Partida Rol por web

Diana sonrió mirando a Thomas y fijando la vista en el mostacho. Era frondoso y tupido, y eso la tiraba para atrás pero la curva de la sonrisa era amable. Tal vez aquella sería su última noche en la isla así que tenía que aprovechar los instantes que le quedaban, por si fueran los últimos. Se encogió de hombros y le dijo - Una cosa es que el amor sea imposible entre nosotros, pero ¿Por qué no podemos bailar?. Además, miraré todo el rato los pies, porque sino acabarás con juanetes, pie de atleta y fascitis plantar todo en uno.

Iba para la pista cuando escuchó lo que decía Ulrich. ¿Que había hecho?, nada, hablar con unos, con otros. Se encogió de hombros y le dijo - Yo he sido yo misma, solo eso, y tratar de ayudar.

Tara volvió a comer y Diana la miró con cierta tristeza. - No necesitas comer más Tara, quememos esos nervios en la pista de baile, ¿de acuerdo?. Lo sé porque escucho lo que se dice en el cuarto de expulsados al menos por las noches. No es que digan muchas cosas importantes, pero sí que he podido cazar las 2 versiones que ha dicho William, que era una especie de protector y que podía reenganchar a alguien al concurso. El que quiera sacar conclusiones que lo haga.

Y bailó, no con demasiada pericia pero si con desparpajo. Primero con Thomas y su bigote, después con la bamboleante gracia de Tara y finalmente con Erick, su Erick. Era frío, le costaba arrancar pero siempre estaba allí. Se meció entre sus brazos y le contestó

- Bien, ahora estoy bien.

A pesar de la tensión que quedaba entre algunos de los presentes, al final algunos se unieron a la pista, o terminaron de compartir una bebida con el resto de sus compañeros.

Y así fue acabando la noche, a la espera de qué traería el nuevo día.