerte. Diana le sonrió y le dijo

- Claro cariño, ¿una tirada de cartas, no prefieres una partida de strip poker?. Está bien, está bien. Veamos, el diablo, uuuuuuh, el carro al revés, el enamorado y el ermitaño. Vaya, nuestro Erick es un tipo interesante. Verás cariño, las cartas me dicen que eres un chico con éxito con las mujeres, u hombres, es un problema de las cartas, no me dejan ver quien es gay o no, y lo haces porque odias estar solo, aunque muchas veces te notas solo aunque estás rodeado de gente. Has hecho cosas malas, has hecho daño a personas, y tu viaje por la vida no está siendo como quieres, quieres cambiar, pero tranquilo, las cartas me dicen que todo va a ir a mejor, quien sabe, tal vez se te cruce en tu camino una melena rubia. - Le guiñó el ojo y le dio otro trago a la copa mientras pedía otra - Otro Sex On The Beach camarero, que estoy empezando a entrar en calor. ¿Vosotros pensáis que habrá algún ángulo muerto para llevarse a un chico guapo a pasar un rato poco boring?

Con la lectura de cartas Erick quedó sorprendudo y dijo Se que tengo suerte con las damas pero no sabía que también con los hombres llevo su mano a su mentón pensando un poco y continúo no recuerdo haber lastimado a nadie, amenos que fuera cuando empecé a cocinar, siendo honesto mis primeros platillos eran terribles, poderes de las personas que los probaron, pero con la práctica mejore mucho

Para responder a la pregunta de Diana el rubio dijo ya que estamos en un reality dudo que exista un ángulo muerto, pero no estaría de más buscar​ lo último lo menciono con una sonrisa y un guiño

Thomas se rió al escuchar la respuesta del artista del carboncillo. -Por supuesto, eso lo hace todo mucho más fácil- Se quedó allí, admirando al dibujante y a las modelos, mientras a su alrededor iban llegando más personas, y presentándose.

El investigador estrechó la mano de un joven pelirrojo que se presentó como Ulrich. -Encantado, yo soy Thomas- Sonrió y asintió.  Su apretón era fuerte, pero el del joven no se quedaba atrás.

Después, se acercó una mujer de mediana edad y largo pelo rojo. -Hola, Stephanie. Yo soy Burke, Thomas Burke.- Esta vez el apretón de manos fue más comedido por parte del hombretón. No dejó de ser firme, pero era distinto, más gentil. Stephanie parecía una mujer alegre y simpática, que rápidamente se marchó a pedir algo a la barra. Thomas la echó un vistazo de arriba a abajo, aprovechando que bebía un poco de su whisky para disimular con cierta elegancia el repaso que le estaba dando a la dama.

Con la mirada curiosa seguía las idas y venidas de la gente que llegaba, como el caballero vestido con camisa floreada, mayor pero atractivo, o la mujer pelirroja, o la del pelo rosa. Eran muchos y sin embargo muy diferentes unos de otros, parecía que el azar había tenido poco que ver en la elección de los participantes.

Intentaba estarse quieta, pero era difícil con el trasiego de gente, y con la exuberante Harpers a su lado haciéndole mover los brazos, y sin parar ella de moverse. 

-...¿sexy...?

Comentó de pasada mirándola desde detrás de sus gafas, por si le estaba tomando el pelo. Liza se sabía mona, se lo decían en la Uni, se lo decía hasta el pesado de su hermano cuando la mostraba a sus amigos como si fuera un ejemplar raro, a saber por qué. Pero, ¿sexy? No, no creía que lo fuera. Y tampoco flacucha, eso lo tenía claro, tenía un buen cuerpo. El de Tara era... bueno, queen size. El suyo era proporcionado y estilizado, aunque tenía buenas tetas, eso también se lo decían algunos de los brutos de su clase. Pero nada de flacucha.

Luego se presentó el chico alemán, Ulrich, al que estrechó la mano que le tendía, y se presentó a su vez con un gesto a medio camino entre una sonrisa y un "ya, ya, me quedo quieta"

-Hola Ulrich Weber, soy Jones, Liza Jones. -Inmediatamente se dio cuenta de que lo había dicho a lo 007, se cortó y enrojeció, y se calló.

Paul estaba diciendo que era ilustrador, efectivamente, y dibujante de cómics. Qué interesante.

-Yo estoy estudiando un postgrado de Genómica en la Uni, y trabajo en el NHGRI, en un proyecto interdisciplinar acerca de la diagnosis genét... bueno, cosas así. -Carraspeó, usualmente en cuanto empezaba a hablar de eso todo el mundo ponía cara de póker y desconectaba. Y no quería que allí también ocurriera eso, se había propuesto intentar ser mucho más abierta de lo que solía ser.

Llevó la atención a la barra, para disimular un poco su enésimo sonrojo. Allí se lo estaban pasando muy bien, entre las copas y las cartas. Levantó una ceja, con un poco de envidia. Esperaría a que se terminara el dibujo, y ésa sería su siguiente parada, si se atrevía.

Kiki se bebía las palabras de Diana sin dejar de mirarla a los ojitos y reía entre dientes con sus predicciones -Ay, rubi, que me gusta todo lo que dices... yo también preveo que tú y yo ains vamos a ser muy amiguis -y giró deslumbrante su cara al rubito fino que se acercó a hacerle una proposición ¡uh! un poco indecentilla -Encantada Donald... ¡Uy que hot! cuidado con lo que pides ¿eh nene?, que a mí lo que me pone es que tengan un buen... Rolex -y se levantó soltándole una risita pícara a la rubita de ojos claros antes de toparse con el pelirrojo al que habló mientras se acercaba a la tarotista.

Le soltó una risita cuando se presentó y le dijo -Humm Ulrich, encantada. Veo que eres de los que van a por lo que quieren en vez de esperarlo sentado. I like it! Cuando termines tú ronda de presentaciones nos tomamos una juntos...-dijo alejándose y mirando como entraba la gran Roodepoort por la pasarela Uf, parecía una walkiria encendida.

Se quedó tan ausente mirándola mientras caminaba que se chocó contra el macizo del bigote y se disculpó risueña -Papi, perdona mi torpeza -le guiñó un ojito -deja que me agarre un momento a tu brazo que no me sentía tan, como decirte, húmeda... desde que terminé de leerme "Balas, besos y un Jabberwocky"... ¿Lo has leído tú también o solo te impresiona su culo?

Thomas no pudo sino reírse ante el descaro de la chica del pelo rosa. -Ah, ¿Stephanie es escritora?- Sonrió bajo su bigotazo y se encogió de hombros. -Por el momento me había dejado impresionar más por su figura que por su obra, pero ya le preguntaré- Se fijó más en su nueva interlocutora, que se había agarrado a su brazo. -Me llamo Thomas, ¿y tú? ¿También eres escritora?- La sonrisa irónica del detective dio a entender que suponía que su talento no era precisamente el literario.

Kiki miró al tipo a los ojos con las cejas muy levantadas y la boquita muy abierta y respondió con rotundidad -¡OH, SÍ...! y no veas como escribe, al leerla es como... si desplazara su pluma sobre tu piel ufff... love, love por ella. -pero en el devaneo era ella la que deslizaba su mano sobre el brazo fornido del hombretón -cierto, también esta para comérsela papi... aunque yo te incluía en el menú -y arrugó la nariz de una forma encantadora riéndose. Le encantó que se presentara y ella respondió poniendo morritos -Soy Kiki... y no soy escritora. Pero te puedo contar... -Le posó el dedo sobre la camisa a Thomas y lo bajó por el torso deleitándose con la anatomía del madurito -muy buenas historias...- En su cara entonces se dibujo un gesto inocente y se puso alrededor a buscar algo -¿Estoy despeinada?

Pero antes de que le contestara se fue a una de las cámaras. Sabía que con aquel acercamiento tan hot las cámaras estarían todos encima de ellos dos para grabar la toma del día, así que aprovechó para mirarse en el reflejo de la lente y peinarse un poco su melena rosada.

Y acercándose al micrófono, hablando muy bajito para que no le pudieran oír los participantes dijo dirigiéndose a los radioyentes que estaban disfrutando del espectáculo en sus asientos –Hola guapis… ¿Y bien? ¿A quién creéis que me follaré antes? Al papi con bigotón? ¿A la walkiria de las novelas? ¿O quizás sea al que sabe mejor que nadie cuando una cosa está tiesa? Humm ¿O al dibujante de cómic? Oh no no no ese es un poco boring, boring preferiría antes comerle el peluchito a la gafitas guapa… Vayan haciendo sus apuestas…

La fiesta continua por varias horas, las camaras registran cada pequeño movimiento, cada frase, cada intercambio de miradas. Finalmente todos son guiados a sus respectivas habitaciones, y la noche pasa sin ningún incidente notorio. Pronto llegará la mañana...

¿Estarán preparados para lo que les espera el nuevo día?