Partida Rol por web

Laura se dirige hacia Stephanie y Tara. -Y llegamos ya a la última noche de nuestro programa. El día de mañana, una de ustedes se llevará el premio a casa, además de elegir a alguien entre los competidores expulsados para que los acompañe en su viaje por dos semanas a Europa con todos los gastos pagados. ¿Tienen alguien en mente?- Les hace un guiño, y las deja allí, donde han colocado una mesa en el centro de la pista con una cena para dos a la luz de las velas. De fondo, casi de forma discreta, una banda interpreta un tango.

Contra todo pronóstico pues ya me veía fuera de la competencia, nos encontramos Tara y yo juntas en la gran final, sentadas frente a frente.  La luz de unas velas y el sugerente acompañamiento de los acordes de un tango de salón nos hacían compañía.

—Has estado ab-so-lu-ta-mente genial, Tara. Comento tras un eterno segundo de silencio, a veces no conseguía percibir las emociones que surcaban el redondo rostro de la tórtola —Me encantó tu actuación ayer, estuviste tan llena de energía, tan grandiosa, que me dieron ganas de llorar.   Un animal televisivo es lo que eres, cielo. Una de esas que se come el escenario, las cámaras, la alfombra roja y lo que le echen. Sonrío débilmente, algo nerviosa. El movimiento de los camareros abriendo botellas tras la barra me distrae momentáneamente, apenas un segundo. ¿Por qué tardan tanto?

—Tu discurso estuvo fenomenal tambien... aunque, por supuesto, no estaba enteramente de acuerdo con él.  La parte esa en la que decías que te merecías el premio, sin ir más lejos.  Los camareros empezaron a traer comida. Y bebida, que era casi más importante en el caluroso ambiente tropical de la isla. Y es que, en realidad, no tenía mucha hambre. Ver comer a Tara era una experiencia tan intensa que resultaba más que nutritiva, saciante.  Aparto el solomillo con salsa de nabo  —¿Quieres comerte lo mío? Yo es que últimamente,  parece que me apetece más el marisco.

Laura les informó de la última noche en el programa, era un momento de nervios, a solo un día para poder llevarse el premio que ofrecía la productora, o más bien, todo lo contrario. Aunque su amor ya había conseguido que ella se sintiera ganadora, así que tras escuchar el tango de fondo, Tara se sentó en la mesa que estaba muy bien dispuesta para ambas.

- Siéntate Stephanie, hablemos... - dijo la obesa mujer con una amplia sonrisa -...Esto al final es algo digno para escribir al respecto... Sinceramente, mi objetivo inicial al venir al programa era ganar, crear una bomba televisiva para conseguir los mejores patrocinadores en modelaje pero ¿sabes?... Encontré algo inesperado, el amor.... - suspiro, momento adecuado para introducir en la boca un canapé -....Y ciertamente, que él se haya quedado fuera del concurso no provoca que me sienta ganadora, aunque pueda hacerme con el premio... La cosa es, querida... es que mencionaste a Kiki varias veces... y ella era una de las personas que reventaron el concurso poniendo pruebas falsas.... No me digas que esta noche vas a jugármela a mi y que vas finalmente a irte con ella..... O eso, o fuiste tú quien expulsó a Diana... -  Tara le mira con tranquilidad, había hilado un poco tarde pero en ese instante más que nunca, supo que era complicado ganar el premio -... Venga, Stephanie, los mega malos de las historias disfrutan contando sus hazañas, cuéntame la tuya, así no tengo motivos para dejar de masticar.... Y quizás bailemos el último tango, el de la muerte.... - le miró a los ojos, aquella noche no iba a ser tan satisfactoria como estimaba.

La última conversación se da entre las dos finalistas, y el tango continúa tocando, mientras el cielo y la playa se llenan de estrellas...